Santos Monjes Pablo de Tebas y Juan Calabita de Constantinopla

San Pablo de Tebas

Nacido de padres ricos en el bajo Tebas en Egipto durante el reino del Emperador Decio, Pablo y una hermana suya heredaron todas las riquezas de sus padres. Mas su cuñado, que era un idólatra, planeaba quedarse con la parte de la herencia que pertenecía a Pablo, así que lo amenazó con denunciarlo como cristiano ante las autoridades si no le entregaba su parte de la herencia. Este infortunio, unido a los ejemplos de sacrificio propio de los mártires cristianos que Pablo había contemplado con sus propios ojos, lo movieron a dar su mitad de la herencia a su hermana y a retirarse al desierto, donde vivió en ascetismo hasta su muerte. Las alturas espirituales a las que llegó este gigante del monacato son atestiguadas nada menos que por san Antonio el Grande, quien visitó a Pablo en una ocasión y vio como las bestias salvajes y las aves de cielo le servían. Al regresar de esta visita, Antonio dijo a sus monjes: «Ay de mí, hijos míos, pues soy un monje falso y pecador, un monje sólo de nombre. He visto a Elías, a Juan en el desierto, a Pablo en el Paraíso!».

San Pablo vivió ciento trece años, y entró en paz a su descanso en el Señor en el año 342 d. C.

Tropario, tono 3

Imitando el celo de Elías, * al desierto entraste cual pionero, * inspirado por el Santo Espíritu; * te alimentó el ave como a un ángel, * lo reveló así al mundo Antonio abad. * Intercede ante Cristo Dios, oh justo Pablo, * para que nos otorgue la gran misericordia.

San Juan Calabita (de la choza)

 

Abandonando a sus padres y su cuantiosa fortuna, San Juan se retiró del mundo a Gomón del Bósforo, entre los monjes “vigilantes,” fundados por San Alejandro Akimetes. A los dieciséis años retornó a su casa disfrazado de mendigo y vivió de la caridad de sus padres, sin ser reconocido por ellos, en una choza próxima a su casa. El nombre de Calabita se deriva de la palabra griega “Kaliba,” que significa “choza.” Juan se santificó ahí por la paciencia, la mansedumbre y la oración. Se cuenta que, hallándose ya en el lecho de su muerte, reveló su identidad a su madre, aduciendo como prueba el libro de los Evangelios empastado en oro que había usado de niño. El santo pidió que le sepultaran en la choza donde había vivido. Así se hizo, en efecto; pero sobre la choza se construyó más tarde una iglesia.

Tropario, tono 4

De niño amaste al Señor, * con fervor lo anhelaste; * renunciaste al mundo y los encantos profanos, * y luchaste en lo óptimo. * Hiciste la choza, Juan, * a las puertas de tus padres * y así derribaste * del demonio sus trampas. * Por eso, justamente Cristo Dios * te ha glorificado.

Despedida de la fiesta de la Santa Teofanía/ Los santos Mártires del Sinaí y de Raito/San Saba Primer arzobispo de Serbia

Este que es el noveno día de la Epifanía del Señor celebramos la Apódosis o despedida de la fiesta. Volvemos a utilizar los textos litúrgicos de la fiesta, salvo las lecturas bíblicas.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

Santos Mártires del Sinaí y Raito

Los santos Isaías, Sabas, Moisés y su discípulo Moisés, Jeremías, Pablo, Adán, Sergio, Domno, Proclo, Hipatio, Isaac, Macario, Marcos, Benjamín, Eusebio, Elías, y otros.

En cuanto a los santos Mártires del Sinaí y Raithu, los del Sinaí lucharon durante el reinado de Diocleciano, alrededor del año 296; los de Raito fueron asesinados a mediados del siglo quinto. En ambas ocasiones, los perpetradores de estas masacres fueron una tribu bárbara llamada Blemios, de las partes de Arabia y Egipto.

Debido a la Apodosis de la Fiesta de la Santa Teofanía también el 14 de enero, los servicios litúrgicos a los Santos Padres asesinados en Sinaí y Raito se transfieren al 13 de enero.

Tropario, tono 4

Oh Dios de nuestros padres, * que siempre nos tratas de acuerdo con tu bondad: * no retires de nosotros tu misericordia, * sino que, por la intercesión de tus santos, * dirige nuestras vidas en paz.

Santa Nina, Igual a los Apóstoles, Iluminadora de Georgia

 

La santa virgen Nina era de Capadocia. Según algunos, su padre Zabulón era amigo del santo Gran Mártir Jorge, cuyo padre era capadocio. La conversión de Georgia por Santa Nina se relata en las historias de la Iglesia de Rufino, Sócrates, Sozomeno y Teodoreto: Rufino, escribiendo menos de cien años después de Santa Nina, dijo que escuchó la historia en Jerusalén de un príncipe georgiano llamado Bacurio. Santa Nina fue tomada prisionera por los georgianos (a quienes los relatos griegos llaman íberos), y mientras estuvo en cautiverio vivió una vida muy devota de sobriedad y virtud, orando incesantemente noche y día; esto atrajo la atención de los georgianos, y a todos los que le preguntaban sobre su forma de vida, ella predicó la dispensación de Cristo. Cuando sanó con sus oraciones al hijo enfermo de cierta mujer, a quien nadie más había podido ayudar, la noticia llegó a oídos de la reina de Georgia, que también estaba gravemente afligida por una enfermedad incurable. Pidió que le trajeran a las mujeres cautivas, pero Santa Nina se negó por modestia, por lo que la reina ordenó que la llevaran ante Nina. Santa Nina la curó de inmediato y la reina regresó a casa llena de alegría. Cuando elogió a Nina y su fe ante el rey, este no le hizo caso, aunque ella se lo mencionó a menudo.

Pero mientras cazaba en el bosque, se vio envuelto en una oscuridad impenetrable en la que se extravió, se separó de sus hombres y cayó en la desesperación; hizo un voto de que si Cristo lo liberaba, lo adoraría solo a él. La luz del día brilló de nuevo de inmediato y el rey cumplió su voto. Él y la reina fueron instruidos en la fe por santa Nina, y ellos, con toda la nación georgiana, se convirtieron en Cristo. El rey también envió una embajada a san Constantino el Grande, informándole de su conversión y solicitando que se enviaran sacerdotes a Georgia. Santa Nina descansó en paz alrededor del año 335. Los historiadores de la Iglesia mencionados anteriormente hablan de ella sin llamarla Nina.

Debido a la apódosis de la fiesta de la Santa Teofanía también el 14 de enero, se celebra normalmente el día 13 de enero.

Tropario tono 5

¡Cuán hermosos tus pies que reprodujeron * los pasos predicadores de los apóstoles!, * Nina, cofre luminoso del Paráclito; * por lo que, honrándote con fe, * faro esplendoroso de Georgia, te suplicamos * que, con tus ruegos, disipes * las tinieblas de la ignorancia.

San Sabas Primer Arzobispo de Serbia y Fundador del Monasterio de Hilandar

 

 

Sabas nació en 1169. Era hijo de Esteban Némanya, el «Gran Župan» de Serbia.

Desde su juventud anhelaba la vida espiritual, por lo cual huyó a la Santa Montaña [de Athos], donde se hizo monje y con inusual celo vivió según la regla ascética. Némanya siguió el ejemplo de su hijo y se retiró a la Santa Montaña, donde se hizo monje y eventualmente durmió en el Señor como el monje Simeón. Sabas obtuvo la independencia de la Iglesia serbia del Emperador bizantino y del Patriarca, y se convirtió en el primer arzobispo de Serbia. Junto con su padre, construyó el monasterio de Hilandar [en el Monte Athos], y después de este muchos otros monasterios, iglesias y escuelas a través de las tierras serbias. En dos ocasiones fue como peregrino a los santos lugares en la Tierra Santa. Hizo paz entre sus hermanos, que estaban distanciados a causa de una lucha de poder, e hizo también paz entre los serbios y sus vecinos. Al fundar la Iglesia Serbia, fundó también la cultura y el estado serbios. Trajo paz a todos los pueblos de los Balcanes y trabajó para el bien de todos, por lo cual era amado y venerado por todos los que vivían en los Balcanes. Dio un alma cristiana al pueblo serbio, la cual sobrevivió a la caída del estado serbio. San Sabas murió en Ternovo el 14 de enero de 1236, en tiempos del rey Asen, tras haber caído enfermo después de la Divina Liturgia en la Teofanía. El rey Vladislav trasladó su cuerpo al Monasterio de Mileševo, de donde Sinan Pasha un turco musulmán, removió las reliquias incorruptas de san Sabas para quemarlas en la colina de Vračar en Belgrado el 27 de abril de 1595.

Tropario, tono 5

Han brillado los rayos de tus virtudes, * te han mostrado jerarca digno y divino pastor, * luminar de Serbia, Sabas dichosísimo; * émulo e imitador * apostólico que fortificas la santa Iglesia: * al Salvador suplica * que nuestras almas hallen misericordia.

Octavo día en la fiesta de la Epifanía del Señor;Mártires Hermilio y Estratónico de Belgrado

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

Santos Mártires Hermilio y Estratónico

 

Santos Hermilo o Ermilo y Estratónico, mártires, Singidón, Misia Superior, hoy Belgrado, 315. La leyenda más difundida sobre estos santos sitúa su martirio en Singidunum, cerca de Belgrado, bajo el emperador Licinio. De Hermilo se dice que era diácono. Fue detenido bajo la acusación de ser cristiano, y enviado a prisión con las mejillas destrozadas. Allí le visitó y consoló un ángel. Conducido después delante del emperador, seis hombres lo azotaron con varas, sin que pareciera sentir dolor alguno. En el tormento, dirigió a Dios una oración, a la que respondió una voz del cielo, prometiéndole el triunfo al cabo de tres días. Mientras entraba en la prisión, entonó el salmo “El Señor es mi luz y mi salvación”, al que hicieron eco unas voces celestiales. Al día siguiente le infligieron nuevos suplicios, durante los cuales no cesaba de cantar su felicidad. Con todos estos prodigios, el carcelero de la prisión, llamado Estratónico, fue ganado para la fe. Denunciado al emperador, fue condenado a azotes con varas. Encerrado en la prisión, oyó la voz milagrosa que le prometía el triunfo para el día siguiente. Por última vez, Hermilo compareció ante el juez y sufrió nuevos suplicios; al fin, él y Estratónico fueron envueltos en una red y arrojados al río Danubio. Tres días más tarde, los cuerpos fueron encontrados en la orilla del río. Los fieles los recogieron y los depositaron en un lugar que está a dieciocho estadios de Singidunum. Los dos nombres están inscritos en los menologios griegos, el 13 de enero.

Tropario tono 4, del común de Santos Mártires

Tus mártires, oh Señor, * han obtenido de ti * coronas de incorrupción * en su lucha, Dios nuestro. * Al tener, pues, tu fuerza, * han vencido a tiranos * y aplastado de los demonios * su abatida insolencia. * Por sus intercesiones, oh Cristo Dios, * salva nuestras almas.

Domingo después de Epifanía; Séptimo día en la fiesta de la Epifanía del Señor; Mártir Tatiana de Roma

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

Santa Tatiana de Roma, Mártir

 

 

Santa Tatiana era la hija de un rico romano y fue educada en la Fe Cristiana. No le interesaban las riquezas y los bienes materiales y cuando llegó a la mayoría de edad no quiso casarse.

Por su virtuosa vida fue asignada al puesto de diaconisa de la Iglesia de Roma. En este puesto ella cuidaba con diligencia a los enfermos, visitaba a los presos, ayudaba a los pobres, tratando con sus oraciones y buenas obras de complacer a Dios.

En los tiempos del emperador Alejandro Severo (años 222-235), santa Tatiana fue martirizada por su Fe en el Señor Jesucristo (cerca del año 225). Según un antiguo relato, después de varias torturas ella fue tirada a la arena del circo (Coliseo), para que un león muy feroz la destrozara para diversión del público. Pero en vez de destrozarla el león comenzó a acariciarla (lamerla). Entonces la santa fue sometidas a nuevas torturas y junto con su padre fue decapitada con una espada. Los siete servidores del gobernador, que la habían torturado, se convirtieron en cristianos, viendo la fuerza de Dios sobre ella y también fueron decapitados con la espada.

Tropario tono 4 del común de Santas Vírgenes Mártires

Tu oveja, oh Jesús, exclama con gran voz: “Te extraño, oh Novio mío, y lucho buscándote; me crucifico y me entierro contigo por el bautismo; sufro por ti para contigo reinar, y muero por ti para que viva en ti”. Acepta como ofrenda inmaculada a quien se sacrificó con anhelo por ti, por cuyas intercesiones, oh Compasivo, salva nuestras almas.

Sexto día en la fiesta de la Epifanía del Señor; San Teodosio el Grande, el Cenobiarca

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

San Teodosio el Grande

 

El primer fundador y organizador del monacato cenobítico nació de piadosos padres en la villa de Mogarises en Capadocia. En su juventud visitó a san Simeón el Estilita, quien lo bendijo y profetizó gran gloria espiritual para él. Teodosio salió en busca de un lugar en el cual fundar un monasterio. Tomando consigo un incensario con un carbón e incienso, se detuvo en el lugar donde, según la tradición, el carbón se encendió solo, y estableciéndose allí, comenzó a vivir la vida ascética. Pronto se congregaron allí junto a él muchos monjes de diferentes nacionalidades e idiomas. Teodosio, por lo tanto, construyó una iglesia para cada idioma de modo que se celebrasen los servicios, y que Dios fuese alabado, simultáneamente en griego, armenio, georgiano, y los demás idiomas. Mas en el día en que debían recibir la comunión, los hermanos se congregaban en la gran iglesia, donde los servicios se celebraban en griego. El refectorio era común a todos; tenían todo en común, trabajaban en común, soportaban todo en común, y frecuentemente también pasaban hambre en común.

Teodosio era un sublime ejemplo para todos los monjes: un ejemplo de trabajo, oración, vigilias, y toda virtud cristiana. Dios le otorgó el don de obrar milagros, de sanar enfermos, de estar presente y ayudar desde la distancia, de domar bestias salvajes, de predecir el futuro, y de multiplicar el pan y el trigo. La oración estaba en sus labios día y noche. Entró en paz a su descanso en el Señor en el año 529 d. C., a los ciento cinco años.

Tropario tono 8 del común de Santos Anacoretas

Con la efusión de tus lágrimas, * regaste el desierto estéril * y, por los suspiros profundos, * tus fatigas dieron frutos cien veces más, * volviéndote un astro del universo, * brillante con los milagros. ¡Oh nuestro justo padre Teodosio, * intercede ante Cristo Dios * para que salve nuestras almas!

Quinto día en la fiesta de la Epifanía del Señor; san Gregorio de Nissa.

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

 

San Gregorio de Nisa

 

Gregorio, el hermano de san Basilio Magno, era al principio un sacerdote casado; mas al morir su esposa, la bienaventurada Teosebia, fue elegido y consagrado obispo de Nisa. Se distinguía por su erudición secular y su experiencia espiritual, y era un gran predicador, traductor de las Escrituras, y teólogo. Como resultado de su oposición a los arrianos, estos hicieron todo cuanto pudieron para vencerle, considerándolo su principal enemigo. Fueron tan exitosos en esto que, durante el reino de su aliado el Emperador Valente, lograron deponer a Gregorio de su sede episcopal y exiliarlo. Esto ocurrió en el 376 d. C. Este santo padre pasó varios años en un paciente exilio, soportando pobreza y humillación. En el 381, participó en el Segundo Concilio Ecuménico, y se cree que él formuló la parte final del Credo acerca del Espíritu Santo. Su vida terminó en avanzadísima edad alrededor del año 395, y entró finalmente al Reino de Dios. Desde entonces ha sido conmemorado como una gran luminaria de la Iglesia a través de los siglos.

Tropario, tono 4

Oh Dios de nuestros padres, * que siempre nos tratas de acuerdo con tu bondad: * no retires de nosotros tu misericordia, * sino que, por la intercesión de tus santos, * dirige nuestras vidas en paz.

Cuarto día de la fiesta de la Epifanía del Señor; Mártir Poliecto de Melitene en Armenia

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

Mártir Poliecto de Melitene

 

San Poliecto fue el primer mártir en la ciudad ármenia de Melitene. Era soldado bajo el emperador Decio (249-251) y sufrió por Cristo bajo el emperador Valeriano (253-259). El santo era amigo de Nearcos, un soldado compañero y cristiano firme. San Poliecto aunque llevaba una vida virtuosa, continuaba como pagano.

Cuando empezó la persecución de los cristianos Nearcos dijo a Poliecto, “Amigo, nos van a separar porque me van a torturar, y tu desgraciadamente vas a renunciar nuestra amistad”. Poliecto le dijo que había visto a Jesucristo en un sueño y que Él le quito su capa militar sucia y le vistió en una vestimenta resplandeciente. Dijo, “Ahora estoy listo para servir al Señor Jesucristo”.

Mientras que ardía con celo, San Poliecto se fue a la plaza y rompió el edicto de Decio mandando a todos adorar a los ídolos. Unos momentos después, se encontró con una procesión cargando doce ídolos por las calles de la ciudad. El tiró los ídolos al suelo pisoteándolos.

Su suegro, el magistrado Félix, responsable de reforzar el decreto imperial, se asustó al saber lo que hizo san Poliecto y le dijo que tenía que morir. Dijo el magistrado Félix, “Vete y despídete de tu esposa y tus hijos”. Su esposa, Paulina, vino y le rogaba con lágrimas que renunciara a Cristo. Su suegro Félix también lloraba, pero san Poliecto permaneció firme en su determinación de sufrir por Jesucristo.

Con alegría bajó la cabeza bajo la espada del verdugo y fue bautizado con su propia sangre. Durante el reinado de san Constantino construyeron una iglesia en Melitene para honrar san Poliecto. Muchos milagros sucedieron por las intercesiones del santo. En la misma iglesia los padres de San Eutimio el Grande (20 de enero) rezaron con fervor por un hijo y nació esta gran lumbrera de la Ortodoxia en el año 376 con la ayuda del santo Mártir Poliecto.

Tropario tono 4, del común de Santos Mártires

Tu mártir, oh Señor, * ha obtenido de ti * corona de incorrupción * en su lucha, Dios nuestro. * Al tener, pues, tu fuerza, * ha vencido a tiranos * y aplastado de los demonios * su abatida insolencia. * Por sus intercesiones, oh Cristo Dios, * salva nuestras almas.

Tercer día de la fiesta de la Epifanía del Señor; san Jorge el Jozebita; santa Dominica de Constantinopla

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

San Jorge el Jozebita

 

El Santo nació en un pueblo de Chipre. Sus padres eran creyentes, también tenía un hermano mayor llamado Heracleo. Con sus padres vivos aun, Jorge se dirigió a tierra Santa para prosternarse en los lugares sagrados, luego de esto fue a un monasterio de Calamonos deseando ser ordenado monje, pero el santo regresó todavía con sus parientes y se quedó con ellos hasta que murieron. Huérfano Jorge, fue adoptado con su fortuna, por un tío, quien tenía una hija única y la quería casar con él. Pero Jorge no queriendo contraer matrimonio, fue con otro tío que era abad de un monasterio, al ver el santo la presión que ejercía su tío al abad del monasterio para que lo dejase libre y así poder casarse con su hija, Jorge decidió irse con su hermano Heracleo al monasterio de Calamonos, pero por su corta edad se le aconsejó que fuera al monasterio de la Santísima Madre de Dios, que le decían Jozebá, aquí paso el resto de su vida viviendo una rigurosa vida monástica. La fama de sus virtudes fue muy importante, y su trabajo espiritual iluminó a muchos. Finalmente, San Jorge el Jozebita entrego su espíritu en paz a Dios.

Tropario, tono 8

Con la efusión de tus lágrimas, * regaste el desierto estéril * y, por los suspiros profundos, * tus fatigas dieron frutos cien veces más, * volviéndote un astro del universo, * brillante con los milagros. ¡Oh nuestro justo padre Jorge, * intercede ante Cristo Dios * para que salve nuestras almas!

 Santa Dominica de Constantinopla

 

Santa Dominica llegó de Cartago a Constantinopla en tiempos del santo emperador Teodosio el Grande. Allí fue bautizada por el patriarca Nectario e ingresó en un monasterio de mujeres.

Mediante un ascetismo estricto y prolongado alcanzó una elevada perfección espiritual. La santa curó a los enfermos, demostró su poder sobre los elementos naturales y predijo el futuro. Con sus milagros, la santa conmovió a los habitantes de la capital hacia la preocupación por la vida eterna y el alma. Adornada por las virtudes, la santa partió de esta vida como una virgen inmaculada en su vejez.

Tropario, tono  4, del común de Santas Justas.

En ti fue conservada la imagen de Dios fielmente, oh justa Dominica, * pues tomando la cruz seguiste a Cristo * y, practicando, enseñaste a despreocuparse de la carne, * que es efímera, * y a cuidar, en cambio, el alma inmortal. * Por eso hoy tu espíritu se regocija junto con los ángeles.

Segundo día en la fiesta de la Epifanía del Señor; Sinaxis del Santo, Glorioso, Profeta y Precursor Juan el Bautista

La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

Sinaxis del Santo y Glorioso Profeta y Precursor Juan Bautista

 

Al día siguiente de la gran fiesta de la Epifanía- Bautismo del Señor en el Jordán, celebramos la memoria del Glorioso, Profeta, Precursor y Bautista Juan.

San Juan Bautista era hijo del sacerdote Zacarías y de Isabel, hasta los 30 años vivió en el desierto de Judea teniendo una vida acética, dedicada enteramente a la oración y en busca de la perfección espiritual. Su vestimenta era de pelo de camello, en su cintura tenía un cinto de cuero y sus alimentos eran langostas la miel silvestre. Poseía la Gracia Divina para ser un gran predicador de la Palabra de Dios y con esa gracia convocaba a multitudes a escucharlo. Protestaba duramente contra los fariseos, quienes con una imagen supuestamente santa, ocultaban bajo su ropa la crueldad, la impureza mental y espiritual. Esencialmente su enseñanza se basaba en una frase característica: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca” preparando así el camino para el plan salvador de Nuestro Señor Jesucristo. Al comenzar Cristo su exposición pública, la gente dejada lentamente a Juan y lo seguía a él, este cambio en la gente, hubiese causad envidia y celos en cualquier persona que no tenga el espíritu Santo, por eso a Juan este cambio le dio mucha alegría y felicidad. Esta festividad de San Juan el Precursor, por quien Cristo dijo: “Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista”, (Mateo 11:11) fue establecida en el siglo V.

Tropario, tono 2

La memoria del justo es con alabanzas, * pero a ti, oh Precursor, te basta el testimonio del Señor; * porque te volviste verdaderamente el más honrado de los profetas * al ser digno de bautizar en el Jordán al que fue anunciado; * y así como defendiste la verdad, con alegría * anunciaste, hasta a los que estaban en el Hades, * a Dios que se ha revelado en el cuerpo, * que quita el pecado del mundo y nos otorga la gran misericordia.

Santa Teofanía de nuestro Señor, Dios y Salvador Jesucristo (Bautismo en el Jordán)

La festividad de la Epifanía, o del Bautismo del Señor, igual, que la Pascua, es la más antigua fiesta cristiana. Está dedicada al Bautismo de nuestro Señor Jesucristo en el río Jordán. Esta fiesta desde los primeros tiempos fue recibida por los cristianos con gran sentimiento, ya que les recordaba su propio bautismo y hacía sentir más profundamente la fuerza de este Sacramento.

Hasta la edad de 30 años nuestro Señor Jesucristo vivió con Su Madre en la pequeña ciudad de Nazaret. Ayudando al anciano José en sus trabajos de carpintería, no se daba a conocer por nada especial, y la gente Lo consideraba como hijo de José. Pero, al acercarse la hora de comenzar Su vida pública, Dios, inspiró al profeta Juan el Bautista, que vivía en el desierto, comenzar la predicación del arrepentimiento ante todo el pueblo y bautizar en el Jordán a todos los arrepentidos, como señal del deseo de ellos de limpiarse de sus pecados. El lugar donde el profeta Juan comenzó su prédica se llamaba: “desierto de Judea,” situado en la orilla oeste del Jordán y del mar Muerto.

Los evangelistas llaman a Juan el Bautista “voz que clama en el desierto,” porque él exhortaba enérgicamente a la gente: “Preparad el camino del Señor, haced que sea recto Su camino.” Estas palabras son tomadas del profeta Isaías, donde él consuela a Jerusalén, diciendo, que ya había terminado el tiempo de su humillación y pronto vendría la gloria del Señor, y “se manifestará la gloria de Dios, y toda carne juntamente la verá” (Isaías 40:5).

Preparando a los hombres para el ingreso en este Reino, que se desplegará pronto con la venida del Mesías, Juan convoca a todos al arrepentimiento, y a los que respondieron a este llamado, los bautizaba “para el perdón de los pecados” (Lucas 3:3). Esto no era todavía el santo bautismo cristiano, sino solo la inmersión en el agua como símbolo, de que el arrepentido deseaba la purificación de los pecados, en forma semejante, a como el agua limpia su cuerpo de la suciedad.

Juan el Bautista era un austero asceta, usaba ropas toscas de pelo de camello y se alimentaba con langostas y miel silvestre. Él representaba en sí mismo lo radicalmente opuesto a sus contemporáneos, los preceptores del pueblo hebreo, y su predicación acerca de la proximidad del Mesías, cuya venida muchos esperaban tan ansiosamente, no podía no llamar la atención general. Hasta el historiador de los judíos Flavio Josefo, testimonia que el “pueblo, extasiado por las enseñanzas de Juan se congregaba hacia él en grandes multitudes” y que el poder de este hombre sobre los judíos era tan grande, que estaban dispuestos a hacer todo lo que él aconsejare, y hasta el mismo rey Herodes (Antipas) temía el poder de este gran maestro. Ni siquiera los fariseos ni los saduceos podían mirar con indiferencia, como el pueblo en masa iba hacia Juan, y ellos mismos tuvieron que ir al desierto hacia él, aunque es dudoso que todos ellos fueran con sentimientos sinceros. Por ello no es extraño que Juan los reciba con palabras severas y acusadoras: ¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? (Mateo 3:7).

Entonces, de entre toda la otra gente, también vino a Juan, Jesucristo de Nazareth de Galilea, para ser bautizado por él. Juan, como profeta, percibió Su Santidad, pureza e infinita superioridad sobre sí mismo, y por ello dijo asombrado: “¡Yo necesito ser bautizado por Ti! ¿Y Tú vienes a mí?” — “Así conviene que cumplamos toda justicia” — contestó con mansedumbre el Salvador. (Mateo 3:14-l5). Con estas palabras el Señor Jesucristo quiso decir, que Él, como engendrador del nuevo regenerado género humano, debía mostrar con Su Propio ejemplo la necesidad de cumplir todo lo que está establecido por Dios, entre lo que también estaba el bautismo.

“Y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio Juan al Espíritu de Dios Quien descendía como paloma y venía sobre Él.” Evidentemente, no sólo Juan vio el Espíritu de Dios sino que también lo vio el pueblo que estaba allí reunido, por cuanto el propósito de este milagro era presentar al pueblo a Jesús como Hijo de Dios, Quien hasta entonces había permanecido en el anonimato. Es por eso que en el día del bautismo del Señor, llamado también Teofanía o Manifestación del Señor, en el oficio de la iglesia se canta: “Te presentaste hoy al universo…” Según el Evangelista Juan, el Espíritu de Dios no sólo descendió sobre Jesús, sino que permaneció en Él (Juan l:32).

El Espíritu Santo se presentó en figura de paloma porque esa era la forma más explícita de presentar Sus cualidades. En las enseñanzas de San Juan Crisóstomo, se dice: “la paloma es un ser extremadamente manso y limpio. Y como el Espíritu Santo es un Espíritu de mansedumbre, en tal manera se presentó”. San Cirilo de Jerusalén explica que “en la época de Noé una paloma anunció la finalización del diluvio universal, trayendo una ramita de olivo, así también ahora el Espíritu Santo anuncia la remisión de los pecados en forma de paloma. Otrora una ramita de olivo, ahora la misericordia de nuestro Dios.”

La voz del Dios Padre: “Este es Mi Hijo amado, en quien tengo complacencia,” indicó a Juan el Bautista y al pueblo presente la dignidad Divina del Bautizado, como Hijo de Dios, en Su propio sentido, Hijo Único, en El que permanece eternamente la benevolencia del Dios Padre; y al mismo tiempo estas palabras del Padre Celestial confirmaban su complacencia al comienzo de la gran hazaña de la salvación humana.

¡Bendita fiesta para todos!

Tropario, tono 1

Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!

Condaquio Tono 4

 Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!

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