El Sol de San Luis, periódico del Estado escribió el día 24 de abril:

Entraga de la llave de SoledadSoledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí.- Ustedes usaron esa llave y abrieron mi corazón, y ese corazón abierto aquí se queda, entre ustedes y para ustedes. Tienen mi palabra de que cuando pueda y donde pueda voy a hablar de este pueblo, y voy a luchar por su bienestar para que tengan siempre todo el apoyo donde sea.

Fueron éstas las palabras de agradecimiento del Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Apostólica Ortodoxa de Antioquía, Antonio Chedraui Tannous, tras recibir en una ceremonia emotiva las llaves de la Ciudad de Soledad de manos del alcalde Ricardo Gallardo Juárez.

En el evento donde se declaró Visitante Distinguido al señor arzobispo de la iglesia Ortodoxa, el alcalde le expresó su admiración por su valioso trabajo y su entrega como hombre preocupado por su entorno, capaz de lograr coincidencias ideológicas dentro de las diferencias de formación de cuna, escuela o creencias. Y agradeció su intervención para hermanar el municipio de Soledad con la comunidad libanesa.

El reconocido líder religioso expresó con gran emoción que aunque no es político tiene amigos “que podrán ayudar a este bello municipio”.

El obispo Chedraui Tannous nació el 17 de enero de 1932, en Trípoli, Líbano. Expresó: “soy mexicano por mi voluntad, yo escogí la nacionalidad mexicana con todo el orgullo que puede tener un ser humano”.

Se habla de la colonia libanesa, “no hay colonia libanesa, hay comunidad libanesa. No somos colonialistas, odiamos al colonialismo, estamos los que nacieron aquí y los que venimos para luchar por este país tan maravilloso, por esta tierra bendita mexicana, por eso estamos aquí, y vamos a seguir luchando por el bienestar de este país para que vuelva el México que conocimos, el México pacífico, el México lleno de amor, el México limpio”.

En su mensaje a los soledenses el arzobispo Antonio Chedraui manifestó que cuando llegó a México, “a este país tan bendito, lo primero que le dije a mi feligresía fue que no me gusta que me digan “el obispo”, díganme “el amigo”. Por eso con esta llave que me regalan hoy quiero abrir corazones para que sepan que aquí en Soledad hay un pueblo vivo, hay un pueblo mexicano luchador, hay un pueblo que quiere el bienestar no nada más de la ciudad de Soledad, sino de todo el estado y de todo el país”.

El arzobispo Chedraui señaló que no se sentía digno de recibir las llaves de la Ciudad, “pero con ella quiero entrar a sus corazones. Créanme, en el momento en que me voy se queda mi corazón aquí”.

“Estamos para ayudar, estamos para defender, y estamos para querer, quien no quiere no sabe defender a sus queridos, por eso el Señor nos enseñó a dar hasta la vida por sus queridos, y nosotros debemos seguir ese paso dando todo para servir a nuestros hermanos que queremos”.

Al despedirse, el señor Arzobispo Antonio Chedraui se dirigió al alcalde solídense:

“Mi querido Ricardo, amigo, recibe de mi, junto con todo tu consejo municipal y la ciudad de Soledad mi más fuerte agradecimiento, recibe mi cariño, recibe mi corazón, te lo dejo entre ustedes”.

Asimismo agradeció al gobernador Fernando Toranzo Fernández “porque mandó en su representación a uno de mis hijos queridos, a Enrique Abud Dip, secretario de Turismo. Les agradezco esta recepción y les dejo mi cariño, les dejo mi paz, y toda la amistad y paternidad que puedan creer y puedan imaginar”.


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Padre Juan R. Méndez ()

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