San Timoteo (Justo)

21/02

San Timoteo de Symbola, era de ascendencia italiana. Se convirtió en monje a una edad temprana y llevó a cabo el ascetismo en un monasterio llamado “Symbola”, en Asia Menor, cerca del Monte Olimpo. San Timoteo fue discípulo de Teoctisto y también de San Platon del Monasterio Studion (5 de abril).

Alcanzó un alto grado de perfección espiritual y  recibió de Dios el don de curar a los enfermos y la expulsión de espíritus inmundos. Pasó muchos años como un ermitaño recorriendo el desierto, las montañas y los bosques, tanto de día como  de noche orando todo el tiempo al Señor Dios. Descansó en el Señor a una edad muy avanzada, en el año 795. Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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Santa Filotea de Atenas (Mártir)

19/02

Febrero19_Santa FiloteaFilotea Mártir nació en Atenas en 1522. Sus padres eran famosos no sólo por ser eminentes y ricos, sino también por ser profundamente devotos. Ellos no podían tener hijos, pero tras haber orado con devoción a la Santa Vírgen María, tuvieron una hija a la que llamaron Revoula.

Los padres educaron a su hija en una profunda religiosidad y  fe recta, y cuando tenía doce años la dieron en matrimonio. Su marido resultó ser un hombre impío y crudo, que a menudo la golpeaba y atormentaba. Revoula soportó pacientemente los abusos y rogó a Dios a fin de orientar a su esposo por el buen camino.

Después de tres años el marido de Revoula murió y ella comenzó una vida de ayuno, vigilia y oración. La  santa fundó un monasterio de mujeres consagrado  al nombre del apóstol Andrés. Cuando se completó el monasterio, la santa fue la primera en aceptar la tonsura monástica, con el nombre “Filotea”.

Durante este tiempo, Grecia estaba sufriendo bajo el yugo turco y muchos atenienses se habían convertido en esclavos por los conquistadores turcos. Santa Filotea utilizó todos sus medios para liberar a sus compatriotas y rescatar a muchos de la esclavitud.

Una vez, cuatro mujeres se escaparon de sus amos turcos ya que éstos les  exigían  que renunciaran a su cristianismo; ellas se refugiaron en el monasterio de Santa Filotea.

Los turcos, al saber que las mujeres griegas se habían ido, irrumpieron en la celda de la santa  y la golpearon. La llevaron al gobernador, quien la lanzó en la cárcel. Por la mañana, una multitud de turcos se habían reunido para verla. La sacaron de la prisión y el gobernador dijo que si ella no renunciaba a Cristo, sería cortada en pedazos.

Justo cuando Santa Filotea estaba dispuesta a aceptar la corona del martirio, una multitud de cristianos se reunió por la gracia de Dios y entre todos tranquilizaron al gobernador quien la dejó ir.

Santa Filotea continuó con sus esfuerzos de abstinencia, oración y vigilia, por la que se le concedió el don del excorsismo.

Durante la Vigilia de San Dionisio, los turcos tomaron a Filotea y la torturaron. Murió el 19 de febrero de 1589, así que logró ambas coronas del ascetismo y del martirio. Veinte años después, un perfume empezó a emanar de su sepulcro; al abrirlo, vieron que su cuerpo  no se había descomuesto; fue trasladado a la Catedral de Atenas donde reposa hasta el día de hoy como un tesoro valioso y fuente de intercesión. Sus oraciones sean con nostros. Amén. 

 

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San Teodoro de Tiro (Gran Mártir)

17/02

febrero17-teodoro_tiroEn la provincia de Panonia, en tiempos de las persecuciones por el emperador Maximiano (años 286-305), un grupo de guerreros cristianos fue obligado a negar a Cristo y a hacer un sacrificio a los ídolos. (El sobrenombre Tiro significa en latín “recluta”). Teodoro, uno de los soldados, se negó a rendir culto a los dioses paganos por lo que fue sometido a crueles martirios y encerrado en la cárcel.  Ahí, durante la oración él fue consolado con la milagrosa aparición de nuestro Señor Jesucristo.

Poco tiempo después lo sacaron de la cárcel  y con diferentes torturas lo quería obligar nuevamente a negar a Dios. Finalmente, viendo su firmeza, el gobernador lo condenó a la hoguera. Sin ningún temor san Teodoro subió a la hoguera y orando y glorificando a Dios entregó su alma. Fue cerca del año 305.

Sus restos  fueron sepultados en la ciudad de Eujaita (actualmente Marcivan en Asia Menor). Más tarde sus reliquias fueron trasladadas a Constantinopla a la Iglesia consagrada a su nombre. Su cabeza se encuentra en la ciudad Gaeta, Italia. 

50 años después de la muerte de San Teodoro, el emperador Juliano, el Apóstata (años 361-363) queriendo profanar la Gran Cuaresma Cristiana, ordenó al gobernador de la ciudad de Constantinopla rociar con la sangre de los sacrificios que se hacían a los ídolos, todos los alimentos que se venderían en la feria durante todos los días de la primer semana de la Cuaresma. En una visión, San Teodoro se presentó al arzobispo de Constantinopla y le ordenó avisar a todos los cristianos que no compraran los alimentos profanados y que comieran solamente el trigo cocido con miel. En memoria de esto la Iglesia Ortodoxa celebra, hasta el día de hoy, todos los años el día del Gran Mártir Teodoro de Tiro cada primer sábado de la Gran Cuaresma.

Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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San Pánfilo (Mártir)

16/02

Pánfilo  fue uno de los mártires que sufrieron durante la persecución contra los cristianos, iniciada por el emperador Diocleciano en los años 308-309 en Cesarea de Palestina.

El santo mártir Pánfilo, nativo de la ciudad de Beirut, fue educado en Alejandría  y ordenado sacerdote en Cesárea. Dedicó mucho trabajo a la recopilación de manuscritos y a corregir los errores de los copistas en los textos del Nuevo Testamento. Los textos corregidos de San Pánfilo se copiaban  y se distribuían a todo el que quería. Muchos paganos se convirtieron a Cristo a través de ellos.

San Pánfilo fue muy respetado, por lo que se consideraba afortunado a aquel que localizara o adquiriera  alguno de sus manuscritos. Describió su martirio Eusabio, Obispo de Cesarea, quien se considera su discípulo.

Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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San Onésimo (Apóstol)

02/15

febrero15_San_OnesimoSan Onésimo, Apóstol de los Setenta; en su juventud era un siervo de Filemón, un cristiano de linaje que vivía en la ciudad de Colosas, Frigia.

Culpable de un delito contra su amo y temiendo el castigo, San Onésimo huyó a Roma y siendo  un esclavo fugitivo  terminó en la cárcel. Ahí se encontró con el apóstol Pablo y  fue iluminado  y bautizado por él.

En la cárcel San Onésimo se sintió como un hijo del apóstol Pablo. San Pablo, que conocía personalmente a Filemón,  le escribió una carta llena de amor  pidiéndole que perdonara al esclavo fugitivo y lo aceptara como a un hermano. Envió a Onésimo con esta carta a su maestro.

Después de haber recibido la carta, San Filemón, obispo de la  ciudad, lo perdonó, lo acogió en su casa y le enseñba a vivir en Dios.

Después de la muerte del Apóstol Pablo, San Onésimo sirvió a los apóstoles, hasta su fin, y fue nombrado también  obispo.

Posterior a la muerte de los santos Apóstoles,  predicó el Evangelio en muchos países y ciudades: en España, Carpetania, Colosas, Patras. En su vejez, San Onésimo ocupó el trono del obispo de Efeso.

Durante el reinado del emperador Trajano (89-117), San Onésimo fue arrestado y llevado a juicio por lo que permaneció en la cárcel durante dieciocho días y posteriormente fue apedreado y decapitado. Una mujer ilustre tomó el cuerpo del Mártir y lo colocó en un ataúd de plata. Esto tuvo lugar en el año 109. 

Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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San Marón Anacoreta (Justo)

14/02

febrero14_San_MaronSan Marón eligió una morada solitaria no lejos de la ciudad de Cirrus al norte de Siria, y allí, por espíritu de mortificación, vivía casi siempre a la intemperie. Cierto es que tenía una pequeña cabaña cubierta con pieles de cabra para taparse en caso de necesidad, pero rara vez la utilizaba. Encontró las ruinas de un templo pagano, lo dedicó al verdadero Dios  y lo convirtió en casa de oración. San Juan Crisóstomo, quien lo estimaba mucho, le escribía desde Cucusus, donde estaba desterrado y se encomendaba a sus oraciones, rogándole le diera noticias suyas con la mayor frecuencia posible.

San Marón había tenido por maestro a San Zebino, de quien había heredado la virtud de la oración constante. Se dice que pasaba días y noches enteras orando  sin experimentar cansancio. Generalmente rezaba de pie, aunque cuando ya era muy anciano tenía que sostenerse con un báculo. A los que iban a consultarle les respondía con la mayor brevedad posible pues deseaba pasar todo su tiempo en conversación con Dios.

Sus intercesiones sean con nosotros. Amén.

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San Euxencio (Justo)

14/02

San Euxencio, de origen sirio, sirvió en la corte del emperador Teodosio el Joven (418-450). Fue conocido como un virtuoso sabio y prudente. Y era, además, amigo de muchos de los hombres piadosos de su época.

Perturbado por la vanidad mundana, San Euxencio fue ordenado al sacerdocio santo y luego recibió la tonsura monástica. Después de esto se fue a Bitinia y encontró un lugar solitario en el monte Oxia, no lejos de Calcedonia  y allí comenzó la vida de un ermitaño (Esta montaña fue llamada después  monte  Ausencio).  El lugar de los esfuerzos del santo fue descubierto por los pastores en busca de su oveja perdida. Se dijo a los demás acerca de él  y la gente comenzó a acercarce a él para sanar. San Euxencio sanó a muchos de los enfermos en el nombre del Señor.

En el año 451 San Euxencio fue invitado al  IV Concilio Ecuménico de Calcedonia, que denunció las herejías eutiquiana y nestoriana. Con estudios  teológicos y  familiarizado con la Sagrada Escritura, San Euxencio superó fácilmente a los oponentes que le debatieron en el concilio. Tras el final del Consejo, San Euxencio regresó a su celda solitaria en la montaña. Con su visión espiritual supo del reposo de San Simeón el Estilita (459) desde una gran distancia.

San Euxencio murió alrededor del año 470, dejando tras de sí discípulos y muchos monasterios en la región de Bitinia. Fue enterrado en un monasterio de Siria. Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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Áquila y Priscila (Mártires)

13/02

Febrero13_aquila_y_priscila

Áquila era un judío que se convirtió al cristianismo junto con su esposa Priscila. leemos de él en Hechos de los Apóstoles, capítulo 18. Estaba con su esposa en Italia cuando Claudio César oredenó que todos los judíos fueran expulsados de Roma; así que se diriguieron a Corinto y en ella permanecieron. En aquel entonces Corinto era un centro de comercio entre Italia y Asia Menor. Es allí donde San Pablo encontró a la pareja ya que practicaba el mismo trabajo que ellos: elaborar tiendas. Les predicó y les llevó con él en su viaje a Siria; luego los dejó en Éfeso. En esta ciudad conocieron a Apolo, un señor muy elocuente, conocedor de las Escrituras, iniciado en los caminos del Señor y fervoroso; pero no había conocido más que el bautismo de Juan. Enseñaba en la Senagoga cuando Áquila y Priscila lo escucharon; lo llevaron a su casa y “le explicaron con más exactitud el Camino” (Hch 18:26).

La santa pareja regresó a Roma y abrió su casa para la Iglesia. San Pablo en su Epístola a los Romanos les envía sus saludos “Saludos a Priscila y Áquila, colaboradores míos en Cristo Jesús. Ellos expusieron sus cabezas para salavame” (Rom 16:3-4). La Tradición confirme que recibieron el santo maritrio siendo decapitados. Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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San Martiniano (Justo)

13/02

Febrero13_San_Martiniano_de_PalestinaSan Martiniano se fue a vivir al desierto de Palestina a la edad de dieciocho años. Durante veinticinco años se dedicó a obras ascéticas y al silencio, y se le concedió el don de curación de enfermedades y del exorcismo, sin embargo, enfrentó diversas tentaciones.

Una vez que una mujer libertina apostó con sus amigos a que podría seducir a Martiniano quien tenía fama de virtuoso. Vino a él una noche fingiendo que se había perdido en la tormenta y le pidió refugio. El santo la dejó entrar. Ella se cambió de ropa por otra muy bonita y comenzó a tentar al asceta. Por poco cae en la tentación, pero de repente salio de la celda y sintió el infierno al que se iba a meter, entonces encendió una fogata y la lisaba con los pies descalzos; la mujer salió al escuchar sus gritos y la escena la movió al arrepentimiento; así que pidió al santo que le guiara por el camino de la salvación y él, entonces le pidió que fuera a Belén, a Santa Paula (26 de enero). Allí vivió como una monja durante doce años en el ascetismo riguroso hasta su fin feliz. El nombre de la mujer era Zoe.

El santo, confundida por la tentación que tuvo, decidió ir a vivir a una isla rocosa deshabitada. Ahí  vivió a cielo abierto por muchos años. Se alimentaba de lo que encontraba en la isla a su vez que un marinero amigo suyo le traía alimento y agua cada dos meses.  Como pago a cambio del favor recibido, el monje tejía canastas para él.

Cierto día, una fuerte tormenta destruyó un buque  y una mujer llamada Fotina llegó como sobreviviente a la isla de San Martiniano. San Martiniano le dio auxilio y le enseñó cómo sobrevivir en la isla y le dijo:   “Quédate aquí porque aquí hay  pan y agua. En dos meses, un barco va a venir, entonces te regresas en él.” Y para rehuir la tentación a la que siempre le tuvo miedo, se tiró al mar, como si fuera en las manos de Dios; se acercaron a él unos delfines que lo llevaron a tierra firme. A partir de entonces, San Martiniano llevó la vida de un vagabundo; durante dos años peregrinó a más de 200 ciudades hasta que llegó a Atenas donde durmió en el Señor el año 422.

Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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Sam Melecio, Patriarca de Antioquía

12/02

Febrero12_MelecioMelecio nació en Melitene alrededor del año 310. Pertenecía a una de las familias más distinguidas de Asia Menor y se se le reconocía por ser muy inteligente y piadoso. En el año 357 fue ordenado obispo de Sebastes. Durante todo el tiempo que fungió como obispo luchó contra los arrianos para defender la Ortodoxia. Enfrentó a mucha gente que le tendió trampas, que se opuso a su cargo, que le mandó exiliar y finalmente, cansado, abandonó su cargo y se retiró a Siria.

Aún en Siria, enfrentó a muchos enemigos de la Ortodoxia. Realizó grandes escritos y vivió en oración.

En 381, se reunió en Constantinopla el segundo Concilio Ecuménico y San Melecio lo presidió. Estando el Concilio en sesiones, murió.

Melecio se había hecho querer por todos los que lo conocieron. San Juan Crisóstomo nos dice que su nombre era tan venerado, que la gente en Antioquía escogía este nombre para sus hijos;  grababan su imagen en sus sellos y en su vajilla y lo esculpían sobre sus casas. Todos los Padres del Concilio y los fieles de la ciudad asistieron a sus funerales en Constantinopla. Uno de los prelados más eminentes, San Gregorio de Nissa, pronunció la oración fúnebre; en ella hizo referencia a “la dulce y tranquila mirada, radiante sonrisa y bondadosa mano que secundaba a su apacible voz”;  y terminó con las palabras: “Ahora Dios lo eleva cara a cara. Ruega por nosotros y por la ignorancia del pueblo.” Cinco años más tarde, San Juan Crisóstomo, a quien San Melecio había ordenado diácono, pronunció un panegírico el 12 de febrero, el día de su muerte o de su traslación a Antioquia.

Sus intercesiones sean por nosotros. Amén.

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