San Gregorio de Nissa
10 de Enero
Gregorio, el hermano de san Basilio Magno, era al principio un sacerdote casado; mas al morir su esposa, la bienaventurada Teosebia, fue elegido y consagrado obispo de Nisa. Se distinguía por su erudición secular y su experiencia espiritual, y era un gran predicador, traductor de las Escrituras, y teólogo. Como resultado de su oposición a los arrianos, estos hicieron todo cuanto pudieron para vencerle, considerándolo su principal enemigo. Fueron tan exitosos en esto que, durante el reino de su aliado el Emperador Valente, lograron deponer a Gregorio de su sede episcopal y exiliarlo. Esto ocurrio en el 376 d. C. Este santo padre pasó varios años en un paciente exilio, soportando pobreza y humillación. En el 381, participó en el Segundo Concilio Ecuménico, y se cree que él formuló la parte final del Credo acerca del Espíritu Santo. Su vida terminó en avanzadísima edad alrededor del año 395, y entró finalmente al Reino de Dios. Desde entonces ha sido conmemorado como una gran luminaria de la Iglesia a través de los siglos.
Tropario, tono 4
Oh Dios de nuestros Padres, que siempre nos tratas según tu clemencia, no retires de nosotros tu misericordia, mas por sus oraciones, guía nuestra vida en paz.
Condaquio, tono 2
Regocijándose con los Ángeles y deleitándose con la Luz Divina, Gregorio de Nisa, la mente vigilante, el jerarca de la Iglesia inspirado por Dios y el venerado himnógrafo de la sabiduría, intercede sin cesar por todos nosotros.
San Domeciano vivió en los años del emperador Justino II, que reinó del 565 al 578, y del emperador Mauricio, que reinó del 582 al 602. Nacido de padres piadosos llamados Teodoro y Eudocia, recibió una educación exhaustiva tanto en lo secular como en lo sagrado. Después de haber vivido poco tiempo en un matrimonio legal, su esposa murió y él, por su virtud, fue nombrado obispo de Melitene en Armenia a la edad de treinta años. Como pariente y amigo de confianza del emperador Mauricio, recibió de él una generosa donación, que gastó en la construcción de iglesias y la ayuda de los pobres; se le confiaron los tratos de Bizancio con Persia. Mientras estuvo en Constantinopla, reposó en paz en el año 602.
Tropario, tono 4
Cuando el amor divino hizo de ti una vasija pura del Espíritu Santo, brillaste desde las alturas en la augusta Iglesia de Cristo Dios; eminente en la gran gracia del sagrado sacerdocio, fuiste mostrado a todos como venerable por tu virtud, oh Domiciano, tres veces bendito, eres un hermoso adorno de dignos sumos sacerdotes de Dios.