Los días del 16 al 18 de abril marcarán la historia de la Iglesia Ortodoxa en Sudamérica, por la realización de la “Primera Asamblea Episcopal de las Iglesias Ortodoxas en Sudamérica” en la sede del Arzobispado Antioqueno de San Pablo (Brasil); anfitrión de la misma estuvo S.E.R. Monseñor Damaskinos. Participaron de dicha reunión los obispos de todas las Iglesias Ortodoxas (Patriarcado de Constantinopla, Patriarcado de Antioquía, Patriarcado de Moscú, Patriarcado de Rumania), contando con la presencia de 10 jerarcas, faltando únicamente el obispo del Patriarcado de Serbia, por su participación en la reunión del Santo Sínodo Serbio.
El objetivo de la Asamblea fue implementar lo resuelto en la 4ª Conferencia Episcopal en Chambésy (Suiza) en 2009, de las Iglesias Ortodoxas en vista de crear en todo el mundo Asambleas de Obispos para un mayor testimonio de la Ortodoxia y para coordinar trabajo en conjunto en distintas áreas (educación, catequesis, traducciones de textos litúrgicos, relación con las autoridades públicas, etc.). En la reunión se trató de la adopción de una versión en español de los documentos aprobados en Chambésy, y se presentó la situación de cada Iglesia Ortodoxa en Sudamérica. La Asamblea estableció un Comité Ejecutivo, cuyos integrantes son S.E.R. Monseñores: Athenágoras de México (Presidente, Patriarcado de Constantinopla), Antonio de México (1er Vice-presidente, Patriarcado de Antioquía), Platón de Buenos Aires (2do Vice-presidente, Patriarcado de Moscú), Siluan de Buenos Aires (Secretario, Patriarcado de Antioquía), y Tarasios de Buenos Aires (Miembro, Patriarcado de Constantinopla). Al finalizar las deliberaciones, la Asamblea elevó una serie de recomendaciones a fin de ser tratadas a nivel inter-ortodoxo.
Sin lugar a dudas, la cima de la reunión fue la celebración de la divina liturgia dominical en la Catedral Antioquena de San Pablo que contó con la participación de todas las comunidades ortodoxas de San Pablo, y dignatarios representando a distintas autoridades tanto públicas, como religiosas y sociales.
La Asamblea saludó especialmente al Presidente de Brasil, Luis Ignacio Lula Da Silva, por la diligencia y deferencia que ha tenido en expresar, a través de su comunicado dirigido a la Asamblea, las palabras por el éxito de esta primera reunión y los buenos deseos para los frutos a favor de las comunidades en toda Suramérica. También, la Asamblea agradeció a S.E.R. Monseñor Damaskinos por su fraternal acogida, hospitalidad y diligencia en la organización, y también a todas las entidades de la colectividad sirio-libanesa de San Pablo por el cariño y la atención para con los participantes de la Asamblea.