San Hilarión el Grande de Palestina
21 de Octubre

San Hilarión nació en Tabatha, cerca de Gaza en Palestina, de padres paganos. Enviado de joven a Alejandría para ser educado, aprendió la fe cristiana y fue bautizado. Mientras estaba en Egipto escuchó la fama de San Antonio el Grande, y al encontrarse con ese hombre verdaderamente grandioso, el Padre de los monjes, San Hilarión decidió dedicarse también a la vida ascética. Regresó a Gaza, donde se entregó al ayuno extremo y la oración incesante. Debido a los milagros que pronto comenzó a obrar, se vio obligado por su creciente renombre a abandonar Gaza, a escapar de las multitudes de personas que venían a pedir sus oraciones. En sus viajes visitó Egipto y volvió con nostalgia al lugar donde había vivido San Antonio; pero no pudo permanecer en ningún lugar por mucho tiempo, ya que, a pesar de todos sus intentos de ocultarse, la luz de la gracia que había en él no podía ocultarse. Después de pasar por Egipto y Libia, y navegar hacia Sicilia, llegó por fin a Chipre, donde terminó el curso de su vida a la edad de ochenta años, en el año 372. San Hilarión fue sepultado en las cercanías de Pafos, pero San Hesiquio se apoderó secretamente de los restos de su maestro y los trasladó a su ciudad natal.

Tropario, tono 8

Con la efusión de tus lágrimas, regaste el desierto estéril; y por los suspiros profundos, tus fatigas dieron frutos cien veces más, volviéndote un astro del universo, brillante con los milagros. ¡Oh nuestro justo padre Hilarión, suplícale a Cristo Dios que salve nuestras almas!

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Padre Juan R. Méndez ()

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