Queridos hijos,  saludos con el canto de los ángeles “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz”.

 Hoy en esta fecha, festejamos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo que llegó al mundo para establecer el amor y la paz entre sus seres queridos.

Pero nuestra Iglesia, este día,  está vestida de luto dos metropolitas secuestrados hace ocho meses, doce monjas retenidas, y muchos sacerdotes incautados o sea asesinados por su ministerio sacerdotal.

Hemos visto recientemente desarrollado el fanatismo islámico que jamás lo hemos conocido antes. Pero ahora lamentablemente está nutriéndose  por Arabia Saudita y Turquía,  países que hablan de democracia y libertad, sin conocer lo que es pragmáticamente su sentido.

Sin embargo, puedo asegurar que el mal que está levantándose en contra de la Iglesia de Jesús no durará.

Queridos Hijos, nosotros los cristianos, fuimos creados para cargar la cruz y estamos dispuestos a cargarla siempre acompañada de nuestros ideales. Nosotros no tememos las consecuencias de la cruz ya que somos hijos de la resurrección, y para llegar allí, hay que franquear  el Gólgota para merecer victoriosamente resucitarse con Cristo.

El  lenguaje de estos fanáticos islámicos es la persecución, lo nuestro es el amor, el cariño y la amistad. Amamos entonces a nos enemigos y rogamos por ellos para que Dios les ilumine en dejar este fanatismo basado en el odio y el rencor.

Reciban mis más sinceras felicitaciones para que haya una navidad bendita llena  de amor y un próspero año nuevo.

+ Metropolita Antonio

Arzobispo de México,   Venezuela, Centro América y el Caribe

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Padre Juan R. Méndez ()

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