Apóstoles Silvano y Silas de los Setenta y con ellos Crescencio, Epeneto y Andrónico
San Silas fue colaborador y compañero de trabajo del apóstol Pablo: “Y Pablo escogió a Silas y se fue … y pasó por Siria y Cilicia, confirmando las iglesias” (Hechos 15: 40-41). Más tarde se convirtió en obispo de Corinto, y reposó en paz.
San Silvano se convirtió en obispo de Tesalónica, y también reposó en paz. San Crescencio, a quien San Pablo menciona en su Segunda Epístola a Timoteo (4:10), se convirtió en Obispo de Calcedonia, y trajo a muchos a la Fe.
En cuanto a aquel a quien el Apóstol de las Naciones alaba como “mi amado Epeneto, primicias de Acaya para Cristo” (Romanos 16: 5), se convirtió en Obispo de Cartago, y después de soportar muchas aflicciones de los idólatras, y trayendo a muchos de ellos a Cristo, se fue al Señor.
Por último san Andrónico es también conmemorado el 17 de mayo y es mencionado por san Pablo en la Carta a los Romanos 16: 7.
Tropario, tono 3 del común de los Apóstoles
Oh santos apóstoles, * interceded ante Dios misericordioso * para que otorgue el perdón de las transgresiones a nuestras almas.