Boletín del 20/07/2014

6o Domingo de San Mateo

Memoria del Santo Profeta Elías  

 
Oh Salvador, cuando resucitaste del sepulcro,
te manifestaste como verdadero hombre 
al ponerte en medio de tus discípulos comiendo con ellos;
les enseñaste el bautismo del arrepentimiento;
y de inmediato subiste hacia tu Padre Celestial,
prometiendo enviarles al Consolador,
¡Oh Dios todo Divinidad, Dios Encarnado, gloria a ti!
 
                                                            Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 5

Al coeterno Verbo, con el Padre
y el Espíritu, Al Nacido de la Virgen
para nuestra salvación, alabemos,
oh fieles, y prosternémonos.
Porque se complació en ser elevado
en el cuerpo sobre la Cruz y soportar la muerte,
y levantar a los muertos por su Resurrección gloriosa.

Tropario del Profeta Elías

Tono 4

Oh Ángel con cuerpo, Cimiento de los profetas, 
segundo Precursor de la venida de Cristo, 
oh Elías glorioso, que enviaste la gracia de lo alto a Eliseo  
para que expulsara las enfermedades y purificara a los leprosos:
brinda la curación a los que te honramos.

Condaquio

Tono 4

Oh Protectora de los cristianos indesairable;
Mediadora, ante el Creador, irrechazable:
no desprecies las súplicas de nosotros, pecadores,
sino acude a auxiliarnos, como bondadosa,
a los que te invocamos con fe.  Sé presta en intervenir
y apresúrate con la súplica, oh Madre de Dios,
que siempre proteges a los que te honran.

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol Santiago  (5: 10-20)

Hermanos: Tomen como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. Miren cómo proclamamos felices a los que sufrieron con paciencia. Han oído la paciencia de Job y saben el final que el Señor le dio; porque el Señor es compasivo y misericordioso.

Ante todo, hermanos, no juren ni por el cielo ni por la tierra, ni por ninguna otra cosa. Que su sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio. ¿Sufre alguno entre ustedes?; que ore. ¿Está alguno alegre?; que cante alabanzas. ¿Está enfermo alguno entre ustedes?; llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometido pecados le serán perdonados. Confiésense, pues, mutuamente sus pecados y oren unos por los otros, para que sean curados. La oración ferviente del justo tiene mucho poder.

Elías era un hombre de igual condición de nosotros; oró insistentemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Después oró de nuevo y el cielo dio lluvia y la tierra produjo su fruto. Si alguno de ustedes, hermanos míos, se desvía de la verdad y otro lo convierte, sepa que el que convierte a un pecador de su camino desviado, salvará su alma de la muerte y cubrirá multitud de pecados.

Santo Evangelio según San Mateo (9: 1-8)

En aquel tiempo, Jesús subió a la barca, pasó a la otra orilla y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: « ¡Ten confianza, hijo! Tus pecados te son perdonados.» Pero he aquí que algunos escribas dijeron para sí mismos: «Éste está blasfemando.»

Jesús, conociendo sus pensamientos, dijo: « ¿Por qué piensan mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al mismo tiempo al paralítico: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.» Él se levantó y se fue a su casa. Y al ver esto, la gente quedó admirada y glorificó a Dios, que había dado tal poder a los hombres.

Mensaje Pastoral

¿Era del espíritu o de la materia?

“¿Qué es más fácil, decir: ‘Tus pecados te son perdonados,’ o decir: ‘Levántate, y anda’?”

Homilía de Monseñor Pablo Yazigi, Arzobispo de Alepo

Le trajeron a Jesús a un paralítico acostado sobre una cama que llevaban cuatro hombres. Parece que la situación del paralítico era tan frágil que no podía pronunciar ni una sola palabra, ni pedirle nada a Jesús, ni hablar con Él. Presentaba, en otras palabras, la peor imagen posible de un ser humano: más parecido a un muerto que a un ser vivo.

Ante dicha situación, y en comparación con otros casos de curación que Jesús había realizado en condiciones mejores que ésta, ¿qué podríamos esperar de Jesús sino que le dijera a este hombre: “Levántate y anda”? Todo lo contrario, los presentes se sorprendieron al ver que Jesús no consideraba la patética situación del paralítico, sino que le dijera: “¡Hijo, tus pecados te son perdonados!”.

Está claro que nadie esperaba tal cosa, ni quienes llevaban al paralítico, ni la multitud presente allí. También está claro que Jesús hizo esto a propósito.

Jesús quiso dejar el mensaje que, en las peores situaciones, el mayor peligro es aquel que amenaza la parálisis el alma más que la del cuerpo, porque el alma es más importante, mientras que el cuerpo está al servicio de esta.

Así era el orden de las cosas al principio. En el paraíso, el ser humano vivía sin dolor ni tristezas. Disponía de todas las cosas buenas para que sirvieran a su crecimiento espiritual y su perfección. Su permanencia en dicho estado paradisíaco requería de él que permaneciera en el camino de la perfección espiritual, debido a que aquella vida espiritual necesitaba de esta situación normal y de este digno cuerpo como un recipiente adecuado. Pero cuando el ser humano revirtió las agujas de la marcha divina abiertas delante de él, y cambió el orden de las cosas, Dios permitió que ingresaran, a nuestra vida cotidiana, el dolor, el hambre y todas aquellas realidades que nos molestan, para que la perfección del cuerpo sea un regalo para la perfección espiritual cuando esta se lograra.

El cuerpo exento del dolor ha de ser el recipiente del ser humano perfecto espiritualmente. Este cuerpo se ha vuelto una esperanza, después de la caída del hombre, mientras que era una primicia en el paraíso. Lo más importante es la perfección espiritual, la materia y el cuerpo son un “vaso para honra y deshonra” (Cf. Rom 9:21).

Desde el principio, la jerarquía entre lo espiritual y lo material fue clara y sana: el espíritu es superior a la materia, mientras que la materia sirve armoniosamente al espíritu. 

Por ello, parece ser que Jesús, ante el estado de este paralítico, desafía firme y cabalmente el hecho de como la gente corre para satisfacer sus necesidades materiales. Jesús enfatizó fuertemente la superioridad del espíritu sobre la materia, por ello, priorizó el perdón de los pecados y la salud del alma, cuando el cuerpo necesitaba fuertemente recuperar la salud.

Y nuestra época tiene necesidad, hoy más que antes, de hacer una lectura detenida de lo acontecido en el evangelio y aprender de ello, tomando en cuenta esta posición de Cristo, especialmente el desafío que ha puesto ante la corriente devastadora del materialismo y el retardo de lo espiritual.

La civilización contemporánea se ve amenazada por la corrupción, y le conviene que los cristianos la desafíen de manera semejante a lo que Jesús hizo ante nosotros. Este desafío no suprime la necesidad económica de por sí, sino que subraya la primacía del espíritu. Si buscamos el Reino de Dios y su justicia, todo lo demás se nos dará por añadidura.

Un vistazo rápido sobre los aspectos más importantes de la vida, su evolución y los cambios ocurridos en cuanto a sus objetivos, nos muestra que la sal comenzó a perder su sabor. El asunto es pues, ¿con qué es posible salar?

Nuestra civilización no retribuye en forma digna el trabajo y no enaltece como corresponde las profesiones cada vez que baja sus metas al solo nivel de la ganancia. ¿Cuáles son los criterios para elegir una profesión? ¿Acaso se determina por lo que puede brindar a la humanidad, o por lo que puede remunerar? ¿Es para servir o para ganar? Se observa que el criterio de ganar prima sobre el servicio y lo reemplaza. El dinero lo orienta todo. El beneficio está por encima del amor. Por ejemplo, la educación, una de las profesiones más nobles, se ha clasificado en el último lugar porque no remunera tanto. El valor del docente-profesor ha cambiado. Mientras se era un padre y un educador, hoy en día, observamos la pérdida de esta imagen. Parece que aquellos que eligen esta carrera, lo hacen porque ya no tienen acceso a otra carrera mejor remunerada.

La ciencia es otro ejemplo. Su finalidad era la creatividad y el servicio al ser humano. Sin embargo, el ser humano, a imagen de Dios, hoy está sujeto al juego de la ganancia. La creatividad, en particular, se convirtió en una herramienta que se compra, que es manejada por el dinero. ¡Las corrientes de la muerte se apoderan de las fuerzas de la creatividad! Eso es lo raro que ocurre hoy en día. El progreso en los métodos de tortura ha llegado más alto que los logros en la medicina. Nuestra civilización está amenazada por lo falso. Y por último, para no dejar de mencionarlo, señalamos el desperdicio del significado de la caridad, de la fidelidad, del sacrificio, de la entrega, del patriotismo, sustituyéndolas por una palabra: el interés propio.

El ser humano ya no tiene valor por su persona, sino que volvió a ser un individuo más dentro de la sociedad, un número dentro de una masa, se lo vende y se lo compra sin que importe su singularidad humana y su valor personal, sobre quien las fuerzas de la oscuridad ejercen su dominio, cuyo único criterio es el dinero. ¿Cuál es el valor del pobre en nuestra civilización? ¡La respuesta es “nada”! ¿Cuál es el valor del paralítico o del enfermo? La respuesta es: mejor deshacerse de él.

Los ejemplos de la corrupción de la sal son muchos. El cristiano, siguiendo el ejemplo de su Maestro, va delante de esta corrupción y la desafía. La perfección moral no es una esperanza futura esperada para después de esta vida presente. Es un camino en el que se avanza, paso a paso, luchando, vigilando y orando, desafiando la corriente de la corrupción que prevalece. El cristiano es la luz del mundo y la sal de la tierra. Las corrientes de corrupción no son una sentencia, sino un desafío. Y aunque el desafío es duro, sin embargo, la fuerza del Señor “se perfecciona en la debilidad” (Cf. II Cor 12:9).

El cristiano lleva el Evangelio al mundo, mundo cuya sal ha perdido su sabor, y predica la Buena Nueva como luz para un mundo que ha perdido la luz. El cristiano reconoce en la humildad la exaltación verdadera, y en la pobreza la riqueza verdadera. Pone las cosas en su verdadero sendero. Prioriza el espíritu sobre la materia en todo tiempo y lugar. Trabaja para establecer el reino del Espíritu, pues él es una mano fuerte que la gracia divina conduce para construir la era del Espíritu a través del uso de lo material. Amén.

Vida de Santos

El Profeta Elías

20 de julio

El Profeta Elías nació en la región sureste de la Tierra Santa nueve siglos antes de Cristo. Provenía de la tribu de Leví, de la generación de Aarón. Un tiempo antes de su nacimiento, el reino hebreo se dividió en dos partes: El reino de Judá y el reino de Israel. El primero lo integraron las tribus de Judá y de Benjamín, siendo su capital Jerusalén. Ocupaba la región del medio oriente de la Tierra Santa. El reino de Israel se situaba en la región septentrional y lo constituían las otras 10 tribus, siendo su capital Samaria.

En los tiempos del Profeta Elías, el pueblo hebreo que habitaba en el reino de Israel, comenzó a apartarse de la fe y a venerar a los dioses paganos, como Baal y otros más. Durante el reinado de Ajab (877-854 antes de Cristo), Elías sintió el llamado a servir a Dios como su Profeta y se convirtió en un ferviente defensor de la verdadera Fe.

Así, el profeta Elías trató de convencer al impío rey Ajab a rechazar a los ídolos y dirigirse al verdadero Dios, pero el rey no lo escuchó. Entonces el profeta predijo que durante tres años en Israel no habría ni lluvia, ni rocío. La sequía y la hambruna azotaron a Israel. El profeta se retiró a un lugar apartado en las cercanías de un arroyo donde un cuervo le traía el alimento. Al cabo de un año, el arroyo se secó y entonces Elías se dirigió al norte de la Tierra Santa, a Sarepta de Sidón y se estableció en la casa de una pobre viuda. A pesar de carecer de alimentos, la viuda con la última harina y aceite le cocinó una tortilla y se la dio de comer. Después de esta acción, gracias a la petición del profeta Elías en sus oraciones a Dios, nunca mas faltó harina y aceite en la casa de la viuda y ésta durante mucho tiempo pudo alimentar a su hijo y a su huésped. Cuando la viuda repentinamente enfermó y murió, el profeta Elías la resucitó (3 Rey.17).

El lugar principal donde se adoraba a Baal en el reino de Israel, era el monte Carmelo. Al cabo de tres años y medio del inicio de la sequía, el profeta Elías reunió allí al rey Ajab, al pueblo y a los sacerdotes de Baal y les dijo: “¿Hasta cuando estaréis rengos de las dos piernas? Si el Señor es Dios, síganlo a Él, y si lo es Baal, entonces sigan a Baal!” Para saber quien era el verdadero Dios, Elías propuso levantar un altar a cada uno de ellos, poner sobre tales al novillo sacrificado, pero no encenderían las leñas. Cada uno invocaría a su dios para que el fuego cayera del cielo. El Dios que hiciera encender el fuego, sería considerado como El Verdadero! Todos aprobaron la propuesta del Profeta. Primeramente los sacerdotes del Baal invocaron a su dios, pidiéndole el fuego. Gritaron y bailaron alrededor del altar durante todo el día. Elías comenzó a burlarse de ellos diciéndoles que Baal se había quedado dormido y que deberían gritar mas fuerte. Al anochecer, el profeta Elías ordenó reunir a todos frente a su altar. Luego, según su indicación, alrededor del altar dedicado al verdadero Dios, cavaron una fosa y arrojaron abundante cantidad de agua sobre la leña para mojarla completamente. Hicieron así para que nadie dudara del milagro que ocurriría. Después de todo esto, el Profeta Elías comenzó a rezar: “Escúchame Señor, haz que el pueblo tuyo sepa hoy día, que Tú eres el único Dios en Israel y que yo soy Tu siervo.” Y cayó fuego del cielo, y quemó todo, la leña, las piedras del altar y el polvo alrededor, evaporando el agua que se juntó en la fosa. Al ver todo esto el pueblo aterrorizado cayó de rodillas exclamando: “¡El Señor, es el Dios, El Señor, es el Dios!” Entonces, el pueblo capturó a todos los sacerdotes de Baal y los mató, debido a que durante tantos años, los sacerdotes los habían inducido al engaño. Presionado por lo sucedido, el rey Ajab y el pueblo empezaron a descender del monte. En ese momento se nubló el cielo y comenzó a llover. ¡La primera lluvia después de tres años! De esta manera, el profeta Elías convirtió a muchos israelitas a Dios (1 Reyes 18, 1-46).

Después de este milagro, Jezabel, la esposa de Ajab, comenzó a perseguir al profeta Elías, el cual tuvo que esconderse en el desierto y finalmente llegar hasta el monte Horeb, cerca del Sinaí. Aquí Elías tuvo una visión: primero sintió una suave brisa y luego vio a Dios. El Señor le ordenó ungir como profeta a Elíseo quien sería su sucesor (2 Reyes 2, 9-10). La vida de profeta de Elías finalizó de una manera extraordinaria: fue llevado al cielo en una carroza de fuego,(2 Reyes 2,11). El profeta Elíseo presenció este hecho y recibió la capa de Elías con la cuál realizó el primer milagro. El profeta Elías permanece ahora en el cielo, en alma y cuerpo, igual que el patriarca antediluviano Henoc quien también fue llevado vivo al cielo en alma y cuerpo,(Génesis 5:24).Y se considera que tanto el profeta Elías como Henoc volverán a la tierra antes del fin del mundo, para acusar al anticristo y sufrirán martirios a manos de este último.

Mediante los grandes milagros que realizó, Elías ayudó al restablecimiento de la fe en Dios y destruyó la idolatría. Por medio de estos hechos, preparó la llegada del Salvador del mundo. La ferviente defensa de la verdadera fe, la absoluta obediencia a la voluntad de Dios, la pureza y la castidad de su vida, la dedicación a la oración y a la contemplación de los misterios divinos, son las cualidades que distinguen a este gran profeta. Sus contemporáneos, viendo sobre él la bendición de Dios, lo llamaban “El hombre de Dios”

Santa Cristina Mártir

24 de Julio

Santa Cristina fue la hija de un gobernante de la ciudad de Tira. Sus padres eran paganos, pero, por la providencia de Dios la llamaron con un nombre que predecía su futuro, el de ser cristiana. No había en la ciudad, entre las doncellas, persona mas bella que ella. Su padre, deseando de que conserve su virginidad, construyó una vivienda especial para ella, colocando allí unos ídolos y ordenándole que ella los venere. Viviendo en la soledad, Cristina admiraba el cielo estrellado, e igual que santa Bárbara, llegó a la conclusión que tiene que existir un solo Creador. Dios hizo que ella conociera a unos cristianos, los cuales le explicaron sobre la fe cristiana, y ella creyó en Jesucristo. Después de esto, Cristina, con gran indignación destruyó a los ídolos en su casa y por esta razón, por orden de su padre, fue sometida a diferentes torturas. Ella fue golpeada sin compasión, su cuerpo era cortado con cuchillos filosos, la quemaban con fuego, la tiraron en un hoyo con serpientes venenosas, etc. Finalmente los verdugos la traspasaron con lanzas y espadas. Esta fue la forma como la santa mártir Cristina sufrió por Cristo en el año 300.

Sentencias de los Padres del Desierto

Sobre la Humildad

  • Decía un anciano: «Si consigues guardar silencio, no lo consideres como mérito tuyo. Cuando te venga esa consideración, di: “Es que soy indigno de hablar”».
  • Un hermano preguntó a un anciano: «¿En qué consiste el progreso de un hombre?». Y el anciano le contestó: «En la humildad. Cuanto más se abaja un hombre más se eleva a la perfección».
  • Decían los ancianos: «Aunque se te aparezca de verdad un ángel, no le acojas fácilmente, sino humíllate, diciendo: “No soy digno de ver un ángel yo que vivo en el pecado”».
Felicitación:

El día 20 de julio celebramos la fiesta del Profeta Elías. Felicitamos a todos los que llevan el nombre “Elías” y buscan la intercesión del gran Profeta celoso en su amor a Dios, felicitamos a la comunidad del Profeta Elías en Maturín, Venezuela.

Celebración y Comida en la Catedral de San Pedro y San Pablo

icono de todos los santos

El pasado domingo 22 de Junio con la Bendición de Su Eminencia Antonio se celebró  la Divina Liturgia y posteriormente se realizó  la  comida y la convivencia en la Catedral  San Pedro y San Pablo en honor a la fiesta patronal de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. La celebración de la Divina Liturgia fue precedida por  el  R. Archimandrita Adrés Marcos (Vicario Episcopal)  quien  tuvo el honor de concelebrar con el R. P. Mario Lara de la Catedral de San Jorge y   los Sacerdotes y Diáconos de la Catedral de San Pedro y San Pablo. A la celebración acudieron mas de 300 personas de la comunidad quienes compartieron una tarde agradable con los miembros del clero y sus familiares.

En su homilía el Archimandrita Andrés agradeció a los miembros de la comunidad que se complacieron en acompañarnos al evento con las siguientes palabras: Hoy celebramos la fiesta de San Pedro y San Pablo, la fiesta es el día 29 de junio, pero la adelantamos para hoy porque muchos de la comunidad empiezan a salir de viaje en esta semana. El día 30 de este mes es la fiesta de los apóstoles. Los apóstoles son las personas que siguieron a Jesús, y después de Pentecostés predicaron en todo el mundo la buena nueva: “El Evangelio”. El santoral nombra a muchos santos con el título de “Iguales a los Apóstoles” esos son los santos que predicaron el cristianismo en países nuevos. Hoy en día no existe ningún país que no haya escuchado hablar acerca del Evangelio o sobre el cristianismo, pero alrededor de nosotros hay muchos corazones que buscan con anhelo la luz, la paz y el amor de Cristo. Estos corazones están esperando nuestra labor apostólica. Pero ¿quiénes son los apóstoles que deben abrir estos corazones cerrados y adoloridos? ¿Acaso son los sacerdotes nada más quienes tienen que hacer esto? Pues no. No podemos limitar la labor apostólica únicamente al sacerdocio, porque cada cristiano que tiene la oportunidad y el poder para lograr esto, es también un apóstol. Los papás que eduquen a sus hijos con las enseñanzas del Evangelio y con el ejemplo del buen cristiano, son apóstoles; el médico que con la medicina anima al enfermo a rezar, es un apóstol; el patrón de un negocio que expresa su confianza en Dios enfrente de sus empleados, es un apóstol; el empleado que con su honestidad da gracias a Dios es un apóstol. Ser apóstol en pocas palabras, es confesar tu fe en Dios al cuidar a tu hermano, y mostrar tu amor hacia tu prójimo en tu relación con Dios. Todos somos apóstoles, cada uno según su nivel, conforme a su poder y dependiendo de su lugar en la sociedad. Por un lado, el apóstol no puede existir sin comunidad, ¿eres apóstol? Entonces debes actuar predicando, rezando y ayudando; tienes que ejercerlo conviviendo con la gente. Por otro lado, ¿eres cristiano? Entonces no puedes vivir en una comunidad sin ser apóstol, dice San Pablo: “Ay de mí, si no predico el Evangelio”. Repito: ser apóstol no está limitado solamente al sacerdocio, o al monacato. Hoy, por ejemplo, tenemos esta fiesta, la cual, es una labor apostólica: la Iglesia tomó la iniciativa, pero hay quien corrió la voz, otros organizaron la fiesta, otros ayudaron y ofrecieron la comida, los pasteles y los refrescos. Todos ellos hicieron un trabajo importante, pero sin la respuesta de la comunidad, no hubiera sido posible cumplir esta misión apostólica. Hoy no quise dar la homilía como siempre; quiero nada más recordarles la invitación de Dios hacia nosotros para ser Sus apóstoles y Sus discípulos; también quiero darles las gracias: les agradezco porque ustedes siempre al abrir la puerta de su casa, abren también sus corazones. Su amor y su buena respuesta hoy me animan a pedirles a ustedes la oportunidad de darles catecismo a sus hijos y a sus nietos. Estamos dispuestos a ir a sus casas para cumplir con esta labor. Estamos listos para ir a reunirnos con sus familias, ustedes nada más, si así lo desean, pueden juntar dos o tres familias y nos ponemos de acuerdo sobre la fecha y el tema que deseen. Ustedes nunca han dejado de contribuir con la iglesia, la única cosa que nos falta es: el otorgarnos la oportunidad de ofrecer y dar el catecismo a los niños y a sus familias. También quiero dar las gracias, primero a Sayedna, quien nos da su confianza y siempre nos anima para trabajar; luego agradezco a todos los que vienen cada domingo a la Liturgia, sus caras son una parte de esta iglesia, igual que estos iconos que adornan este templo. Agradezco a todos aquellos que vienen tan pronto pueden, para cumplir con la promesa que han dado; a ellos los recibo con alegría como el patriarca Abraham recibió los tres ángeles en su casa. Hoy doy las gracias a muchos que nos ayudaron en esta fiesta, no digo qué han donado, porque cuando uno da a su familia no lo considera como donativo, sino ayuda o participación. Tampoco voy a mencionar nombres, agradezco a los que ofrecieron la comida, a los que vienen a esta iglesia cada domingo y a sus familiares; a los amigos de Toluca que ofrecieron la barbacoa y a los demás que vinieron de Toluca también, a las personas de Guadalajara y de San Luis Potosí que desde ayer nos ayudaron hasta la media noche. Al grupo de señoras que vienen cada miércoles para rezar por los enfermos y los afligidos, estas señoras, quienes también vienen a tomar una plática y al mismo tiempo, dan mucho y cuidan el templo. Agradezco al comité de esta catedral, a quienes molesto siempre en pedir y nunca faltan en dar, nos ayudaron en correr la voz y ofrecieron los pasteles y los refrescos. Muchos de ellos no pudieron estar hoy con nosotros, pero sí, están en nuestros corazones y en nuestras oraciones. Doy las gracias a la hermandad del monasterio de San Antonio el Grande, que pasaron varios días preparando la comida y ayudándonos. Agradezco a muchos, a quienes a la hora de llamarles para invitarlos, estaban dispuestos para ayudar al ofrecer comida o en dar una participación para los gastos del evento. Finalmente, les doy las gracias una vez más, por estar siempre cerca de nosotros y les dirijo las palabras del Apóstol Pablo: “Pues, ¿Quién, sino ustedes, pueden ser nuestra esperanza, nuestro gozo, la corona de la que nos sentiremos orgullosos ante nuestro Señor Jesús en Su venida? Sí, ustedes son nuestra gloria y nuestro gozo” Amen.

Fiesta Patronal de la Catedral de San Pedro y San Pablo

icono de todos los santos

  Queridos hermanos. Les hacemos la mas cordial invitación para celebrar la fiesta patronal de la Catedral de San Pedro y San Pablo en Bosque Real, Huixquilucan Edo. de Mex.el próximo domingo 22 de junio se celebrará la Misa a las 12 hrs y la comida al termino de la misa será en el jardín de la Iglesia, la entrada será libre. Los esperamos.

Último día en Rusia de Su Eminencia Antonio

 

El día 29 de Mayo Su Eminencia fue invitado por el comité de diputados del Duma Ruso, involucrados en defender los valores cristianos y la presencia de los cristianos del Medio Oriente. Su Eminencia hablo de la triste realidad y de la persecución de los cristianos. En la tarde el embajador de México en Rusia hizo una comida en su honor fueron invitados embajadores empresarios el arzobispo Nifon Saikal y representantes de la Iglesia Rusa así como toda la delegación. Luego por  la tarde le entrevistó Rusia Hoy Español sobre el Medio Oriente y Latinoamerica

Reunión de Su Eminencia Antonio con el Patriarca Kirill

 

El día 26 de Mayo  Su Eminencia Antonio fue  invitado a una cena privada por el Metropolita Hilarión a la cual asistió acompañado por el Archimandrita Fadi Rabbat, el Lic. Roberto Herrera Mena, el  Dr William y Dr Gabriel Karam.  Estaba el arzobispo Nifon Saikal y  el obispo Dimitri Charbak.

El día 27 de Mayo se encontró Su Eminencia  con el Patriarca Kirill , se intercambiaron las ideas sobre la ortodoxia en Latinoamérica,  y hablaron sobre la situación de los cristianos del Medio Oriente. Estaba presente toda la delegación, el Arzobispo Nifon y el Obispo Dimitri.  En la mañana del día de hoy hizo Sayedna con la delegación un recorrido al Kremlin.

Su Eminencia Antonio Viaja a Rusia

 

 

Su Eminencia Antonio el día 22 de Mayo  llegó a san Petersburgo , fue recibido por las monjas y clero del monasterio  Novodvichi dónde se quedó acompañado por mi y por el señor Roberto Herrera, presiente adjunto de asuntos religiosos en los pinos, el día 22 de Mayo  se fue a visitar el Metropolita de san Petersburgo su Eminencia Varsonofy en la catedral San Nicolás quien lo invitó con la delegación de México a comer y se repartieron los regalos.

El dìa 245 de Mayo Sayedna presidió la celebración en la iglesia de la sede de representación de la iglesia Antioquena delante la iglesia Rusa , los concelebrantes fueron: el arzobispo Nifon Saikaly el obispo Dimitri Charbak el Archimandrita Fadi Rabbat y el clero de la iglesia Rusa

Al finalizar el arzobispo Nifon ofreció una comida en honor de Sayedna en la cual  estaban presentes los embajadores de Líbano, de Siria y el ex embajador de Rusia en México así como  muchas personalidades rusas

El arzobispo Nifon regaló a la delegación una Engolpions  (Medalla de la Madre de Dios) a Su Eminencia Antonio  y una Cruz para el Archimandrita Fadi Rabbat y que Su Eminencia Antonio   le regaló una jarra y charola de servicio litúrgico de plata.

Su excelencia el Embajador de Estados Unidos en el Líbano, el Sr. David Hill junta verano e invierno a un mismo tiempo

 

صيف وشتاء على سطح سعادة سفير الولايات المتحدة الأميركية في لبنان السيد دافيد هيل

Es algo irónico lo que escribió hoy el Embajador de Estados Unidos, quien representa en el Líbano, a su país, el cual, al momento de acabar la Segunda Guerra Mundial, comenzó a  provocar guerras en todas partes;  empezando por Palestina que expulsaron a su pueblo, y por su extremo amor al Líbano le mandaron medio millón de refugiados luego provocaron problemas en Corea, Vietnam, hasta Irak y Afganistán.

Como un zorro cuidando a las gallinas, él habla de Ucrania y del cambio que se debe hacer allí, pero no menciona que su país está detrás de estos hechos. Ya que quien dio el golpe de estado en contra de la legitimidad, proviene de fuera de Ucrania, con el apoyo y el  impulso de los EE.UU. que siempre toma  como pretexto, la democracia y la libertad; algo que es muy ajeno a ellos mismos.

Siempre vemos a los funcionarios estadounidenses que declaran celosamente su preocupación sobre el Líbano, pidiendo su libertad y su independencia, pero nunca dicen  una sola palabra de condena, cuando la fuerza aérea israelí entra en los cielos de Líbano o cuando el ejército israelí cruza sus fronteras.

Le pregunto a su excelencia Señor Embajador, ¿cuántas veces presentó Líbano una denuncia ante las Naciones Unidas, y que se hayan tomado decisiones que condenen  a Israel por la irrupción en el Líbano? sin embargo, su país ¿no utilizó el derecho de veto? ¿Quién provocó la primavera árabe,  y llevó a todos los países árabes a la catástrofe experimentada hoy? ¿No fueron ustedes quienes hicieron esto? ¿Sabía usted que su secretario de Relaciones Exteriores, Condoleezza Rice, hizo una proclamación profetizando el nuevo Medio Oriente y, la primavera  árabe? ¿Y cuál fue el resultado? Cientos de miles de muertes  de las que nadie más que ustedes tienen la culpa. Los cristianos están siendo asesinados y masacrados y desplazados de su país, mientras son  ustedes mismos quienes están  enviando armas y equipos para los terroristas en nombre de la oposición. Nunca me imaginaba que el Estado que pidió la eliminación del terrorismo, hoy en día, esté aliado con él en el Medio Oriente.

Dos arzobispos fueron secuestrados, ha pasado más de un año, y siguen en el secuestro.  No hemos escuchado de su estado ni una sola palabra criticando el hecho, ni mucho menos, ejercer presión sobre su hijastra Turquía para ponerlos en libertad. Todo lo contrario, pues cada día escuchamos a su presidente decir que seguirá el envío de  armas a la oposición en Siria y que se considerarán sus oficinas como Consulados.

Nosotros no odiamos al pueblo estadounidense, al contrario, lo queremos mucho porque es un pueblo bueno, que sufre de todas las políticas equivocadas de su gobierno.

Ustedes dicen que el referéndum en Crimea no es legal, pero en Kosovo y en otros lugares sí lo es. Hay muchas otras cosas que no quiero mencionar ahora, pero si el día de mañana hubiese la necesidad,  así lo haré.

Han dividido a Serbia, y hoy en día están mostrando su afán de que suceda lo mismo en Ucrania y en el Líbano. Y les pregunto: ¿Quién fue el que envió armas a los terroristas en Trípoli y en otras partes y nos llevó a esta vergonzosa  situación que vivimos hoy en día en el Líbano? ¿Quién más que ustedes, ha allanado el camino para tener allí este número de refugiados sirios?

Y yo, aquí  en México, a simple vista noto, como su gobierno trata sin piedad ni misericordia a  los mexicanos que están en busca de un futuro mejor. No quiero hablar de los equipos que han formado ustedes para matar a estos pobres buscadores de sustento para ellos y para sus familias.

Manos fuera del Líbano, Ucrania y del resto de los países, los cuales fueron destruidos  por ustedes mismos, empezando por  Serbia, y  terminando por Irak y Libia. Manos fuera de la querida Siria en  nombre de la libertad, y del apoyo a los que ni siquiera tienen idea  del significado de la libertad.

Rogamos al Todopoderoso que les conceda lo mismo que  están  haciendo con  otros pueblos, y que restaure la paz en la tierra de la paz, la que ustedes han convertido en tierra de hierro, fuego, asesinato, masacre y secuestro, en nombre de esa  libertad, tan  distante de  ustedes.

¡Que Dios les guíe al camino recto, y les haga mirar a la humanidad con ojos de misericordia y  compasión, y no con miradas de matanza y destrucción

+Antonio

Arzobispo Metropolitano

de México, Venezuela, Centro América y el Caribe

صيف وشتاء على سطح سعادة سفير الولايات المتحدة الأميركية

articulo de Sayedna

Comida Anual de San Jorge

 

El pasado Domingo 11 de Mayo se realizó la comida anual con motivo de la Fiesta de San Jorge organizada por el comité de las DAMAS ORTODOXAS, la cita tuvo lugar en el Salón Jardín Versal ubicado en la Avenida Constituyentes en el Distrito Federal, agradecemos a todos los miembros de la comunidad e invitados  que acudieron a la comida y tuvieron el honor de acompañarnos. Su Eminencia Antonio Chedraoui dijo algunas palabras, felicitando a las Damas Ortodoxas por su generosidad e invitando a todos a seguir participando en la Iglesia y no solo a las actividades sociales. También enfatizó que es necesario tener de nuevo a San Jorge en nuestra intercesión para que venza al nuevo dragón que está amenazando al cristianismo sobre todo en medio oriente.

Sobre la interpretación de los Salmos 1a parte

CARTA DE NUESTRO SANTO PADRE ATANASIO, ARZOBISPO DE ALEJANDRÍA, A MARCELINO

SOBRE LA INTERPRETACIÓN DE LOS SALMOS

Querido Marcelino, admiro tu fervor cristiano. Sobrellevas perfectamente tu actual situación, y, aunque mucho te haga sufrir, no descuidas en absoluto la ascesis. Pregunté al portador de tu carta por el género de vida que llevas ahora que estás enfermo; me ha informado que si bien dedicas tu tiempo a toda la Escritura santa, tienes, sin embargo, con mayor frecuencia el libro de los Salmos entre las manos, tratando de comprender el sentido que cada uno esconde. Te felicito, pues tengo idéntica pasión por los Salmos, como la tengo por la Escritura entera. Hallándome en una ocasión invadido por semejantes sentimientos, tuve un encuentro con un anciano estudioso y quiero transcribirte la conversación que sobre los Salmos, – ¡Salterio en mano! – sostuvo conmigo. Lo que aquel viejo maestro me transmitió es agradable y, al mismo tiempo instructivo. He aquí lo que me dijo:
Toda nuestra Escritura hijo mío, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento, está, tal como está escrito, inspirada por Dios y es útil para enseñar (2Tm 3,16). Pero el libro de los Salmos, si se reflexiona atentamente, posee algo que merece una especial atención.
Cada uno de los libros, en efecto, nos ofrece y nos entrega su propia enseñanza: El Pentateuco, por ejemplo, relata el comienzo del mundo y la vida de los Patriarcas, la salida de Israel de Egipto como también la entrega de la legislación. El Triteuco relata la distribución de la tierra, las hazañas de los jueces, como también la genealogía de David. Los libros de los Reyes y de las Crónicas relatan los hechos de los reyes. Esdras describe la liberación del cautiverio, el retorno del pueblo, la reconstrucción del templo y de la ciudad. Los libros de los profetas predicen la venida del Salvador, recuerdan los mandamientos, advierten y exhortan a los pecadores, como también profetizan acerca de las naciones. El libro de los Salmos, es como un jardín en el que no solo crecen todas estas plantas, -¡y además melodiosamente cantadas!-, sino que nos muestra lo que le es privativo, ya que el cantar de los salmos añade lo suyo propio.
Canta los acontecimientos del Génesis en el salmo 18: Los cielos pregonan la gloria de Dios, y el firmamento proclama la obra de sus manos (Sal 18,1), y en el salmo 23: La tierra y todo lo que contiene es del Señor; el mundo y todo lo que lo habita Él lo fundo sobre los mares (Sal 23,1-2). Los temas del Éxodo, Números y Deuteronomio los canta hermosamente en los salmos 77 y 113: Cuando Israel salió de Egipto, la casa de Jacob, de un pueblo bárbaro, Judá fue su santuario e Israel su dominio (Sal 113,1-2). Similares temas canta en el salmo 104: Envió a Moisés su siervo, y a Aarón, su elegido. Les confió sus palabras y sus maravillas en la tierra de Cam. Envió la oscuridad y oscureció; pero se rebelaron contra sus palabras. Transformo sus aguas en sangre, y dio muerte a sus peces. Su tierra produjo ranas, hasta en las habitaciones del rey. Habló y se llenó de tábanos y de mosquitos todo su territorio (Sal 104,26-31). Es fácil descubrir que todo este salmo como también el 105 fue escrito en referencia a todos estos acontecimientos. Las cosas que se refieren al sacerdocio y al tabernáculo las proclama en aquello del salmo 28: al salir del tabernáculo, diciendo: Ofrezcan al Señor, hijos de Dios, ofrézcanle gloria y honor (Sal 28,1).
Los hechos concernientes a Josué y a los jueces los refiere brevemente el salmo 106 con las palabras: Fundaron ciudades para habitar en ellas, sembraron campos y plantaron vinas (Sal 106,36-37). Pues fue bajo Josué que se les entrego la tierra prometida. Al repetir reiteradamente en el mismo salmo, Entonces gritaron al Señor en su tribulación, y él los libro de todas sus angustias (Sal 106,6), se está indicando el libro de los Jueces. Ya que cuando ellos gritaban les suscitaba jueces a su debido tiempo para librar a su pueblo de aquellos que lo afligían. Lo referente a los reyes se canta en el salmo 19 al decir: Algunos se glorían en carros, otros en caballos, pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios. Ellos fueron detenidos y cayeron; pero nosotros nos levantamos y mantenemos en pie. ¡Señor, salva al Rey y escúchanos cuando te invocamos! (Sal 19,8-10). Y lo que se refiere a Esdras lo canta en el salmo 125 (uno de los salmos graduales): Cuando el Señor cambio la cautividad de Sion, quedamos consolados (Sal 125,1); y nuevamente en el 121: Me alegré cuando me dijeron, vayamos a la casa del Señor. Nuestros pies recorrieron tus palacios, Jerusalén; Jerusalén está edificada cual ciudad completamente poblada. Pues allí suben las tribus, las tribus del Señor, como testimonio para Israel (Sal 121,1-4).
Prácticamente cada salmo remite a los profetas. Sobre la venida del Salvador, y de que aquel que debía venir, seria Dios, así se expresa el salmo 49: El Señor nuestro Dios vendrá manifiestamente, y no se callara (Sal 49,2-3); y el salmo 117: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Nosotros los hemos bendecido desde la casa del Señor; el Señor (es) Dios y él se nos manifestó (Sal 117,26-27). Él es el Verbo del Padre, como lo canta el 106: Él envió su Verbo y los curo, los salvo de sus corrupciones (Sal 106,20). El Dios que viene es él mismo el Verbo enviado. Sabiendo que este Verbo es el Hijo de Dios, hace decir al Padre en el salmo 44: Mi corazón ha proferido un Verbo bueno (Sal 44,1), y también en el salmo 109: De mi seno antes de la aurora yo te he engendrado (Sal 109,3). ¿Quién puede decirse engendrado por el Padre, sino su Verbo y su Sabiduría?. Sabiendo que es a él al que el Padre decía: Que sea la luz, y el firmamento y todas las cosas, el libro de los Salmos también contiene palabras similares: El Verbo del Señor afianzo los cielos y por el Espíritu de su boca toda su potencia (Sal 32,6).
El salmista no ignoraba que el que debía venir fuese también el Ungido, ya que propiamente de él habla como sujeto principal el salmo 44: Tu trono, oh Dios, permanece por los siglos de los siglos; es cetro de rectitud el cetro de tu Reino. Has amado la justicia y odiado la iniquidad: por eso Dios, tu Dios, te ha ungido con el oleo de la alegría en preferencia a tus compañeros (Sal 44,7-8). Para que nadie se imagine que él viene solo en apariencia, aclara que es este mismo el que se hará hombre y que es por él por quien todo fue creado, y por ello afirma en el salmo 86: La madre Sion dirá : un hombre, un hombre fue engendrado en ella, el Altísimo en persona la ha fundado (Sal 86,5). Lo que equivale a afirmar: El Verbo era Dios, todo fue hecho por él, y, El Verbo se hizo carne. Conociendo, igualmente, el nacimiento virginal, el Salmista no se calló, sino que lo expreso claramente en el salmo 44, al decir: Escucha, hija mía, y mira, inclina tu oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, porque el rey está prendado de tu belleza (Sal 44,11-12). Nuevamente, esto equivale a lo dicho por Gabriel, ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo! (Lc 1,28). Después de haber afirmado que él es el Ungido, muestra a renglón seguido su nacimiento humano de la Virgen, al decir: Escucha, hija mía. Gabriel la llama por su nombre, María, porque es un extraño, – en cuanto a parentesco se refiere -; pero David, el salmista, ya que ella es de su familia, la llama con toda razón su hija.
Habiendo afirmado que se haría hombre, los salmos muestran lógicamente que él es pasible según la carne. El salmo 2 prevé la conjura de los judíos: ¿Por qué se rebelaron los paganos? ¿Por qué concibieron vanos proyectos? Los reyes de la tierra se prepararon, los jefes se conjuraron contra el Señor y contra su Ungido (Sal 2,1-2). En el salmo 21 el Salvador mismo da a conocer su género de muerte: …me aprisionas en el polvo de la muerte, me rodea un tropel de mastines; la asamblea de los perversos me circunda. Taladraron mis manos y mis pies. Han contado todos mis huesos. Ellos me miraron vigilantes, se dividieron mi ropa y echaron a suerte mi túnica (Sal 21,17-19). Taladrar sus manos y sus pies, ¿qué otra cosa es, sino indicar su crucifixión? Después de enseñar todo esto, añade que el Señor padeció por causa nuestra, y no, por la suya. Y, con sus propios labios, afirma nuevamente en el salmo 87: Pesadamente reposa sobre mí tu ira (Sal 87,17), y en el salmo 68: He devuelto lo que no había arrebatado (Sal 68,5). Pues si bien no debía pagar las cuentas de crimen alguno, él murió, – pero sufriendo por causa nuestra, tomando sobre si la cólera que nos estaba destinada, por nuestros pecados, como lo dice en Isaías, Él cargo nuestras flaquezas; lo que se hace evidente cuando afirmamos en el salmo 137: El Señor los recompensara por mi causa, y el Espíritu dice en el salmo 71, que él salvara a los hijos del pobre, y quebrantara a los que acusan en falso… pues él rescatara al pobre del opresor, y redimirá al indigente que no tiene protector (Sal 71,4).
Por eso predice también su ascensión a los cielos, diciendo en el salmo 23: Príncipes, levanten sus portones y abran sus puertas eternas y entrara el rey de la gloria (Sal 23,7). En el 46: Dios asciende entre aclamaciones, el Señor al sonido de trompetas (Sal 46,6). También su sentarse a la derecha de Dios lo anuncia en el salmo 109: Dijo el Señor a mi Señor, siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos como tarima para tus pies (Sal 109,1). Hasta la destrucción del diablo se anuncia a voces en el salmo 9: Te sientas en tu trono cual juez que juzga justamente. Reprendiste a los pueblos y pereció el impío (Sal 9,5-6). Tampoco callo que recibiría plena potestad de juzgar, de parte del Padre, y que vendría con autoridad sobre todo, al afirmar en el 71: ¡Oh Dios, concede tu juicio al rey, y tu justicia al hijo del rey, para que juzgue a tu pueblo con justicia, y a tus pobres con rectitud (Sal 71,1-2). Y en el salmo 49 dice: Convocara al cielo en lo alto, y a la tierra, para juzgar a su pueblo…Y los cielos proclamaran su justicia, pues Dios es juez (Sal 49,4). Y en el 81 leemos: Dios está en pie en la asamblea de los dioses, y rodeado de dioses, los juzga (Sal 81,1). Sobre la vocación de los paganos mucho se habla en nuestro libro, pero sobre todo en el salmo 46: Pueblos todos, aplaudan, aclamen a Dios con voces jubilosas (Sal 46,2). De manera similar en el 71: Delante Él se postran los etíopes, y sus enemigos lamerán el polvo; los reyes de Tarsis, y las islas, ofrecen sus dones. Los reyes de Arabia y de Saba le ofrecerán regalos. Y lo adoraran todos los reyes de la tierra; todos los pueblos le servirán (Sal 71,9-11). Todo esto lo cantan los Salmos y se anuncia en cada uno de los otros Libros.
No siendo un ignorante, el anciano agregaba: en cada libro de la Escritura se significan realidades idénticas, sobre todo en relación con el Salvador, pues todos están íntimamente relacionados y sinfónicamente concordes en el Espíritu. Por eso, del mismo modo que es posible descubrir en el Salterio el contenido de los otros Libros, también se encuentra con frecuencia el contenido del primero en los restantes. Así, por ejemplo, Moisés compuso un himno e Isaías canta y Habacuc suplica con un cantico. Más aun, en todos los libros es posible hallar profecías, leyes y relatos. El mismo Espíritu lo abarca todo, y de acuerdo al don asignado a cada cual, proclama la gracia peculiar, repartiéndola en plenitud, sea como capacidad de profetizar, o de legislar, o de relatar lo sucedido, o el don de los Salmos. Si bien el Espíritu es uno e indivisible, de él provienen todos los dones particulares y en cada don está totalmente presente, aunque cada uno lo percibe según las revelaciones y dones recibidos y en la medida y forma de las necesidades, de modo que en la medida en que cada uno se deja guiar por el Espíritu se hace servidor del Verbo. Es por eso, como lo dije más arriba, que cuando Moisés está legislando, algunas veces también profetiza y otras canta; y los Profetas al profetizar algunas veces proclaman mandatos, como aquel: Lávense, purifíquense. Limpia tu corazón de toda inmundicia, Oh Jerusalén (Is 1,16 Jr 4,14), y otras veces relatan historias como lo hace Daniel con los acontecimientos concernientes a Susana, o Isaías cuando relata lo de Rabsaces y Senaquerib. El rasgo característico del libro de los Salmos, como ya dijimos, es el del canto, y por ello modula melodiosamente lo que en otros libros se narra con detalle. Pero algunas veces hasta legisla: Abandona la ira y deja la cólera (Sal 36,8), y Apártate del mal, obra el bien; anhela la paz y corre tras ella (Sal 33,15). Y otras veces relata el camino de Israel y profetiza acerca del Salvador, como lo dijimos más arriba.
La gracia del Espíritu es común a todos los libros, estando la misma acorde a la tarea encomendada y según el Espíritu la concede. Los más y los menos no provocan distinción alguna siempre que cada cual efectúe y lleve a cabo su propia misión. Pero aun siendo así, el libro de los Salmos tiene, en este mismo terreno, un don y gracia peculiares, una propiedad de particular relieve. Pues junto a las cualidades, que le son comunes y similares con los restantes Libros, tiene además una maravillosa peculiaridad: contiene exactamente descritos y representados todos los movimientos del alma, sus cambios y mudanzas. De modo que una persona sin experiencia, al irlos estudiando y ponderando puede irse modelando a su imagen. Pues los otros libros solo exponen la ley y como ella estipula lo que se deba, o no, cumplir. Escuchando las profecías solo se sabe de la venida del Salvador. Prestando atención a las descripciones históricas solo se llega a averiguar los hechos de los reyes y de los santos. El libro de los Salmos, además de dichas enseñanzas, permite reconocer al lector las mociones de su propia alma y se las enseña, por el modo como algo lo afecta o lo turba; de acuerdo a este libro puede uno tener una idea aproximada de lo que debe decir. Por eso no se contenta con escuchar simplemente, sino que sabe cómo hablar y como actuar para curar su mal. Es cierto que también los otros libros tienen palabras que prohíben el mal, pero este también describe como apartarse de él. Por ejemplo, hacer penitencia es un precepto, hacer penitencia significa dejar de pecar; aquí se indica no solo como hacer penitencia y lo que es necesario decir para arrepentirse. Así mismo Pablo dijo: La tribulación produce en el alma la constancia, la constancia la virtud probada, la virtud probada la esperanza, y la esperanza no queda defraudada (Rm 5,3-5). Los Salmos describen y muestran, además, como soportar las tribulaciones, lo que debe hacer el afligido, lo que debe decir una vez pasada la tribulación, como cada uno es puesto a prueba, cuales son los pensamientos del que espera en el Señor. Lo de dar gracias en toda circunstancia es también un precepto. Los Salmos indican lo que debe decir aquel que da gracias. Sabiendo, por otra parte, que los que pretenden vivir piadosamente serán perseguidos, aprendemos de los Salmos como clamar cuando huimos en medio de la persecución, y qué palabras dirigir a Dios una vez escapados de ella. Somos invitados a bendecir al Señor, encontramos las expresiones adecuadas para manifestarle nuestra confesión. Los Salmos expresan como debemos alabar al Señor, qué palabras le rinden homenaje de modo adecuado. Para toda ocasión y sobre todo argumento encontraremos entonces poemas divinos adecuados a nuestras emociones y sensibilidad.
1. Todavía esto de asombroso y maravilloso tienen los Salmos: al leer los demás libros, aquello que dicen los santos y el objeto de sus discursos, los lectores lo relacionan con el argumento del libro, los oyentes se sienten extraños al relato, de modo que las acciones recordadas suscitan mera admiración o el simple deseo de emularlas. El que en cambio abre el libro de los Salmos recorre, con la admiración y el asombro acostumbrados, las profecías sobre el Salvador contenidas ya en los restantes libros, pero lee los salmos como si fueran personales. El auditor, igual que el autor, entran en clima de compunción, apropiándose las palabras de los canticos como si fueran suyas. Para ser más claro, no vacilaría, al igual que el bienaventurado Apóstol, en retomar lo dicho. Los discursos pronunciados en nombre de los patriarcas, son numerosos; Moisés hablaba y Dios respondía; Elías y Eliseo, establecidos sobre la montana del Carmelo, invocaban sin cesar al Señor, diciendo: ¡Vive el Señor, en cuya presencia estoy hoy! (1R 17,1 2R 3,4). Las palabras de los restantes santos profetas tienen por objeto al Salvador, y un cierto número se refieren a los paganos y a Israel. Sin embargo, ninguna persona pronunciaría las palabras de los patriarcas como si fueran suyas, ni osaría imitar y pronunciar las mismas palabras que Moisés, ni las de Abrahán acerca de su esclava e Ismael o las referentes al gran Isaac; por necesario o útil que fuera, nadie se animaría a decirlas como propias. Aunque uno se compadeciera de los que sufren y deseara lo mejor, jamás diría con Moisés: ¡Muéstrate a mí! (Ex 33,13), o tampoco: Si les perdonas su pecado, perdónaselo; si no se lo perdonas, bórrame del libro que tú has escrito (Ex 33,12). Aun en el caso de los profetas, nadie emplearía personalmente sus oráculos para alabar o reprender a aquellos que se asemejan por sus acciones a los que ellos reprendían o alababan; nadie diría: ¡Vive el Señor, en cuya presencia estoy hoy! Quien toma en sus manos esos libros, ve claramente que dichas palabras deben leerse no como personales, sino como pertenecientes a los santos y a los objetos de los cuales hablan. Los Salmos, ¡cosa extraña!, salvo lo que concierne al Salvador y las profecías sobre los paganos, son para el lector palabras personales, cada uno las canta como escritas para él y no las toma ni las recorre como escritas por otro ni tampoco referentes a otro. Sus disposiciones de ánimo son las de alguien que habla de sí mismo. Lo que dicen, el orante lo eleva hacia Dios como si fuera él quien hablara y actuara. No experimenta temor alguno ante estas palabras, como ante las de los patriarcas, de Moisés o de los otros profetas, sino que más bien, considerándolas como personales y escritas referidas a él, encuentra el coraje para proferirlas y cantarlas. Sea que uno cumpla o quebrante los mandamientos, los Salmos se aplican a ambos. Es necesario, en cualquier caso, sea como transgresor, sea como cumplidor, verse como obligado a pronunciar las palabras escritas sobre cada cual.
2.Me parece que las palabras de los Salmos son para quien las canta como un espejo en el que se reflejan las emociones de su alma para que así, bajo su efecto, pueda recitarlos. Hasta quien solo los escucha, percibe el canto como referido a él: o bien, convencido por su conciencia y compungido se arrepiente; o bien, oyendo hablar de la esperanza en Dios y del auxilio concedido a los creyentes, se alegra de que le haya sido otorgado y prorrumpir en acciones de gracias a Dios. Así, por ejemplo, ¿canta alguno el salmo tercero? Reflexionando sobre sus propias tribulaciones, se apropiara de las palabras del salmo. Así mismo, leerá al Sal 11 y al Sal 16 de acuerdo a su confianza y oración; el recitado del será expresión de su propia penitencia; el Sal 50 Sal 53 Sal 55 Sal 100 y el Sal 41 expresan sus sentimientos sobre la persecución de la que él es objeto; son sus palabras las que le cantan al Señor. Así pues, cada salmo sin entrar en mayores detalles, podemos decir que está compuesto y es proferido por el Espíritu, de modo que en esas mismas palabras, como ya lo dije antes, podamos captar los movimientos de nuestra alma y nos las hace decir como provenientes de nosotros, como palabras nuestras, para que trayendo a la memoria nuestras emociones pasadas, reformemos nuestra vida Espiritual. Lo que los salmos dicen puede servirnos de ejemplo y de patrón de medida.
3. Esto también es don del Salvador: hecho hombre por nosotros, ofreció por nosotros su cuerpo a la muerte, para librarnos a todos de la muerte. Queriendo mostrarnos su manera celestial y perfecta de vivir la plasmo en sí mismo para que no seamos ya fácilmente engañados por el enemigo, ya que tenemos una prenda segura en la victoria que en favor nuestro obtuvo sobre el diablo. Es por esta razón que no solo enseno, sino que practico su enseñanza, de modo que cada uno lo escuche cuando habla y mirándolo, como se observa un modelo, acepte de él el ejemplo, como cuando dice: Aprendan de mi, que soy manso y humilde de corazón (Mt 11,29). No podrá hallarse enseñanza más perfecta de la virtud que la realizada por el Salvador en su propia persona: paciencia, amor a la humanidad, bondad, fortaleza, misericordia, justicia, todo lo encontraremos en él y nada tienes ya que esperar, en cuanto a virtudes, al mirar detenidamente su vida. Pablo lo decía claramente: Sean imitadores míos, como yo lo soy de Cristo (1Co 11,1). Los legisladores, entre los griegos, tienen gracia únicamente para legislar; el Señor, cual verdadero Señor del universo, preocupado por su obra, no solamente legisla, sino que se da como modelo para que aquellos que lo desean, sepan cómo actuar. Aun antes de su venida entre nosotros, lo puso de manifiesto en los Salmos, de manera que al igual que nos proveyó de la imagen acabada del hombre terrenal y del celestial en su propia persona, también en los Salmos, aquel que lo desea, puede aprender y conocer las disposiciones del alma, encontrando como curarlas y rectificarlas.
4. Hablando con mayor precisión, puntualicemos entonces que si bien toda la Escritura divina es maestra de virtud y de fe auténtica, el libro de los Salmos ofrece, además un perfecto modelo de vida Espiritual. Al igual que quien se presenta ante un rey asume las correctas actitudes corporales y verbales, no sea que apenas abra la boca, sea arrojado fuera por su falta de compostura, también a aquel que corre hacia la meta de las virtudes y desea conocer la conducta del Salvador durante su vida mortal, el sagrado Libro lo conduce primero, a través de la lectura, a la consideración de los movimientos del alma, y a partir de allí va representando sucesivamente el resto, enseñando a los lectores gracias a dichas expresiones. En este libro llama la atención que algunos salmos contengan narraciones históricas, otros admoniciones morales, otros profecías, otros suplicas y otros, todavía, confesión.

R. P. Emiliano Díaz, Catedral de San Pedro y San Pablo México

¡Cristo ha Resucitado!

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¡Cristo ha Resucitado!

El pasado 19 y 20  de Abril del 2014 S.E.R Antonio Chedraoui celebró la Pascua de Resurrección, la noche del día sábado 19 celebró la Vigilia Pascual  en la Catedral de San Jorge y el medio día del domingo 20 de Abril en la Catedral de San Pedro y San Pablo

En la Homilía del Domingo Su Eminencia felicitó a todas las familias de la comunidad Ortodoxa por la Resurrección de Cristo  y pidió que sigamos orando por S.E. Metropolita Pablo Yazigy y S.E. Metropolita Youhanna Ibrahim  Arzobispos que fueron secuestrados en Siria, Alepo, hace ya  un año.

De parte de Su Eminencia reciban un afectuoso saludo de felicitación por la Resurrección de Cristo la fiesta de las fiestas y suplicamos al Resucitado de entre los muertos, nuestro Dios y Salvador, que su Luz ilumine al mundo entero otorgando tranquilidad, amor, paz y prosperidad, dejando atrás todas las maldades humanas que ha limpiado con su divina Sangre.

 

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