San Anfiloquio, obispo de Iconio
23 de Noviembre
San Anfiloquio, que nació en Capadocia, brilló en ascetismo y conocimiento divino incluso desde su juventud. Fue consagrado obispo de Iconio en el 341, luchó valientemente contra las blasfemias de Eunomio, Macedonia, el enemigo del Espíritu Santo, y los seguidores de Arrio. Fue uno de los 150 Padres que participaron en el Segundo Concilio Ecuménico, que tuvo lugar en Constantinopla, convocado durante el reinado de Teodosio el Grande en el año 381.
En 383, Anfiloquio quiso persuadir al emperador Teodosio para que prohibiera a los arrianos reunirse en Constantinopla y comprometer a las iglesias con los ortodoxos, pero el emperador era reacio a hacer tal cosa. La próxima vez que Anfiloquio entró en el palacio, se dirigió a Teodosio con el honor apropiado, pero despreció a su joven hijo Arcadio en su presencia. Teodosio estaba indignado y dijo que la deshonra mostrada a su hijo era igualmente un insulto para sí mismo. A esto San Anfiloquio respondió que como sufría el insulto a su hijo, debería imaginar que Dios estaría molesto con aquellos que blasfeman contra Su Unigénito. Teodosio entendió y admiró el ingenioso proceder de san Anfiloquio, y emitió el edicto deseado en septiembre del mismo año.
San Anfiloquio, habiendo alcanzado una avanzada edad, reposó en paz alrededor del año 395. San Basilio el Grande escribió muchas cartas a San Anfiloquio, su amigo y compañero campeón de la Fe, y a petición suya escribió su tratado Sobre el Espíritu Santo, que Además de demostrar la divinidad del Espíritu Santo y su igualdad con el Padre y el Hijo, defiende las antiguas tradiciones no escritas de la Iglesia, como hacer la señal de la Cruz, volverse hacia el Este en oración, no arrodillarse el domingo, etc.
Tropario, tono 4
Oh Dios de nuestros Padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no retires de nosotros tu misericordia, mas por sus oraciones, guía nuestra vida en paz.