Mensaje a la cristiandad

Su Eminencia Antonio Chedraoui Arzobispo Metropolitano de México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe emitió su opinión a los principales diarios de México  sobre la Crisis de los Cristianos en Medio Oriente y dio el siguiente mensaje:

Mensaje a la cristiandad del mundo Septiembre 2013

 ¿Cuál es la suerte de los cristianos del Medio Oriente? Ésta es una pregunta que dirijo a los cristianos del mundo. En verdad que estamos reviviendo el pasado. El Sr. Henry  Kissinger propuso al difunto Presidente de Líbano, Sr. Suleiman Frangieh, en 1973: vaciar Líbano de los cristianos; la misma propuesta hizo el Expresidente Sarkozy, de Francia, a Su Beatitud el actual Patriarca Maronita.

Después de la primera proposición, Estados Unidos nos regaló la guerra de 1975 y como resultado de la segunda propuesta, con el olor a petróleo y a las armas químicas que regalaron los Estados Unidos y los países petroleros a verdaderos asesinos para matar a verdaderos inocentes: sacerdotes y civiles desarmados, como son los cristianos; secuestrar a dos Arzobispos, desde hace 4 meses, tratándolos de la peor manera, secuestro perpetrado por estos grupos y el mismo Gobierno Turco, como confesó su Primer Ministro, el señor Ardogan, al Presidente de la República de Líbano. Ministro cuya vida se ha distinguido por estar en contra de los cristianos y otras minorías, Ministro que no ignora que sus anteriores gobernantes abrieron las tumbas de los Patriarcas y Obispos en Estambul y en Esmirna.

Entre otros atropellos y abusos, un grupo de fanáticos se metió  a un monasterio de monjas y niños huérfanos, al monasterio de Santa Tekla- Maalula, que es uno de los más antiguos del Medio Oriente.

El mundo calla, el Sr. Obama, igual que el Sr. Hollande, cierran sus ojos ante lo que está sucediendo echándole la culpa a un gobierno legítimo, y ni siquiera abren la boca para condenar el incendio y destrucción de las iglesias, el asesinato de los sacerdotes, o el llamado de los Muftis (líderes religiosos musulmanes fanáticos) para acabar con las iglesias antiguas y no permitir que se construyan nuevas.

Hoy mismo, quemaron la  iglesia y la escuela de la ciudad de Arbin, ciudad natal del Arzobispo Metropolitano Ortodoxo de Brasil, la cual está bajo el dominio de los grupos asesinos.

Condenan los hechos del 11 de septiembre, pero hoy se alían con sus autores para ir en contra de los cristianos. Los muertos desde su tumba y la sangre derramada ese día fatal exigen justicia al Sr. Obama y al Sr. Hollande.

Nos extraña esta posición inhumana rechazada por todas las religiones. Hay amenazas de guerra. Es inexplicable que los que hablan de libertad y democracia hagan alianza con los caníbales y salvajes, y nos recuerden lo que hizo Chombi cuando se comió el corazón de Lomumba para asegurarse de su muerte.

 ¡Cómo lamentamos que en el siglo 21 sucedan estas cosas, se logren estas alianzas y se amenace con la guerra para  salvaguardar al crimen y a los criminales!

 Su Santidad, el Papa Francisco con todos los líderes religiosos del mundo y la mayoría de los líderes políticos rezan por la paz; mientras los Señores Obama y Hollande hacen sonar tambores de guerra.

Pueden estar seguros que la maldad nunca podrá acabar con el espíritu cristiano de amor y de paz. Pueden estar seguros que la voz de Cristo Crucificado y Resucitado seguirá cimbrando los oídos y removiendo los corazones (si es que aún tienen) de los cultivadores de la maldad, y como Él prometió: siempre estará con sus seguidores, sus cristianos, con su Iglesia.

Antonio Chedraoui

Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Católica Apostólica  Ortodoxa Antioquena de México, Venezuela, Centro América y el Caribe.

 

Boletín del 08/09/2013

Natividad de la Madre de Dios

La Natividad de la Madre de Dios

Oh María, la Joven que dio a luz a Dios,
la Novia que no conoció matrimonio; Hoy, en Tu Natividad,
los confines de la habitada tierra se regocijan.
Porque por ella, soltaste del reproche
la dolorosa esterilidad de Tus padres;
Y con el Parto, anulaste la maldición de Eva, nuestra primera madre.
                                                                                                                           Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 2

audio24Cuando descendiste a la muerte, oh Vida Inmortal,
mataste al Hades con el rayo de tu divinidad,
y cuando levantaste a los muertos del fondo de la tierra,
todos los poderes Celestiales clamaron:
¡Oh Dador de vida, Cristo Dios, gloria a Ti!

Tropario de la Natividad de la  Madre de Dios

Tono 4

audio24Tu Nacimiento, oh Madre de Dios,
anunció la alegría a todo el universo,
porque de ti surgió resplandeciente el Sol de Justicia,
Cristo nuestro Dios, Quien disolviendo la maldición,
nos concedió la bendición, y pisoteando la muerte nos otorgó la vida eterna

Condaquio del Natividad de la Madre de Dios

 Tono 4

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima, Joaquín
y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte,
y tu pueblo lo celebra siendo redimido
de la culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios,
la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Gálatas (6: 11-18)

Hermanos: Miren con qué letras tan grandes les escribo de mi propio puño. Los que quieren ser bien vistos en lo humano, ésos los fuerzan a circuncidarse, con el único fin de evitar la persecución por la cruz de Cristo. Pues ni siquiera esos mismos que se circuncidan cumplen la ley; sólo desean verlos circuncidados para gloriarse en su carne. En cuanto a mí, ¡Dios me libre de gloriarme si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por la cual el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo! Porque en Cristo Jesús, nada cuenta, ni la circuncisión ni la incircuncisión, sino la nueva creación. Y para todos los que se sometan a esta regla, paz y misericordia, lo mismo que para el Israel de Dios.

En adelante, nadie me ocasione penas, pues llevo sobre mi cuerpo las señales del Señor Jesús. Hermanos, que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con su espíritu. Amén.

Evangelio según San Juan (3: 13-17)

Dijo el Señor: «Nadie ha subido al Cielo, sino Aquél que descendió del Cielo, a saber, el Hijo del hombre que está en el Cielo. Y como Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, así también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado, para que todo aquél que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, a fin de que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que por su medio el mundo se salve.»

Mensaje Pastoral

La Natividad de la Virgen

8 de septiembre

Icono-Natividad-MariaDe acuerdo con el plan divino, Dios dejó a Joaquín y Ana sin descendencia hasta que pasaron la edad de la fertilidad. Mas posteriormente, por sus ruegos, lágrimas y oraciones, les otorgó lo que esperaron toda su vida; así vino María, la virgen, fruto de la gracia, bendición y ternura divinas.

Ciertamente, todo el Antiguo Testamento es la historia de la intervención de Dios con su pueblo, preparándolo para recibir la Divina Providencia. El nacimiento de la Virgen es cumplimiento de esta intervención, mejor dicho, es su plenitud. En verdad María es el objeto de la historia de la Salvación; es la conclusión de una historia de amor y obediencia; es la plenitud de una historia de  esperanza y respuesta.

La santidad de la antigüedad dio como fruto a la mujer por cuya humildad y entrega a la divina Voluntad, la naturaleza humana aceptaría la Encarnación de Dios.

Nuestra alegría con María, no es sino gozo en el Señor, pues su valor brota de que ella es la Madre de Dios. Por ello todos los cánticos e iconos de la Iglesia recuerdan a la Virgen siempre junto a su Hijo Dios, nunca sola, pues Él la hizo Madre de la Vida como a la Iglesia Fuente de Vida.

Los himnos en la fiesta de la Natividad de la Virgen expresan suma alegría, ya que con la resolución de la esterilidad de los abuelos del Señor, se resolvió la esterilidad de la humanidad. Si Ana y Joaquín fueron representantes del mundo estéril, María es la imagen del mundo fértil, de la nueva creación: de la Iglesia.

Nuestra Fe y Tradición

Sobre el Nacimiento de la Virgen María

 (8 de septiembre)

icono-de-la-natividad-de-la-santicc81sima-virgen-maricc81aEl ocho de septiembre, la Iglesia celebra la Natividad de la Virgen. Prácticamente con esta solemnidad gozosa, se abre el calendario eclesiástico ortodoxo –el día primero de este mes comienza el Año Nuevo litúrgico- y se da inicio a las grandes celebraciones que, a lo largo del año, conmemoran la realización de los misterios de salvación.

Hoy, nos dice San Andrés de Creta, alégrense en verdad todas las cosas y salte de gozo la naturaleza. Esta es la Madre de Dios, María, cuyo nombre fue pronunciado por Dios mismo y de cuyo vientre salió el Dios excelso hecho carne, en ella se construyó Él para sí un nuevo y maravilloso templo, pues ella, al dar a luz, no perdió la integridad de su seno y Él, para nacer, no precisó simiente. Era efectivamente Dios, si bien quiso nacer en la carne, aunque sin unión carnal, ni dolores de parto, de modo que siendo María de verdad madre, se libró de estas cosas propias de las madres, criando ella maravillosamente, con su leche, a Aquél al que había dado a luz sin concurso de varón.

Siendo virgen, concibió sin semilla alguna, permaneció virgen intacta y, aún después del parto, conservó íntegros los sellos de la virginidad. Por lo tanto, con razón es proclamada Madre de Dios, es glorificada su virginidad, es venerada su maternidad y Dios, unido a los hombres y manifestado en la carne, le entrega el honor de su propia gloria.

Exulte el cielo desde arriba y las nubes derramen la justicia; los montes destilen dulzura y regocíjense las colinas (Is. 45,8 y Jl. 3,18), porque el Señor ha tenido misericordia de su pueblo, habiendo suscitado para nosotros, en la casa de David su siervo, una fuerza de salvación (Lc.1,69) que es la Virgen purísima, que no conoció varón y de la cual nació Cristo, salvación y esperanza de los pueblos.

Vida de Santos

Justos Joaquín y Ana.

9 de septiembre

Al día siguiente del nacimiento de la Purísima Virgen María, la Iglesia conmemora el día de sus padres — justos Joaquín y Ana. Joaquín provenía del reySanti_gioacchino_e_anna David. Muchos descendientes de David vivían con la esperanza de que en la familia iba a nacer el Mesías, porque Dios le prometió a David que en su generación iba a nacer el Salvador del mundo. Ana descendía por parte de padre del sacerdote Aarón y por parte de madre del ramal de Judas.

Los esposos pasaron toda su vida en la ciudad de Galilea , Nazareth. Sobresalían por su vida virtuosa y buenas obras. Su mayor pena era la falta de hijos.. Sin embargo como lo dicen las profecías, Joaquín llevó sus ofrendas al templo de Jerusalén, pero el sumo pontífice se negó a recibirlo, acusando la ley, que no permite recibir ofrendas de personas que no dejasen descendencia en Israel. Muy duro fue soportar en el templo esta ofensa a los esposos, donde esperaban encontrar alivio para sus penas. Pero ellos a pesar de su edad madura, sin rencor continuaban pidiendo a Dios, hacer un milagro y enviarles un niño.

Al fin el Señor oyó sus oraciones y envió al arcángel Gabriel para avisar a Ana que ella iba a concebir un niño. Y realmente prontamente Ana concibió y nació una niña. Alegrándose los padres La llamaron María. De esta forma el generoso Dios gratificó la fe y paciencia de los esposos y les dio una Hija, quien trajo la bendición a todo el género humano!

Sentencias de los Padres del Desierto

  • Dijo un anciano: «Esto es lo que Dios examina en el hombre: el pensamiento, la palabra y la obra».
  • Dijo también: «El hombre necesita esto: temer el juicio de Dios, odiar el pecado, amar la virtud y orar continuamente a Dios».
  • Decía un anciano: «La humildad no se enfada, ni enfada a nadie»

Divina Liturgia y Trisagio por la Familia Salomón

El pasado domingo 1 de Septiembre Su Eminencia Reverendísima Antonio Chedraoui  Celebro la Divina Liturgia en honor a la Familia Salomón,  las intenciones de la misa fueron por los integrantes de la familia tanto vivos como difuntos. En su Homilía  S.E. Antonio recordó a varios integrantes de la familia Salomón y agradeció su apoyo y participación dentro de la Iglesia. También Su Eminencia agradeció a la familia Salomón por haber escogido un día del año para conmemorar, dar gracias a Dios y ofrecer esta celebración e invitó a las demás familias para escoger un día para conmemorar a los suyos.

 

Boletín del 01/09/2013

Año Nuevo (Eclesiástico)

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Los hijos de Zebedeo, Pedro, Natanael, Tomás y otros dos,
se encontraban pescando en el lago de Tiberiades,
a la orden de Cristo, arrojaron sus redes al lado
derecho pescando en abundancia. Cuando Pedro reconoció a Cristo,
se acercó a Él nadando, esta fue la tercera aparición del Señor
al enseñarles el pan y el pescado Sobre las brasas.
                                                                                                   Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 1

audio129Cuando la piedra fue sellada por los judíos
y tu purísimo cuerpo fue custodiado por los guardias,
resucitaste al tercer día, oh Salvador,
concediendo al mundo la vida. Por lo tanto,
los poderes celestiales clamaron a Ti: Oh Dador de Vida,
Gloria a tu Resurrección, oh Cristo, gloria a tu Reino,
gloria a tu plan de salvación, oh Único, Amante de la humanidad.

Condaquio de la Natividad de la Virgen

Tono 4

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima,
Joaquín y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte, 
y tu pueblo lo celebra siendo redimido
de la culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a Timoteo  (2: 1-7)

Hijo mío, Timoteo: Ante todo recomiendo que se hagan  plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por  todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos  en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y  apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y  agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los  hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.  Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador ante  Dios y los hombres: Cristo Jesús hombre, que se entregó a sí  mismo como rescate por todos. Éste es el testimonio efectuado a su debido tiempo, del cual yo he sido constituido  predicador y apóstol —digo la verdad en Cristo y no miento—  y maestro de los gentiles en la fe y en la verdad.

Evangelio según San Lucas (4: 16-22)

En aquel tiempo, vino Jesús a  Nazaret, donde se había  criado y, según su costumbre,  entró en la sinagoga el día de  sábado, y se levantó para hacer la  lectura. Le entregaron el libro del  profeta Isaías y, abriéndolo, encontró  el pasaje donde estaba escrito: El  Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a  los pobres la Buena Nueva, me ha  enviado a proclamar la liberación a  los cautivos y la recuperación de la  vista a los ciegos, para poner en  libertad a los oprimidos y proclamar el  año favorable del Señor. Enrollando  el libro lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos  estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a  decirles: «Esta   Escritura, que acaban  de oír, se ha cumplido hoy.» Y todos  daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.»

Mensaje Pastoral

Si Quieres ser Perfecto…

viewJesús es verdadero profeta y la profecía que proclama se cumple en su predicación, en sus gestos,  en su persona.  Avivado por el Espíritu Santo, Jesús regresa a Nazaret con el fin de anunciar la Buena Nueva del  Reino de Dios. El se encuentra en casa, desde donde era conocido desde pequeño. Jesús se dirige un  sábado a la sinagoga.

El texto elegido por Jesús, está en ese momento  reflejando la realidad de su pueblo, y con las palabras de Isaías, El anuncia su misión, que es anunciar la Buena Noticia a los desposeídos, a los cautivos, devolver la vista a los ciegos y en otra palabras, proclamar “un año de gracia de parte del  Señor”.  “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que  acaban de oír”  Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se  sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en  El. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de  oír”. Todos daban testimonio a favor de él y estaban  llenos de admiración por las palabras de gracia que  salían de su boca Jesús, no tarda en dar la interpretación, El asume las palabras de Isaías como suyas,  es decir le otorga un gran sentido y de alguna forma se declara Mesías, El viene a cumplir la profecía. Algunos oyentes reaccionan ciertamente boquiabiertos por las cosas que decía y por el modo como las  decía, pero otros quedaban resistidamente sobresaltados y, por eso, censores respecto a la persona de  Jesús. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en  El.   Y decían: “No es éste el hijo de José? Pero él les respondió: “Sin duda ustedes me  citarán el refrán: “Médico, sánate a ti mismo”. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos  oído que sucedió en Cafarnaúm”. Después agregó:  “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en  su tierra.

Jesús intuye que el ánimo de los presentes está, por  lo general, indispuesto respecto a su predicación y quedan escandalizados y no quieren saber nada de  él. No aceptan que Jesús sea el Mesías anunciado  por Isaías. Es así como Jesús, en medio de la discusión, les dice: “Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres  años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna  de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón”. El Señor, presenta dos  referencias bíblicas de los tiempos de Elías y luego  los leprosos del tiempo de Eliseo: También había  muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta  Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”. Jesús quiere echar abajo las disposiciones interiores de los presentes que estaban  escandalizados.  Se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera  de la ciudad  Jesús habla de acoger a los pobres, a los ciegos y a  los oprimidos, sin embargo la gente no acepta su  ofrecimiento, y por querer acoger a los excluidos, el  es apartado de tal forma, que hasta su propia comunidad de Nazaret pensó matarlo: “Se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la  que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos,  continuó su camino.”

El Señor conservó la calma, él no se desvió de su  camino. No era extraño, que Jesús fuera objeto de  un desconcierto y un rechazo empecinado. El relato  de Lucas muestra lo difícil que es superar cierta  mentalidad ciega.  Tampoco es de extrañar que el mensaje de Jesús  hoy sea rechazado.  Oh Jesús, hablaste en tu tiempo de peregrino por la  tierra y te encontraste con sordos a tu mensaje de  salvación. Hoy nos sigues entregando tu mensaje, y  del mismo modo que ayer, pocos quieren oírte. En  todos los tiempos ha habido gente incomoda con tu  mensaje, por tanto hubo gente que se alejo de ti y  seguimos viendo como otros intentan alejarse. ¿No entienden que has venido a liberarnos de toda  opresión?  Nosotros Señor, queremos ser un corazón abierto para tu palabra, tus Buenas Noticias nos sorprenden, tú nos dices la verdad y nos liberas de nuestros  temores, por lo que deseamos tener un corazón  para conocerte y encontrarnos contigo. Tu Palabra,  Señor, tiene el poder de sanarnos y de  curarnos,  nos transforma por dentro y obra maravillas en  nosotros.

Nuestra Fe y Tradición

Comienzo del año litúrgico

El primer día de septiembre se inicia el año eclesiástico. Históricamente en esa fecha el Imperio Romano imponía a sus súbditos un gravamen para elEcclesiasticalNewYear mantenimiento de sus fuerzas armadas. A dicho impuesto se le dio el nombre de Indicción (Definición, Orden, Llamamiento), el cual también fue adoptado por los emperadores en Constantinopla. Posteriormente se usó el término de Distribución para denominarlo. En el año 312, Constantino el Grande introdujo en sus territorios este decreto después de ser proclamado Emperador.

Hay tres tipos de Indicción pero la que celebramos nosotros vino a ser llamada la Constantinopolitana, adoptada por los Patriarcas. Esta Indicción o llamamiento se inicia el 1 de septiembre y es observada con especial atención: en este tiempo, a la vez que se concluye un ciclo de producción con la siega y recolección de las cosechas y su almacenamiento en los graneros, se inicia también la preparación para la siembra y cultivo futuros. Por eso consideramos esta fecha para el inicio del nuevo año.

La Iglesia festeja este día suplicando a Dios por buen tiempo, lluvias generosas y abundancia de los frutos de la tierra. Las Sagradas Escrituras dan testimonio de que el pueblo de Israel celebraba la fiesta del Clamor de las Trompetas en este día ofreciendo himnos de acción de gracias. Además de lo antes dicho, nosotros conmemoramos también, la presencia del Señor en la Sinagoga de Nazareth cuando leyó el pasaje de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva” (Lc 4:16-30). Feliz año nuevo para toda la Iglesia Ortodoxa.

Vida de Santos

San Simeón el Estilita

1 de Septiembre

descargaSan Simeón nació dentro de los límites de Antioquia de Siria a mediados del siglo cuarto en una familia pobre.

Habiendo decidido ser monje el santo Simeón abandonó la casa paterna y tomó los hábitos en un convento cercano. Allí permaneció cierto tiempo cumpliendo la penitencia, como monje, con el sacrificio de la oración, penitencia y obediencia, para mayor hazaña espiritual se alejó al desierto de Siria. Aquí el santo Simeón inició un nuevo medio de sacrificio el columnismo. Construyendo un poste de unos metros de altura, se ubicó sobre él y con ello se privó de acostarse y descansar. Permanecía parado día y noche, como vela, en posición vertical, casi permanentemente, oraba y pensaba en Dios. Además de una severa abstinencia de alimentos, voluntariamente padecía muchas carencias: lluvias, vientos y fríos. Se alimentaba de trigo mojado y agua que le traía gente bondadosa.

Su hazaña poco común comenzó a conocerse en muchos países, y comenzaron a fluir visitantes desde Arabia, Persia, Armenia, Georgia, Italia, España y Bretaña. Viendo su descomunal fuerza de voluntad, y considerando sus inspiradas prédicas, muchos idólatras se convencían de la verdad de la fe cristiana y eran bautizados.

El emperador Teodosio II, el Menor, (408-450) admiraba a san Simeón y comúnmente seguía sus consejos. Cuando el emperador falleció, su viuda la princesa Eudoquía, fue convertida a una herejía monofisita. Los monofisitas no aceptaban en Cristo dos naturalezas — Divina y humana, sino solo la Divina. El beato Simeón persuadió a la princesa quién volvió a ser cristiana ortodoxa. El nuevo emperador Markián, (450-457) en ropas comunes secretamente visitaba al beato y le pedía consejos. Por consejo del beato Simeón Markián convocó el IV concilio Universal en el 451 donde se condenó la enseñanza herética del monofisismo.

San Simeón vivió más de cien años, falleciendo durante la oración en el año 459. Sus reliquias yacían en Antioquia.

Sentencias de los Padres del Desierto

  • Decía un anciano: «El que admite en su alma deseos perniciosos, es como el que oculta el fuego entre las pajas
  • Uno preguntó a un anciano: «¿Por qué me desanimo continuamente?». Y respondió: «Porque no has visto todavía la meta».
  • Decían los ancianos: «No hay nada peor que juzgar».

Carta Pastoral con motivo del día de la Solidaridad Antioquena

El Santo Sinodo ha proclamado el 15 de Septiembre del presente año como el día de la Solidaridad en todas las parroquias de las comunidades del Patriarcado de Antioquía, en la patria madre y en la diáspora, para ayudar en la obra humanitaria de socorro que ha ofrecido y ofrece el Patriarcado Ortodoxo de Antioquía y Todo Oriente en colaboración con las organizaciones internacionales, gubernamentales, eclesiásticas y civiles.  Lea el texto completo en las imágenes.

 

Ordenación Diaconal en la Catedral de San Pedro y San Pablo

El pasado domingo 25 de Agosto con la Gracia de Dios  Su Eminencia el Arzobispo Antonio Chedraoui, confirió el orden sagrado del diaconado al siervo de Dios Abboud Barsekh Onji con el nombre de Rafael.

El Diácono Rafael es originario de Alepo Siria, cursó la carrera de Ingeniero en Electrónica y Electricidad, también es maestro de Canto Bizantino y actualmente vive en el Monasterio de San Antonio el Grande en donde se encuentra estudiando Español y preparandose para su ministerio.

Pedimos a Nuestro Señor conceda al nuevo diácono un servicio colmado de virtud, gracia y bendición felicitando a sus familiares que se encuentran en Siria.

 

 

 

Gran Kermesse en la Catedral de San Pedro y San Pablo

El pasado domingo 25 de Agosto, se Celebró la Kermesse con motivo de la fiesta de la Dormición de la Virgen. Después de la celebración de la Divina Liturgia precedida por S.E.R. Sayedna Antonio, se realizó la exposición de Iconos que pintaron los alumnos del  el primer Curso de Iconografía que se impartió en la Catedral de San Pedro y San Pablo  por el Maestro Iconógrafo Arturo Ruvalcaba. Posteriormente se realizó la comida de la Kermesse donde participaron mas de 300 miembros de la comunidad. Al finalizar se hizo una rifa de 5 collares de alta joyería, con la finalidad de reunir fondos para poder solventar los gastos finales de la Iconografía de la Catedral.

Agradecemos su participación en nuestra celebración a todos los miembros de nuestra comunidad Ortodoxa Antioquena.

Boletín del 25/08/2013

9° Domingo de Mateo

 

Oh Señor, cuando entraste estando las puertas cerradas,
llenaste de tu Santísimo Espíritu a tus discípulos,
soplando sobre ellos diciéndoles: “Atad y desatad los pecados”
y después de ocho días a Tomás mostraste tus manos y costado.
Nosotros junto con él te clamamos: Tú eres el Señor y Dios.
                                                                                                               Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 8

audio129Descendiste de las alturas, oh Piadoso,
y aceptaste el entierro de tres días para
librarnos de los sufrimientos.
Vida y Resurrección nuestra, oh Señor, gloria a ti.
 

Condaquio del Nacimiento de la Virgen

 Tono 4

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima,
Joaquín y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte, 
y tu pueblo lo celebra siendo redimido de la
culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (3:9-17)

Hermanos: Nosotros somos colaboradores de Dios, entonces ustedes, labranza de Dios, edificación de Él. Conforme a la Gracia de Dios que me fue dada, yo, como hábil arquitecto, puse el cimiento, y otro construye encima. ¡Mire cada cual cómo construye! Pues nadie puede poner otro  cimiento que el ya está puesto: Jesucristo. Y si uno construye sobre este cimiento con oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, paja, la obra de cada cual quedará al descubierto; la manifestará el Día, que ha de revelarse por el fuego. Y la calidad de la obra de cada cual, la probará el fuego. Aquél, cuya obra, construida sobre el cimiento, resista, recibirá la  recompensa; mas aquél, cuya obra quede abrasada, sufrirá la  pérdida. Él, no obstante, se salvará, pero como a través del  fuego.

¿No saben que son templo de Dios y que el Espíritu de Dios  mora en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo  destruirá a él; porque sagrado es el templo de Dios, que lo son  ustedes.

Evangelio según San Mateo (Mt. 14: 22-34)

En aquel tiempo, Jesús obligó a  los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente. Después de despedir a la  gente, subió al monte a solas para orar; al atardecer estaba allí solo. La  barca se hallaba ya distante de la tierra muchos estadios,  zarandeada  por las olas, pues el viento era  contrario. Y en la madrugada vino Él  hacia ellos, caminando sobre el mar.  Los discípulos viéndolo caminar  sobre el mar, se turbaron y decían: «Es un fantasma», y de miedo se  pusieron a gritar. Pero al instante les  habló Jesús diciendo: «¡Ánimo, que  soy Yo! No teman.» Pedro le  respondió: «Señor, si eres Tú,  mándame que vaya hacia Ti sobre  las aguas.» «¡Ven!», le dijo. Bajó  Pedro de la barca y se puso a  caminar sobre las aguas yendo hacia  Jesús. Pero, viendo la violencia del  viento, le entró miedo y, como  comenzara a hundirse, gritó: «¡Señor,  sálvame!» Al punto Jesús, tendiendo  la mano, lo agarró y le dijo: «Hombre  de poca fe, ¿por qué dudaste?»  Subieron a la barca y amainó el  viento. Y los que estaban en la barca  se postraron ante Él diciendo: «Verdaderamente eres el Hijo de  Dios.» Terminada la travesía,  llegaron a tierra en Genesaret.

Mensaje Pastoral

Fe dinámica

 En la lectura evangélica de este día, Jesús ratifica a sus discípulos lo que les había mostrado en la multiplicación de los panes. Dios, Quien proveyó  awalking_on_waterl Israel en el Antiguo Testamento y envió el maná para sostenerlo, una vez más da de comer a su nuevo pueblo; y he aquí que viene caminando sobre las aguas, «y quería pasarles de largo», dice san Marcos (Mc 6:48); una imagen que recuerda el paso de la Gloria de Dios ante Moisés y Elías (Ex 33:19, 1Re 19:11). Cuando los discípulos lo vieron, se asustaron; entonces Jesús les dijo: «¡Yo Soy!, no tengan miedo.» (Jn 6:20). «¡Yo Soy» es el Nombre con el que Moisés identificó a Dios en el Monte Horeb (Ex 3:14) y con el que Jesús, cada vez más, se mostraba a sus discípulos y, por medio de ellos, a toda la Iglesia. No cabe duda que Éste que provee a su pueblo y muestra su Gloria es «verdaderamente el Hijo de Dios», tal como los Doce en el barco exclamaron.

El recuadro del milagro nos coloca intensamente ante la realidad de la fe en Cristo Dios: la fe de los discípulos que luchan en el mar, la fe de Pedro que camina sobre las aguas, y la fe de él mismo, que duda y se arrepiente:

•             Lucha: Cristo envió a los discípulos delante de Él. Quería que estuvieran solos, y «el viento era contrario». Ellos tenían que seguir luchando para llegar al otro lado. Algunas veces, el Señor dispone que estemos solos, o nos lo da a entender o sentir, y con ello nos instruye en la fe. San Siluan de Athos tuvo una experiencia parecida del abandono divino; llegó a sentir que la Gracia divina lo dejó y que estaba solo en un abismo de perdición; en medio de su grito y plegaria escuchó la voz divina diciéndole: «Guarda tu mente en el Hades y no te desesperes.» La soledad en los apuros y el abandono forman parte de la instrucción del Padre compasivo para con sus hijos, que no permite «seáis tentados sobre vuestra fuerza» (1Cor 10:13). Por lo que la lucha constante y la paciencia forman la primera piedra de la fe en Cristo.

•             Consuelo: en la marcha espiritual, Dios no deja a sus amados sin consuelo. Que Jesús camine sobre el agua es natural para la fe primigenia de los discípulos que han visto muchas señales; pero que Pedro lo haga (caminar sobre el agua), con el mandato del Señor, ya es un consuelo que los confirma –a él y a sus compañeros– en la lucha: «quien crea en Mí, ése hará también las obras que Yo hago y hará mayores aún»           (Jn 14:12). Si Dios nos educa con cierto castigo o abandono, también suele asistirnos con su dulce mirada, confortación e intervención poderosa que nos hace advertir la virtud de la fe. ¿Qué es lo que ha impulsado a millares de testigos hacia el martirio de sangre y de vida diaria –«por amor de Ti estamos muriendo todo el día» (Rom 8:36)–, si no es la certeza del consuelo presente que se tiene a lo largo de la «vida en Cristo»?

•             Penitencia: Pedro caminó sobre las aguas, más bien, sobre las olas de la fe; pero, «viendo la violencia del viento, le entró miedo». ¿Cuántas veces la fuerza de las preocupaciones nos distrae de Aquél en quien hemos puesto nuestra confianza? ¿Cuántas veces la violencia de las tentaciones nos hace olvidar las promesas y las esperanzas?, y nos caemos. Pero el mérito de Pedro se encuentra en que, ahogado, supo exclamar: «¡Señor, sálvame!». En uno de los relatos monásticos, el demonio se quejaba amargamente: todo el trabajo que elaboraba con perfección y constancia se echaba a perder con la humildad y el arrepentimiento sinceros del monje.

La fe no es un ejercicio racional o ideológico: es una marcha de ahínco y esfuerzo. La marcha implica tropiezos y caídas; las caídas provocan penitencia («¡Señor, sálvame!»); la penitencia y la confesión atraen al corazón consuelo y Gracia. Un caminar paciente y progresivo hasta que «el viento amaine» y la barca llegue al puerto de la Salvación.

Nuestra Fe y Tradición

La Virgen María

imagesLa Virgen María  se encuentra en el centro de la vida practicante de la Iglesia, tanto en lo que respecta a la devoción personal, como a aquella de carácter comunitario. De igual manera, está en el centro de los dogmas de fe de la Iglesia, como parte inseparable de la fe cristiana que nos lleva a creer que Dios se hizo hombre. Estos dos “centros” de la Iglesia – vida de oración y dogmas de fe – son absolutamente inseparables en el cristianismo ortodoxo. Por eso, el ícono de la Virgen María está presente en cualquier iglesia y en cualquier casa, y ella es recordada en todos y cada uno de los oficios litúrgicos.

La Iglesia Ortodoxa le ha dado a la Virgen María dos títulos principales que corresponden a su lugar en esos dos “centros” de la vida eclesial. “Theotokos” (Madre de Dios) y “Panaghia” (Santísima). La palabra “Theotokos” la coloca en el centro del dogma ortodoxo, porque testifica esa fe en que ella dio a luz a Dios hecho hombre, no a un hombre al que posteriormente descendió Dios. El término “Santísima” se refiera al lugar que tiene la Virgen entre los fieles, como una “más santa que todos los santos”, que está en el centro de la Iglesia y de su vida de oración. Cada vez que la recordamos en nuestras peticiones litúrgicas, la llamanos “Santísima (Panaghia) Madre de Dios (Theotokos) y Siempre Virgen (Aeiparthenos) Maria”. Así, en sus íconos, como Theotokos es siempre representada portando en brazos a Su hijo. Como Panaghia es representada con los brazos extendidos en oración, como un miembro de la Iglesia, y Su Hijo en igual postura, pero no portado en brazos por ella. La Virgen no es representada nunca sin su Hijo.

Vida de Santos

La Decapitación de San Juan Bautista

29 de Agosto

La ardiente predicación del Bautista y su santidad y milagros, atrajeron la atención de los judíos sobre él y algunos empezaron a considerarle como elSt.-john1 Mesías prometido. Pero Juan declaró que él no hacía más que bautizar en el agua a los pecadores para confirmarlos en el arrepentimiento y prepararlos a una nueva vida, pero que había Otro, que pronto se manifestaría entre ellos, que los bautizaría en la virtud del Espíritu Santo y cuya dignidad era tan grande, que él no era digno de desatar las correas de sus sandalias. No obstante eso, el Bautista había causado tal impresión entre los judíos, que los sacerdotes y levitas de Jerusalén fueron a preguntarle si él era el Mesías esperado. Y San Juan confesó y no negó y dijo: “Yo no soy el Cristo”, ni Elías, ni uno de los profetas. Juan proclamó la mesianidad de Cristo en el bautismo y, precisamente al día siguiente de aquél en que los judíos habían ido a interrogarle, llamó a Jesús “el Cordero de Dios.”

 Y Cristo declaró que Juan era más grande que todos los santos de la antigua ley y el más grande de los nacidos de mujer. Heredes Antipas, el tetrarca de Galilea, había repudiado a su esposa y vivía con Herodías, quien era juntamente su sobrina y la esposa de su medio hermano Filipo. San Juan Bautista reprendió valientemente al tetrarca y a su cómplice por su conducta escandalosa y dijo a Herodes: “No te es lícito vivir con la mujer de tu hermano.” Herodes temía y respetaba a Juan, pues sabía que era un hombre de Dios, pero se sintió muy ofendido por sus palabras. Aunque le respetaba como santo, le odiaba como censor y fue presa de una violenta lucha entre su respeto por la santidad del profeta y su odio por la libertad con que le había reprendido. Finalmente, la cólera del tetrarca, azuzada por Herodías, triunfó sobre el respeto. Para satisfacer a Herodías y tal vez también por temor de la influencia que Juan ejercía sobre el pueblo, Herodes le encarceló en la fortaleza de Maqueronte, cerca del Mar Muerto. Cuando el Bautista se hallaba en la prisión, Cristo dijo de él: “¿A quién fuisteis a ver? ¿A un profeta? En verdad os digo, a un profeta y más que un profeta. De él es de quien está escrito: He aquí que envío a mi ángel delante de ti para que te prepare el camino. En verdad os digo, no hay entre los nacidos de mujer ninguno más grande que Juan el Bautista.”

 Pero Herodías no perdía la ocasión de azuzar a Herodes contra Juan y de buscar la oportunidad de perderle. La ocasión se presentó con motivo de una fiesta que dio Herodes el día de su cumpleaños a los principales señores de Galilea. Salomé la hija de Herodías y de Filipo, danzó ante los comensales con tal arte, que Herodes juró concederle cuanto le pidiera, aunque fuese la mitad de sus dominios. Herodías aconsejó a su hija que pidiese la cabeza del Bautista y, para impedir que el tetrarca tuviese tiempo de arrepentirse, sugirió a Salomé que exigiese que la cabeza del santo fuese inmediatamente traída en una fuente, el tirano dio inmediatamente la orden de que le decapitasen en la prisión y de que trajesen en una fuente su cabeza a Salóme. La joven no tuvo reparo en tomar el plato en sus manos y ofrecérselo a su madre. Así murió el gran precursor del Salvador, el profeta más grande “de cuantos han nacido de mujer.” En cuanto se enteraron de la noticia, los discípulos del Bautista recogieron su cuerpo, le dieron sepultura y fueron a contarlo a Jesús. “Y habiéndolo oído, Jesús se retiró… a un sitio del desierto.”

Sentencias de los Padres del Desierto

  •  Dijo también el abad Antonio: «Dios no permite que esta generación sufra el ataque del demonio porque sabe que son débiles y no lo pueden soportar».
  • Decía el abad Macario: «El recordar el mal que nos han hecho los hombres, impide a  nuestra mente el acordarnos de Dios. Pero si recordamos los males que nos causan los demonios, seremos invulnerables».
  • Dijo el abad Pastor: «No vivas en un lugar donde veas que existen algunos que te tienen envidia. No harás allí ningún progreso en la virtud».

La encarnación de Dios: voluntaria y sin causa

 

El misterio de la encarnación del hijo de Dios, nos lleva a la divinización del hombre. Los santos padres de la iglesia insisten en que Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciere dios. El ser humano no puede llegar a la divinización si no es por medio del Hijo de Dios, del Verbo encarnado. Los teólogos discuten si la encarnación del Verbo era independiente de la caída de Adán o si había sido una de sus consecuencias. Esta discusión se basa en varios textos patrísticos sobre la caída del género humano.

Primero, debemos señalar que los santos padres de la Iglesia no responden a esta pregunta virtualmente de una manera escolástica, porque ellos no piensan si Cristo hubiese encarnado o no, en caso de que Adán no hubiese caído. Esta pregunta demuestra el uso excesivo de la mente para entender los misterios divinos; y eso sería algo de origen escolástico y no, una teología ortodoxa.

A la teología de la iglesia ortodoxa le interesan los hechos que han sucedido, mismos que se tratan por medio de la sanación de la naturaleza humana y de la salvación de los hombres; es decir, que esta teología  pone mucha atención en la naturaleza humana caída y en cómo sanarla para llegar a la divinización que sería posible a través de la encarnación de Dios.

En las enseñanzas patrísticas vemos que en la encarnación se unió el Hijo de Dios con la naturaleza humana en una unión hipostática.  Por lo tanto, esta naturaleza humana se divinizó,  siendo éste  el medicamento verdadero y único para la salvación y la divinización del hombre. Por medio del santo bautizo, el hombre puede ser miembro del cuerpo de Cristo; y a través de la sagrada comunión él puede participar  en el cuerpo divino del Señor, ese cuerpo que tomó  de la santísima madre de Dios. Si no hubiera pasado esta unión hipostática de las dos naturalezas divina y humana, no sería posible la divinización del hombre. Así que la encarnación era el fin de crear el género humano. La pasión de Cristo y su cruz son las cosas adicionales que surgieron por la caída de Adán. Dice San Máximo el confesor, que la encarnación fue para la salvación de la naturaleza humana, y la pasión, para liberar a todos los que, por el pecado, eran cautivos de la muerte.

San Atanasio el Grande enseña que era necesario que el Hijo de Dios se encarnara por dos motivos: primero, para convertir al corruptible en incorruptible, y al mortal en inmortal;  esto, no era posible con el simple arrepentimiento, sino tomando Dios el cuerpo humano mortal y cambiante. Y por otra parte, para que se renovara el género humano en Cristo, porque el Hijo y el Verbo son el primer prototipo del hombre.

Esta opinión teológica de San Atanasio, no está en contra de las enseñanzas de los otros padres de la Iglesia, quienes  nos dicen que la encarnación de Dios no exige de la caída del hombre como una causa absoluta, y esto es por lo siguiente:

Primero: porque en sus análisis que presenta San Atanasio, le interesa en especial el hombre caído, por eso habla sobre su caída y su renovación. Su teología se enfoca a la sanación y a la restauración del género humano que se vistió de mortalidad y tiene la posibilidad de ser tentado.

Segundo: Porque San Atanasio habla sobre el misterio de la encarnación y de la providencia de Dios tal y como las conocemos hoy, pues cuando menciona la encarnación y la divinización, él habla del nacimiento de Cristo, su pasión, su Cruz y su resurrección.  Mientras que los padres que enseñan que la  encarnación  es independiente de la caída, nos hablan de la finalidad de la creación como “la divinización a través de la encarnación”.

San Nicodemo de Athos, en su análisis de las enseñanzas patrísticas, llega a una conclusión donde dice que la encarnación del Hijo de Dios no fue el resultado  de la caída del hombre, sino que  el primer propósito de crearlo, fue para que pudiera alcanzar la divinización. Eso nos permite ver que era correcto, cuando pensamos que la caída de Adán no pudo haber obligado a Dios a que fuera  hombre, ni a  que  Cristo tomara para siempre la naturaleza humana.

San Nicodemo da referencias de la Biblia y de las enseñanzas de los santos padres de la Iglesia; en el libro de proverbios (8:22) dice: “El Señor me creó como primicia de sus caminos, antes de sus obras, desde siempre”; y en la carta de san Pablo a los Colosenses (1:15) se  llama Cristo  “el Primogénito de toda la creación”; y de la misma manera se le llama en la carta a los Romanos (8:29) “En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su Hijo, para que él fuera el Primogénito entre muchos hermanos”

En su explicación de estos textos de la Biblia, San Nicodemo, en base a las enseñanzas patrísticas, enseña que estas frases no se refieren a la divinidad del Verbo de Dios, porque Él jamás fue creado, ni siquiera fue la primera criatura de Dios Padre, como enseñaba Arios; sino que estas frases están hablando de la humanidad de Cristo, es decir, que la providencia divina y el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, es el inicio de todos los caminos de Dios y de la primacía de toda la creación.

San Máximo enseña que la encarnación de Cristo es un gran  y muy profundo misterio por el cual la Santísima Trinidad creó el mundo entero y lo trajo de la nada a la existencia. Nos dice: “Es el motivo del inicio de la creación que prevé  Dios principalmente.  Es el propósito por el cual fueron hechas todas las cosas y este mismo propósito nunca fue hecho por algo”; es decir que la decisión de la encarnación fue antes de crear al mundo poniendo en nuestra mente que para Dios no existe tiempo. Entonces la encarnación es la finalidad  de la providencia divina y de la restauración de la creación.

San Gregorio Palamás explica que cuando Dios Padre dijo en el bautizo de Cristo: “Este es mi Hijo amado”  esta voz  muestra que todo lo que había en el antiguo testamento, la ley, las promesas y la filiación estaban incompletas y que la finalidad de la encarnación de Su Hijo era para que se cumpliera todo. Por lo mismo, al crear al mundo y a los hombres, todo  estaba dirigido hacia Cristo; porque la creación tenía como propósito la encarnación. Hasta  el género humano fue creado a  imagen de Dios para que pudiera un día recibir el prototipo original. Por eso la encarnación del Verbo de Dios es la voluntad divina que  ya había sido planeada independientemente de la caída del hombre.

San Andrés de Creta dice que la Madre de Dios es la persona que sirvió al misterio de la encarnación en dar cuerpo de lo suyo para esta unión hipostática entre las dos naturalezas: divina y humana. Por lo tanto dice: “la Madre de Dios es el propósito de la alianza de Dios con nosotros, es el medio propuesto para todas las generaciones, es la corona de las profecías divinas, es la voluntad divina que supera toda descripción  que existe desde el principio para proteger el hombre”

Tenemos que repetir que los santos padres de la Iglesia no trataron  este tema de una manera virtual como lo es en la mentalidad escolástica.  Nosotros estamos usando estas frases tan virtuales, sólo para poner  énfasis en la verdad positiva que dice que a través de Cristo llegó la divinización a los hombres y la salvación a todo el mundo.

Estas enseñanzas patrísticas no son teóricas, sino como todos los dogmas, tienen su consecuencia en la vida espiritual del cristiano. Porque como hemos visto que el Hijo de Dios se hizo hombre no para apaciguar un enojo divino ni para agradar la bondad divina, sino para divinizar nuestra naturaleza humana con amor y compasión. Por lo mismo nuestra vida espiritual no es para calmar a Dios enojado, porque Dios no necesita sanar, sino nosotros mismos.  Nuestra lucha espiritual no será en vano porque la unión con Dios nos está dada gracias a la unión hipostática de las dos naturalezas en Cristo. La muerte de Cristo no fue entonces por nuestra culpa, sino  para librarnos del sufrimiento. Para que esté  Dios con nosotros en todo momento difícil. La muerte de Cristo fue para destapar la muerte y vencerla. Cristo tomó con su encarnación toda nuestra naturaleza humana cambiante, mortal y pasional para sanarnos de la muerte del pecado.

Rev. Archimandrita Andres Marcos

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