Boletín del 14/12/2014

11° Domingo de San Lucas

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 2

Cuando descendiste a la muerte, oh
Vida Inmortal, mataste al Hades con el
rayo de tu divinidad, y cuando levantaste
a los muertos del fondo de la tierra,
todos los poderes Celestiales clamaron:
¡Oh Dador de vida, Cristo Dios, gloria a Ti!

Condaquio de la Pre-Navidad

 Tono 3

Hoy la Virgen viene a dar a luz inefablemente,
en humilde gruta, al sempiterno Verbo.
Alégrate, oh universo, al escucharlo;
alaba, con las potestades y pastores,
a Quien por voluntad se revela,
al nuevo Niño, al eterno Dios.

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Colosenses (3: 4-11)

Hermanos: Cuando aparezca Cristo, vida suya, entonces  también ustedes aparecerán gloriosos con Él.

Por tanto, mortifiquen sus miembros terrenales: fornicación,  impureza, pasiones, malos deseos y la codicia, que es idolatría,  cosas que atraen la cólera de Dios sobre los hijos de la  desobediencia, y que también ustedes practicaron en otro  tiempo, cuando vivían en ellas. Mas ahora, desechen también  ustedes todo esto: cólera, ira, maldad, maledicencia y palabras  groseras, lejos de su boca.

No se mientan unos a otros, ustedes que se han despojado del  hombre viejo con sus obras y se han revestido del hombre  nuevo que se va renovando hacia el conocimiento, según la  imagen de su Creador, donde no hay griego y judío,  circuncisión e incircuncisión, bárbaro, escita, esclavo, libre,  sino que Cristo es todo y en todos.

Evangelio según San Lucas (14: 16-24)

Dijo el Señor esta parábola: «Un  hombre dio una gran cena y   convidó a muchos; a la hora de  la cena envió a su siervo a decir a los  invitados: “Vengan, que ya está todo  preparado.” Pero todos a una  empezaron a excusarse. El primero  le dijo: “He comprado un campo y  tengo que ir a verlo; te ruego me  dispenses.” Y otro dijo: “He comprado  cinco yuntas de bueyes y voy a  probarlos; te ruego me dispenses.”  Otro dijo: “Me he casado, y por eso  no puedo ir.” Regresó el siervo y se  lo contó a su señor. Entonces, airado  el dueño de la casa, dijo a su siervo:  “Sal en seguida a las plazas y calles  de la ciudad, y haz entrar aquí a los  pobres y lisiados, a los ciegos y  cojos.” Dijo el siervo: “Señor, se ha  hecho lo que mandaste, y todavía  hay sitios.” Dijo el Señor al siervo:  “Sal a los caminos y cercas, y obliga  a entrar hasta que se llene mi casa.  Porque les digo que ninguno de  aquellos invitados probará mi cena.”»

Mensaje Pastoral

¡Sed o tibieza! ¡Excusas o motivos!

La comida, además de su función de satisfacer la necesidad del cuerpo, es un gesto de generosidad y de amor, de gratitud y alegría por la presencia del invitado o por el regreso de alguien que estaba de viaje (el hijo pródigo). Los paganos ofrecían banquetes místicos en señal de agradecimiento y respeto a sus dioses. Los judíos celebraban la cena pascual en la que confirmaban su Alianza con Dios recordando todo lo que había hecho con sus padres para salvarlos.

Tomando en cuenta todos estos sentidos, uno de los que acompañaban a Jesús exclamó: «¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de los cielos!» Y Jesús le respondió con la parábola que hemos escuchado el día de hoy.

El Reino de los cielos es como una cena. Los invitados de privilegio se disculparon. Otros marginados y miserables entraron, también unos extranjeros fueron introducidos en la alegría del banquete.

Al contemplar la parábola, es probable que vengan a nuestra mente dos interrogaciones:

¿Por qué el anfitrión de la parábola no aceptó las excusas de los primeros invitados si son lógicas? Quizás la postura de Jesús nos sorprenda y escandalice, porque la mayoría de las veces nosotros tenemos pretextos parecidos: que el negocio, que la familia, que el campo, etc. Por ventura, ¿Cristo no quiere que trabajemos, o le satisface que descuidemos nuestros matrimonios y familias?

Y la segunda pregunta es que, ¿acaso el ser pobre o marginado es suficiente para convertirse en el dichoso que «puede comer en el Reino de los cielos»?

La respuesta a ambas preguntas, nos la proporciona la misma naturaleza de la comida. El hombre no se alimenta cuando le da tiempo, o cuando su familia u ocupaciones le permiten, sino que en medio de todas estas responsabilidades, el comer es una acción automática, una necesidad indispensable. El que tiene hambre es el que conoce la prioridad del alimento. «Mi alma ha tenido sed de Ti. ¡Cuántas veces también mi carne!», exclama el rey David a su Dios (Sal 62:1).

No son los pretextos los que apartan a los privilegiados del Banquete del Reino, sino la tibieza en su relación con Dios. Y jamás la miseria, en sí misma, introducirá a los menesterosos en «el gozo de su Señor», si no se genera en su alma «sed del Dios viviente» (Sal 41: 3).

Estando en las puertas de Navidad, la Iglesia lee esta parábola. Cristo, el nacido de la Virgen es Emmanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros» (Mt 2:23). Entonces el Banquete del Reino celestial está puesto ya; el anhelo hacia Dios o la tibieza en buscarlo determinarán si las circunstancias de la vida son pretextos de nuestra ausencia o motivos para, en medio de ellas, alimentarnos de su Presencia. Amén.

Nuestra Fe y Tradición

Jesús Hijo de David

Estaba profetizado en el antiguo testamento, que  Cristo, el Mesías, sería engendrado del linaje del rey David, y que nacería de una virgen. (2Sam.7:12-13), (Isaías7:14).

Uno de los objetivos del evangelista san Mateo en su evangelio, era demostrar que en Cristo se han realizado las profecías mesiánicas. Por eso principia su evangelio con la genealogía de Cristo, que empieza con Abraham, pasa por el rey David y termina con José el desposado de la Virgen María. Después de exponer la genealogía, san Mateo continúa diciendo, que todo esto aconteció para que se cumpliese  lo  dicho  por  el  Señor  por medio del profeta. Y en todo su evangelio el autor sagrado recurre a las profecías, demostrando que Jesús es el Mesías esperado.

San Mateo, también, recuerda a los lectores de su Evangelio, que en la genealogía de Cristo había pecadores (Rajab, Tamar, y David que engendró, de la que fue mujer de Urías, a Salomón). Como si san Mateo estuviera diciendo a los cristianos de origen judío: No se enorgullezcan de que Cristo ha encarnado de su linaje, pues no lo hizo por ser un linaje de justos, sino para señalar a qué ha venido: “a llamar, no a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.”

Vida de Santos

San Ignacio de Antioquía

20 de diciembre

San Ignacio Deífero tiene una significación especial para nosotros porque el tenía un estrecho contacto con los apóstoles. Ellos le transmitían directamente la fe cristiana y el fue testigo del desarrollo de las primeras comunidades cristianas. En sus siete cartas el reproduce para nosotros la época de los apóstoles.

 San Ignacio nació en Siria en los últimos años de la vida del Salvador. La leyenda cuenta que el fue el niño a quien el Señor alzo en sus brazos y dijo: “Os aseguro que si no os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos” (Mt.18:3). Lo llaman Deífero (“hombre que lleva a Dios”) porque amaba tanto al Señor como si lo llevaba en su corazón. El fue discípulo del apóstol y evangelista Juan El Teólogo. De la misiva del San Ignacio a los pobladores de Esmirna, se ve que el fue muy allegado al apóstol Pedro y lo acompañaba en algunos de sus viajes apostólicos. Poco antes de la destrucción de Jerusalén en el año 72, falleció Evodio, uno de los primeros discípulos de Cristo y como su sucesor en la cátedra de Antioquía (capital de Siria) fue nombrado San Ignacio.

San Ignacio condujo a la Iglesia de Antioquía durante 40 años. (Años 67-107) En una visión especial le fue concedido de ver la Misa Celestial y escuchar el canto de los ángeles. De acuerdo al mundo de los ángeles el introdujo en los oficios religiosos antífonas, dos coros que se alternan como llamándose entre si. Este canto desde Siria se divulgó rápidamente en la Iglesia en sus comienzos.

En el año 107, durante la expedición contra los armenios, el emperador Trajano pasaba por Antioquía. Le comunicaron que San Ignacio profesa la fe cristiana, enseñaba desdeñar la riqueza, era célibe y no ofrecía ofrendas a los dioses romanos. El emperador llamó al Santo y exigió que el deje de hablar de Cristo. El anciano se negó y lo enviaron a Roma encadenado. En Roma lo echaron a los leones en el Coliseo, para la diversión del pueblo. Durante el viaje a Roma el escribió siete misivas, que se conservan hasta nuestros días. En sus misivas San Ignacio pide que los cristianos no traten de salvarlo de la muerte: “No queráis amarme fuera de tiempo. Dejadme ser pasto de las fieras, por los que me es dado alcanzar al Señor. Soy trigo de Dios y por los dientes de las fieras he de ser molido, a fin de ser presentado como limpio pan de Cristo.” Escuchando sobre el coraje del Santo, Trajano terminó las persecuciones contra los cristianos. Sus reliquias fueron trasladadas a Antioquía y más tarde las llevaron a Roma y sepultaron en la Iglesia de San Clemente, papá de Roma.

Proverbios Bíblicos

  • El que no usa el castigo odia a su hijo, el que lo ama lo corrige a tiempo. (Prov 13:24)
  • Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no te enfurezcas hasta matarlo. (Prov 19: 18)
  • Enseña al niño el camino en que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él. (Prov 22:6)

 

S.E Antonio firma el Pacto por el Fortalecimiento de los Valores

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El día 11 de Diciembre del 2015 S.E Antonio Chedraoui firmó el Pacto por el Fortalecimiento de los Valores con el Sr. Gobernador del Estado de México: Dr. Eruviel Avila y los lideres de las Asociaciones Religiosas mismo estado. En éste Pacto   se estableció un decálogo, donde sociedad y gobierno trabajarán en unidad para proponer métodos, estrategias y modelos que permitan alcanzar dicho objetivo.

Por las asociaciones religiosas suscribieron el pacto: Antonio Chedraoui Tannous, arzobispo de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa Antioquena; Carlos Aguiar Retes, arzobispo de la Arquidiócesis de Tlalnepantla; Elder Paul Pieper, primer consejero de la Presidencia de Área México de la iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y Daniel Peredo Jaime, presidente de la Cofraternidad Evangélica de México

Su Eminencia Antonio durante un breve discurso en primer lugar felicitó al Sr. Gobernador por haber convocado a este Pacto por el Fortalecimiento de los Valores con las asociaciones Religiosas del Estado de México ya que para S.E. Antonio es un acto Histórico sin distinción de credos, para unirse en torno a la administración estatal y luchar por el cumplimiento del decálogo, debido a que durante el tiempo que tiene viviendo en México jamás se había realizado un acto como este , también dijo que la misión de la Iglesia es la Paz y que esta Paz debemos conseguirla organizándonos y actuando con los valores.

El gobernador Eruviel Ávila resaltó la convicción de que unidos sociedad y gobierno pueden dar mejores resultados, por lo que reiteró su disposición de continuar trabajando con todos los sectores y niveles de gobierno, y aseguró, es una de las respuestas para los desafíos que enfrenta el país, por lo que el pacto se basa en los siguientes diez puntos:

1. Fomentar la corresponsabilidad y la participación de las distintas asociaciones religiosas y de toda la sociedad.

2. Fomentar el diálogo entre los líderes de organizaciones de la sociedad y autoridades civiles.

3. Promover programas de atención juvenil, para la paz y la prevención del delito.

4. Impulsar programas para la seguridad con la participación de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), la Procuraduría General de Justicia estatal (PGJEM) y asociaciones religiosas.

5. Fomentar entre las comunidades religiosas la cultura de la denuncia.

6. Difundir contenidos en redes sociales, así como distribuir folletos y materiales didácticos con énfasis en los valores.

7. Realizar foros y seminarios para el fortalecimiento del núcleo familiar, a fin de evitar su desintegración.

8. Promover reuniones con dependencias gubernamentales, para integrar a los programas estatales a personas que las asociaciones religiosas consideren necesario ayudar.

9. Celebrar convenios que permitan la utilización de herramientas de bienestar, basados en los valores y la reconstrucción del tejido social.

10. Promover los servicios, acciones y obras que realiza el gobierno estatal y que están relacionados con este decálogo.

Boletín del 07/12/2014

10°Domingo de Lucas

Memoria de la Concepción de Santa Ana

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 1

Cuando la piedra fue sellada por los judíos
y tu purísimo cuerpo fue custodiado por los guardias,
resucitaste al tercer día, oh Salvador, concediendo al mundo la vida.
Por lo tanto, los poderes celestiales clamaron a Ti, oh Dador de Vida:
“¡Gloria a tu Resurrección, oh Cristo¡ ¡Gloria a tu Reino!
¡Gloria a tu plan de Salvación, oh único Amante de la Humanidad!”

 

Condaquio de la Pre-Navidad

 Tono 3

Hoy la Virgen viene a dar a luz inefablemente,
en humilde gruta, al sempiterno Verbo. Alégrate,
oh universo, al escucharlo; alaba, con las potestades
y pastores, a Quien por voluntad se revela,
al nuevo Niño, al eterno Dios.

Himnos de la Liturgia 

Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios (6:10-17)

Hermanos: Fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de la armadura de Dios para poder resistir a las asechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de las tinieblas de este siglo, contra los espíritus del mal que están en las alturas. Por eso, tomad la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo y, después de haber vencido todo, manteneros firmes.

¡En pie!, pues: ceñida vuestra cintura con la verdad y revestidos de la coraza de la justicia, calzados los pies con la destreza del Evangelio la paz, abrazando, sobre todo, el escudo de la fe, para que podáis apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

Evangelio según San Lucas (13: 10-17)

En aquel tiempo, estaba Jesús   un sábado enseñando en una  sinagoga, y había una mujer a  la que un espíritu tenía enferma hacía  dieciocho años; estaba encorvada, y  no podía en modo alguno  enderezarse. Al verla Jesús, la llamó  y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu  enfermedad.» Y le impuso las manos.  Y al instante se enderezó, y  glorificaba a Dios. Pero el jefe de la  sinagoga, indignado de que Jesús  hubiese hecho una curación en  sábado, decía a la gente: «Hay seis  días en que se puede trabajar;  vengan, pues, esos días a curarse y  no en día de sábado.» Le respondió  el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatan  del pesebre todos ustedes en sábado  a su buey o su asno para llevarlos a  abrevar? Y a ésta, que es hija de  Abraham,  a la que ató Satanás hace  ya dieciocho años, ¿no estaba bien  desatarla de esta ligadura en día de  sábado?» Y cuando decía estas  cosas, sus adversarios quedaban  confundidos, mientras que toda la  gente se alegraba con las maravillas  que hacía.

 

Mensaje Pastoral

El día del descanso

Cristo cura a una mujer en «sábado» y se enfrenta a la dureza de los fariseos que le reclaman haber trabajado en el día del descanso. Una vez más rompe las reglas sabáticas, para curar a una mujer encorvada y, a la vez, la mentalidad enfermiza que desconoce la voluntad de Dios y malinterpreta el mandamiento divino: «Santifica el día del Shabat (descanso).»

La importancia del «Sábado» en el Antiguo Testamento debe su origen al recuadro de la creación definido en el libro de Génesis. Dios creó el mundo entero en seis días y, viendo que «todo era muy bueno», bendijo el día séptimo y lo consagró como el día del reposo, día en el cual Dios descansó, no de, sino en su buena obra.

A partir de esta comprensión, podremos acceder a la esencia del mandamiento «santifica el día del Sábado» y asimilar su sentido verdadero y profundo: no es un día para que descanse yo, sino principalmente que Dios descanse en mí como su buena creatura, es decir, santa. En la Divina Liturgia, la oración del Trisagio, que el sacerdote recita en voz baja, invoca al Señor: «Oh Dios Santo, que descansas en los santos…»

En nuestro «Shabat», que es el domingo (el día del Señor como lo significa la palabra en latín), nos dedicamos a todo lo santo, preparando el alma cual un tálamo adornado con virtudes: oración, caridad, mansedumbre, penitencia, serenidad, a fin de que sea digna de recibir al Señor de todo.

Cuando hablamos de la consagración de este día, no pretendemos contraponerlo a los demás días de la semana como no santos o inmundos; más bien el domingo será la fuente y el motor de santificación para todo el Cronos (el tiempo), ya que nuestra vocación es encomendar «nuestra vida entera a Cristo Dios», como entona el diácono en todas las letanías. Es una realidad tangible el hecho de que nuestro modo de vivir, intereses, ocupaciones y responsabilidades cotidianas, a menudo, nos hacen olvidar la meta principal; así que el domingo viene a recordarnos y a recalcar en nosotros la verdad que es ayer, hoy y para siempre: «Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que lo habitan.» (Sal 24:1).

Desafortunadamente este icono sublime del día del descanso es muy ajeno al weekend que las sociedades «cristianas» conocen y practican. Sin embargo, la vida sincera de quienes «tienen oídos» no cesa de ser «voz que clama en el desierto: ¡preparad los caminos del Señor!»

Es el día del descanso: suspendamos las obras que impidan repose en nosotros el Señor. Es el día octavo, el objeto de toda la semana, de toda la vida, en el que el alma no quiere suspender, ni un instante, el clamor de san Juan el Teólogo: «¡Ven, Señor Jesús!» (Ap 22:20). Amén.

Nuestra Fe y Tradición

La Vela y Nuestra Oración

Las velas encendidas en el templo y frente a los iconos son una tradición auténtica y una expresión sencilla y transparente de la devoción cristiana. Pero encender una vela, como los demás gestos litúrgicos, tiende a menudo a volverse un hábito que, haciéndolo  por costumbre u obligación, produce el descuido de lo que debe encenderse de virtudes y devociones en nuestro interior.

Tomando lo anterior en consideración, exponemos algunas frases de San Juan de Crontestad (un sacerdote ruso [1845-1920] que el pueblo ruso recuerda con gran fervor y que fue canonizado en 1992) a fin de animar nuestra conciencia:

«Las velas encendidas sobre el altar son el signo de la Luz de la Santísima Trinidad, pues Dios no mora sino en la Luz, y hacia Él, la oscuridad no se acerca ya que es como fuego que devora todo pecado o maldad.

Una vela encendida ante el icono de Cristo lo anuncia como la Luz del mundo, que ilumina a todo hombre que viene a Él.

Una vela encendida ante el icono de la Virgen la anuncia como la Madre de la Luz.

Una vela encendida ante el icono de un Santo lo anuncia como candil adornado, y puesto como faro alto, ilumina a todos los que están en la casa. Encendemos las velas como símbolos del ardor de nuestro celo hacia su santidad y amor, como señales de veneración, como alabanza silenciosa y como agradecimiento por la intercesión que nos brindan ante el tribunal divino.

Cuando enciendo una vela, pido a Dios que me otorgue un corazón que arda con el fuego del santo celo y del amor puro, que queme los deseos y pecados que están dentro de mí.»

Vida de Santos

Concepción de Santa Ana

9 de diciembre

De la madre de la Santísima Virgen María no hay referencias algunas en los Evangelios ni en los restantes escritos del Nuevo Testamento. Lo que conocemos es por lo que se escribió en los Evangelios apócrifos. Según estas narración, que coincide con la tradición de la Santa Iglesia, el sacerdote Matthan residente de Belén, tuvo tres hijas: Maria, Sobi y Ana.

Maria luego de casarse en Belén, dio a luz a Elizabet, madre de Juan el Bautista.

Ana se caso con Joaquín de Galilea, que luego de muchos años tuvieron a la Santísima Virgen María

La tradición nos relata que los padres la consagraron al servicio del templo de Jerusalén, a la edad de tres años, ellos después de pocos años murieron.

Santa Ana era honrada desde la antigüedad, esto lo concluimos por escritos de varios Padres de la Iglesia y también de himnos eclesiásticos antiguos en honor a la madre de la Virgen Maria. También existen referencias del año 550 que emperador Justiniano consagro un templo en Constantinopla en su nombre. Pidamos entonces las intersecciones de Santa Ana para la salvación de nuestras almas.

Proverbios Bíblicos

  • He aquí, cuán bienaventurado es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies, pues, la disciplina del Todopoderoso. (Job 5:17)
  • He aquí, Dios no rechaza al íntegro, ni sostiene a los malhechores. (Job 8:20)
  • He aquí, Dios es poderoso pero no desprecia a nadie, es poderoso en la fuerza del entendimiento. (Job 36:5)

Boletín del 30/11/2014

Memoria de San Andres 

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Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 8

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Descendiste de las alturas, oh Piadoso,
y aceptaste el entierro de tres días para librarnos
de los sufrimientos. Vida
y Resurrección nuestra, oh Señor, gloria a ti
 

Tropario del Apóstol Andrés

Tono 4

Puesto que eres el primer convocado entre los Apóstoles,
y hermano del cori­feo; suplica, oh Andrés, al Soberano de todos,
que conceda al mundo la paz y a nuestras almas la gran misericordia.
 

 

Condaquio de Pre-Navidad

Tono 3

Hoy la Virgen viene a dar a luz inefablemente,
en humilde gruta, al sempiterno Verbo. Alégrate,
oh universo, al escucharlo; alaba, con las potestades y pastores,
a Quien por voluntad se revela, al nuevo Niño, al eterno Dios.
 

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (4: 9-16)

Hermanos: Pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Nosotros, necios por amor a Cristo; ustedes, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas ustedes, fuertes. Ustedes honrados; mas nosotros, despreciados. Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados,
y andamos errantes. Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, rogamos. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la escoria del mundo y el desecho de todos.

No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino más bien para amonestarlos como a mis hijos queridos. Pues aunque hayan tenido miríadas de pedagogos en Cristo, no han tenido muchos padres: pues yo los engendré en Cristo Jesús, por medio del Evangelio. Les ruego, pues, que sean mis imitadores.

Evangelio según San Juan (1:35-51)

En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos. Y viendo a Jesús que pasaba, dijo: «He aquí el Cordero de Dios.» Los dos discípulos, al oírle hablar así, se fueron en pos de Jesús. Y volviéndose Jesús y viendo que le seguían, les dijo: «¿Qué buscan?» Respondieron ellos: «Rabbí (que quiere decir “Maestro”), ¿dónde vives?» Les dijo: «Vengan y verán.» Fueron, pues, y vieron dónde vivía, y se quedaron con Él aquel día; era entonces como las cuatro de la tarde. Uno de los dos que habiendo oído lo que dijo Juan siguieron a Jesús, era Andrés, hermano de Simón Pedro. Él primeramente encontró a Simón, su hermano, y le dijo: «Hemos hallado al Mesías» (que quiere decir “el Cristo”). Y lo llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo: «Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas» (que quiere decir “piedra”). Al día siguiente determinó Jesús encaminarse a Galilea, y en el camino encontró a Felipe y le dijo: «Sígueme.» Era Felipe de Betsaida, patria de Andrés y de Pedro. Felipe halló a Natanael, y le dijo: «Hemos encontrado a Aquél de quien escribió Moisés en la Ley y anunciaron los profetas: Jesús de Nazaret, el hijo de José.» Le respondió Natanael: «¿Acaso de Nazaret puede salir cosa buena?» Le dijo Felipe: «Ven y lo verás.» Vio Jesús venir hacia sí a Natanael, y dijo de él: «He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.» Le dijo Natanael: «¿De dónde me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes que Felipe te llamara, yo te vi cuando estabas debajo de la higuera.» Al oír esto Natanael, le dijo: «¡Oh Maestro! Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel.» Le replicó Jesús: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Mayores cosas que éstas verás todavía.» Y le añadió: «En verdad, en verdad les digo: verán abierto el cielo, y a los ángeles de Dios subir y bajar sirviendo al Hijo del hombre.»

Mensaje Pastoral

La vocación de servir al Señor

Jesús resucitado se aparece a los discípulos a orillas del marLos encuentros de Jesús con sus discípulos no dejan de ser menos extraordinarios. Es que ciertamente tanto ellos habían sido preparados por Juan y por su formación previa, como Jesús salió a su encuentro. No había lugar a dudas. De Él se la habían pasado hablando seguramente muchas veces, esperando su llegada y ahora, tal como les había sido anticipado, lo tenían delante.

El encuentro con Jesús es definitivo para quien realmente lo busca. La respuesta a la pregunta “¿dónde vives”? ha de ser totalmente cautivante, al extremo de no querer abandonarlo jamás, de seguirlo por donde vaya. Ese es Jesús: llena todo, colma todo, abarca todo. No hay nada más allá y quien lo conoce, no puede conformarse con menos.

Pero, para realmente conocer a Jesús tenemos que haber preparado nuestros corazones previamente. Jesús se da plenamente a quien lo quiere sinceramente, a quien es capaz de abrirse por sobre todas sus ataduras, a quien es capaz de levantarse por encima de sus miserias, tratando de mirar más alto, más lejos. A quien tiene vocación. Eso es lo que tenían los discípulos. Eso es lo que han tenido tanta gente santa y honesta que nos ha precedido. Vocación. La firme convicción que Dios está por encima de todo, que Él lo gobierna todo, que Él es nuestro creador, que Él es nuestro Padre y que a Él nos debemos cada día. Que no hay causa más noble que consagrar a Él la vida entera…Finalmente y resumiendo, que el AMOR está por encima de todo.

Eso lo ven y encuentran los discípulos desde la primera vez que cruzan sus miradas con la de Él. Luego, van con Él, lo siguen, lo oyen…y ya no pueden dejarlo. El Proyecto que el Señor propone para nuestras vidas es cautivante, es único…Una vez que los has oído, no lo puedes abandonar. El siempre estará allí, esperándote, con los brazos abiertos, como la primera vez. Por eso los santos, los hombres rectos, nunca lo dejan.

Nuestra Fe y Tradición

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Hay dos formas o modos del ayuno:

El ayuno total: eso es una abstinencia total de comer y de beber por un tiempo determinado. Desde el inicio del cristianismo, este ayuno ha sido practicado como un estado de preparación o de espera; un estado espiritual que enfoca toda la atención en “el que viene”. Por lo que encontramos este ayuno total en la tradición litúrgica de la Iglesia, en la preparación final de una fiesta grande o antes de un acontecimiento espiritual importante y, sobre todo, es aplicado en el ayuno eucarístico, que precede la comunión formando una densificación espiritual en el Don que recibiremos, en “el que viene”, aquél por quien valdría la pena que el hombre dejase todos los demás dones.  A este ayuno la primera Iglesia le llamó Vigilia, un término militar que implica estar en alerta: La iglesia permanece en vigilia en espera a su Novio; lo espera con alegría y serenidad.

El ayuno ascético: que consiste en la abstinencia de ciertos alimentos y en disminuir, en general, el consumo alimental. Aquí, el objetivo es librar al hombre de la esclavitud de la carne. Él, sólo con la lucha constante y paciente, descubre que “no sólo por el pan vive el hombre” y recupera la primacía del Espíritu. Este ayuno, necesariamente y por su naturaleza, implica una lucha larga y constante, y el factor tiempo es esencial, porque desarraigar la enfermedad general del hombre y curarlo requiere de tiempo y esfuerzo. El arte del ayuno ascético ha sido purificado y madurado dentro de la tradición monástica y luego fue aceptado por la Iglesia entera. Es la aplicación de las palabras del Señor, de que los espíritus malignos no serán vencidos sino “con oración y ayuno”. La Iglesia ha consignado para el ascético ayuno cuatro temporadas: Antes de Pascua, Antes de Navidad, antes de la fiesta de los santos Apóstoles, y antes de la Dormición de la Madre de Dios.

Durante este ayuno, vivimos constantemente cierta hambre que conserva la memoria de Dios en nosotros y clava nuestro pensamiento en Él. Quien lo ha practicado, conoce que éste no nos debilita, más bien, nos vuelve alertas, complacientes, resplandecientes, puros y alegres. En él, el hombre recibe la comida como verdadera dádiva de Dios, y enfoca su pensar en el mundo interior que inexplicablemente se le vuelve, a su vez, un modo de alimentarse

Vida de Santos

Santo e Ilustre Apóstol Andrés, llamado el primero

30 de Noviembre

andreasSan Andrés es conocido en la Iglesia Ortodoxa como “el primer llamado” por haber sido la primera persona en seguir a Cristo. Poco después trajo también a su hermano Pedro y lo presentó a Cristo. El apóstol era originario de la ciudad de Betsaida como lo dice el Evangelio y desde muy pequeño dedicó su vida a Dios. No contrajo matrimonio y trabajó de pescador junto a su hermano. Cuando San Juan Bautista comenzó a predicar, Andrés se convirtió en su primer discípulo. Fue San Juan Bautista quien lo envió a seguir a Cristo junto al apóstol Juan el Teólogo declarándoles que Cristo era el Cordero de Dios.

Después de la fiesta de Pentecostés, San Andrés comenzó a predicar el Evangelio en el Oriente. Predicó por Asia Menor, Tracia, Macedonia llegando hasta el Río Danubio y las costas del Mar Negro. Desde allí, cuenta la Tradición, llegó predicando el Evangelio hasta donde se encuentra la ciudad de Kiev en Rusia donde predijo que se levantaría una gran ciudad de Dios. Regresando pasó por una pequeña ciudad llamada Bizancio que luego se convertiría en Constantinopla. La Tradición cuenta que allí fundó una pequeña Iglesia, es por eso que se lo recuerda como el Fundador de la Iglesia de Constantinopla.

En sus viajes, el primer apóstol sufrió muchos tormentos de parte de los paganos: muchos de ellos lo expulsaron de sus ciudades golpeándolo. En la ciudad de Sinope fue apedreado pero levantándose el discípulo de cristo continuó su predicación. Por las oraciones del Apóstol, el Señor obró milagros y por sus obras las iglesias cristianas fueron establecidas a medida que Andrés caminaba. La última ciudad a la que llegó el Apóstol fue Patras donde sufrió el Martirio.

El Señor obró muchos milagros por medio de su discípulo en Patras. El más recodado fue el milagro que le sucedió al ilustre ciudadano Sosios quien se recuperó de una fuerte enfermedad. Andrés curó a Maximilla, la esposa del Prefecto de Patras y a su hermano Stratokles. Los milagros obrados por el Apóstol sumados a sus palabras trajeron luz a la mayoría de los habitantes de esta ciudad.

Muy pocos paganos permanecieron allí pero entre estos pocos estaba el Prefecto de la ciudad, Aegeatos. El Apóstol Andrés se dirigió muchas veces a él tratando de llevarle el Evangelio pero ni sus milagros lo convencían. El apóstol, con amor y humildad apeló a  su alma para poder revelarle el misterio cristiano de la Vida Eterna, por medio del poder de la vivificadora Cruz del Señor. Un furioso Aegeatos dio órdenes que fuera crucificado.

Andrés aceptó la decisión del Prefecto con gozo y orando al señor se dirigió al lugar donde habría de ser ejecutado. Para prolongar su sufrimiento, Aegeatos ordenó que no lo clavaran en la Cruz sino que lo ataran en ella. Por dos días el Apóstol enseñó a la ciudad entera que se reunió a su alrededor. El pueblo entero, viendo el sufrimiento de Andrés buscó bajarlo de la Cruz. Conociendo esto, Aegeatos ordenó que se suspendiera la ejecución. Sin embargo San Andrés le pidió al Señor que le concediera la gracia de poder entregar su alma en una cruz. En el mismo momento en que los soldados trataron de bajarlo, San Andrés dijo “Señor, recibe mi espíritu”. Un rayo del cielo iluminó la cruz y al crucificado. Maximilla, la esposa del Prefecto se encargó de bajar su cuerpo de la Cruz y darle una sepultura digna.

Pocos siglos después, bajo el Emperador Constantino el Grande, las reliquias de San Andrés fueron solemnemente trasladadas a Constantinopla y  puestas en la Iglesia de los Santos Apóstoles junto a las reliquias de San Lucas y San Timoteo. Hoy, sus reliquias descansan en la Catedral de San Andrés en la ciudad de Patras, Grecia.

Proverbios Bíblicos

  • Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento;  porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino. (Prov 3:13-14)
  • Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría, y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia. (Prov 4:7)
  • Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata. (Prov 16:16)

S.E. Antonio en la Posada anual de Mérida Yucatán

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Como cada año Su Eminencia Antonio asistió el pasado Sábado 22 de Noviembre a la Tradicional Posada de la Parroquia de la Dormición  de la Virgen en la ciudad de Mérida Yucatán, antes de iniciar el festejo se convocó a una rueda de Prensa con los medios mas importantes de  Yucatán en la cual habló sobre el tema de la persecución y martirio de los Cristianos en  Medio Oriente por parte de los Yahidistas y el Ejército Islámico (ISIS). También opinó sobre el caso de Ayotzinapa sobre el cual condenó los destrozos que han hecho algunos grupos  al  protestar por  la desaparición de los jóvenes normalistas.

A la Cena asistieron: el Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano de México Jorge Carlos Ramírez Marín; los senadores Angélica Araujo Lara y Ricardo Urzúa Rivera, el Gobernador Rolando Zapata Bello, la Presidenta del DIF Yucatán Sarita Blancarte Canto de Zapata; el Presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado Luis Hevia Jiménez, el Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Yucatán Marcos Celis Quintal, el titular de la Sedeculta Roger Metri Duarte, el Subsecretario de Desarrollo Político y Asuntos Religiosos Daniel Jesús Granja Ricalde, el Director de Gobernación del Ayuntamiento de Mérida Rafael Pinzón Miguel, el rector electo y actual Director de Desarrollo Académico de la UADY José de Jesús Williams (quien llegó en compañía del Coordinador Institucional de Planeación y Desarrollo de la Universidad MVZ Juan de Dios Pérez Alayón); el Cónsul Honorario de Líbano Roberto Abraham Mafud, el Cónsul Honorario de Grecia Raúl Abraham Mafud, el Presidente del Club Libanés Habib Becil Dájer, el ex titular de la Sedeculta Renán Guillermo González en representación de la ex gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, la Vicepresidenta Mundial para el Continente Americano FCEM María del Carmen García Noemi de Jasso y el empresario Luis Alberto Rivas Polanco, entre otros invitados. Por la Iglesia Ortodoxa estuvieron presentes los sacerdotes  R. Archimandrita  Cosme Andrade Sánchez Párroco de la Iglesia de la Dormición de la Virgen , R. Archimandrita  Fadi Rabbat Canciller del Arzobispo Antonio Achedraoui y Párroco de la Catedral de San Jorge en la Ciudad de México, el P. Elías Carrillo Vocero de la Arquidiócesis.

El domingo 23 de Noviembre Su Eminencia Celebró la Divina Liturgia en la Iglesia de la Dormición de la Virgen a  la cual acudieron los fieles de la comunidad de Mérida.

 

 

Boletín del 23/11/2014

9° Domingo de Lucas

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Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 7

audio130Destruiste la muerte con tu cruz
y abriste al ladrón el Paraíso;
a las Mirróforas los lamentos trocaste
y a tus Apóstoles ordenaste predicar
que resucitaste, oh Cristo Dios,
otorgando al mundo la gran misericordia.
 

La Presentación de la Madre de Dios en el templo

Tono 4

 
Hoy es el preludio del buen deseo de Dios,
y la prefiguración de la salvación del hombre.
La Virgen claramente aparece en el Templo de Dios,
y nos anuncia a Cristo a todos. A ella clamemos:
¡Regocíjate, oh Tú, llena de la providencia del Creador!
 

Condaquio de la Presentación de la Madre de Dios en el Templo

Tono 4

Sagrado Templo del Señor y purísimo, preciosa cámara nupcial
y santísima, cofre venerable de la Gloria de Dios,
en la casa del Señor, la Virgen hoy es presentada
y con ella la gracia del Espíritu Divino.
Alábenle los ángeles de Dios porque ella es la tienda celestial.

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios  (5: 08-19)

Hermanos: Vivan como hijos de la luz (pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad) discerniendo lo que es agradable al Señor. Y no participen en las obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, refútenlas. Cierto que ya sólo el mencionar las cosas que ellos hacen ocultamente da vergüenza; pero todo, al ser refutado, se manifiesta por la luz, y todo lo que queda manifiesto es luz. Por eso dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo. Así pues, miren atentamente cómo viven; que no sea como imprudentes sino como prudentes, redimiendo el tiempo porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino comprendan cuál es la voluntad del Señor. ra riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.»

Evangelio según San Lucas (12: 16-21)

Dijo el Señor esta parábola: «Los campos de cierto hombre  rico dieron mucho fruto; y  pensaba para sí diciendo: “¿Qué  haré, pues no tengo dónde reunir mi  cosecha?” Y dijo: “Voy a hacer esto: Demoleré mis graneros y edificaré  otros más grandes, y reuniré allí todo  mi trigo y mis bienes; y diré a mi  alma: Alma, tienes muchos bienes en  reserva para muchos años.  Descansa, come, bebe, goza.” Pero  Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma  noche te reclamarán el alma; las  cosas que preparaste, ¿para quién  serán?” Así es el que atesora  riquezas para sí, y no se enriquece  en orden a Dios.»

Mensaje Pastoral

El Paraíso: ¿verdad o ilusión?  «¡Descansa, come, bebe y goza!»

images6Con estas palabras el rico de la parábola se felicitaba a sí mismo. ¿Acaso dicho estado no es «el paraíso perdido» del lenguaje mitológico –descanso, satisfacción y placer–, paraíso anhelado por muchos? El hombre de hoy planea: trabajaré fuertemente en la juventud para descansar y disfrutar de mis últimos años (¡como si supiera el momento preciso de su partida!). Sinceramente nuestro modo de pensar a menudo es muy parecido al del rico de la parábola.

¿Por qué las palabras de Jesús califican de ignorante nuestra actitud respecto a la búsqueda de este paraíso: «¡Necio!»?

Para Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, «el paraíso perdido» es una añoranza –que se ubica en la subconciencia– hacia el estado del feto en la matriz, donde la creatura come, bebe y descansa incesablemente. La hipótesis del psicoanalista logra, en cierto modo, trazar un perfil de la verdad: los anhelos religiosos no son obra de la civilización sino reacción genuina de la naturaleza humana; pero lo añorado no es el seno materno sino «el regazo de Dios», del cual el hombre ha abortado a sí mismo. Lo que Freud llama «subconciencia» la Biblia denomina «corazón» y la filosofía griega, adoptada por los padres de la Iglesia, le designa como νοός «Noos»: el ojo espiritual del ser humano por cuyo medio se comunica con su Creador y lo busca; es lo que le privilegia como la creación amada de Dios. El hombre, en la comprensión cristiana, no es un animal social ni racional sino un ser litúrgico. La etimología da este sentido a la palabra griega άνθρωπος «ántropo»: el que puede mirar hacia arriba. Físicamente su constitución –ya que puede estar de pie– le posibilita observar cómodamente el cielo; así también su «memoria paradisíaca» le permite añorar lo alto y lo divino. Si bien la mitología de la antigüedad ha adulterado esta nostalgia con las pasiones carnales del mundo caído, la revelación bíblica –culminada con la Encarnación del Hijo de Dios– ha purificado la añoranza y ha devuelto al paraíso su sentido esencial como estado de convivencia con el Señor: «el Reino de Dios ya está entre (en) ustedes» (Lc 17:21). La necedad del rico de la parábola consiste en que desactivó esta memoria. Sus graneros gigantescos le taparon la vista y ya no advertía más allá de su vida mundana.

Un placer –dice un filósofo– se vuelve dolor cuando te adviertes de que acabará pronto: ahora comes, al rato tendrás hambre; descansas, luego te cansarás o padecerás enfermedad. No era así con Adán en el Paraíso. Su permanencia con Dios garantizaba su permanencia en la dicha.

La Iglesia, como voz que clama en el desierto, no cesa de reavivar en nosotros la memoria del «Reino de Dios» como anhelo constante y criterio básico de nuestro pensamiento, sentimiento y actitud. Cuando el cristiano llena sus sentidos y los espacios de su vida con la Palabra de Dios, la Gracia obra en él mística e imperceptiblemente, transformando su subconciencia añorante en una conciencia verídica, y he aquí que se vuelve iniciado del Paraíso restaurado. Amén.

Nuestra Fe y Tradición

Madre de Dios Siempre Virgen

Los Padres de la Iglesia en los siete Concilios Ecuménicos, han confirmado dos dogmas sobre la Virgen:

1- Que ella es “Theotokos”, palabra griega que significa la que dio a Luz a Dios, porque el nacido de ella es “Emmanuel”, es decir, “Dios con nosotros.” theotokos_2Llamamos a la Virgen María “Madre de Dios”, no como si la Divinidad de Dios hubiese tomado su inicio de su vientre, sino porque Dios, el Hijo, tomó su cuerpo de ella, y ya que en Cristo se unieron las dos naturalezas divina y humana inseparablemente, por eso confesamos que el niño nacido es Dios encarnado y nos atrevemos a llamar a María merecidamente  “Madre de Dios.”

2- Que ella es “Siempre Virgen”, es decir, que concibió a Cristo por el Espíritu Santo, dio a luz y permaneció virgen toda su vida. La Profecía de Isaías decía: “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo…”; el artículo “la” confirma que no se trata de “una virgen” en alguna etapa de su vida, sino de la que es “Siempre Virgen.” Por eso la iconografía la ilustra con tres estrellas en la cabeza y los dos hombros que simbolizan que ella es Virgen antes, durante y después del alumbramiento. No es ni razonable ni recto pensar en que las entrañas que Dios ha consagrado con su presencia fueron dispuestos a otra ocupación; ella se quedó siempre al lado de su hijo “guardando todo en su corazón.” Permaneció siempre Virgen, “Betula”, que significa en hebreo “habitación de Dios”, de Dios y nada más de Él.

Que la intercesión de la Siempre Virgen Madre de Dios, sea con nosotros. Amén.

Vida de Santos

La Presentación de la Madre de Dios en el Templo

21 de noviembre

 EikodiaZeotokouEsta fiesta de la Virgen se atribuye en el Oriente, más o menos, al siglo VII, mientras en el Occidente al siglo XIV. Se caracteriza la fiesta por una historia que tiene un sentido muy profundo.

La pareja virtuosa, Joaquín y Ana, siendo estéril, fue agraciada por Dios con el fruto del vientre: María. Cuando la llevaron al Templo donde iba a residir la niña de tres años, conforme a la promesa que habían dado, Joaquín llamó a unas hebreas vírgenes para que la acompañaran con lámparas. María los adelantó sin ningún temor o vacilación y, al llegar al atrio del Templo, se encontró con Zacarías, el sumo sacerdote, y se aventó a sí misma en sus brazos mientras él decía: “El Señor te glorifica en toda generación, pues he aquí que en ti, Dios revela, en los últimos días, la salvación preparada para su pueblo.”

Luego, a diferencia con los hábitos conocidos, Zacarías introdujo a la niña María en el Santo de los Santos, -parte del Templo inaccesible a ninguno excepto el mismo sumo sacerdote que entraba una vez al año para ofrecer un sacrificio por los pecados del pueblo- Zacarías sentó a María en el tercer escalón del Altar; la Gracia del altísimo descendió sobre ella, así que empezó a bailar de alegría. Todos los presentes glorificaron a Dios por todo lo que hubo de realizarse en esta niña.

Joaquín y Ana regresaron a su casa pero sin la niña. Ella permaneció en el Templo nueve años, asimilando lo celestial, sin preocupación ni pasión; las mismas necesidades de la naturaleza las superó, al igual que todos los deseos materiales, vivió totalmente para Dios, contemplando su hermosura. Con constante oración y vigilia, se transformó en un espejo que refleja la gloria de Dios. Con una mente purificada por el recogimiento y el ayuno, pudo sondear la profundidad de las Santas Escrituras y comprendió que todo el pasado tiempo era necesario para que Dios preparase para sí una madre elegida dentro de esta rebelde humanidad.

María entró en el Templo, y allá contuvo a Dios; el Templo ya es ella; ella es la Tienda, el Tabernáculo de la Nueva Alianza, la Jarra del Maná celestial, la vara de Aarón y la Tabla de la ley de la Gracia.

Proverbios Bíblicos

  • La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. (Prov 3:3)
  • El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia. (Prov 9:10)
  • El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el SEÑOR prueba los corazones.(Prov 17:3

Boletín del 16/11/2014

Memoria de San Mateo el Evangelista 

 

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 6

Los poderes celestiales aparecieron sobre
tu sepulcro; y los guardias quedaron
como muertos; María se plantó en
el sepulcro buscando Tu Cuerpo Purísimo;
sometiste al hades sin ser tentado
por él; y encontraste a la Virgen
otorgándole la vida. ¡Oh Resucitado
de entre los muertos, Señor, gloria a Ti!

 Tropario del Evangelista Mateo

Tono 3

Oh Santo Apóstol Evangelista Mateo,
intercede ante el Misericordioso Dios,
que conceda el perdón de los pecados a nuestras almas

Condaquio de la Presentación de la Madre de Dios en el Templo

Tono 4

 Sagrado Templo del Señor y purísimo,
preciosa cámara nupcial y santísima,
cofre venerable de la Gloria de Dios, en la casa del Señor,
la Virgen hoy es presentada y con ella la gracia del Espíritu Divino.
Alábenle los ángeles de Dios porque ella es la tienda celestial.

Lecturas Bíblicas

Primera carta a los Corintios (4:9-16)

Hermanos: Pienso que a nosotros, los apóstoles, Dios nos ha asignado el último lugar, como condenados a muerte, puestos a modo de espectáculo para el mundo, los ángeles y los hombres. Nosotros, necios por amor a Cristo; ustedes, sabios en Cristo. Débiles nosotros; mas ustedes, fuertes. Ustedes honrados; mas nosotros, despreciados. Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes. Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, rogamos. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la escoria del mundo y el desecho de todos.

No les escribo estas cosas para avergonzarlos, sino más bien para amonestarlos como a mis hijos queridos. Pues aunque hayan tenido miríadas de pedagogos en Cristo, no han tenido muchos padres: pues yo los engendré en Cristo Jesús, por medio del Evangelio. Les ruego, pues, que sean mis imitadores.

Santo Evangelio según San Mateo (9:9-13)

En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Él se levantó y lo siguió. Y sucedió que estando Él a la mesa en casa de Mateo, vinieron muchos publicanos y pecadores, y estaban a la mesa con Jesús y sus discípulos. Al verlo los fariseos decían a los discípulos: «¿Por qué come su maestro con los publicanos y pecadores?» Mas Él, al oírlo, dijo:
«No necesitan médico los que están fuertes sino los que están mal. Vayan, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.»

Mensaje Pastoral

El Santo Evangelista Mateo

El santo apóstol y evangelista Mateo se llamaba Levi (Mc 2:14 y Lc 5:27). Fue uno de los Doce Apóstoles y hermano del apóstol Santiago hijo de Alfeo (Mc 2:14). Cumplía la función de ser publicano, recaudador de impuestos de Roma, en el tiempo en el que los judíos se encontraban bajo el dominio del Imperio Romano. Vivía en la ciudad galilea de Cafernaum. Cuando Mateo escuchó la voz del Señor Jesucristo de “Ven y sígueme” (Mt 9:9) lo dejó todo y lo siguió. Tanto Cristo como sus discípulos no rechazaron la invitación de Mateo y visitaron su casa donde compartieron la mesa con otros publicanos. Este evento molestó severamente a los Fariseos y Escribas de aquel tiempo.

Los publicanos que recolectaban impuestos de sus mismos compatriotas conseguían grandes ganancias para sí mismos. Habitualmente eran considerados por los mismos judíos como traidores de la patria y de la religión. La palabra “publicano” para los judíos tenía esta connotación de “pecador público”. El simple hecho de conversar con un publicano era considerado un pecado y asociarse con él era la misma traición. Pese a todo esto, los judíos de aquel tiempo no podían comprender que el Señor había venido a “llamar a pecadores y no a justos” (Mt 9:13)

Mateo, reconociendo sus pecados, devolvió todo lo que había sacado a aquellos que había defraudado y distribuyó lo restante a los pobres y siguió a Cristo junto a los demás apóstoles.

Después de recibir el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, San Mateo predicó el Evangelio en Palestina por muchos años. Por el pedido de los judíos convertidos al cristianismo que vivían en Jerusalén, escribió su Evangelio describiendo la vida del Señor en esas tierras.

De acuerdo al orden actual de los Evangelios, el de San Mateo es el primero. Se dice que el lugar en donde lo escribió fue en Palestina y el idioma usado fue el Arameo. Este texto luego fue traducido al griego. El texto original arameo no ha sobrevivido pero muchos son los lingüistas y los historiadores que encuentran los rastros arameos y las peculiaridades históricas y culturales judías del Evangelio.

San Mateo predicó entre los pueblos que aguardaban la venida del Mesías. Su Evangelio aparece como una prueba viva de que Jesús es el Mesías anunciado por los Profetas y que después de Él no habría otro (Mt 11:3).

El santo apóstol y evangelista llevó el Evangelio de Cristo a Siria, a Persia y finalizó su obra en Etiopía donde murió como mártir. Estas tierras eran habitadas por aquel entonces por tribus caníbales con costumbres y creencias primitivas. San Mateo convirtió a algunos de ellos a la fe en Cristo. Allí fundó una Iglesia y construyó un templo en la ciudad de Mirmena, donde puso a su compañero Platón como Obispo.

La Iglesia Ortodoxa de Etiopía recuerda a San Mateo como su fundador.

Nuestra Fe y Tradición

Madre de Dios Siempre Virgen

Los Padres de la Iglesia en los siete Concilios Ecuménicos, han confirmado dos dogmas sobre la Virgen:

1- Que ella es “Theotokos”, palabra griega que significa la que dio a Luz a Dios, porque el nacido de ella es “Emmanuel”, es decir, “Dios con nosotros.” theotokos_2Llamamos a la Virgen María “Madre de Dios”, no como si la Divinidad de Dios hubiese tomado su inicio de su vientre, sino porque Dios, el Hijo, tomó su cuerpo de ella, y ya que en Cristo se unieron las dos naturalezas divina y humana inseparablemente, por eso confesamos que el niño nacido es Dios encarnado y nos atrevemos a llamar a María merecidamente  “Madre de Dios.”

2- Que ella es “Siempre Virgen”, es decir, que concibió a Cristo por el Espíritu Santo, dio a luz y permaneció virgen toda su vida. La Profecía de Isaías decía: “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo…”; el artículo “la” confirma que no se trata de “una virgen” en alguna etapa de su vida, sino de la que es “Siempre Virgen.” Por eso la iconografía la ilustra con tres estrellas en la cabeza y los dos hombros que simbolizan que ella es Virgen antes, durante y después del alumbramiento. No es ni razonable ni recto pensar en que las entrañas que Dios ha consagrado con su presencia fueron dispuestos a otra ocupación; ella se quedó siempre al lado de su hijo “guardando todo en su corazón.” Permaneció siempre Virgen, “Betula”, que significa en hebreo “habitación de Dios”, de Dios y nada más de Él.

Que la intercesión de la Siempre Virgen Madre de Dios, sea con nosotros. Amén.

Vida de Santos

La Presentación de la Madre de Dios en el Templo

21 de noviembre

 EikodiaZeotokouEsta fiesta de la Virgen se atribuye en el Oriente, más o menos, al siglo VII, mientras en el Occidente al siglo XIV. Se caracteriza la fiesta por una historia que tiene un sentido muy profundo.

La pareja virtuosa, Joaquín y Ana, siendo estéril, fue agraciada por Dios con el fruto del vientre: María. Cuando la llevaron al Templo donde iba a residir la niña de tres años, conforme a la promesa que habían dado, Joaquín llamó a unas hebreas vírgenes para que la acompañaran con lámparas. María los adelantó sin ningún temor o vacilación y, al llegar al atrio del Templo, se encontró con Zacarías, el sumo sacerdote, y se aventó a sí misma en sus brazos mientras él decía: “El Señor te glorifica en toda generación, pues he aquí que en ti, Dios revela, en los últimos días, la salvación preparada para su pueblo.”

Luego, a diferencia con los hábitos conocidos, Zacarías introdujo a la niña María en el Santo de los Santos, -parte del Templo inaccesible a ninguno excepto el mismo sumo sacerdote que entraba una vez al año para ofrecer un sacrificio por los pecados del pueblo- Zacarías sentó a María en el tercer escalón del Altar; la Gracia del altísimo descendió sobre ella, así que empezó a bailar de alegría. Todos los presentes glorificaron a Dios por todo lo que hubo de realizarse en esta niña.

Joaquín y Ana regresaron a su casa pero sin la niña. Ella permaneció en el Templo nueve años, asimilando lo celestial, sin preocupación ni pasión; las mismas necesidades de la naturaleza las superó, al igual que todos los deseos materiales, vivió totalmente para Dios, contemplando su hermosura. Con constante oración y vigilia, se transformó en un espejo que refleja la gloria de Dios. Con una mente purificada por el recogimiento y el ayuno, pudo sondear la profundidad de las Santas Escrituras y comprendió que todo el pasado tiempo era necesario para que Dios preparase para sí una madre elegida dentro de esta rebelde humanidad.

María entró en el Templo, y allá contuvo a Dios; el Templo ya es ella; ella es la Tienda, el Tabernáculo de la Nueva Alianza, la Jarra del Maná celestial, la vara de Aarón y la Tabla de la ley de la Gracia.

Proverbios Bíblicos

  • La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. (Prov 3:3)
  • El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia. (Prov 9:10)
  • El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el SEÑOR prueba los corazones.(Prov 17:3)

Su Eminencia Antonio Chedraoui con Su Beatitud el Patriarca Juan X en Grecia

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Los pasados días 23 de Octubre al 5 de Noviembre  Su Eminencia Reverendísima Monseñor Antonio Chedraoui tuvo la dicha de acompañar a Su Beatitud el Patriarca Juan X en una visita que realizó junto con los miembros del Sínodo Antioqueno al Arzobispo Primado de Atenas y toda Grecia.

Boletín del 09/11/2014

7° Domingo de San Lucas 

 

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 5

Al coeterno Verbo, con el Padre y el Espíritu,
Al Nacido de la Virgen para nuestra salvación,
alabemos, oh fieles, y prosternémonos.
Porque se complació en ser elevado en el cuerpo sobre la Cruz y soportar la muerte,
y levantar a los muertos por su Resurrección gloriosa

 

Condaquio de la Presentación

de la Madre de Dios en el Templo

Tono 4

 Sagrado Templo del Señor y purísimo,
preciosa cámara nupcial y santísima,
cofre venerable de la Gloria de Dios, en la casa del Señor,
la Virgen hoy es presentada y con ella la gracia del Espíritu Divino.
Alábenle los ángeles de Dios porque ella es la tienda celestial.

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios (2:14-22)

Hermanos: Cristo es nuestra paz: el que de los dos pueblos hizo uno, derribando el muro que los separaba, la enemistad, anulando en su carne la Ley de los mandamientos con sus preceptos, para crear en Sí mismo, de los dos, un solo Hombre Nuevo, haciendo la paz, y reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, por medio de la cruz, dando en Sí mismo muerte a la enemistad. Vino a anunciarles la paz: a los que estaban lejos y a los que estaban cerca. Pues por Él, unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu.

Así pues, ustedes ya no son extraños ni forasteros, sino conciudadanos de los santos y familiares de Dios, edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo, en Quien toda edificación bien trabada se eleva hasta formar un templo santo en el Señor, en Quien también ustedes están siendo juntamente edificados, hasta ser morada de Dios en el Espíritu.

Evangelio según San Lucas (8: 41-56)

En aquel tiempo, llegó un hombre, llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga, y cayendo a los pies de Jesús, le suplicaba que entrase en su casa, porque tenía una sola hija, de unos  doce años, que estaba muriéndose. Mientras iba, las gentes lo oprimían.  Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y que no había podido ser curada por nadie, se acercó por detrás y tocó la orla de su manto, y al punto se le paró el flujo de sangre. Jesús dijo: «¿Quién me ha tocado?» Como todos negaron, dijo Pedro:  «Maestro, las gentes se aprietan y te oprimen, y dices: “¿Quién me ha tocado?”» Pero Jesús respondió:  «Alguien me ha tocado, porque he  percibido que una fuerza ha salido de  Mí.» Viéndose descubierta la mujer,  se acercó temblorosa, y postrándose  ante Él, contó delante de todo el  pueblo por qué razón le había  tocado, y cómo al punto había sido  curada. Él le dijo: «Hija, tu fe te ha  salvado, vete en paz.» Estaba  todavía hablando, cuando uno de  casa del jefe de la sinagoga llega  diciendo: «Tu hija está muerta. No molestes al Maestro.» Jesús, que lo  oyó, le dijo: «No temas; solamente  ten fe y se salvará.» Al llegar a la  casa, no permitió entrar con Él más  que a Pedro, Juan y Santiago, al  padre y a la madre de la niña. Todos  la lloraban y se lamentaban, pero Él  dijo: «No lloren, no ha muerto; está  dormida.» Y se burlaban de Él, pues  sabían que estaba muerta. Él,  tomándola de la mano, dijo en voz  alta: «Niña levántate.» Retornó el espíritu a ella, y al punto se levantó, y  Él mandó que le dieran a ella de  comer. Sus padres quedaron  estupefactos, y Él les ordenó que a  nadie dijeran lo que había pasado.

Mensaje Pastoral

Fe espera y Gracia corresponde

No es casualidad que san Lucas evangelista conecta estos dos milagros: la curación de la mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, y la resurrección de la hija del jefe de la sinagoga que tenía también doce años. La enfermedad de la mujer duró lo mismo que la edad de la niña fallecida. La edad del sufrimiento es la misma la de la muerte; y el dolor es parte de la mortalidad del hombre. Ante esta tragedia un filósofo concluyó con amargura que el nacimiento es el primer paso hacia la muerte y la vida es una muerte que madura a diario hasta su plenitud. ¿Acaso la lectura evangélica de hoy nos habla de esta tragedia? Sin lugar a dudas, esta realidad es una verdad del vivir que cualquier razón comprende perfectamente, y en el mejor de los casos, el hombre para escaparse de la melancolía del vivir trata de consolarse con entretenimiento de manera que el tiempo pase con el dolor menos posible.

La presencia de Cristo en la lectura evangélica de hoy y en todo el Evangelio revuelve esta verdad, porque ella no se dirige a la razón que “analiza, aprende y concluye” sino a la fe que espera y recibe la Gracia. La mujer con flujo de sangre creyó más allá de su razonamiento porque, ¿cómo ella que desde hacía doce años desangrando pudiera esperar curación, al tocar “la orla de su manto” de un hombre pasajero? Es la fe. He aquí también un hombre razonable que le dice al jefe de la sinagoga: “Tu hija está muerta, no molestes al Maestro”, mas Cristo le da el antídoto de la fe: “No temas; solamente ten fe y se salvará”. Y así fue.

Es cierto que la enfermedad y la muerte siguen siendo una parte inseparable de la vida que la razón observa a diario; sin embargo, la presencia de Cristo en la experiencia del Evangelio y de la Iglesia también a diario vuelven un vivir verídico de los que aman al Señor. La fe no es un discurso absurdo sino una confianza en la prédica de quienes han vivido en su calidez. La respuesta del Señor a la fe se llama “la Gracia”, y esta es una acción tangible y no un sentimiento o emoción.

Cuando la mujer tocó la orla del manto de Jesús, ” al punto se le paró el flujo de sangre”. La Gracia actúa. Y cuando el Señor dijo a la niña: “Levántate”, al punto se levantó. La Iglesia nos trasmite estas experiencias no para aprender anécdotas sobre al maestro Jesús, sino “para que creyendo tengan vida en su nombre” (Jn 20: 31).

La fe no contradice la razón, sino que lo supera. Si bien la razón concluye — y está en su derecho— que el nacimiento es el primer paso hacia la muerte, la experiencia de la fe se consta de que el Bautismo es el primer paso hacia la Vida eterna, porque, “el que cree en mí, aunque muera vivirá” (Jn 11: 25). Amén.

Monseñor Ignacio Samaán

Nuestra Fe y Tradición

Las Doce Grandes Fiesta de la Iglesia

El año eclesiástico se contiene entre dos grandes conmemoraciones de la Virgen Santísima: su Nacimiento y su Dormición:

1.-Septiembre 8: Nacimiento de la Santísima Madre de Dios

2.-Septiembre 14: Elevación de la Santa Cruz

3.-Noviembre 21: Presentación de la Virgen en el Templo

4.-Diciembre 25: Natividad de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo

5.-Enero 6: Teofanía (Bautizo del Señor)

6.-Febrero 2: Presentación de Nuestro Señor al Templo

7.-Marzo 25: La Anunciación

8.-Domingo antes de Pascua: Domingo de las Palmas

9.-Domingo de Pascua: Resurrección del Señor

10.-40 días después de la Pascua: Ascensión de Nuestro Señor

11.-Agosto 6: La Transfiguración

12.-Agosto 15: La Dormición de la Virgen

Proverbios Bíblicos

  • La justicia del íntegro enderezará su camino, pero el impío caerá por su propia impiedad. (Prov 11:5)
  • El que anda en chismes revela secretos, pero el de espíritu leal oculta las cosas. (Prov 11:13)
  • Los de corazón perverso son abominación al SEÑOR, pero los de camino intachable son su deleite. (Prov 11:20)

Boletín del 02/11/2014

5° Domingo de San Lucas

 Pantocrator 00

 

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 4

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Las discípulas del Señor aprendieron del Ángel
el alegre anuncio de la Resurrección,
y la sentencia ancestral rechazaron
y se dirigieron con orgullo a los apóstoles diciendo:
¡Fue aprisionada la muerte, Resucitó Cristo Dios
y concedió al mundo la gran misericordia!

Condaquio

Tono 4

Oh Protectora de los cristianos indesairable;
Mediadora, ante el Creador, irrechazable:
no desprecies las súplicas de nosotros, pecadores,
sino acude a auxiliarnos, como bondadosa,
a los que te invocamos con fe.  Sé presta en intervenir
y apresúrate con la súplica, oh Madre de Dios,
que siempre proteges a los que te honran.

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios  (2: 4-10)

Hermanos: Dios, rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos por los pecados, nos vivificó juntamente con Cristo —por la Gracia han sido salvados— y con Él nos resucitó y nos hizo sentar en  los cielos en Cristo Jesús, a fin de mostrar en los siglos venideros la sobreabundante riqueza de su Gracia, por su  bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Pues por la Gracia  han sido salvados, mediante la fe; y esto no viene de ustedes,  sino que es un don de Dios; no viene de las obras, para que  nadie se gloríe. En efecto, hechura suya somos: creados en  Cristo Jesús, en orden a las buenas obras, las cuales Dios  dispuso de antemano para que en ellas anduviéramos.

Evangelio según San Lucas (16: 19-31)

Dijo el Señor esta parábola: «Era un hombre rico que vestía de púrpura y lino, y celebraba todos los días espléndidas fiestas. Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su puerta, cubierto de llagas, deseaba hartarse de lo que caía de la mesa del rico… pero hasta los perros venían y le lamían las llagas. Sucedió, pues, que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico y fue sepultado. Estando en el Hades entre tormentos, levantó los ojos y vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. Y, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten compasión de mí y envía a Lázaro a que moje en agua la punta de su dedo y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama.” Pero Abraham le dijo: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes durante tu vida y Lázaro, al contrario, sus males; ahora, pues, él es aquí consolado y tú atormentado. Y además, entre nosotros y ustedes se interpone un gran abismo, de modo que los que quieran pasar de aquí a ustedes, no puedan; ni de ahí puedan pasar donde nosotros.” Replicó: “Con todo, te ruego, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que les dé testimonio, y no vengan también ellos a este lugar de tormento.” Abraham le respondió: “Tienen a Moisés y a los profetas; que los oigan.” Él dijo: “No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se convertirán.” Le contestó: “Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se convencerán, aunque un muerto resucite.”»

Mensaje Pastoral

Necesitado y bienhechor

Nuestra Iglesia Ortodoxa dispuso que la parábola del rico y Lázaro fuera leída el domingo de la primera semana de noviembre en honor a los santos richmanlazarusCosme y Damián (1 de noviembre), conocidos en griego como anarguirios, que significa «quienes no poseen plata», ya que ellos vendieron todas sus pertenencias y dedicaron su vida al servicio de los necesitados. Generalmente, el Evangelio según san Lucas se considera como «el Evangelio de la misericordia». No ahorra oportunidad alguna sin que muestre la preocupación de Jesús por los menesterosos, las viudas, los pecadores, los publicanos y los samaritanos, en una palabra, por los marginados y, sobre todo, por su salvación. La parábola en cuestión viene dentro de este contexto.

Aunque la tragedia del rico y Lázaro aparenta ser dividida en dos escenas análogas en tamaño y opuestas respecto a la condición de sus personajes, una comparación sencilla entre lo eterno y lo efímero rompe con el paralelismo imaginado y descubre la realidad: el rico era el pobre y Lázaro, el rico: «él es aquí consolado y tú atormentado». Esta comprensión escatológica (escatología es la teología que observa todo lo existente a la luz de la Vida eterna) estimula a san Juan Crisóstomo a concluir que «no hay más pobre que el pecador ni más rico que el justo». Entonces no son las pertenencias las que condenan al rico sino su insensibilidad y rudeza. En la parábola, la imagen del Reino celestial se figuró paradójicamente con el «seno de Abraham», quien era un hombre rico pero, a la vez, espléndido y justo; administró su fortuna material de una manera inteligente y se mostró enriquecido en Dios. Al mismo tiempo, el consuelo que Lázaro recibió no fue debido a la indigencia de su vida, sino a su confianza en el Señor (nótese que la parábola, mientras ignora el nombre del rico, designa al pobre con el nombre «Lázaro» que, en hebreo, significa «Dios auxilia» e implica esperanza en Dios). Judas, por ejemplo, era pobre; sin embargo, la codicia le mostró cautivado por el dinero y mezquino en esperanza.

Entonces las riquezas en sí, aunque forman cierta tentación, no son perversas, el uso es lo que las califica como malas o bondadosas. La instrucción bíblica, partiendo de la realidad del entorno y mirando siempre hacia la salvación de todos, no ha sugerido una igualdad social basada en la posesión común, sino una administración benévola y paciencia esperanzadora que van enriqueciendo al uno y al otro en Dios, y la caridad se vuelve una alianza amorosa: el rico considera al pobre como su bienhechor espiritual, y el necesitado será saciado y alabará al Señor. San Juan Misericordioso, obispo de Alejandría, dice que los pobres son «nuestros soberanos» porque ellos «son los únicos que nos pueden ayudar y nos otorgan el Reino de los cielos».

¿Cómo el cristiano, fiel al dogma de su vida, puede protegerse de la atracción del dinero y superar la pasión del poder? Por la vigilia: contrariamente al rico de la parábola que celebraba todos los días espléndidas fiestas. Si bien el descanso y la alegría son parte de una marcha sana en la vida, la diversión prolongada –que la modernidad promueve constantemente a «los que tienen y pueden»– les va despojando de su sensibilidad espiritual y anestesiando su conciencia. El rey David experimentó la pobreza voluntaria dentro de su palacio. Fuera de este «camino angosto», el hombre soberano se vuelve esclavo de sus fortunas y placeres. La abstinencia total no es mandamiento pero la liberación del apego material es el objeto principal de toda lucha cristiana.

La realidad escatológica que la parábola presenta nos apunta a la sensibilidad y al amor: amor que, esparciendo, ahuyenta la indigencia material y sana la pobreza espiritual. Amén.

Nuestra Fe y Tradición

La Preparación para la Comunión

155339_159533834087883_7144671_nEs muy importante prepararse para la comunión: “Quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese, pues, cada cual, y coma así el pan y beba de la copa. Pues quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo.” (1Cor.11,27-29).

Reconciliación y comunión: La reconciliación con los hermanos es una condición principal para la participación de la Eucaristía. No es permitido participar en los preciosos cuerpo y sangre del Señor a quien está en disputa con otro: “Si, pues, al presentar tu ofrenda en el altar te acuerdas entonces de que un hermano tuyo tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí, delante del altar, y vete primero a reconciliarte con tu hermano.” (Mt.5,23-24). Por eso en la liturgia el diácono nos llama exclamando: “amémonos los unos a los otros, para que confesemos de unánime acuerdo.” (la divina liturgia).

Arrepentimiento y comunión: Comulga quien busca tener espíritu de humildad y arrepentimiento; así, hay que examinar la conciencia para que, quien ha resbalado o caído en un pecado grave, acuda al sacramento de la Confesión para que, con la disciplina y conducción paternal del sacerdote, y la divina Gracia que la otorga la Iglesia por este mismo, pueda seguir creciendo en el camino de la virtud  alimentándose con la maná celestial.

Ayuno y oración: El hombre se prepara a sí mismo, también, por el ayuno eucarístico, la oración y la lectura espiritual. El ayuno eucarístico es una tradición eclesiástica muy antigua, y se hace absteniéndose de comer o beber desde la medianoche del día anterior. En caso de que la divina liturgia se haga por la noche, hay que abstenerse cinco horas antes de la misma.

Modestia y conveniencia: Es muy importante que los fieles acudan a la Divina Liturgia desde su inicio. Los fieles, mujeres y hombres, guardan la modestia del vestido y apariencia; “que vuestro adorno no esté en el exterior, en peinados joyas y modas, sino en lo oculto del corazón, en la incorruptibilidad de una alma dulce y serena: esto es precioso ante Dios.” (1Ped.3,3-4).

Vida de Santos

Santos Cosme y Damián

1 de Noviembre

Los santos Cosme y Damián eran hermanos carnales de la región de Éfeso en la provincia de Asia. Tiempo después de que nacieron su padre, un pagano Cosme_y_Damiande la nobleza, abrazó la fe cristiana, pero su muerte temprana dejó a los dos hermanos al cuidado de su devota madre Teodota quien era cristiana desde su niñez. Ella se esforzó para que sus hijos se formaran en la piedad según su virtuoso ejemplo. Cosme y Damián fueron educados en las diversas ramas de la enseñanza de su tiempo, pero se alejaron de todo conocimiento vano para dedicarse al arte de la medicina a fin de librar a sus semejantes de toda enfermedad y dolencia. Así como  los Apóstoles fueron enviados por Cristo (Mat. 10), a ellos les fue dado el poder de expulsar demonios y de curar toda clase de enfermedad sin otra forma de remedio más que su oración. Habiendo recibido gratuitamente la gracia del Espíritu Santo, estos nuevos Apóstoles gratuitamente empleaban sus dones. Ellos atendían por igual a ricos y pobres a extraños y familiares sin pedir nada a cambio. Su caridad era tanta que su cuidado se extendía incluso a los animales. Fue tal el vinculo que hicieron entre la predica del Evangelio y la practica de la curación que incluso llegaron a prescindir de remedios, instrumentos  o cataplasmas pese a estar calificados en ciencias médicas. Utilizaban exclusivamente el vivificador Nombre de Cristo, para que el mismo Salvador fuera el verdadero médico que, trabajando en ellos, sanara las almas y los cuerpos. San Damián, el hermano menor fue el primero en dormir en paz seguido poco tiempo después por San Cosme; sus reliquias preciosas y sus iconos fueron fuente de abundante sanación para la multitud de enfermos que visitaban la Iglesia construida sobre sus tumbas. El Señor, por la intercesión de los Santos Cosme y Damián, sane nuestras almas y nos salve. Amén

Proverbios Bíblicos

  • Rico y el pobre tienen un lazo común: el que hizo a ambos es el SEÑOR. (Prov 22:2)
  • El hombre sabio es fuerte, y el hombre de conocimiento aumenta su poder. (Prov 24:5)
  • No seas, sin causa, testigo contra tu prójimo, y no engañes con tus labios. (Prov 24:28)

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