Boletín del 10/06/2012

Domingo de Todos los Santos

Coronemos con cánticos al Bautista y Precursor,
a los Apóstoles, Profetas y Mártires; Archisacerdotes,
Ascetas, mujeres amantes de Dios
y a todos los justos junto con los coros angélicos,
pidiendo que, por sus ruegos,
alcancemos la gloria que han obtenido,
gloria que brota de Cristo Salvador.
                                                                                     Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de Resurrección

Tono 8

Descendiste de las alturas, oh Piadoso,
y aceptaste el entierro de tres días
para librarnos de los sufrimientos.
Vida y Resurrección nuestra, oh Señor, gloria a ti.

Tropario Domingo de todos los Santos

Tono 4

Oh Cristo Dios, tu Iglesia,
adornada con la sangre de tus mártires de todo el mundo,
como si fuera con fino lino y púrpura,
por ellos, te ruega diciendo: envía tu piedad sobre tu pueblo,
otorga al mundo la paz, y a nuestras almas la gran misericordia.

Condaquio del Domingo de todos los Santos

Tono 8

Oh Sembrador de la creación, el universo te ofrece,
como primicias de la naturaleza, a los Mártires,
Portadores de Dios;  por cuyas súplicas
y las de la Madre de Dios,
conserva a tu Iglesia en profunda paz,
oh Señor Todo Misericordia.

Lecturas Biblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Hebreos (11: 33 – 12:2)

Hermanos: Los Santos, por la fe, sometieron reinos, hicieron justicia, alcanzaron las promesas, cerraron la boca a los leones; apagaron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada, sacaron fuerzas de la debilidad, se hicieron valientes en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; las mujeres recobraron resucitados a sus muertos. Unos fueron torturados, rehusando la liberación por conseguir una resurrección mejor; otros soportaron burlas y azotes, y hasta cadenas y prisiones; apedreados, torturados, aserrados, muertos a espada; anduvieron errantes cubiertos de pieles de ovejas y de cabras; faltos de todo; oprimidos y maltratados, ¡hombres de los que no era digno el mundo!, errantes por desiertos y montañas, por cuevas y cavernas de la tierra. Y todos ellos, aunque alabados por su fe, no consiguieron la promesa. Dios tenía ya dispuesto algo mejor para nosotros, de modo que no llegaran ellos sin nosotros a la perfección.

Por tanto, también nosotros, ya que tenemos en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, fijos los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe.

Evangelio según San Mateo (10:32-33;37-38;19:27-30)

Dijo el Señor a sus discípulos: «Por todo aquél que se declare por Mí ante los hombres, Yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. El que ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí. El que no toma su cruz y me sigue detrás, no es digno de Mí.»

Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo: «He aquí que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué recibiremos, pues?» Jesús les dijo: «Yo les aseguro, que en la regeneración, cuando el Hijo del hombre se siente en su Trono de gloria, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todo aquél que haya dejado casa, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi Nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros.»

Mensaje Pastoral

Alas de santidad

La semana pasada hemos celebrado Pentecostés, hemos inclinado la cabeza y doblado las rodillas ante la acción del Espíritu Santo que desciende sobre los Apóstoles y sobre toda la Iglesia. Hoy, el primer domingo después de Pentecostés, celebramos la reacción del hombre ante dicha acción, celebramos la santidad como el fruto del descenso del Espíritu Santo sobre los fieles: es el Domingo de Todos los Santos.

La Santidad es la meta de la vida cristiana y la voluntad de Dios para con nosotros (1Tes 4:3), por lo que las lecturas bíblicas que la Iglesia establece para el día de hoy nos enseñan dos alas indispensables para elevarnos en esta dignidad.

«Ya que tenemos en torno nuestro tan gran nube de testigos (los santos), sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con  fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús», dice san Pablo en la Epístola de hoy (Heb 12:1-2). Entonces la lucha es la primera ala. Los santos no han logrado la vida virtuosa sin fatigas y sudor, sin caídas y penitencia, sin dolores y consuelos. San Antonio el Grande enfatiza: «Nadie entra el Reino de los Cielos sin pruebas». Esto es opuesto a la religiosidad Light que la era nos sugiere, según la cual no hay necesidad más allá de unas fantasías de tendencia psíquica que acarician nuestro sistema emocional, mientras nos dejamos llevar por lo natural de la vida mundana descuidando la caridad y desenfrenando la rebeldía del instinto. San Pablo nos advierte del peso del pecado (sacudamos todo lastre); entonces la dejadez descrita arriba necesariamente nos llevaría conforme a la gravedad del siglo presente. En cambio, la vigilia y la lucha constantes son capaces de crear en nosotros una gravedad nueva y celestial, y ésta es la segunda ala de la santidad:

«El que ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a Mí, no es digno de Mí», dice la lectura evangélica de hoy. Cuando observamos estas palabras del Señor, quizás opinamos que son duras, como si nos estuviera proponiendo escoger uno de dos afectos; sin embargo, Pedro, quien dijo «he aquí que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido», no se apartó de su familia ni descuidó a su suegra cuando ésta se enfermó (Lc4: 38-39); el Señor mismo, en la boda de Caná de Galilea, obedeció a su madre y efectuó el milagro aunque no era un momento oportuno –«aún no ha llegado mi hora» (Jn 2:4)–;  y con todo y la grandeza de su Pasión, no dejó de preocuparse por su Madre y se la encargó a su discípulo amado (Jn 19:26). Cuado el Señor dice: «El que ama a su padre o a su madre más que a Mí, no es digno de Mí», nos ilustra una imagen según cuya semejanza debe ser nuestra relación con Dios, nuestra religiosidad. Cuando la madre padece algún malestar, la atención de sus hijos no es un deber familiar o social sino una reacción de un amor filial sincero; y cuando el hijo está feliz, los sentimientos de los padres no se explican con ninguna regla secular. Del mismo modo, la relación con Dios, Padre nuestro, no se identifica con deberes u obligaciones sino con amor verdadero que crece día a día y supera aun el cariño natural hacia los de la casa. Este amor progresivo e ilimitado no se logra sino con la convivencia: ¿cómo amarlo sin convivir con Él? La lectura bíblica y la vida espiritual y sacramental procuran, en el fondo, estar en una convivencia tal que produce amor sincero hacia Dios; es la nueva gravedad que hace suave el yugo y ligera la carga (Mt 11:30).

Una vez el Señor platicaba con la muchedumbre acerca del camino de la vida cristiana, la mayoría se escandalizó por la dureza de sus palabras y lo dejó, entonces Él preguntó a sus discípulos más allegados si querían ellos también retirarse. Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.» (Jn 6:68)

La lucha sin amor activo a Dios se vuelve una rutina agobiante y sin sentido, y la devoción y la emoción sin lucha que nos preserva en la vigilia se entibian y desvanecen; pero cuando las dos alas se acompañan, atraen al hombre hacia la nube luminosa de los santos. Entonces ninguna fuerza o dificultad sería capaz de llevarlo por otro camino, porque diría con Pedro y con todos los santos: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.» Amén.

Nuestra Fe y Tradición

La intercesión de los santos

En este día, el domingo siguiente al de Pentecostés, y en el que recordamos a todos los coros de los santos sería de provecho recordar  porqué los veneramos y qué importancia tienen sus intercesiones.

Los primeros venerados por los cristianos fueron los mártires. Su restos se conservaban cuidadosamente como tesoros preciosos, no necesariamente por su poder milagroso sino porque estos fieles de Cristo lucharon la buena batalla e imitaron la muerte del Señor. Porque no son los mártires los que viven en ellos mismos, sino que es Cristo quien vive en ellos (Gal. 2:20). Una vez libre la iglesia de las persecuciones, se empezó a venerar al coro entero de los Santos que aunque no habían derramado su sangre, día con día testimoniaban su vida en el evangelio, en Cristo, aniquilando sus propios deseos y pasiones y solo deseando hacer la voluntad de su Señor.

El concepto de la Iglesia sobre este punto está conectado con su comprensión de la muerte. Los fieles, desde los primeros tiempos, han acostumbrado orar los unos por los otros pidiendo la intercesión de los justos “la oración ferviente del justo tiene mucho poder” (Santiago 5,16).

Si la Iglesia nos enseña a pedir los ruegos de los justos vivos, cuanto más nos alienta a pedir las intercesiones de aquellos que ya han sido coronados con la victoria de la santidad. Pues, su muerte no ha sido más que un paso hacia la Vida. En las catacumbas romanas de los primeros siglos cristianos se encuentran testimonios como las siguientes oraciones: “Noria, seas bienaventurada y ruega por nosotros” y “Pedro y Pablo, rueguen por Víctor”.

Con la irrupción de la Iglesia en el ámbito pagano, y la entrada masiva de gentiles a las filas del cristianismo, algunas veces, la veneración a los santos se exageró, llegando estos a tomar el lugar de los dioses paganos. Esta situación se tradujo en una distanciamiento entre la teología y adoración cristiana por un lado y por el otro las prácticas cultuales de algunos grupos. Mas la Iglesia siempre conservó la transparencia de los santos: son lunas que reflejan la luz del Sol verdadero. Y esto es lo que ha enseñado siempre: los santos nos guían a Cristo.

Vida de Santos

San Cirilo Patriarca de Alejandría

9 de junio

Cirilo era de noble nacimiento y familiar cercano de Teófilo, patriarca de Alejandría, después de la muerte del cual fue consagrado Patriarca. Durante su vida lucho tres feroces batallas: contra los herejes novacianos, contra el hereje Nestorio y contra los judíos de Alejandría. Los novacianos tuvieron su origen en Roma y tomaron su nombre del presbítero hereje Novaciano. Estos se gloriaban de sus virtudes, andaban en público vestidos de blanco, prohibían las segundas nupcias, sostenían que no podía orarse por aquellos que habían cometido pecado mortal, y que no podía recibirse en la Iglesia a aquellos que, en otro tiempo, habían apostatado de ella, sin importar cuán profundamente se arrepintiesen. Cirilo los venció y los echó de Alejandría junto con su obispo. La lucha con los judíos fue más difícil y sangrienta. Los judíos tuvieron gran influencia en Alejandría desde que Alejandro Magno fundó esa ciudad. Su odio contra los cristianos era vicioso y desaforado. Asesinaban cristianos mediante traición, envenenamiento y crucifixión. Tras una larga y difícil lucha, Cirilo logró que el emperador Teodosio el Joven los expulsara de Alejandría. Su lucha contra Nestorio, patriarca de Constantinopla, fue resuelta por el Tercer Concilio Ecuménico en Éfeso (431 d. C.). Cirilo mismo presidió este Concilio y, al mismo tiempo, representó al Papa Celestino de Roma a petición suya, pues este no pudo asistir al Concilio a causa de su avanzada edad. Nestorio fue condenado, anatematizado, y fue exiliado por el Emperador a la frontera oriental del Imperio. Después del final de esta lucha, Cirilo vivió en paz y cuidó celosamente del rebaño de Cristo. Se presentó a sí mismo al Señor en el año 444 d. C. Se dice que fue él quien escribió la oración «Alégrate, oh Virgen Madre de Dios».

Sentencia de los Padres del Desierto

La Humildad

  • El abad Serapión decía: «He padecido muchos más trabajos corporales que mi hijo  Zacarías, y no he llegado tan alto como él en la humildad ni en el silencio».
  • Decía el abad Matoés: «Cuanto más se acerca el hombre a Dios, más pecador se ve.Por eso, Isaías, al ver a Yahvé decía: “¡Ay de mí que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!”». (Is 6,5).
  • Dijo el abad Pastor: «No te estimes a ti mismo, sino imita al fervoroso»

NOTICIAS

México: Fiesta de san Jorge عيد مار جريس بالمكسيك

El domingo 13 de mayo se llevó a cabo en el Centro Libanés de la Ciudad de México la comida que año con año organizan las Damas Ortodoxas de San Jorge con motivo del día de su santo patrono, el Gran Mártir Jorge … (más)

بمناسبة عيد القديس جاورجيوس اللابس الظفر ترأس صاحب السيادة راعي الأبرشية المتروبوليت أنطونيوس القداس الإلهي في كاتدرائية القديس جاورجيوس – المكسيك يعاونه لفيف من الكهنة والشمامسة وقد حضر القداس الإلهي جمهور من الوجوه السياسية والإجتماعية والإعلامية وفي مقدمتهم القائمة بأعمال السفارة اللبنانية في المكسيك الانسة ألين يونس وحشد من المؤمنين … الخبر الكامل

Venezuela: convivencia familiar en Valencia

La parroquia de San Jorge, Valencia a partir del lunes 4 de junio abre sus puertas para todos sus hijos en una convivencia familiar … (más)

Valencia: convivencia familiar

La parroquia de San Jorge, Valencia a partir del lunes 4 de junio abre sus puertas para todos sus hijos en una convivencia familiar.

Cada lunes a partir de las 5:30 pm, una reunión familiar con espacio para que los niños jueguen, los jóvenes que conversen y hagan actividades junto con sus padres, familiares y amistades alrededor de la Iglesia.

Pelotas, bicicletas, taules, ajedrez … hay una mesa de pinpón,  Chawerma, videos de catesismo para los niños … en fin: pasar un tiempo agradable y sano juntos. El lunes 4 de junio se llevó a cabo el primer evento con una participación muy buena. Todos los que participaron expresaron su alegría por el evento y animaron su continuidad.

Festividad da San Pedro y San Pablo 2012

INVITACIÓN – DOMINGO 24 DE JUNIO-2012

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios Padre y la comunión del Espíritu Santo, sean con todos ustedes, queridos hijos en el espíritu y amados amigos.

Hace apenas unos cuantos días que conmemoramos la venida del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos; unas como lenguas de fuego se posaron sobre sus cabezas, el Espíritu Santo los llenó, les soltó la lengua haciéndoles hablar en diferentes idiomas .El Espíritu Divino descendió para iluminar, llenar de Él y soltar la lengua de los Apóstoles y, así poder enseñar al mundo entero evangelizando y bautizando en el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo.

A nuestra nueva Santa Iglesia Catedral la hemos dedicado precisamente a dos hombres que el Espíritu Santo iluminó, llenó y les hizo predicar con la palabra y el ejemplo y los convirtió en pilares de la Iglesia, San Pedro y San Pablo, cuya fiesta celebramos el 29 de junio, mas debido a que este año cae en viernes y el siguiente domingo es día de elecciones, hemos decidido adelantar tal festividad.

Por lo tanto, los invito cordialmente a todos con su  familia a asistir y participar en la Santa Liturgia que celebraremos en la Catedral de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo el próximo domingo 24 de junio, a las 12:00 horas; así como a la convivencia gratuita que a continuación tendrá lugar en el jardín de nuestra grandiosa Catedral y de todo corazón les ofrezco.

Saboreando aún la alegría de esta festividad de Pentecostés y como Pastor de esta grey ortodoxa que el Señor me ha encomendado, elevo mis oraciones para que cada día sea un Pentecostés para cada uno de nosotros, y el Espíritu Santo nos ilumine, nos llene y nos haga predicar con el ejemplo. Aprovecho la oportunidad para enviarles un saludo cariñoso y una bendición llena de amor.

Festejemos a San Pedro y a San Pablo. Los espero el domingo 24.

Su Padre y Pastor

+Antonio Chedraoui

Arzobispo

Boletín del 03/06/2012

Domingo de Pentecostés

Oh Santísimo Espíritu que procedes del Padre
y que, por el Hijo, vienes sobre los  iletrados Discípulos:
salva y santifica a todos los que te reconocen como Dios.
                                                                                                              Exapostelario

Himnos del Liturgia

Tropario Domingo de Pentecostés

Tono 8

¡Bendito eres Tú, oh Cristo Dios nuestro,
que mostraste a los pescadores sapientísimos
cuando enviaste sobre ellos el Espíritu Santo,
y por ellos el universo pescaste!
¡oh Amante de la humanidad, gloria a Ti!

Condaquio Domingo de Pentecostés

Tono 8

Cuando el Altísimo descendió en Babel,
confundiendo las lenguas, dispersó las naciones;
mas cuando repartió las lenguas de fuego,
llamó a todos a la unidad. Por lo cual,
glorificamos unánimemente al Santísimo Espíritu.

Lecturas Bíblicas

Hechos de los Apóstoles (2: 1-11)

Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén judíos, hombres piadosos que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Estupefactos y admirados decían: «¿Es que no son galileos todos estos que están hablando? Pues, ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa? Partos, medos y elamitas; habitantes de Mesopotamia, Judea, Capadocia, el Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, Egipto, la parte de Libia fronteriza con Cirene, forasteros romanos, judíos y prosélitos, cretenses y árabes, todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios.»

Evangelio según San Juan (7: 37-52; 8:12)

En el último día de la fiesta, que es el más solemne, Jesús se puso de pie, y alzo la voz diciendo: «Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba. El que crea en Mí, como dice la Escritura, de su interior emanarán ríos de agua viva.» Esto lo dijo refiriéndose al Espíritu Santo, que iban a recibir los que creyesen en Él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús todavía no había sido glorificado. Muchos entre la gente, al escuchar estas palabras, decían: «Éste ciertamente es el profeta.» Otros decían: «Éste es el Cristo.» Mas algunos replicaban: «¿Por ventura el Cristo va a venir de Galilea? ¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de Belén, donde David moraba, vendrá el Cristo?» Con esto, se suscitaron disputas entre la gente del pueblo sobre Él. Algunos de ellos querían prenderlo, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: «¿Por qué no lo han traído?» Respondieron los guardias: «Jamás hombre alguno ha hablado como habla este hombre.» Les dijeron los fariseos: «¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Acaso algún magistrado o fariseo ha creído en Él? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos.» Les respondió Nicodemo, el que había ido antes a ver a Jesús y que era uno de ellos: «¿Acaso nuestra Ley condena a un hombre sin haberle oído primero y sin saber lo que hace?» Le respondieron así: «¿Es que tú también eres de Galileo? Examina bien las Escrituras, y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta.»

Jesús les habló de nuevo y dijo: «Yo soy la Luz del mundo. El que me siga no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida.

Mensaje Pastoral

Pentecostés

He aquí a los discípulos reunidos en Jerusalén, tal como lo había mandado el Señor el día de su Ascensión: «que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la promesa del Padre» (Hch 1:4).

«Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar.» Pentecostés es el nombre de la fiesta judía  –cincuenta días después de Pascua (la palabra es de origen griego y forma un derivado del número «cincuenta»)– en la cual recordaban la entrega de los diez mandamientos a Moisés y también la renovación del templo de Jerusalén en el tercer siglo antes de Cristo. Eso explica la presencia de muchos judíos de todas las naciones en la Ciudad, que darían crédito del acontecimiento divino: «Había en Jerusalén judíos, hombres piadosos que allí residían, venidos de todas la naciones que hay bajo el cielo.»

Entonces, en aquel Pentecostés, los apóstoles estaban reunidos esperando la promesa. Seguramente se encontraban en la misma estancia superior en la que comieron la Pascua con Cristo. En el icono de la fiesta se ve atrás de ellos un edificio elegante que adorna la escena, mas el acontecimiento no ocurre adentro, el lugar no lo contiene; la reunión de los apóstoles está por encima del tiempo y del espacio, y lo que celebramos hoy no es solo un evento que aconteció en aquel Pentecostés sino la realidad de que, a partir de ese día, la Iglesia vive un Pentecostés constante: el descenso del Espíritu Santo sobre los fieles. Él, Quien les otorga la potestad y la posibilidad   de   llamar   a   Dios   «Abba,   Padre»  (Gal 4:6); sin Él «nadie puede decir ¡Jesús es el Señor!» (1Cor 12:3), ya que Él, como Jesús nos ha prometido, «os lo enseñará todo y os recordará todo lo que Yo os he dicho» (Jn 14:26).

«De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban»; viento, ruido y fuego siempre han sido señales de la presencia de Dios: el Espíritu Santo que desciende sobre los apóstoles es Dios, es la tercera Persona de la Santísima Trinidad, a Quien anunciamos en el Credo que «con el Padre y el Hijo es juntamente adorado y glorificado».

«Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos.» El icono ilustra las lenguas surgidas de la misma fuente. El mismo Espíritu Santo desciende sobre los reunidos y sobre cada uno de ellos personalmente; se les otorga como un don personal que, aunque obra en ellos a través de diferentes carismas, les une en la fe común, a fin de que formen los miembros diversos pero del mismo cuerpo místico, la Iglesia, cuya Cabeza es el Señor: «Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo» (1Cor 12:4). Y el bautizado, a su vez, al ser ungido con el santo Crisma, recibe su propio Pentecostés: «el sello del don del Espíritu Santo», como exclama el sacerdote mientras sella el cuerpo del ya discípulo con la Unción.

En el icono, los apóstoles que se presentan son, del lado derecho: Pablo, Juan, Lucas, Andrés, Bartolomé y Felipe; y de lado izquierdo: Pedro, Mateo, Marcos, Santiago, Simón y Tomas. Esta presentación, y en el orden mismo, es la que podemos observar en los iconostasios de todos los templos ortodoxos. Nótese que hay tres apóstoles que realmente no forman parte del grupo de los Doce: Pablo, Lucas y Marcos; la importancia de su obra en la Iglesia hizo necesario que se contaran entre los apóstoles en el recuadro de Pentecostés. El iconógrafo, como un teólogo, expresa el significado de «apóstol» en un sentido más amplio pasando por alto la restricción literal del concepto. Pablo es el apóstol de las naciones, y Marcos y Lucas son dos de los cuatro Evangelistas cuya labor ha sido fundamental en la difusión y conservación de la fe.

El icono también ilustra un detalle expresivo: el rey coronado que representa a las naciones, el cosmos que espera «el Don del Espíritu Santo»; encarcelado en una cueva oscura, que todavía no ha sido iluminado con la Luz de Cristo; un viejo cansado que lleva sobre sí el pecado del hombre caído; rehén del jefe de este mundo, Satanás; humilde y tranquilo, que lleva un lienzo con doce manuscritos que simbolizan las voces de los apóstoles. En pocas palabras, el icono nos ilustra dos planes: el del mundo nuevo, el universo divinizado y ardiente por el fuego divino; y el del rey recluido en su oscuridad, no le satisfacen las joyas de este mundo que lo adornan sino que espera la Luz y anhela la lluvia que viene del cielo e inunda con gracia abundante la tierra sedienta.

La lucha del cristiano es brincar del encerramiento de su mundo inferior a la «estancia superior», donde la flama del Espíritu Santo encenderá su corazón, quemando las espinas del pecado e iluminando todo su ser.

Nuestra Fe y Tradición

Postración en Pentecostés

El domingo de Pentecostés, después de la Divina Liturgia, participaremos en el Servicio de la Postración. Doblamos las rodillas ante el Espíritu Santo que desciende sobre los Apóstoles y sobre toda la Iglesia reunida. ¿Qué es lo que ofrecemos al hacerlo?

Dios como misericordioso no forza nuestra libertad, y nos pide siempre correspondencia y consentimiento, lo que nosotros hoy expresamos en postración ante Él y exclamamos: Espíritu de Verdad, «Ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda mancha y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas». Amén.

Iglesia Una Santa Católica Apostólica

Nuestro Señor Jesucristo fundó una sola Iglesia. La Iglesia Una, Santa, Católica y Apostólica. El significado de cada una de las características enunciadas es:

UNA: La Iglesia es Una porque es un solo Cuerpo espiritual, tiene una sola Cabeza: Jesucristo, y está animada por un solo Espíritu, el Espíritu de Dios (Ef. 1:22-23, 4:4-6; 1a.Co. 3:11). La unidad de la Iglesia se expresa en la misma confesión de Fe, en la Comunión en las Oraciones y en los Sacramentos.

SANTA: Porque es Santa como su base, Nuestro Señor Jesucristo, y porque en Ella mora el Espíritu Santo, que siempre la santifica (Jn.14:16).

CATÓLICA: “Universal o Ecuménica”, del griego Katholiki. Porque su mensaje está destinado a todos los hombres de todos los lugares, tiempos y pueblos, porque no está limitada por ningún lugar, tiempo, pueblo, sino al contrario, está abierta para todo aquel que desee unirse a ella (Mt 28:18-19). Cabe decir que este término, no es únicamente de carácter geográfico, sino que trasciende el tiempo y el espacio y que su doctrina es permanente.

APOSTOLICA: Porque conserva sin interrupción la doctrina y la sucesión de los dones del Espíritu Santo, desde el tiempo de los Apóstoles (Ef. 2:19-22)

Vida de Santos

San Doroteo de Tiro, Mártir

5 de Junio

El mártir San Doroteo, era un sacerdote de Tiro y obispo de esa diócesis. Durante el reinado de Diocleciano, tras de haber sufrido toda suerte de penurias por la causa de la fe en su ciudad natal, fue por fin desterrado. Un alivio en el rigor de la persecución le permitió regresar al seno de su rebaño y asistir al Concilio de Nicea, en 325. Pero en cuanto Juliano el Apóstata ocupó el trono, se reanudó la persecución y entonces Doroteo huyó de nuevo para refugiarse en Odissópolis, en la Tracia. Sin embargo, hasta ahí le acosaron sus perseguidores, que le descubrieron, le aprehendieron y le apalearon tan brutalmente, que murió a consecuencia de los golpes. Se dice que, por entonces, tenía 107 años.

Sobre el Espíritu Santo

  • “Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

 (Jn 15:26)

  • “Oh Santo Espíritu, ¡qué dulce eres para mi espíritu que no te puedo describir! Pero el alma conoce tu presencia, mientras que otorgas a la mente la paz y al corazón la finura.”
  • “Oh Santo Espíritu, ven y consolida tu morada en nosotros para que todos, con una sola voz, glorifiquemos y alabemos a nuestro Creador: Padre, Hijo y Espíritu Santo.”

San Siluán de Athos

  • “El objeto de la vida Cristiana es obtener el Espíritu Santo. La oración, la vigilia, la obstinación y las obras de caridad que se ejecutan por Cristo, todos son medios para obtener al Espíritu Santo.”

San Serafín de Sarov

  • “Quizás no lo comprendemos y no nos demos cuenta de lo que obra el Espíritu Santo en nosotros, y eso es porque no tenemos la completa pureza y claridad. No obstante que, por alguna vez, sentimos las gotas del Espíritu que, como el rocío, descienden en nuestra alma santificándola. Pues, ¿qué culpa tiene el Espíritu Santo si nuestros ojos están recubiertos y no lo vemos? ¿Qué culpa tiene el Espíritu si, mientras Él por su parte desciende sobre nosotros y sobre cada uno, y en cambio, nosotros somos incapaces de distinguirlo en nosotros mismos o en los demás? ¿Qué culpa tiene el Espíritu Santo si nuestras almas están enfermas y no poseen la transparencia suficiente para la visión del Espíritu y la comprensión de su manifestación? …”

 Patriaraca Ignacio IV

Boletín del 27/05/2012

La Divina Ascensión

y Domingo de los Santos Padres

del Primer Concilio

Oh Cristo, mientras los discípulos
te miraban subir al Padre para sentarte a su lado,
los ángeles se apresuraban clamando:
“Levantad las puertas, levantadlas, 
pues el Rey ascendió a la Gloria de su Luz substancial.”
                                                                                                  Exapostelario
 

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 6

Los poderes celestiales aparecieron sobre tu sepulcro;
y los guardias quedaron como muertos;
María se plantó en el sepulcro buscando Tu Cuerpo Purísimo;
sometiste al hades sin ser tentado por él;
y encontraste a la Virgen otorgándole la vida.
¡Oh Resucitado de entre los muertos, Señor, gloria a Ti!

Tropario de la Divina Ascensión

Tono 4

Ascendiste con gloria, oh Cristo Dios nuestro,
y alegraste a tus discípulos con la promesa
del Espíritu Santo confirmándoles con tu bendición
que eres el Hijo de Dios, el Salvador del mundo.

Tropario de los Santos Padres del Primer Concilio

 Tono 8

¡Glorificado eres Tú oh Cristo Dios nuestro,
que cimentaste a los santos padres en la tierra como astros,
por los cuales nos dirigiste a la verdadera fe!
¡oh Misericordioso, gloria a ti!

Condaquio de la Divina Ascensión

Tono 6

Cuando concluiste el plan de nuestra Redención
uniendo a los terrenales con los celestiales,
ascendiste glorioso a Tu lugar, oh Cristo nuestro Dios,
aunque no Te habías desprendido de él,
pues permaneciste siempre firme en él,
y clamando a los que amas:
«Yo estoy con vosotros y nadie estará en contra».

Lecturas Bíblicas

Hechos de los Apóstoles (20: 16-17, 28-36)

En aquellos días: Pablo había resuelto pasar de largo por Efeso, para no perder tiempo en Asia. Se daba prisa, porque quería estar, si le era posible, el día de Pentecostés en Jerusalén. Entonces desde Mileto envió a llamar a los presbíteros de la Iglesia de Efeso. Cuando llegaron donde él, les dijo:

«Tengan cuidado de ustedes y de toda la grey, en medio de la cual les ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que Él se adquirió con su propia sangre.

Yo sé que, después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos crueles que no tendrán clemencia del rebaño; y también que de entre ustedes mismos se levantarán hombresque hablarán cosas perversas, para arrastrar a los discípulos detrás de sí. Por tanto, vigilen y acuérdense que durante tres años no he cesado de amonestarles día y noche con lágrimas a cada uno de ustedes.

Ahora, hermanos, les encomiendo a Dios y a la Palabra de su Gracia, que tiene poder para edificarlos y darles la herencia con todos los santificados.

Yo de nadie codicié plata, oro o vestido. Ustedes saben que estas manos proveyeron a mis necesidades y a las de mis compañeros. En todo les he enseñado que es así, trabajando, como se debe socorrer a lo débiles y que hay que tener presentes las palabras del Señor Jesús, que dijo: Mayor felicidad hay en dar que en recibir.»

Dicho esto, se puso de rodillas y oró con todos ellos.

Evangelio según San Juan (17: 1-13)

En aquel tiempo, Jesús alzó los ojos al cielo y dijo: «¡Padre!, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a Ti. Y según le has dado potestad sobre toda carne, dé también vida eterna a todos los que le diste. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Ahora glorifícame, ¡oh Padre!, junto a Ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que fuese el mundo. He manifestado tu Nombre a los hombres que del mundo me has dado. Tuyos eran, y me los has dado, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me has dado, viene de Ti, porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las han recibido y han conocido verdaderamente que vengo de Ti, y han creído que Tú me enviaste. Yo ruego por ellos, no ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y todo lo tuyo es mío; y he sido glorificado en ellos. Yo ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo; yo voy a Ti. ¡Oh Padre Santo!, guarda en tu Nombre a los que me has dado, para que sean uno, así como Nosotros. Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu Nombre; a los que me has dado, yo los guardaba, y ninguno de ellos se ha perdido, salvo el hijo de la perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora voy a Ti, y digo esto en el mundo, para que tengan en sí mismos mi alegría en su plenitud.»

Mensaje Pastoral

Concilio: camino real

Con la asistencia de unos 318 obispos del orbe, se celebró en Nicea, en el año 325 d.C., el 1er. Concilio Ecuménico de la Iglesia, convocado ciertamente por el emperador Constantino el Grande y presidido, al parecer, por Eustacio, obispo de Antioquía. Destaca la presencia de un grupo numeroso de padres que, por su fe, dieron un ejemplo de vida en Cristo, como los santos Nicolás, obispo de Mira, Espiridión, obispo de Trimitos, Macario, obispo de Jerusalén, y el diácono Atanasio (posteriormente obispo de Alejandría).

En el primer tercio del siglo IV, el pueblo cristiano se encontró dividido y confundido por el discurso de un diácono libio, Arrio, que rechazaba la divinidad de Cristo y enseñaba que el Verbo de Dios era criatura y, por lo tanto, no era ni eterno ni de la misma naturaleza del Padre. Y apuntaba que sólo en forma alegórica se le podía decir «Hijo», «Sabiduría» y  «Poder» de Dios.

El Concilio reunido en la plaza central del palacio imperial de Nicea se enteró de la enseñaza de Arrio y la condenó rotundamente como herética, confirmando la fe establecida en el Evangelio y que la Iglesia sostiene hasta nuestros días: Cristo es «verdadero Dios de Dios verdadero». Con ello, los Padres del Concilio no inventaban un dogma nuevo sino que se mantenían firmes en la doctrina de los santos Apóstoles: «Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la Vida eterna», dice Juan, el discípulo amado (1Jn 5:20); palabras claras que no aceptan alegoría alguna. Sobre esta base, el concilio formuló su fe en el Padre y el Hijo dictando la parte primera del Credo, el Símbolo de Nicea.

Nuestra Iglesia Ortodoxa enfatiza que los dogmas no son definiciones nuevas o descubrimientos posteriores a la Biblia sino fórmulas y expresiones de la misma fe anunciada «de una vez y para siempre» (Jds: 3). (Es interesante observar que las frases del Credo en su totalidad son bíblicas, excepto la expresión «consubstancial al Padre», que costó mucho trabajo hasta que los Padres la incorporaron en el Símbolo de Fe al corroborar que su sentido equivale precisamente a las palabras de Jesucristo: «Yo y el Padre somos uno.» [Jn 10:30]).

El concilio entonces no es la reunión de unos obispos o teólogos con el afán de tomar ciertas decisiones sino la expresión de la unidad en la fe, la incorporación de las diferentes iglesias locales en el mismo Camino. En sí, la palabra griega σύνοδος (sínodo), traducida como concilio, es compuesta de dos partes que le dan el sentido de «con el camino». Los cristianos en los Hechos de los Apóstoles, se identificaban con el calificativo «seguidores del Camino» (Hch 9:2, 16:17; 19:23; 24:14). Y la autenticidad de los Concilios se debe a la congruencia de su enseñanza con la vida evangélica, con este Camino original.

¿Cómo nosotros, los cristianos de hoy, podemos mantenernos en el Camino? Al igual que los primeros seguidores, que «acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones» (Hch 2:42).

El interés espiritual y el conocimiento religioso a menudo se desvían, cuando son efectuados individualmente, y concluyen en «ciencia que hincha» (recuérdese que Arrio era un filósofo y muy buen conocedor de las Escrituras); pero quien se mantiene dentro del Concilio y se alimenta de la leche de la vida eclesiástica, crece en «el amor que edifica» (1Cor 8:1).

Hoy, día en que conmemoramos a los Padres del 1er. Concilio Ecuménico, no nada más recordamos sus palabras y categorías dogmáticas sino que también convivimos con ellos en la Reunión Eucarística, asimilamos el Espíritu en el que han vivido y anhelamos la dicha que gozan; ello produce en nosotros una luz de conversión que constantemente corrige nuestro vivir y alumbra nuestra marcha en el camino real.

Nuestra Fe y Tradición

 

El Icono de la Divina Ascensión

Cristo, después de su Resurrección se manifestó varias veces a los discípulos, a las Mirróforas, a más de quinientas personas como nos cuenta San Pablo, y a muchos otros confirmando su Resurrección. Cuarenta días después, ascendió a los cielos. Este acontecimiento, que festejamos el Jueves pasado, nos lo conservó San Lucas en su Evangelio: “mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.” (Lc.24, 51).

 

El icono de la Ascensión nos dibuja este pasaje evangélico: Cristo asciende al cielo rodeado de un halo de Luz que expresa su divina Gloria, pero la vestimenta que lleva puesta parece igual a la de los apóstoles. Esto es para expresar que, con su ascensión ha elevado con Él a la naturaleza humana. La Ascensión del Señor no es un traslado de lugar (de la tierra al cielo) sino que significa la salida del espacio de lo creado y el ingreso en el de lo divino, lo eterno. Cristo, elevó nuestra naturaleza humana a donde nunca había estado.

 

La Virgen en el medio del icono eleva sus manos orando en silencio; ella representa a la Iglesia, ya que su seno era el lugar de  reunión entre lo humano y lo divino, así como la Iglesia lo es.

 

Los dos ángeles vestidos de blanco dicen a los apóstoles: “¿Qué hacéis ahí mirando al cielo? Éste que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo.” (Hch.1, 11)

 

Los apóstolos, con su vital movimiento, expresan el gozo de recibir la bendición del Hijo de Dios; tristes por ser separados de Él, pero optimistas por la promesa del Espíritu Santo que haría perpetua la Presencia de Jesús en sus corazones. Algunos de ellos miran hacia la Ascensión pero otros contemplan a la Virgen: ¿cómo en tu seno, el Rey de la Gloria hizo su morada?

 

El icono de la Ascensión es ilustración de la Iglesia cuya Cabeza es nuestro Señor Jesucristo, cuya imagen es la Virgen, y pilares son los Apóstoles.

 

La Santa Tradición de la Iglesia

La vida continua del Pueblo de Dios se llama la Santa Tradición. La Santa Tradición del Antiguo Testamento se expresa en la Biblia, en la vida continua del Pueblo de Israel hasta el nacimiento de Cristo. Esta Tradición se cumple, se completa y se engrandece en la Época del Mesías y en la Iglesia Cristiana.

La Tradición Neotestamentaria o Tradición Cristiana es también conocida como la Tradición Apostólica o la Tradición de la Iglesia. La parte central escrita de esta tradición se encuentra en los escritos del Nuevo Testamento de la Biblia. Los Evangelios y los otros escritos de la Iglesia Apostólica forman el corazón de la Tradición Cristiana y son la principal fuente escrita e inspiración de todo lo que se desarrolló en los siglos siguientes.

Esta Tradición Cristiana es entregada de pueblo a pueblo, en el espacio y el tiempo. La palabra Tradición en sí significa exactamente esto: “lo que es transmitido” o “entregado” de persona a persona. La Santa Tradición, por lo tanto, es lo transmitido de persona a persona, y entregado dentro de la Iglesia desde el tiempo de los apóstoles de Cristo, hasta el día de hoy.

Entre los elementos que constituyen la Santa Tradición de la Iglesia, la Biblia tiene el primer lugar. Enseguida viene la vida litúrgica de la Iglesia  y su oración; después sus decisiones dogmáticas y los actos aprobados en los concilios de la Iglesia; las escrituras de los Padres Santos de la Iglesia; la Vida de los Santos; la ley canónica; y finalmente la tradición iconográfica junto a otras formas inspiradas de expresión artística creativa como la música litúrgica y la arquitectura

Vida de Santos

Santa Teodosia, Virgen y Mártir

29 de Mayo

Constantino Acropolita escribió la vida de Santa Teodosia en el siglo XIV. Dicho autor, que vivía en Constantinopla, cerca de la tumba de la mártir y le profesaba gran devoción, se basó para escribir la biografía en algunos escritos y en la tradición oral. Según cuenta Constantino, Teodosia pertenecía a una noble familia y perdió a sus padres desde muy joven. Más tarde, tomó el velo en el monasterio constantinopolitano de la Resurrección. La santa vivió en la época de los emperadores León el Isáurico y Constantino Coprónimo, quienes trataron de acabar con el culto de las imágenes. Como el emperador diese la orden de destruir una imagen muy venerada de Cristo, Teodosia, a la cabeza de un grupo de mujeres, derribó la escalera en que se hallaba el esbirro que iba a echar abajo la imagen. El hombre murió a consecuencia de la caída. Las mujeres se dirigieron entonces al palacio del pseudopatriarca Anastasio, lo apedrearon, y obligaron a huir al usurpador. Las autoridades castigaron a todas las integrantes de grupo, pero sobre todo a Teodosia, que lo había encabezado. Los verdugos la torturaron en la prisión y la hirieron en el cuello. Teodosia murió poco después, a consecuencia de las heridas.

 Frases Bíblicas

  • Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.  (Hch 1:11)
  • …y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. (Mt 28:20)
  • Y he aquí, yo enviaré sobre vosotros la promesa de mi Padre; pero vosotros, permaneced en la ciudad hasta que seáis investidos con poder de lo alto. (Lc 24:49)

Boletín del 20/05/2012

Domingo de la curación del ciego

“Oh Señor, ilumina mis ojos espirituales
oscurecidos con las tinieblas del pecado;
úntalos con la humildad, oh Misericordioso,
y lávalos con las lágrimas del arrepentimiento.”
                                                                                           Exapostelario
 

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 5

Al coeterno Verbo, con el Padre y el Espíritu,
Al Nacido de la Virgen para nuestra salvación,
alabemos, oh fieles, y prosternémonos.
Porque se complació en ser elevado en el cuerpo
sobre la Cruz y soportar la muerte,
y levantar a los muertos por su Resurrección gloriosa.

Condaquio de Pascua

Tono 8

Cuando descendiste al Sepulcro, oh Inmortal,
destruiste el poder del hades; y al resucitar vencedor,
oh Cristo Dios, dijiste a las mujeres Mirróforas:
“¡Regocíjense!” y a tus discípulos otorgaste la paz,
¡Oh Tú que concedes a los caídos la resurrección!

Lecturas Bíblicas

Hechos de los Apóstoles  (16: 16-34)

En aquellos días: sucedió que mientras íbamos a la oración, nos vino al encuentro una muchacha esclava poseída de un espíritu adivino, que pronunciando oráculos producía mucho dinero a sus amos. Nos seguía a Pablo y a nosotros gritando: «Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, que les anuncian un camino de salvación.» Venía haciendo esto durante muchos días. Cansado Pablo, se volvió y dijo al espíritu: «En nombre de Jesucristo te mando que salgas de ella.» Y en el mismo instante salió.

Al ver sus amos que se les había ido su esperanza de ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los arrastraron hasta el ágora, ante los magistrados; los presentaron a los pretores y dijeron: «Estos hombres alborotan nuestra ciudad; son judíos y predican unas costumbres que nosotros, por ser romanos, no podemos aceptar ni practicar.» La gente se amotinó contra ellos; los pretores les hicieron arrancar los vestidos y mandaron azotarles con varas. Después de haberles dado muchos azotes, los echaron a la cárcel y mandaron al carcelero que los guardase con todo cuidado. Éste, al recibir tal orden, los metió en el calabozo interior y sujetó sus pies en el cepo.

Hacia la media noche Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios; los presos les escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que los mismos cimientos de la cárcel se conmovieron. Al momento quedaron abiertas todas las puertas y se soltaron las cadenas de todos. Despertó el carcelero y al ver las puertas de la cárcel abiertas,sacó la espada e iba a matarse, creyendo que los presos habían huido. Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, que estamos todos aquí.»

El carcelero pidió luz, entró de un salto y tembloroso se arrojó a los pies de Pablo y Silas, los sacó fuera y les dijo: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?» Le respondieron: «Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa.» Y le anunciaron la Palabra del Señor a él y a todos los de su casa. En aquella misma hora de la noche el carcelero los tomó consigo y les lavó las heridas; inmediatamente recibió el bautismo él y todos los suyos. Les hizo entonces subir a su casa, les preparó la mesa y se alegró con toda su familia por haber creído en Dios.

Evangelio según San Juan (9: 1-38)

En aquel tiempo, Jesús al pasar, vio a un hombre ciego de nacimiento; sus discípulos le preguntaron: «Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres?» Jesús respondió: «Ni él pecó ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. Conviene que Yo haga las obras del que me ha enviado mientras es de día; viene la noche cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, Yo soy la Luz del mundo.» Dicho esto, escupió en la tierra e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: «Vete y lávate en la piscina de Siloé» (palabra que significa “el enviado”). Él fue y se lavó allí, y cuando volvió veía claramente.

Sus vecinos y los que antes solían verlo pedir limosna decían: «¿No es éste el que se sentaba aquí y pedía limosna?» Unos decían: «Es él», otros en cambio: «No, es uno que se le parece.» Pero él afirmaba: «Sí, soy yo.» Le preguntaban, pues: «¿Cómo se te han abierto los ojos?» Contestó: «Aquel hombre que se llama Jesús hizo un poquito de lodo, me untó los ojos, y me dijo: “Vete a la piscina de  Siloé y lávate allí.” Fui, me lavé, y ahora veo.» Le preguntaron: «¿Dónde está ése?» Respondió: «No lo sé.» Lo llevaron, pues, ante los fariseos al que había sido ciego. Pero es de advertir que ese día en que Jesús hizo el lodo y le abrió los ojos al ciego era sábado. Nuevamente, pues, los fariseos le preguntaban también cómo había recobrado la vista. El les respondió: «Puso lodo sobre mis ojos, me lavé, y veo.» Sobre lo que decían algunos de los fariseos: «No viene de Dios este hombre, pues no guarda el sábado.» Otros decían: «¿Cómo un hombre pecador puede realizar tales señales?» Y había desacuerdo entre ellos. Entonces volvieron a decirle al ciego: «Y tú ¿qué dices del que te ha abierto los ojos?» Respondió: «Que es un profeta.» Pero, por lo mismo, no creyeron los judíos que hubiese sido ciego, hasta que llamaron a sus padres y les preguntaron: «¿Es éste su hijo, de quien dicen que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?» Sus padres les respondieron: «Sabemos que éste es hijo nuestro, y que nació ciego, pero cómo ahora ve, no lo sabemos, ni tampoco sabemos quién le ha abierto los ojos; pregúntenle a él, edad tiene y puede responder por sí mismo.»

 Esto dijeron sus padres por miedo a los judíos, porque los judíos se habían puesto de acuerdo en echar de la sinagoga a cualquiera que reconociese a Jesús por el Cristo. Por eso dijeron: «Edad tiene: pregúntenle.» Llamaron, pues, otra vez al hombre que había sido ciego, y le dijeron: «¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.» Él respondió: «Si es pecador, yo no lo sé; sólo sé que yo antes era ciego y ahora veo.»

Le replicaron: «¿Qué hizo él contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?» Les respondió: «Ya se lo he dicho y no me han oído, ¿por qué quieren oírlo otra vez? ¿Acaso será que también ustedes quieren hacerse discípulos suyos?» Entonces comenzaron a insultarlo. Y le dijeron: «Tú eres discípulo de ése; nosotros somos discípulos de Moisés. Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios, mas éste no sabemos de dónde es.»

Respondió aquel hombre y les dijo: «Aquí está lo extraño: me ha abierto los ojos y ustedes no saben de donde viene… Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, sino que al que teme a Dios y hace su voluntad, a éste le escucha. Desde que el mundo es mundo no se ha oído jamás que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. Si este hombre no fuese de Dios, no podría hacer nada de lo que hace.» Le respondieron: «Saliste del vientre de tu madre envuelto en pecado, ¿y nos das lecciones?» Y lo echaron fuera. Oyó Jesús que lo habían echado fuera, y encontrándolo, le dijo: «¿Crees en el Hijo de Dios?» Respondió él y dijo: «¿Y quién es, Señor, para que crea en Él?» Le dijo Jesús: «Lo has visto; es el mismo que está hablando contigo.» Él entonces dijo: «Creo, Señor.» Y se postró ante Él.

Mensaje Pastoral

Luz que ilumina a todos

Al pasaje evangélico de hoy, lo podemos llamar «de la Luz». En general, el Evangelio según san Juan sugiere la Luz como sinónimo de la Vida. En este sentido, Cristo dijo: «Yo soy la Luz de mundo», y cuando los fariseos se indignaron de su comentario (Jn 8:12-13), lo mostró con la acción que no deja duda alguna:

«Escupió en la tierra e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego», acción que trae a la memoria el relato bíblico sobre la Creación del hombre. Así como Dios con su aliento dio vida al polvo de la tierra y de la nada trajo al hombre a la existencia, de la misma manera Cristo, al ciego cuyos ojos jamás habían conocido la luz (ciego de nacimiento), se la otorgó en abundancia. (La señal era tan maravillosa que dio lugar al comentario de los presentes en el pésame de Lázaro: «Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que Lázaro no muriera?» [Jn 11:37]). Cristo no le devuelve al ciego una capacidad que había perdido previamente sino que le otorga lo que le era inexistente.

«Vete y lávate en la piscina de Siloé», le dijo el Señor; él fue y se lavó allí, y cuando volvió veía claramente. En este recorrido de ir y venir, sin lugar a duda, mucha gente lo vio y así la obra del Señor fue predicada y verificada. Pero ante la veracidad de este milagro –ya que el ciego era conocido por todos por ser un limosnero– hubo varias reacciones:

•             Fariseísmo: reglas que cercan a Dios y no le permiten penetrar en la oscuridad de uno mismo; leyes que determinan al hombre y a Dios sus derechos y deberes; círculos viciosos de planteamientos y cerrazón que rechazan la intervención de Dios en su creación; y vanidad mezquina que deduce lo siguiente: «Nosotros sabemos que ese hombre (Jesús) es un pecador.»

•             Apatía: padres del ciego que resultaron los verdaderos ciegos. Su apatía, ingratitud y miedo a que sean echados fuera del concepto común les impidió participar de la luz del milagro. Prefirieron la seguridad de la tibieza a la aventura de estar en la verdad. Se retiraron del gozo con cobardía acudiendo a la apatía enfermiza: «Edad tiene: pregúntenle.»

•             Agradecimiento: una reacción profunda que implica sinceridad y valentía. El ciego iletrado tuvo que enfrentar a los fariseos que se le amontonaron; refutó, con lo que había vivido, sus argumentos y leyes: «Yo les daré una elocuencia y una sabiduría a la que no podrán resistir ni contradecir todos sus adversarios» (Lc 21: 15). Esta gratitud implica también sacrificio (lo echaron fuera), pero paulatinamente lleva al agradecido al conocimiento de Cristo, Luz verdadera: Curador, hombre de Dios, Profeta y, sobre todo, Hijo de Dios y Dios (y se postró ante Él).

La Luz de Cristo ilumina a todos: ¿Cómo reaccionas, oh alma?

Nuestra Fe y Tradición

El “Amén”

Cuando el presbítero exclama “Bendito sea el Reino del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”  o cualquier otra exclamación, el pueblo contesta “Amén”, término que – interpretado en lo general como: así sea- lleva un sentido más fuerte. Pues, el “Amén” lleva un sentido activo. Es la expresión que concluye cada exclamación del sacerdote sellándola por la aceptación, y expresando la participación responsable y esencial de cada fiel y de toda la asamblea en la misma obra litúrgica de la Iglesia.

¿Cómo orar cuando nos falta el tiempo?

¿Con qué palabras orar? ¿Que es lo que deben hacer aquellas persona que no poseen suficiente memoria, quien por escasa instrucción no habían aprendido las oraciones principales y, por fin, quien llanamente no dispone del tiempo para pararse delante de los iconos y leer las oraciones matutinas y vespertinas indicadas?

 Esta pregunta está solucionada en las indicaciones del gran “anciano” San Serafím de Saróv.

 Muchos de los visitantes del anciano monje le confesaban que oraban poco, que ni siquiera leen completas las oraciones matutinas y vespertinas.

 San Serafín había establecido para estas personas una regla de fácil cumplimiento: “Al despertar, cada cristiano que lea delante de los santos iconos la oración de “Padre nuestro” tres veces seguido, en honor de la Santa Trinidad. Luego, el canto a la Virgen “Alégrate, Virgen María…” también tres veces. Y después Credo: “Creo en un solo Dios…” una vez. Al cumplir esta regla, se dedica a sus quehaceres para los que esté puesto o que profese. Y durante el trabajo, sea en casa o por el camino, a donde sea, lee quedamente “Señor Jesucristo, ten piedad de mi, pecador” (o pecadora), y en caso de estar rodeado por otra gente, que siga su trabajo y diga con el pensamiento solo “Señor, ten piedad,” y así hasta el mediodía. Inmediatamente antes del almuerzo que repita la norma matutina. Después de almorzar y haciendo su trabajo, cada cristiano que lea igualmente quedo “Santísima Virgen, salva a mi pecador.” Yendo a dormir, todo cristiano que lea otra vez según la regla matutina, o sea: tres veces “Padre nuestro,” tres veces “Alégrate, Virgen María…” y una vez Credo.

 San Serafín explicaba que ateniéndose a esta pequeña norma, se puede lograr la medida de la perfección cristiana ya que éstas tres oraciones son la base del cristianismo. La primera, como la oración dada por El Propio Señor, es el ejemplo de todas las oraciones. La segunda ha sido traída del cielo por el Arcángel en salutación a la Virgen. Y el Credo contiene en sí todos los dogmas de la fe cristiana.

Igualmente, recomendaba el anciano a leer la “oración de Jesús” durante las labores, caminando, y hasta en la cama, y citaba las palabras del Mensaje a los Romanos: “se salvará todo quien llamara el Nombre del Señor.” Y a los que disponen de tiempo, aconsejaba leer el Evangelio, los salmos y las oraciones de la Iglesia.

Vida de Santos

Santos Elena y Constantino

21 de mayo

Santa Elena nació en el año 270 en Bitinia (junto al Mar Negro). Era hija de un hotelero.

Llegó a esas tierras el general romano Constancio Cloro y, prendado de la belleza de Elena se casó con Ella. Tuvieron un hijo y le llamaron Constantino.

Ya llevaban años de matrimonio cuando Constancio recibió la invitación de Maximiliano, el emperador romano, para ser su colaborador cercano. Pero había una condición: Debía repudiar a su esposa Elena y casarse con la hija del emperador. Constancio, con tal de obtener la codiciada posición, cedió a las demandas del emperador. Elena sufrió 14 años de humillante abandono. Pero aquella gran prueba la llevó a ser una santa cristiana.

Después de la muerte de Constancio Cloro, el hijo de Elena, Constantino, llegó a ser proclamado emperador por el ejército. Aunque era pagano como su padre, aprendió de su madre las enseñanzas cristianas. Cuando se enfrentó con sus enemigos en la batalla del puente Milvio, llevó como estandarte la cruz (en un sueño Cristo le mostraba una cruz y le decía:“Con este signo vencerás”).

Tras la victoria, Constantino decretó que la religión católica tendría en adelante plena libertad (año 313). Así terminó con tres siglos de crueles persecuciones por manos de los emperadores romanos.

Constantino nombró a su madre “Augusta” o emperatriz, y mandó imprimir su rostro en las monedas. Le dio plenos poderes para que empleara el dinero del gobierno en las obras buenas que ella quisiera.

Santa Elena fue a Jerusalén en busca de la cruz de Cristo. Milagrosamente la encontró. En Tierra Santa hizo construir tres templos: uno en el Calvario, otro en el monte de los Olivos y el tercero en Belén.

Según San Ambrosio, Santa Elena, aunque era la madre del emperador, vestía siempre con mucha sencillez y se mezclaba con la gente pobre y aprovechaba de todo el dinero que su hijo le daba para hacer limosnas entre los necesitados. Era muy piadosa, dedicándose horas a la oración.

Sentencias de los Padres del Desierto

Del dominio de sí

  • El abad Daniel contaba que el abad Arsenio pasaba la noche en vela. Después de velar toda la noche, cuando al amanecer quería dormir, por las exigencias de la naturaleza, decía al sueño: «Ven, siervo malo», y sentado dormía furtivamente un poco y en seguida se levantaba.
  • Dijo el abad Teodoro: «La falta de pan extenúa el cuerpo del monje». Pero otro anciano decía: «Las vigilias lo extenúan más».

Festejo de San Jorge en el Centro Libanés de México

Este domingo 13 de mayo se llevó a cabo en el Centro Libanés de la Ciudad de México la comida que año con año organizan las Damas Ortodoxas de San Jorge con motivo del día de su santo patrono, el Gran Mártir Jorge.

Asistieron  al evento numerosas familias de la comunidad ortodoxa antioquena, que celebraron en compañía de los invitados especiales, entre los que se encontraban Su Excelencia George  Abi Yunes, obispo de la diócesis Maronita de México, La Srita. Younes, encargada de la oficina de Negocios de la Embajada de Líbano en México, El Señor  Director de Asuntos religiosos de la Secretaría de Gobierno del Estado de México,  El Sr. Juan José Ruiz Healy y Sra., y el  Señor Embajador de Rusia en México, todos ellos acompañando a Nuestro Padre y Arzobispo Antonio Chedraoui, quien presidió la comida.

La Sra. Ambra Perez  de Salomón, presidenta del Comité de Damas de San Jorge fue la maestra de ceremonias, quien dio la bienvenida a los asistentes , agradeció a todas las personas que han ayudado a que el festejo se celebre de manera excelente y después pidió a Sayedna Antonio que dirigiera  unas palabras . En su alocución, Sayedna recordó el ejemplo de fe y amor que nos dejó San Jorge y enfatizó la necesidad de que haya más gente que procure seguir su ejemplo. Así mismo mencionó la reciente visita de Su Beatitud Mar Bishara  Rai, el nuevo Patriarca Maronita, y encomió la posición que Su Beatitud ha adoptado con respecto a los últimos acontecimientos en Medio Oriente. Mencionó también que es muy importante nuestra ayuda a nuestros hermanos cristianos de esa región y solicitó nuevamente que aquellos que estén en condiciones de ayudar se pongan en contacto con él para hacerlo.  Más tarde comunicó a la concurrencia que el día 24 de Junio se celebrará en la catedral de San Pedro y San Pablo, en Huixquilucan, la comida para celebrar el día de los santos patrones de la Catedral. Dijo que la asistencia será gratuita y que sólo pide que los asistentes lleven sus refrescos para colaborar con la moneda de la viuda. Puntualizó que, si bien el día de San Pedro y San Pablo es el viernes 29 de junio, celebraremos la comida el domingo anterior al final de la Misa para que todos puedan asistir. Finalmente, Su Eminencia bendijo los alimentos y comenzó la comida.

Los asistentes pudieron disfrutar de un  exquisito menú que constó de muy diversos platos de la cocina árabe, preparados de forma excelente por el Sr. Mohamed, Chef del Centro Libanés.

Al final de la comida se celebró la rifa de diversos regalos donados por las damas del comité, que fueron desde una cartera hasta boletos de avión para vuelos nacionales, y comidas en un prestigioso restaurante de la ciudad.

Como es costumbre cada año, hubo actividades especiales para los pequeños, quienes estuvieron muy contentos en un ambiente pensado para ellos.

Todo el festejo se desenvolvió en un ambiente familiar de cordialidad y cariño,  quedando muy contenta toda la concurrencia.

احتفال عيد القديس جاورجيوس

بمناسبة عيد القديس جاورجيوس اللابس الظفر ترأس صاحب السيادة راعي الأبرشية المتروبوليت أنطونيوس القداس الإلهي في كاتدرائية القديس جاورجيوس – المكسيك يعاونه لفيف من الكهنة والشمامسة وقد حضر القداس الإلهي جمهور من الوجوه السياسية والإجتماعية والإعلامية وفي مقدمتهم القائمة بأعمال السفارة اللبنانية في المكسيك الانسة ألين يونس وحشد من المؤمنين.

وفي العظة التي ألقاها صاحب السيادة في المناسبة، تناول مسيرة القديس جاورجيوس متوقفا عند مفاصل حياته شارحا معنى التضحية التي ميَزت سلوكه والشهادة التي تكلل بها. هذه الشهادة لأجل المسيح التي تتطلب قول الحق باستقامة في صميم الظلم وصيرورة الإنسان نورا في خضّم الظلام ، وخميرا صالحا في عجين المحبّة لأن الشهادة الحقة هي الشهادة للرجاء في عالم اليأس هي الشهادة للقيامة في عالم الموت هي الشهادة للحب الذي أودى بالسيّد إلى الموت فالقيامة إذ إنه بموته غلب الموت ووهبنا الحياة الأبدية.

هذه هي الشهادة التي عاشها القديس جاورجيوس إذ ثبت في إيمانه فنال إكليل الظفر. في هذا السياق حيّا صاحب السيادة الشعب الصامد في سوريا محافظا على إيمانه متمسكا بأرض أجداده داعيا المجتمع الدولي للعمل بعدالة من أجل الأبرياء الذين يسقطون يوميا من جراء الإرهاب من أجل المشردين والمنكوبين والمضنيين والمخطوفين، مناديا بتحرّك الضمير الإنساني أمام هذا الواقع المرير.

وبعد العظة ألبس صاحب السيادة الأب إغناطيوس- كاهن كوستا ريكا- “الحجر” المقدس ليصير بذلك أبا روحيا مؤهلا لممارسة سرّ الإعتراف قائلا له : ” تقلد سيفك على جنبك، أيها القوي بحسنك وجمالك، استله وسر إلى الأمام واملك في سبيل الدّعة والحق والبرّ فتهديك يمينك هديا عجيبا”، شارحا معاني الحجر إذ هو سيف قاطع للخطيئة ومحاولة عدم الرجوع إليها.

وفي النهاية عايد صاحب السيادة كلّ من يحمل اسم القديس جاورجيوس أو يطلب شفاعته وبشكل خاص جمعيّة القديس جاورجيوس للسيّدات الأرثوذكسيّات.

وبعد القداس الإلهي توجهت الحشود التي تجاوزت 700 شخص إلى النادي اللبناني لتناول طعام الغداء والإجتماع حول مائدة محبّة التي قد نظمتها الجمعيّة المذكورة.

وعلى وقع من التصفيق القى صاحب السيادة كلمة شكر فيها أولا رئيسة الجمعيّة ومن عاونها من السيادت للإعداد لهذا الإحتفال الرفيع مرحبا بالوفود المشاركة.

وفي الكلمة التي القاها تناول صاحب السيادة الحدث التاريخي لهذا العيد الدوري في المكسيك وجذوره المشرقيّة طالبا من الله أن ينجي الأبرياء من أيدي المجرمين وان يهبهم نعمة الصبر للنهوض من هذه المحنة التي هي خارجية أكثر منها داخليّة شاكرا حضور سعادة السفير الروسي ومن خلاله موقف الكنيسة الروسية والدولة الروسية لوقوفهما إلى جانب الحق والعدالة .

إلى أعوام عديدة يا سيّد

Comida en honor de Su Beatitud el Patriarca Raí

El miércoles  2 de mayo, Nuestro Padre y Arzobispo, S.E. Don Antonio Chedraoui ofreció en su casa una comida en honor de Su Beatitud el Patriarca Maronita Mar Bichara Raí, a quien durante el festejo se le otorgó la medalla de la Legión de Honor.

Antes de pasar a la mesa, Su Beatitud sostuvo una reunión con Su Eminencia, el señor Cardenal Primado de México, Don Norberto Rivera Carrera, quien expresó su admiración a los Maronitas y a la comunidad libanesa en México, mostró su preocupación por la situación en Líbano y el Medio Oriente y preguntó sobre las circunstancias actuales allá.

Asistieron a la comida numerosos personajes mexicanos y libaneses , entre los que destacan la Procuradora General de la República, Dra. Marisela Morales Ibáñez, Su Eminencia Don Onésimo Cepeda Silva, varios gobernadores y senadores, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Lic. Edgar Elías Azar, la encargada de negocios de la República del Líbano en México Srta. Aline Younes, el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, Daniel Karam Toumeh, y muchos diplomáticos y empresarios.

Durante la comida, nuestro arzobispo Sayedna Antonio tomó la palabra dando la bienvenida a Su Beatitud, y dió su opinión sobre los acontecimientos en el Medio Oriente, explicando la importancia de la visita del Patriarca Raí a México y su perfecta postura respecto a todo lo que está pasando en aquella región y dijo: “En este día histórico se llena de alegría nuestra casa al recibir a un Patriarca tan grande por su persona, su palabra, su mentalidad y sabiduría. Él es un líder espiritual, pero es también un gran líder nacional a quien Dios quiso nombrar en tiempos difíciles para el Medio Oriente, pues las revoluciones están en todo el mundo y especialmente en aquella región que es la cuna de las civilizaciones”. Expresó Su Eminencia su temor por todo lo que está pasando allá, y su preocupación de que esta llamada Primavera árabe sea en realidad un otoño árabe. Y dijo: “En estas circunstancias, que el mundo está sufriendo por su propio egoísmo, vino Su beatitud para juzgar con la verdad todo lo que están haciendo contra el Medio Oriente en general, y contra Líbano en especial” y terminó su alocución diciendo: “Su Beatitud: ha venido usted a su casa, usted es el pastor y nosotros caminamos atrás de usted, en el nombre de su hermano y nuestro padre, Su beatitud el Patriarca Ignacio cuatro doy la bienvenida a usted en su casa, expresando nuestra unión para decir la verdad claramente; estaremos a su lado siempre en su lucha”.

Su Beatitud el Patriarca Raí respondió al cariño de Su Eminencia con estas palabras: “Quiero agradecer a Su Eminencia el arzobispo Antonio Chedraoui, quien nos reunió con todos estas amables personalidades de México, a quienes dirijo mi agradecimiento porque me honraron con su presencia. Gracias por la medalla, gracias Su Eminencia porque nos unió en su casa, que es casa de todos los mexicanos y libaneses. Es un gran honor estar en esta bendita casa y desde aquí mando saludos a Su Beatitud el Patriarca Ignacio.” Y continuó: “los cristianos no son minoría en el Medio Oriente, pues existen allá desde hace dos mil años; ellos como ciudadanos tienen todos los derechos al igual que todas las obligaciones.” Y explicó Su Beatitud con respecto a la llamada Primavera Árabe que existe más bien “La primavera Cristiana” como él la llama, que siempre empieza cuando los cristianos reconocen su responsabilidad hacia su patria y cuando entienden la importancia que ellos tienen y han tenido en estos dos mil años, porque ellos aportaron  su espíritu intelectualmente, económicamente, y políticamente. Por lo tanto el mundo debe estar consciente de no se trata de proteger unas minorías cristianas que viven allá, sino de defender la ciudanía y los derechos civiles en los países del Medio Oriente. Y dijo Su Beatitud que los cristianos jamás van a dejar de existir allá, pero si disminuye su  influencia en el mundo árabe bajará también el valor de cada ser humano cualquiera que sea su religión. Los cristianos tienen que predicar el misterio del hombre tal como lo enseña el Evangelio. Si los cristianos viven verdaderamente su primavera cristiana entonces la primavera árabe puede ser una primavera verdadera.

صاحب السيادة راعي الأبرشية يولم على شرف البطريرك الراعي

     لبى غبطة البطريرك مار بشارة بطرس الراعي ظهر الاربعاء ٢ أيار ٢٠١٢، دعوة صاحب السيادة راعي الأبرشية الذي اقام حفل غداء على شرف غبطته في دار المطرانية في مكسيكو، وقد جرى تقليد غبطته ميدالية جوقة الشرف.

قبيل الغداء التقى غبطته رئيس أساقفة مكسيكو الكردينال نوربرتو ريفيرا، وكانت خلوة بينهما عبّر فيها نيافته عن تقديره للموارنة وللجالية اللبنانية، وجرى عرض لاوضاع  ابرشية مكسيكو التي تضم اكثر من ١٢ مليون مؤمن، ولتحديات الكنيسة في المكسيك. وابدى نيافته اهتماماً خاصاً بالاوضاع في لبنان مستفسراً عنها وعن التطورات في منطقة الشرق الاوسط.

الحفل التكريمي حضرته شخصيات مكسيكية ولبنانية، أبرزها كاردينال مكسيكو، مطران مدينة ايكاتيبيك اونسيمو سيبيدا، وعدد من حكام الولايات والنواب والقضاة، وفي مقدمتهم المدعية العامة التمييزية ماريسيللا ئراميريس، ورئيس المحكمة الدستورية العليا أدغار الياس عازار، وعدد من الأساقفة والقائم بأعمال السفارة اللبنانية في المكسيك الآنسة الين يونس  ومدير عام الضمان الصحي دانييل كرم  اضافة الى عدد من الدبلوماسيين ورجال الاعمال.

ألقى صاحب السيادة راعي الأبرشية كلمة ترحيبية ضمّنها مواقف من بعض القضايا الاساسية والتطورات في منطقة الشرق الاوسط. مؤكداً على اهمية زيارة البطريرك الراعي الى المكسيك وعلى صوابية مواقفه حيال كل ما يجري في المنطقة. وقال: ” في هذا اليوم التاريخي يمتلىء منزلنا بالفرح والحبور لاستقبالنا رئيس كهنة عظيم بشخصه وقوله وفكره وحكمته، وبمعزل عن كونه قائداً روحياً، هو ايضاً قائد وطني، أراد الله ان يُنتخب في اوقات عصيبة تجتاح الشرق الاوسط حيث الثورات في كل مكان من العالم وبشكل خاص في هذه البقعة الشرق أوسطية مهد الحضارات. وأبدى سيادته خشيته مما يجري في الشرق الاوسط ومن ان يكون الربيع العربي خريفاً عربياً، مؤكداً ان هناك حركات مموّلة ومدفوعة من الخارج. وأضاف: “في هذه الظروف والعالم يتخبّط في أنانيّته، أتى صاحب الغبطة ليواجه بالحقيقة الدامغة والمحبة الخالصة كل ما هو محاك للشرق الاوسط عموماً وللبنانيين خصوصاً. وختم سيادته: ” صاحب الغبطة انت اليوم في بيتك، انت الراعي ونحن نسير على خطاك، فباسم اخيك وأبينا صاحب الغبطة البطريرك إغناطيوس الرابع، ارحب بك في دارهم معلناً وحدتنا في قول الحق باستباحة. نحن معك الآن وسنكون دوماً الى جانبك في جهادك”.

من جهته ردّ البطريرك الراعي بكلمة شكر فيها صاحب السيادة على دعوته النابعة من  عاطفة صادقة ومحبة صافية، وقال: ” أحيي تحية كبيرة سيادة المطران شدراوي الذي جمعنا بأطيب الشخصيات والوجوه الكنسية والمدنية في المكسيك، والذين اشكرهم على تنوعهم لانهم شرّفوني بحضورهم. واني اشكر على الميدالية الرفيعة، أكاديمية التاريخ والجغرافيا. والشكر الكبير للمطران شدراوي الذي يمكنك ان تنتقده ربما ولكنه لا يمكنك ان تشكّ يوماً بمحبته الصادرة من قلبه، ولانه محبّ فهو يعبّر بصدق واحياناً بقساوة، وإلا لما كان المطران شدراوي. شكراً لك سيدنا لأنك جمعتنا اليوم في المطرانية التي هي بيت كل المكسيكان واللبنانيين، ونحن اليوم نتشرّف بالانضمام الى هذا البيت الكريم. ومن هنا نرسل التحية الكبرى لصاحب الغبطة البطريرك هزيم. لقد تحدث المطران شدراوي من قلبه، وأشكره بنوع خاص على الكلمات التي خصّني بها وعلى الثقة الكبيرة والمحبة التي يكنّها لي، وهذا ما يعطيني دفعاً الى الامام. لقد تكلم عن موضوعين في كلمته، اود ان اتناولهما ايضاً : اولاً مخاوفه حول الربيع العربي، وثانياً الربيع المسيحيين. نحن نأمل ونتمنى أن تصل الأحداث الجارية في العالم العربي فعلاً الى ربيع عربي في كل دول، يستطيع معه ابناء كل دولة تحقيق أمنياتهم ورغباتهم في بلدهم كما يريدون هم. وأضاف غبطته : نحن في لبنان ننتمي الى العالم العربي ونتطلّع مع أهلنا مسيحيين ومسلمين في العالم العربي الى عيش كريم معاً افضل. ونتطلّع الى أكثر ديمقراطية، وحريات عامة، والى قبول اكثر للتنوّع في الوحدة. هذا هو الربيع العربي الذي نتطلّع اليه. فالمطران شدراوي عبّر عن خوفه من أن يكون الربيع خريفاً وهو يعلم ما يجري على الارض ولذلك عبّر عن هذا الخوف. لكنه تكلم ايضاً عن الربيع المسيحي الذي اتكلّم عنه دائماً. ونحن نسمع في الغرب انه يجب حماية الأقليات المسيحية. المسيحيون ليسوا أقليات لأنهم موجودون منذ ألفي سنة في بلدانهم. نحن نقول انهم بحكم المواطنة عندهم كل الحقوق وعليهم كل الواجبات. وما أسميه الربيع المسيحي هو أن يدرك المسيحيون في العالم العربي  قيمة الألفي سنة التي يحملونها، بمسؤولية، لأنهم طبعوا بثقافتهم المسيحية  هذه الأوطان، ثقافياً، اقتصادياً، سياسياً وفكرياً. لذلك فنحن نقول اذا كان هناك من اهتمام دولي بالعالم العربي هو التركيز على المواطنة وليس على حماية أقليات مسيحية. والربيع المسيحي تابع غبطته، يعني ان للمسيحيين دوراً لا يتوقف ابداً، وهو ان يحملوا إنجيل يسوع المسيح الذي هو إنجيل الإنسان، إنجيل السلام، إنجيل التآخي. فالإنجيل انطلق من الشرق الاوسط ووصل الى كل العالم ولذلك فعلى المسيحيين في العالم العربي مسؤولية مواصلة إعلان إنجيل يسوع المسيح، الخبر المفرح، أن للإنسان قيمة، ولذلك صار الله انساناً كي يعود فيعلّم الانسان كيف يكون انساناً. وللإنسان قيمة لانه مفتدى بدم يسوع المسيح، لذلك علينا كمسيحيين ان نحمل للعالم العربي هذا الإنجيل، قيمة الشخص البشري وما يتفرع عنها من ديمقراطية وحريات وكرامة الانسان وحقوقه، هذه هي ثمار الإنجيل. وختم غبطته: لن يفرغ الشرق الاوسط من المسيحيين، ولكن اذا خفّ دورهم في العالم العربي تنقص طبعاً قيمة كل انسان في العالم العربي مهما كان دينه. وكلام السيد المسيح “أنتم الخميرة في العجين” لم يكن مجرّد كلام، فله معانيه العميقة، وهذا لا يعني أبداً أنني كمسيحي أنا أفضل من غيري، إنما يعني أنني مؤتمن كمسيحي لإعلان سرّ المسيح، سرّ الانسان. هذا هو الربيع المسيحي الذي نتطلع اليه في قلب الربيع العربي. واذا عاش المسيحيون ربيعهم المسيحي فعلاً، يكون هذا الربيع العربي، ربيعاً عربياً حقيقياً.

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