Santo Profera Habacuc; Santo Padre Porfirio de Cafsocalivia

El santo profeta Habacuc, el octavo de los doce profetas menores era descendiente de la tribu de Simeón y profetizó entre la segunda mitad del siglo VII a.C. Anticipó la destrucción del templo de Jerusalén, la cautividad en Babilonia y el posterior retorno de los cautivos a su tierra nativa.

Durante la guerra con los babilonios, el profeta escapó a Arabia en donde un milagro ocurrió. Mientras traía la cena a quienes habían huido encontró un ángel del Señor e inmediatamente, por la fuerza del espíritu, fue transportado a Babilonia, donde en ese tiempo el profeta Daniel moría de hambre en prisión. La comida que había traído para sus compañeros en la huida sirvió para calmar el hambre del profeta Daniel (Dan 14:33-37).

Después del final de la guerra con los babilonios, el profeta Habacuc regresó a su tierra y murió ya siendo de edad avanzada. Sus reliquias fueron encontradas en los tiempos del emperador Teodosio el joven (408-450), junto a las reliquias del profeta Miqueas (14 de agosto).

La cuarta Oda del Salterio “Oh Señor, he escuchado tus palabras, y he temido…” se basa en Habacuc 3:2-19.

Tropario tono 2, del común de santos Profetas

Celebramos la memoria del profeta Habacuc, * por quien te suplicamos, Señor, * que salves nuestras almas.

Santo Padre Porfirio, vidente de Cafsocalivia

 

El Santo Anciano Porfirio (en el mundo Evangelos Baϊraktaris) nació el 7 de febrero de 1906 en Eubea. La familia del Santo era numerosa y sus padres eran agricultores pobres que tenían dificultades para mantenerse. Por ello, su padre se vio obligado a partir hacia América, donde trabajó en la construcción del Canal de Panamá.

El joven Evangelos fue el cuarto hijo de la familia. Cuidaba ovejas en una montaña y asistió solo un año de escuela primaria, cuando se vio obligado a ir a Calcis a trabajar tenía solo siete años. Trabajó durante dos o tres años en una tienda, y luego se fue a El Pireo, donde trabajó durante dos años en la tienda de comestibles de un pariente.

A los doce años se fue a la Montaña Sagrada en secreto, deseando emular a San Juan el Quemador de Cabañas (15 de enero), a quien amaba mucho, después de haber leído su Vida. La gracia de Dios lo llevó a la ermita de San Jorge de Cafsocalivia, donde vivió en obediencia a dos ancianos, Panteleimon (que también era un Padre Espiritual) e Joanicio(su hermano según la carne), que era sacerdote. Evangelos se dedicó a estos dos ancianos con gran amor y absoluta obediencia, y tenían fama de ser inusualmente austeros.

Fue tonsurado como monje a la edad de catorce años y recibió el nombre de Nicetas. Después de dos años fue tonsurado en el Gran Esquema. Un poco más tarde, Dios le concedió el don de la clarividencia.

A los diecinueve años, el anciano enfermó gravemente, lo que le obligó a abandonar la Montaña Sagrada. Luego regresó a Eubea, donde vivió en el Monasterio de San Charalambos en Leuka. En 1926, a la edad de veinte años, fue ordenado sacerdote en San Charalampos de Kymi por Porfirio III, arzobispo del Sinaí, quien le dio el nombre de Porfirio. A la edad de veintidós años se convirtió en Padre Espiritual y Confesor. Poco después, fue elevado al rango de Archimandrita. Luego trabajó durante un tiempo como párroco en Tsakaioi, un pueblo de Eubea.

En vísperas de la entrada de Grecia en la Segunda Guerra Mundial, en 1940, el padre Porfirio fue enviado a Atenas, donde asumió sus funciones de sacerdote y padre espiritual en el Policlínico de Atenas. Según él mismo dijo, vivió allí treinta y tres años como si fuera un solo día, dedicándose por completo a su trabajo espiritual de aliviar el dolor y la enfermedad de sus pacientes.

En 1955 se instaló en Kallίsia, donde había arrendado al Santo Monasterio de Penteli el Monasterio de San Nicolás, junto con la zona rural que lo rodeaba, que cultivó con gran diligencia. Al mismo tiempo, disfrutaba de su fructífera labor espiritual.

En el verano de 1979 se instaló en Milesi con el sueño de construir un monasterio. Al principio vivió en una caravana en condiciones adversas, luego en una enorme celda de bloques de hormigón, donde soportó muchas pruebas a causa de su salud. En 1984 se trasladó a una habitación en un monasterio que se estaba construyendo. Aunque el anciano estaba muy enfermo y ciego, trabajó incansablemente para completar la obra. Cuando el 26 de febrero de 1990 se colocó la primera piedra del katholikon del Monasterio de la Transfiguración, pudo ver su sueño hecho realidad.

En los últimos años de su vida terrena comenzó a prepararse para su descanso. Quería retirarse a la Montaña Sagrada, a su amada Cafsocalivia, donde secretamente y en silencio, tal como había vivido, entregaría su alma a su Señor. Muchas veces la gente le oyó decir: “Ahora que he envejecido, quiero ir y morir allí arriba”.

De hecho, en junio de 1991, sintiendo su muerte y no queriendo ser enterrado con honores, se fue a la cabaña de San Jorge en Cafsocalivia, donde había sido tonsurado como monje 70 años antes. El 2 de diciembre de 1991, entregó su alma al Señor, a quien tanto había amado durante su vida.

La canonización del anciano Porfirio tuvo lugar durante la sesión del Santo Sínodo del Patriarcado Ecuménico el 27 de noviembre de 2013.

Tropario, tono 1

Retoño de Eubea y orgullo ecuménico, * verdadero amigo de Cristo * e iniciado de la Trinidad: * honremos, oh fieles, a Porfirio, * repleto de carismas desde niño. * Él libera al poseído y da salud * al enfermo que exclama con fervor: * ¡Gloria al que te ha fortificado! * ¡Gloria, que santo te ha mostrado! * ¡Gloria, que, por tu medio, * ha obrado curación a todos!

Santo Profeta Nahum

El santo profeta Nahum, cuyo nombre significa “Dios consuela” era de la aldea de Elkosh, Galilea, vivó durante el siglo VII a.C. Es él quien profetiza la ruina de la ciudad Asiria de Nínive debido a su iniquidad, la destrucción del reino israelita y la blasfemia del rey Senaquerib contra Dios. El rey asirio Asurbanipal murió en 632 a.C. y durante las siguientes décadas, su imperio comenzó a caer paulatinamente. Nínive cayó en 612 a.C.

Nahum se diferencia de la mayoría de los profetas en que no hace ningún llamado al arrepentimiento ni denuncia a Israel de su infidelidad a Dios, sino centra su mensaje en la necesidad de la reconstrucción del Templo en Jerusalén como signo de la necesidad de reconstruir el culto digno a Dios como base de la reconstrucción de la nación, además de señalar al templo mismo como el signo palpable de la presencia de Dios en medio de su pueblo.

Los detalles de la vida del santo profeta no son conocidos. Murió a los 45 años y fue enterrado por los de su región. Es el séptimo de los doce profetas menores. En la Iglesia, el profeta Nahum es invocado para la sanidad de aquellos con desórdenes mentales.

Tropario tono 2, del común de santos Profetas

Celebramos la memoria del profeta Nahúm, * por quien te suplicamos, Señor, * que salves nuestras almas.

Santa Melania la Joven, de Roma

Santa Melania la Joven, de Roma.

31 de Diciembre

Santa Melania la Joven, que nació en 388, era la nieta de Santa Melania la Grande (8 de junio). Su padre Publicola fue un Senador de Roma.
Se unió en matrimonio con Piniano y se convirtió en madre de dos hijos, los cuales perdió poco después. Por lo tanto, habiendo acordado con su esposo pasar el resto de sus vidas en abstinencia y castidad, y llevando a su madre Albina con ella, se fue a África. Rescataron a 8,000 cautivos; Además, construyeron dos monasterios, uno para hombres y otro para mujeres, en la ciudad de Tagaste, en el distrito de Túnez. Después de siete años se mudaron a Jerusalén. A los catorce años de residir en Palestina, murió Albina y, al año siguiente, Piniano la siguió a la tumba. Melania sepultó a su esposo al lado de su madre en el Monte de los Olivos y se construyó una celda cerca de las tumbas de sus fieles compañeros. La celda fue el núcleo de un amplio convento de vírgenes consagradas que presidió Santa Melania. A partir de entonces, Melania se encerró en una pequeña y estrecha ermita junto al Monte de los Olivos, y desgastando su cuerpo con ayunos y vigilias, descansó el año 434.
Como este día se celebra la Despedida de la Navidad, los himnos propios de santa Melania, se han fusionado con los de santa Anisia celebrada ayer.

Tropario común de los monásticos, tono 4
En ti fue conservada la imagen de Dios fielmente, oh Madre pues tomando la cruz seguiste a Cristo; y practicando, enseñaste a despreocuparse de la carne, que es efímera, y a cuidar, en cambio, el alma inmortal. Por eso hoy tu espíritu se regocija Venerable Melania junto con los ángeles.

Santa Virgen y Mártir Anisia de Tesalónica

Santa Virgen y Mártir Anisia de Tesalónica

30 de Diciembre

Santa Anisia nació en la ciudad de Salónica, en Grecia, a fines del siglo III. Sus padres eran gente buena, de gran fortuna y muy devotos. Educaron a Anisia en la fe cristiana, pero Anisia quedó huérfana a temprana edad y quedó como única heredera de muchos esclavos, tierras, oro y joyas.
Según la orden del emperador Maximiano (años 284-305) que todos los cristianos, que no abjuraban de Cristo y no hacían sacrificios a los ídolos paganos, se les podría ejecutar. Cualquiera podría matar a un cristiano impunemente. Sabiendo que a los ricos les es difícil entrar al Reino Celestial, Santa Anisia liberó a sus esclavos, vendió sus estancias y empezó a ayudar a los necesitados: viudas, huérfanos, mendigos y los encarcelados. Santa Anisia no solamente ayudaba con plata, ella cuidaba a los enfermos, hacia los vendajes a los martirizados y consolaba a los afligidos. Cuando se terminaron todos sus recursos, Santa Anisia empezó a vivir en la pobreza y empezó a trabajar para cubrir sus necesidades. Sin embargo, ella seguía visitando a los encarcelados y consolaba a los afligidos.

Una vez, yendo a la reunión religiosa, Santa Anisia vio una gran cantidad de gente que se apuraba para entrar a un templo pagano, para festejar al dios pagano de sol. Apartándose de la ruidosa muchedumbre, Santa Anisia siguió su camino para llegar a la reunión religiosa. Pero, repentinamente uno de los guerreros se fijó en ella y le preguntó quién es y a donde va. Santa Anisia contestó humildemente: “Soy esclava de Cristo y voy a mi iglesia.” El guerrero agarró brutalmente a la Santa y quiso llevarla por la fuerza al templo pagano para obligarla a hacer la ofrenda al ídolo. Santa Anisia se pudo liberar de las manos del guerrero con las palabras: “Que el Señor Jesucristo te lo prohíba.” Al escuchar el santísimo, pero para él odioso nombre de Cristo, el brutal pagano la golpeo con la espada. Santa Anisia cayó sobre la tierra, cubierta de sangre. Así, la joven Anisia entregó su pura alma en las manos de Cristo. Los cristianos sepultaron el cuerpo de la santa mártir cerca de la puerta de la ciudad de Salónica.
Los himnos litúrgicos de santa Anisia, mencionan también a santa Melania la Joven que se celebra el 31 de diciembre, debido a que ese día siendo la despedida de la fiesta de Navidad, todos los himnos son los propios de la fiesta.

Tropario, tono 4

Como una lámpara doblemente brillante, de luz verdaderamente mística iluminan a la Iglesia como un faro alto: Tú con rayos de gloria de mártir, Oh Anisia; Tú con rayos de grandes obras ascéticas, oh Melania. Ahora, juntas, ustedes son honradas por Cristo su Novio por sus tribulaciones en Su Nombre.

Los 14,000 niños inocentes asesinados por órdenes de Herodes en Belén

Los 14,000 niños inocentes asesinados por órdenes de Herodes en Belén

29 de Diciembre

Herodes, llamado “el Grande”, gobernaba al pueblo judío, dominado por Roma, por la época en que nació Nuestro Señor Jesucristo. Herodes era idumeo, es decir que no era un judío perteneciente a la casa de David o de Aarón, sino descendiente del pueblo al que Juan Hyrcan obligó a abrazar el judaísmo; si ocupaba el trono de Judea, era por un favor especial de la casa imperial de Roma. Por lo tanto, desde que oyó decir que ya habitaba en el mundo un ser “nacido como rey de los judíos” al que tres sabios magos del oriente habían venido a adorar, Herodes estuvo inquieto y vivió en el temor de perder su corona. En consecuencia, convocó a los sacerdotes y escribas para preguntarles en qué lugar preciso debía nacer el esperado Mesías. La respuesta unánime fue: “En Belén de Judá.” Más atemorizado que nunca, realizó toda clase de diligencias para encontrar a los magos que habían venido de oriente en busca del “rey” para rendirle homenaje. Una vez que encontró a los magos, los interrogó secretamente sobre sus conocimientos, los motivos de su viaje, sus esperanzas, hasta que, por fin, les recomendó que fuesen a Belén y los despidió con estas palabras: “Id a descubrir todo lo que haya de cierto sobre ese niño. Cuando sepáis dónde está, venid a decírmelo, a fin de que yo también pueda ir a adorarle.” Pero los magos recibieron en sueños la advertencia de no informar a Herodes, de suerte que, tras haber adorado al Niño Jesús, hicieron un rodeo para regresar a oriente por otro camino. Al mismo tiempo, Dios, por medio de uno de sus ángeles, mandó a José que tomase a su esposa María y al Niño y que huyese con ellos a Egipto, “porque sucederá que Herodes buscará al Niño para destruirlo.”

“Entretanto, Herodes, al verse burlado por los magos, se irritó sobremanera y mandó matar a todos los niños que había en Belén y sus contornos, de dos años abajo, conforme al tiempo de la aparición de la estrella, que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió lo que predijo el profeta Jeremías cuando anunciaba: “En Rama se oyeron las voces, muchos lamentos y alaridos. Es Raquel que llora a sus hijos, sin hallar consuelo, porque ya no existen.” (Mat. 2:18).
Esta fiesta de los Santos Niños, se ha observado en la Iglesia desde el siglo quinto. La Iglesia los venera como mártires que no sólo murieron por Cristo, sino en lugar de Cristo.

Tropario, tono 1

Sé propicio oh Señor, y por los sufrimientos soportados por tus santos mártires, te suplicamos que sanes nuestro dolor.

Los 20,000 mártires quemados en Nicomedia

Los 20,000 mártires quemados en Nicomedia

28 de Diciembre

En el siglo VI, cuando gobernaba Diocleciano y Máximo en Nicomedia había muchos cristianos. El obispo Antimo hombre digno e infatigable, noche y día rezaba por las almas de sus fieles. Este progreso cristiano aumento la envidia de los idolatras y quisieron eliminar las iglesias cristianas, especialmente a las más grandes y céntricas de la ciudad. Para esto organizaron para la fiesta de Navidad, hacer una matanza de cristianos en Nicomedia, los fieles mientras tanto, sin conocer esto, se habían reunido para festejar el nacimiento de Cristo.

El obispo, al informarse que estaban rodeados por un ejército y ciudadanos idolatras armados, ordenó que se realice rápidamente el misterio de la Comunión. Luego bautizó a los catecúmenos para que tuviesen una salvación segura.

Entonces los idolatras prendieron fuego al templo, donde pereciendo miles de creyentes, pero este trágico hecho no disminuyo el número de miembros de la iglesia, por el contrario, multiplicó aún más las personas que abrazaban la fe. Esta situación nos recuerda las palabras de Nuestro Señor Jesucristo que dijo:” edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18).

Tropario, tono 2

Bienaventurada la tierra que bebió su sangre, oh galardonados del Señor, y santos los tabernáculos que recibieron su espíritu; porque en el estadio triunfaron sobre el enemigo, y proclamaron a Cristo con valentía. Suplíquenle a Él que es Bueno, que salve nuestras almas.

Santo Protomártir y Archidiácono Esteban

Santo Protomártir y Archidiácono Esteban

27 de Diciembre

San Esteban pertenecía a una familia judía, que vivía fuera de la Tierra Santa. Estos judíos eran llamaban helenistas porque cultivaban la cultura griega, que dominaba en el imperio romano. Después que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, la iglesia empezó a crecer rápidamente y se presentó la necesidad de preocuparse por los huérfanos, viudas y pobres en general, quienes fueron bautizados. Los apóstoles ofrecieron a los cristianos de elegir entre ellos a siete hombres calificados para preocuparse por los necesitados. Después de consagrar a estos siete hombres como diáconos (es decir ayudantes, colaboradores) los apóstoles los nombraron como sus ayudantes más cercanos. Entre ellos se destacaba, por su inquebrantable fe y facilidad de palabra, el joven Esteban llamado archidiácono que quiere decir, el primer diácono. Muy pronto los diáconos, además de la ayuda a los pobres empezaron a participar en las oraciones y en las ceremonias religiosas.
Esteban predicaba la palabra de Dios en Jerusalén. Fundamentaba la verdad de sus palabras con milagros y prodigios. Su éxito fue muy grande y esto provocó el odio de los fariseos, rigurosos defensores de la ley de Moisés. Ellos lo agarraron y lo llevaron a Sanedrín, supremo tribunal de los judíos. Ahí, los fariseos presentaron a falsos testigos, quienes aseguraban que el ofendía a Dios y al profeta Moisés en sus predicaciones. Justificándose delante del Tribunal, san Esteban expuso delante de Sanedrín la historia del pueblo judío y demostró, citando los ejemplos, como los judíos siempre se oponían a Dios y mataban a los profetas que Él enviaba. Escuchándolo los miembros del Tribunal se exasperaron más y se encolerizaron. En este momento Esteban vio que se abría el Cielo sobre él y exclamo: “Veo al Hijo del Hombre a la diestra de Dios.” (Hechos (7: 60). Los miembros del Sanedrín se tapaban los oídos, se tiraron sobre Esteban y lo arrastraron fuera de la ciudad. Ahí, de acuerdo a la ley, los falsos testigos fueron los primeros en lapidarlo. Un joven llamado Saulo asistía custodiando los mantos de los lapidadores.
Cayendo bajo la lluvia de las piedras, Esteban exclamó: ” Señor, no les imputes este pecado y reciba mi alma.” Todo lo acontecido y lo dicho por Esteban en Sanedrín lo describió el evangelista Lucas en el libro “Hechos de los apóstoles” capitulo 6:8.
Así, el archidiácono Esteban fue el primer mártir por Cristo en el año 34, después del nacimiento de Jesús Cristo.

Tropario, tono 4
Por las luchas que sufriste por Cristo Dios, una diadema real corona tu cabeza, oh Primer Campeón de los Mártires. Porque refutaste la locura de los judíos y viste a tu Salvador a la derecha del Padre. Por lo tanto suplícale incesantemente que salve nuestras almas.

Sinaxis de la Santísima Madre de Dios

Sinaxis de la Santísima Madre de Dios

26 de Diciembre

El día después de la Navidad, la Santa Iglesia glorifica y alaba a la Santísima Madre de Dios, que dio a luz a Nuestro Señor, Dios, y Salvador Jesucristo, convirtiéndose en instrumento para nuestra salvación.
Esta fiesta es llamada «sinaxis» porque en ella se congregan todos los fieles para glorificarle, y para celebrar una solemne fiesta universal en su honor.

Condaquio de la Sinaxis de la Madre de Dios, tono 6

Aquél que, antes de la estrella de la mañana, nació del Padre sin participación de una madre; hoy se encarna de Ti, sobre la tierra sin participación de un padre. Por esto la estrella anuncia la nueva a los magos; y los Ángeles con los pastores alaban Tu Alumbramiento puro, ¡Oh Llena de gracia!

Natividad de nuestro Señor, Gran Dios y Salvador Jesucristo/Conmemoración de la Adoración de los Magos y los Pastores que fueron a adorar al Señor

Natividad de nuestro Señor, Gran Dios y Salvador Jesucristo/Conmemoración de la Adoración de los Magos y los Pastores que fueron a adorar al Señor

25 de Diciembre

Nuestro Salvador nació en Belén, una ciudad de Judea, donde José había venido de Nazaret de Galilea, junto con María su prometida, que estaba en cinta, para cumplir con lo decretado en esos días por el emperador Augusto: todos debían registrarse en el censo de los súbditos de Roma. Por lo tanto, cuando llegó el momento de dar a luz a la Virgen, y dado que debido a la gran multitud no había lugar en la posada, las circunstancias de la Virgen los obligaron a entrar en una cueva que estaba cerca de Belén. Teniendo como refugio un establo de bestias irracionales, dio a luz allí, envolvió al Niño y lo puso en el pesebre (Lucas 2: 1-7). A partir de esto, la tradición nos ha llegado a decir que cuando Cristo nació, fue recostado entre dos animales, un buey y un asno, para que se cumplieran las palabras del Profeta: “El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; Israel no conoce, mi pueblo no discierne” (Isaias1:3).
Pero mientras la tierra le dio al Salvador recién nacido una recepción tan humilde, el Cielo en lo alto celebró majestuosamente Su venida salvadora del mundo. Una estrella maravillosa, brillando con un brillo poco común y siguiendo un curso extraño, llevó a los Magos del Este a Belén para adorar al Rey recién nacido. Ciertos pastores que estaban en el área de Belén, que vigilaban mientras cuidaban sus ovejas, fueron repentinamente rodeados por una luz extraordinaria, y vieron ante ellos un Ángel que les proclamó las buenas nuevas de la alegre Natividad del Señor. Y enseguida, junto con este Ángel, vieron y escucharon a toda una hueste de los Poderes Celestiales alabando a Dios y diciendo: “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres” (Lucas 2: 8-14).

Tropario, tono 4

Tu nacimiento, oh Cristo nuestro Dios, iluminó al mundo con la luz de la sabiduría, pues los que adoraban a los astros, aprendieron por la estrella a adorarte, oh Sol de Justicia, y a conocerte, Oriente de lo alto: ¡Señor, gloria a Ti!

Virgen Mártir Eugenia de Roma y compañeros mártires

Virgen Mártir Eugenia de Roma y compañeros mártires.

24 de Diciembre

Eugenia nació en Roma, y era hija de Felipe, eparca de todo Egipto. En aquel tiempo, los cristianos habían sido expulsados de Alejandría y vivían en los alrededores de la ciudad. La doncella Eugenia visitaba a los cristianos y recibió la fe con todo su corazón. Huyó de sus padres con sus dos fieles eunucos, fue bautizada por el Obispo Elías, y vistiendo ropas de hombre, se marchó a un monasterio de hombres donde recibió el hábito monástico. Tanto purificó su corazón a través del ascetismo voluntario que recibió de Dios el don de sanar a los enfermos, y así sano a una mujer rica llamada Melantia. Después de esto, empero, esta mujer concibió una pasión impura por Eugenia, sin sospechar que era una mujer. Al ser firmemente rechazada por Eugenia, esta malvada mujer, por vengarse, fue ante el eparca y la calumnió, así como la esposa de Potifar calumnió al casto José (cfr. Génesis 39). El eparca ordenó que todos los monjes fuesen atados y arrojados a la cárcel junto con Eugenia. Cuando todos fueron llevados a juicio, Eugenia se reveló a su padre como su hija. Felipe, grandemente regocijado, fue bautizado con toda su casa, y fue escogido como obispo de Alejandría. Oyendo de esto, el emperador romano ordenó a un malvado general llamado Terencio, el cual mató a Felipe en secreto al llegar a Alejandría. Entonces Eugenia se mudó a Roma con su madre y sus hermanos. En Roma, valiente y celosamente convirtió paganos a la fe verdadera, especialmente doncellas, y de este modo trajo a la fe a una hermosa doncella llamada Basilia. Esta, pronto fue degollada por Cristo, como Eugenia había profetizado, y entonces sus dos eunucos, Proto y Jacinto, fueron degollados. Finalmente el martirio llegó a Eugenia, cuya presencia había causado que el templo de Diana cayera en ruinas. Los verdugos primero la arrojaron al agua y después al fuego, pero Dios la preservó. El Señor Jesús mismo se le apareció en la cárcel, y le dijo que habría de sufrir el día de su Natividad. Y así ocurrió: Eugenia fue degollada con espada en Roma el 25 de diciembre del año 262. Después de su muerte, Eugenia se apareció a su madre en gran gloria, y la consoló.

Tropario,  tono 3

Siendo místicamente movida por el Espíritu, cantaste las alabanzas de Dios, recibiendo así la clara luz del conocimiento divino en tu corazón; y brillando como el sol con una vida justa, venciste al diablo en el martirio. Oh Eugenia, tú, la más gloriosa Mártir del Señor, suplica a Cristo Dios que nos conceda su gran misericordia.

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