Los 14,000 niños inocentes asesinados por órdenes de Herodes en Belén

Los 14,000 niños inocentes asesinados por órdenes de Herodes en Belén

29 de Diciembre

Herodes, llamado “el Grande”, gobernaba al pueblo judío, dominado por Roma, por la época en que nació Nuestro Señor Jesucristo. Herodes era idumeo, es decir que no era un judío perteneciente a la casa de David o de Aarón, sino descendiente del pueblo al que Juan Hyrcan obligó a abrazar el judaísmo; si ocupaba el trono de Judea, era por un favor especial de la casa imperial de Roma. Por lo tanto, desde que oyó decir que ya habitaba en el mundo un ser “nacido como rey de los judíos” al que tres sabios magos del oriente habían venido a adorar, Herodes estuvo inquieto y vivió en el temor de perder su corona. En consecuencia, convocó a los sacerdotes y escribas para preguntarles en qué lugar preciso debía nacer el esperado Mesías. La respuesta unánime fue: “En Belén de Judá.” Más atemorizado que nunca, realizó toda clase de diligencias para encontrar a los magos que habían venido de oriente en busca del “rey” para rendirle homenaje. Una vez que encontró a los magos, los interrogó secretamente sobre sus conocimientos, los motivos de su viaje, sus esperanzas, hasta que, por fin, les recomendó que fuesen a Belén y los despidió con estas palabras: “Id a descubrir todo lo que haya de cierto sobre ese niño. Cuando sepáis dónde está, venid a decírmelo, a fin de que yo también pueda ir a adorarle.” Pero los magos recibieron en sueños la advertencia de no informar a Herodes, de suerte que, tras haber adorado al Niño Jesús, hicieron un rodeo para regresar a oriente por otro camino. Al mismo tiempo, Dios, por medio de uno de sus ángeles, mandó a José que tomase a su esposa María y al Niño y que huyese con ellos a Egipto, “porque sucederá que Herodes buscará al Niño para destruirlo.”

“Entretanto, Herodes, al verse burlado por los magos, se irritó sobremanera y mandó matar a todos los niños que había en Belén y sus contornos, de dos años abajo, conforme al tiempo de la aparición de la estrella, que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo que predijo el profeta Jeremías cuando anunciaba: “En Rama se oyeron las voces, muchos lamentos y alaridos. Es Raquel que llora a sus hijos, sin hallar consuelo, porque ya no existen.” (Mat. 2:18).
Esta fiesta de los Santos Niños, se ha observado en la Iglesia desde el siglo quinto. La Iglesia los venera como mártires que no sólo murieron por Cristo, sino en lugar de Cristo.

Tropario, tono 1

Sé propicio oh Señor, y por los sufrimientos soportados por tus santos mártires, te suplicamos que sanes nuestro dolor.

Celebración de Navidad

El pasado 24 de Diciembre S. E. Metropolita Ignacio celebró la Divina Liturgia de Navidad en la Catedral de San Jorge acompañado por el Clero de la Catedral de San Jorge y el Clero de la Catedral de San Pedro y San Pablo. En su homilía Monseñor Ignacio felicitó a las familias de la Arquidiócesis por la celebración de la Natividad de Nuestro Señor. Posteriormente el miércoles 25 de Diciembre Su Eminencia Celebró la Divina Liturgia en la Catedral de San Pedro y San Pablo en la cual también fue acompañado por el Clero de ambas catedrales, la homilía estuvo a cargo del R. Archimandrita Andrés Marcos Vicario Episcopal de la Arquidiócesis. Posteriormente al finalizar la Celebración llegó Santa Claus para repartir dulces a los niños que asistieron y tomarse fotos con ellos.

Los 20,000 mártires quemados en Nicomedia

Los 20,000 mártires quemados en Nicomedia

28 de Diciembre

En el siglo VI, cuando gobernaba Diocleciano y Máximo en Nicomedia había muchos cristianos. El obispo Antimo hombre digno e infatigable, noche y día rezaba por las almas de sus fieles. Este progreso cristiano aumento la envidia de los idolatras y quisieron eliminar las iglesias cristianas, especialmente a las más grandes y céntricas de la ciudad. Para esto organizaron para la fiesta de Navidad, hacer una matanza de cristianos en Nicomedia, los fieles mientras tanto, sin conocer esto, se habían reunido para festejar el nacimiento de Cristo.

El obispo, al informarse que estaban rodeados por un ejército y ciudadanos idolatras armados, ordenó que se realice rápidamente el misterio de la Comunión. Luego bautizó a los catecúmenos para que tuviesen una salvación segura.

Entonces los idolatras prendieron fuego al templo, donde pereciendo miles de creyentes, pero este trágico hecho no disminuyo el número de miembros de la iglesia, por el contrario, multiplicó aún más las personas que abrazaban la fe. Esta situación nos recuerda las palabras de Nuestro Señor Jesucristo que dijo:” edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

Tropario, tono 2

Bienaventurada la tierra que bebió su sangre, oh galardonados del Señor, y santos los tabernáculos que recibieron su espíritu; porque en el estadio triunfaron sobre el enemigo, y proclamaron a Cristo con valentía. Suplíquenle a Él que es Bueno, que salve nuestras almas.

Santo Protomártir y Archidiácono Esteban

Santo Protomártir y Archidiácono Esteban

27 de Diciembre

San Esteban pertenecía a una familia judía, que vivía fuera de la Tierra Santa. Estos judíos eran llamaban helenistas porque cultivaban la cultura griega, que dominaba en el imperio romano. Después que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, la iglesia empezó a crecer rápidamente y se presentó la necesidad de preocuparse por los huérfanos, viudas y pobres en general, quienes fueron bautizados. Los apóstoles ofrecieron a los cristianos de elegir entre ellos a siete hombres calificados para preocuparse por los necesitados. Después de consagrar a estos siete hombres como diáconos (es decir ayudantes, colaboradores) los apóstoles los nombraron como sus ayudantes más cercanos. Entre ellos se destacaba, por su inquebrantable fe y facilidad de palabra, el joven Esteban llamado archidiácono que quiere decir, el primer diácono. Muy pronto los diáconos, además de la ayuda a los pobres empezaron a participar en las oraciones y en las ceremonias religiosas.
Esteban predicaba la palabra de Dios en Jerusalén. Fundamentaba la verdad de sus palabras con milagros y prodigios. Su éxito fue muy grande y esto provocó el odio de los fariseos, rigurosos defensores de la ley de Moisés. Ellos lo agarraron y lo llevaron a Sanedrín, supremo tribunal de los judíos. Ahí, los fariseos presentaron a falsos testigos, quienes aseguraban que el ofendía a Dios y al profeta Moisés en sus predicaciones. Justificándose delante del Tribunal, san Esteban expuso delante de Sanedrín la historia del pueblo judío y demostró, citando los ejemplos, como los judíos siempre se oponían a Dios y mataban a los profetas que Él enviaba. Escuchándolo los miembros del Tribunal se exasperaron más y se encolerizaron. En este momento Esteban vio que se abría el Cielo sobre él y exclamo: “Veo al Hijo del Hombre a la diestra de Dios.” (Hechos (7: 60). Los miembros del Sanedrín se tapaban los oídos, se tiraron sobre Esteban y lo arrastraron fuera de la ciudad. Ahí, de acuerdo a la ley, los falsos testigos fueron los primeros en lapidarlo. Un joven llamado Saulo asistía custodiando los mantos de los lapidadores.
Cayendo bajo la lluvia de las piedras, Esteban exclamó: ” Señor, no les imputes este pecado y reciba mi alma.” Todo lo acontecido y lo dicho por Esteban en Sanedrín lo describió el evangelista Lucas en el libro “Hechos de los apóstoles” capitulo 6:8.
Así, el archidiácono Esteban fue el primer mártir por Cristo en el año 34, después del nacimiento de Jesús Cristo.

Tropario, tono 4
Por las luchas que sufriste por Cristo Dios, una diadema real corona tu cabeza, oh Primer Campeón de los Mártires. Porque refutaste la locura de los judíos y viste a tu Salvador a la derecha del Padre. Por lo tanto suplícale incesantemente que salve nuestras almas.

Sinaxis de la Santísima Madre de Dios

Sinaxis de la Santísima Madre de Dios

26 de Diciembre

El día después de la Navidad, la Santa Iglesia glorifica y alaba a la Santísima Madre de Dios, que dio a luz a Nuestro Señor, Dios, y Salvador Jesucristo, convirtiéndose en instrumento para nuestra salvación.
Esta fiesta es llamada «sinaxis» porque en ella se congregan todos los fieles para glorificarle, y para celebrar una solemne fiesta universal en su honor.

Condaquio de la Sinaxis de la Madre de Dios, tono 6

Aquél que, antes de la estrella de la mañana, nació del Padre sin participación de una madre; hoy se encarna de Ti, sobre la tierra sin participación de un padre. Por esto la estrella anuncia la nueva a los magos; y los Ángeles con los pastores alaban Tu Alumbramiento puro, ¡Oh Llena de gracia!

Foro de preguntas. Tu Ortodoxia: 02. La Navidad

“Tu Ortodoxia” es una serie producida, con la Bendición de Su Eminencia Reverendísima Arzobispo Ignacio Samaán, por el equipo de Ediciones Barek (México) con el objetivo de responder inquietudes o preguntas de nuestra amada feligresía con respecto a temas de la vida cotidiana relacionados con la vida cristiana.
En la segunda entrega de esta serie la Licenciada Cecilia Richards conversa con El Arzobispo Ignacio Samaán sobre “La Navidad”

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Natividad de nuestro Señor, Gran Dios y Salvador Jesucristo/Conmemoración de la Adoración de los Magos y los Pastores que fueron a adorar al Señor

Natividad de nuestro Señor, Gran Dios y Salvador Jesucristo/Conmemoración de la Adoración de los Magos y los Pastores que fueron a adorar al Señor

25 de Diciembre

Nuestro Salvador nació en Belén, una ciudad de Judea, donde José había venido de Nazaret de Galilea, junto con María su prometida, que estaba en cinta, para cumplir con lo decretado en esos días por el emperador Augusto: todos debían registrarse en el censo de los súbditos de Roma. Por lo tanto, cuando llegó el momento de dar a luz a la Virgen, y dado que debido a la gran multitud no había lugar en la posada, las circunstancias de la Virgen los obligaron a entrar en una cueva que estaba cerca de Belén. Teniendo como refugio un establo de bestias irracionales, dio a luz allí, envolvió al Niño y lo puso en el pesebre (Lucas 2: 1-7). A partir de esto, la tradición nos ha llegado a decir que cuando Cristo nació, fue recostado entre dos animales, un buey y un asno, para que se cumplieran las palabras del Profeta: “El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no discierne” (Isaias1:3).
Pero mientras la tierra le dio al Salvador recién nacido una recepción tan humilde, el Cielo en lo alto celebró majestuosamente Su venida salvadora del mundo. Una estrella maravillosa, brillando con un brillo poco común y siguiendo un curso extraño, llevó a los Magos del Este a Belén para adorar al Rey recién nacido. Ciertos pastores que estaban en el área de Belén, que vigilaban mientras cuidaban sus ovejas, fueron repentinamente rodeados por una luz extraordinaria, y vieron ante ellos un Ángel que les proclamó las buenas nuevas de la alegre Natividad del Señor. Y enseguida, junto con este Ángel, vieron y escucharon a toda una hueste de los Poderes Celestiales alabando a Dios y diciendo: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2: 8-14).

Tropario, tono 4

Tu nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, pues los que adoraban a los astros, aprendieron por la estrella a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte, Oriente de lo alto: ¡Señor, gloria a Ti!

Virgen Mártir Eugenia de Roma y compañeros mártires

Virgen Mártir Eugenia de Roma y compañeros mártires.

24 de Diciembre

Eugenia nació en Roma, y era hija de Felipe, eparca de todo Egipto. En aquel tiempo, los cristianos habían sido expulsados de Alejandría y vivían en los alrededores de la ciudad. La doncella Eugenia visitaba a los cristianos y recibió la fe con todo su corazón. Huyó de sus padres con sus dos fieles eunucos, fue bautizada por el Obispo Elías, y vistiendo ropas de hombre, se marchó a un monasterio de hombres donde recibió el hábito monástico. Tanto purificó su corazón a través del ascetismo voluntario que recibió de Dios el don de sanar a los enfermos, y así sano a una mujer rica llamada Melantia. Después de esto, empero, esta mujer concibió una pasión impura por Eugenia, sin sospechar que era una mujer. Al ser firmemente rechazada por Eugenia, esta malvada mujer, por vengarse, fue ante el eparca y la calumnió, así como la esposa de Potifar calumnió al casto José (cfr. Génesis 39). El eparca ordenó que todos los monjes fuesen atados y arrojados a la cárcel junto con Eugenia. Cuando todos fueron llevados a juicio, Eugenia se reveló a su padre como su hija. Felipe, grandemente regocijado, fue bautizado con toda su casa, y fue escogido como obispo de Alejandría. Oyendo de esto, el emperador romano ordenó a un malvado general llamado Terencio, el cual mató a Felipe en secreto al llegar a Alejandría. Entonces Eugenia se mudó a Roma con su madre y sus hermanos. En Roma, valiente y celosamente convirtió paganos a la fe verdadera, especialmente doncellas, y de este modo trajo a la fe a una hermosa doncella llamada Basilia. Esta, pronto fue degollada por Cristo, como Eugenia había profetizado, y entonces sus dos eunucos, Proto y Jacinto, fueron degollados. Finalmente el martirio llegó a Eugenia, cuya presencia había causado que el templo de Diana cayera en ruinas. Los verdugos primero la arrojaron al agua y después al fuego, pero Dios la preservó. El Señor Jesús mismo se le apareció en la cárcel, y le dijo que habría de sufrir el día de su Natividad. Y así ocurrió: Eugenia fue degollada con espada en Roma el 25 de diciembre del año 262. Después de su muerte, Eugenia se apareció a su madre en gran gloria, y la consoló.

Tropario,  tono 3

Siendo místicamente movida por el Espíritu, cantaste las alabanzas de Dios, recibiendo así la clara luz del conocimiento divino en tu corazón; y brillando como el sol con una vida justa, venciste al diablo en el martirio. Oh Eugenia, tú, la más gloriosa Mártir del Señor, suplica a Cristo Dios que nos conceda su gran misericordia.

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