Los santos mártires lucharon por Cristo durante el reinado de Diocleciano, en el año 296 o 304. Taraco, de avanzada edad, había nacido en Roma, y como sus dos compañeros era soldado; Probo era de Side en Panfilia y Andronico de Éfeso. Fueron tomados juntos en Cilicia y sometidos a múltiples torturas extremadamente crueles. A Taraco lo golpearon en las mejillas y el cuello con piedras, le quemaron las manos, lo colgaron en un poste y le pusieron humo debajo para ahogarlo; introdujeron a la fuerza vinagre por sus fosas nasales; Después de soportar más torturas, su cuerpo fue cortado en pedazos. Probo fue azotado con látigos, sus pies fueron quemados con hierros al rojo vivo, su espalda y costados fueron perforados con una parrilla caliente; finalmente también fue cortado con cuchillos y recibió la corona del martirio. Andrónico sufrió torturas similares, y también terminó su carrera siendo cortado en pedazos, encomendando su alma en las manos de Dios.
Tropario tono 4, del común de Mártires
Tus mártires, oh Señor, * han obtenido de ti * coronas de incorrupción * en su lucha, Dios nuestro. * Al tener, pues, tu fuerza, * han vencido a tiranos * y aplastado de los demonios * su abatida insolencia. * Por sus intercesiones, oh Cristo Dios, * salva nuestras almas.
San Simeón el Nuevo Teólogo
San Simeón el Nuevo Teólogo nació en el año 949 en la ciudad de Galatea (Paflagonia) y se educó en Constantinopla. Su padre lo preparó para una carrera en la corte y durante cierto tiempo el joven ocupó una posición alta en la corte imperial. A los catorce años conoció en el monasterio de Studion al famoso anciano Simeón el Piadoso, quien tendría una gran influencia en su desarrollo espiritual. Permaneció en el mundo durante varios años preparándose para la vida monástica bajo la guía del anciano y finalmente ingresó en el monasterio a la edad de veintisiete años.
San Simeón el Piadoso recomendó al joven los escritos de San Marcos el Asceta (5 de marzo) y otros escritores espirituales. Leyó estos libros con atención y trató de poner en práctica lo que leía. Tres puntos planteados por San Marcos en su obra “Sobre la ley espiritual” lo impresionaron particularmente. En primer lugar, si quieres que tu alma sane, debes escuchar a tu conciencia y hacer lo que te diga. En segundo lugar, sólo cumpliendo los mandamientos se puede obtener la acción del Espíritu Santo. En tercer lugar, quien ora sólo con el cuerpo y sin conocimiento espiritual es como el ciego que gritó: «Hijo de David, ten misericordia de mí» (Lucas 18:38). Sin embargo, cuando el ciego recuperó la vista, llamó a Cristo Hijo de Dios (Juan 9:38).
El Enemigo de nuestra salvación incitó a los hermanos del monasterio contra San Simeón, que era indiferente a las alabanzas o reproches de los demás. Debido al creciente descontento en el monasterio, San Simeón fue enviado al Monasterio de San Mamas en Constantinopla.
Allí fue tonsurado en el esquema monástico y aumentó sus luchas espirituales. Alcanzó un alto nivel espiritual y aumentó su conocimiento de las cosas espirituales mediante la lectura de las Sagradas Escrituras y los escritos de los Padres, así como en la conversación con los santos ancianos.
Alrededor del año 980, San Simeón fue nombrado igumeno del monasterio de San Mamas y continuó en este cargo durante veinticinco años. Reparó y restauró el monasterio, que había sufrido abandono, y también puso orden en la vida de los monjes.
La estricta disciplina monástica, por la que se esforzó san Simeón, provocó un gran descontento entre los hermanos. Una vez, después de la liturgia, algunos de los monjes lo atacaron y casi lo mataron. Cuando el Patriarca de Constantinopla los expulsó del monasterio y quiso entregarlos a las autoridades civiles, san Simeón pidió que se los tratara con indulgencia y se les permitiera vivir en el mundo.
Hacia el año 1005, san Simeón renunció a su cargo de abad en favor de Arsenio, mientras que él mismo se estableció en paz cerca del monasterio. Allí compuso sus obras teológicas, fragmentos de las cuales aparecen en la Filocalia.
Las sublimes enseñanzas de San Simeón sobre los misterios de la oración mental y la lucha espiritual le han valido el título de “el Nuevo Teólogo”.
Algunas de estas enseñanzas, que no fueron invención de san Simeón, sino simplemente se habían olvidado, parecían inaceptables y extrañas para sus contemporáneos. Esto provocó un conflicto con las autoridades eclesiásticas de Constantinopla, y san Simeón fue desterrado de la ciudad. Se retiró al otro lado del Bósforo y se instaló en el antiguo monasterio de santa Macrina.
El santo durmió pacíficamente en el Señor en el año 1021. Durante su vida recibió el don de hacer milagros. Así como numerosos milagros también tuvieron lugar después de su muerte.
Dado que el 12 de marzo fecha de su descanso, cae durante la Gran Cuaresma, la fiesta de San Simeón se trasladó para este día.
Tropario tono 3
Al recibir en ti, padre Simeón, * la divina luz que te envolvió, * te mostraste al mundo cual astro brillantísimo * que de él desvanece las tinieblas * y persuade a todos a que busquen con ímpetu * la gracia del Espíritu. A Él, con tesón, suplícale, * que nos otorgue la gran misericordia.