San Gerásimo del Jordán
4 de Marzo
Este notable santo primeramente aprendió la vida ascética en Tebas, Egipto, pero luego se mudó al Jordán y allí fundó una comunidad monástica en la que había cerca de setenta monjes. Él mismo estableció en forma especial la regla para su monasterio, según la cual: los monjes pasaban cinco días en sus celdas tejiendo cestas y esteras; no podían nunca encender fuego en sus celdas para calentarse; durante cinco días comían solamente un poco de pan seco y dátiles; los monjes debían dejar sus celdas abiertas de forma tal, que cuando salían, todos pudieran tomar de ellas lo que quisieran; los sábados y domingos estaban reunidos en la iglesia del monasterio, compartían la mesa con verduras y un poco de vino para gloria de Dios. Entonces, cada uno de los monjes llevaba y ponía a los pies del abad aquello que habían realizado en los cinco días pasados.
Cada monje tenía solamente un vestido. San Gerásimo fue el ejemplo para todos. Durante la Gran Cuaresma no comía nada, solamente recibía la Comunión. Una vez vio un león rugiendo de dolor, porque tenía una espina en la pata; Gerásimo hizo la señal de la cruz y quitó la espina de la pata del animal. El león se hizo tan manso con esto, que fue con el anciano al monasterio y se quedó ahí hasta la muerte del mismo; y cuando el anciano murió, el león también sucumbió de dolor por él.
San Gerásimo estuvo en el IV Concilio en Calcedonia, en tiempos de Marciano y Pulquerio; y aunque él primeramente se inclinaba hacia la herejía monofisita de Eutiquio y Dióscoro, disuadido por san Eutimio, terminó siendo en ese Concilio un gran defensor de la Ortodoxia.
Después de su santa vida, san Gerásimo entró en el descanso del Señor en el año 475. Uno de sus discípulos más conocidos es san Cirilo el Solitario.
Tropario, tono 1
Has demostrado ser un ciudadano del desierto, un ángel en la carne y un obrador de maravillas, Oh Gerásimo, nuestro Padre Portador de Dios. Al ayunar, vigilar y orar, obtuviste dones celestiales, y sanas a los enfermos y las almas de los que recurren a ti con fe. Gloria al que te ha dado la fuerza. Gloria al que te ha coronado. Gloria al que hace sanaciones para todos a través de ti.
Condaquio, tono 4
Como una estrella resplandeciente con la luz de las virtudes, hiciste brillar radiantemente el desierto del Jordán con rayos de luz sagrada y celestial, oh justo Padre Gerasimo, Portador de Dios.