Boletín Natividad de la Theotokos

Memoria de la Natividad de la Madre de Dios

8 de Septiembre 

Oh María, la Joven que dio a luz a Dios,
la Novia que no conoció matrimonio; Hoy, en Tu Natividad,
los confines de la habitada tierra se regocijan.
Porque por ella, soltaste del reproche
la dolorosa esterilidad de Tus padres;
Y con el Parto, anulaste la maldición de Eva, nuestra primera madre.
                                                                                                                           Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 5

Al coeterno Verbo, con el Padre y el Espíritu,
Al Nacido de la Virgen para nuestra salvación, alabemos,
oh fieles, y prosternémonos. Porque se complació en ser elevado
en el cuerpo sobre la Cruz y soportar la muerte,
y levantar a los muertos por su Resurrección gloriosa.

Tropario de la Natividad de la  Madre de Dios

Tono 4

Tu Nacimiento, oh Madre de Dios,
anunció la alegría a todo el universo,
porque de ti surgió resplandeciente el Sol de Justicia,
Cristo nuestro Dios, Quien disolviendo la maldición,
nos concedió la bendición, y pisoteando la muerte nos otorgó la vida eterna

Condaquio del Natividad de la Madre de Dios

 Tono 4

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima, Joaquín
y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte,
y tu pueblo lo celebra siendo redimido
de la culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (2: 5-11)

Hermanos: Haya en ustedes este mismo pensar que en el Cristo Jesús; el cual, teniendo la condición de Dios, no consideró como usurpación el ser igual a Dios, sino que se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y apareciendo en su porte como hombre, se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo que Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre. Para que en el nombre de  Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.

Evangelio según San Lucas (10: 38-42; 11: 27-28)

En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.» Jesús le respondió y dijo: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas, mientras que una sola es la necesaria. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

Y sucedió que, cuando Él decía estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

Mensaje Pastoral

La Natividad de la Virgen

8 de septiembre

De acuerdo con el plan divino, Dios dejó a Joaquín y Ana sin descendencia hasta que pasaron la edad de la fertilidad. Mas posteriormente, por sus ruegos, lágrimas y oraciones, les otorgó lo que esperaron toda su vida; así vino María, la virgen, fruto de la gracia, bendición y ternura divinas.

Ciertamente, todo el Antiguo Testamento es la historia de la intervención de Dios con su pueblo, preparándolo para recibir la Divina Providencia. El nacimiento de la Virgen es cumplimiento de esta intervención, mejor dicho, es su plenitud. En verdad María es el objeto de la historia de la Salvación; es la conclusión de una historia de amor y obediencia; es la plenitud de una historia de  esperanza y respuesta.

La santidad de la antigüedad dio como fruto a la mujer por cuya humildad y entrega a la divina Voluntad, la naturaleza humana aceptaría la Encarnación de Dios.

Nuestra alegría con María, no es sino gozo en el Señor, pues su valor brota de que ella es la Madre de Dios. Por ello todos los cánticos e iconos de la Iglesia recuerdan a la Virgen siempre junto a su Hijo Dios, nunca sola, pues Él la hizo Madre de la Vida como a la Iglesia Fuente de Vida.

Los himnos en la fiesta de la Natividad de la Virgen expresan suma alegría, ya que con la resolución de la esterilidad de los abuelos del Señor, se resolvió la esterilidad de la humanidad. Si Ana y Joaquín fueron representantes del mundo estéril, María es la imagen del mundo fértil, de la nueva creación: de la Iglesia.

Nuestra Fe y Tradición

Expresiones del Culto

El Culto en la Iglesia Ortodoxa se expresa de cuatro maneras principales:

  1. La Eucaristía, la cual es la celebración más importante del Culto del Ortodoxia. Eucaristía significa “agradecimiento” y se conoce en la Iglesia Ortodoxa como la Divina Liturgia.
  2. Los Sacramentos o lo Misterios, los cuales afirman la presencia y acción de Dios en los acontecimientos importantes de la vida Cristiana. Todos los Sacramentos Mayores están relacionados con la Eucaristía. Estos son: Bautismo, Crismación (Confirmación), Confesión, Eucaristía, Matrimonio, Orden Sagrado y Unción de los Enfermos.
  3. Los Servicios y Bendiciones Especiales, los cuales también afirman la presencia y la acción de Dios en los Eventos, necesidades y tareas de nuestra vida.
  4. Los Oficios Diarios, que son los Oficios de Oración Pública que se realizan durante el día. Los más importantes son Maitines, que es la oración matinal de la Iglesia y Vísperas, que es la oración de la tarde.

Vida de Santos

Justos Joaquín y Ana.

9 de septiembre

Al día siguiente del nacimiento de la Purísima Virgen María, la Iglesia conmemora el día de sus padres — justos Joaquín y Ana. Joaquín provenía del rey David. Muchos descendientes de David vivían con la esperanza de que en la familia iba a nacer el Mesías, porque Dios le prometió a David que en su generación iba a nacer el Salvador del mundo. Ana descendía por parte de padre del sacerdote Aarón y por parte de madre del ramal de Judas.

Los esposos pasaron toda su vida en la ciudad de Galilea , Nazareth. Sobresalían por su vida virtuosa y buenas obras. Su mayor pena era la falta de hijos.. Sin embargo como lo dicen las profecías, Joaquín llevó sus ofrendas al templo de Jerusalén, pero el sumo pontífice se negó a recibirlo, acusando la ley, que no permite recibir ofrendas de personas que no dejasen descendencia en Israel. Muy duro fue soportar en el templo esta ofensa a los esposos, donde esperaban encontrar alivio para sus penas. Pero ellos a pesar de su edad madura, sin rencor continuaban pidiendo a Dios, hacer un milagro y enviarles un niño.

Al fin el Señor oyó sus oraciones y envió al arcángel Gabriel para avisar a Ana que ella iba a concebir un niño. Y realmente prontamente Ana concibió y nació una niña. Alegrándose los padres La llamaron María. De esta forma el generoso Dios gratificó la fe y paciencia de los esposos y les dio una Hija, quien trajo la bendición a todo el género humano!

Sentencias de los Padres del Desierto

  • Dijo un anciano: «Esto es lo que Dios examina en el hombre: el pensamiento, la palabra y la obra».
  • Dijo también: «El hombre necesita esto: temer el juicio de Dios, odiar el pecado, amar la virtud y orar continuamente a Dios».
  • Decía un anciano: «La humildad no se enfada, ni enfada a nadie»

Boletín del 02/09/2012

13°Domingo de Mateo

Cuando las Mirróforas vieron la piedra removida,
se alegraron porque vieron a un joven sentado en el sepulcro que les dijo:
Cristo resucitó; decid a los Apóstoles y a Pedro:
Corran al monte de Galilea, allá donde se les aparecerá a vosotros,
oh amados, tal como antes lo había dicho.
                                                                                                                              Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 4

Las discípulas del Señor aprendieron del Ángel
el alegre anuncio de la Resurrección,
y la sentencia ancestral rechazaron y
se dirigieron con orgullo a los apóstoles diciendo:
¡Fue aprisionada la muerte, Resucitó Cristo Dios
y concedió al mundo la gran misericordia!

Condaquio del Nacimiento de la Virgen

 (Tono 4)

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima, Joaquín y
Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte,
y tu pueblo lo celebra siendo redimido
de la culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (16: 13-24)

Hermanos: Velen, manténganse firmes en la fe, pórtense virilmente, sean fuertes. Todas sus cosas háganlas con amor.

Les pido otra cosa, hermanos: conocen a la familia de Estéfanas y saben que ellos han sido las primicias de Acaya y que se han dedicado al servicio de los santos; les pido, pues, que ustedes también se pongan a su disposición y a la de todo el que colabore y trabaje en la misma tarea.

Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido su ausencia. Ellos han dado descanso a mi espíritu y al de ustedes. Sepan apreciar, pues, a tales personas.

Las Iglesias de Asia los saludan. Aquila y Priscila, junto con la Iglesia que se reúne en su casa les envían muchos saludos en el Señor. Los saludan todos los hermanos. Salúdense los unos a los otros con el ósculo santo.

El saludo va de mi mano, Pablo. Si alguno no ama al Señor, ¡sea anatema! ¡Marán athá! ¡Que la gracia del Señor Jesucristo sea con ustedes! Los amo a todos en Cristo Jesús. Amén.

Evangelio según San Mateo (21: 33-42)

Dijo el Señor esta parábola: «Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre; la arrendó a unos labradores y se ausentó. Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus servidores a los labradores para recibir sus frutos. Pero los labradores agarraron a los siervos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron, a otro lo apedrearon. De nuevo, envió otros siervos en mayor número que los  primeros pero los trataron de la misma manera. Finalmente les envió a su hijo, diciendo: “A mi hijo lo respetarán.” Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron entre sí: “Éste es el heredero. Vamos, matémoslo y quedémonos con su herencia.” Y agarrándolo, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. Ahora bien, cuando venga el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?» Le dijeron: «A esos miserables les dará una muerte miserable, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo.» Y Jesús les dijo: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; fue el Señor quien hizo esto y es maravilloso a nuestros ojos?»

Mensaje Pastoral

Libre albedrío entre

la rebeldía humana y la intervención divina

La parábola de los viñadores homicidas formó parte del discurso duro de Jesús después de su Entrada a Jerusalén, discurso en el cual reprendió a los judíos, y en especial a sus prelados, por la dureza de su corazón. Queda obvio que la interpretación directa y correcta de la parábola es aplicada sencillamente a esta misma actitud de los sumos sacerdotes y ancianos que se le acercaron, a los cuales Dios mandó a profetas y enviados suyos en el Antiguo Testamento y no les escucharon y cuando enviaría a su mismo Hijo, lo crucificarían, pero «la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido».

Sin embargo, la analogía de la parábola con el relato bíblico de la creación, nos permite hacer una lectura ontológica de la misma sin alejarnos de la sólida interpretación anterior.

«Era un propietario que plantó una viña, la rodeó de una cerca, cavó en ella un lagar y edificó una torre.» Dios hizo la creación perfecta con mucho cuidado, orden y belleza y le encargó al hombre, su creatura óptima, cuidarla «la arrendó a unos labradores y se ausentó.» Su ausencia no es sino la libertad que Dios otorga amorosamente al hombre para escoger su modo de vivir.

«Cuando llegó el tiempo de los frutos, envió sus servidores a los labradores para recibir sus frutos» ¿Qué son los frutos a entregar? Es la gratitud. El hombre en el paraíso vivía un estado eucarístico. Todo lo que disfrutaba lo devolvía a Dios en acción de gracias. La creación formó un gesto del amor de Dios, pero también de la gratitud del hombre: una comunión perpetua. Sin embargo, la misma libertad del hombre le permitió rechazar la presencia de Dios: «Ya no quiero que estés presente. La viña es mía. No quiero la presencia de Dios aquí, está el hombre nada más.» A este estado en el cual el hombre escogió andar las Santas Escrituras llaman «caída». Pero la decisión libre del hombre no anula la voluntad de Dios en que «todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad», por lo que Él no cesa de intervenir, para recordar al hombre su Presencia y su amor; intervención por medio de sus profetas, por las religiones diversas y las filosofías sinceras —a pesar de sus desvíos y fallas—, por un icono que me despierta devoción sincera, por una palabra del sermón que me incita a la conversión; todos ellos no dejan de formar mensajerías que Dios utiliza para advertirle al hombre su Presencia.

Si bien la cima de la intervención de Dios es que haya enviado a su Hijo unigénito —o sea, Él mismo llega a la viña—, la cima del uso desviado de la libertad humana es el deseo de «matar a Dios».

Esta rebeldía no se manifestó nada más con los judíos que crucificaron a sabiendas al Mesías. Nietzsche también predicó que «Dios ha muerto»; los emperadores romanos se burlaban de la sangre de los mártires que seguían al Crucificado nazareno. Pero la experiencia viva y maravillosa de la Iglesia es que «la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido». Pues Cristo ha resucitado. Y cada vez que el mundo (lo mundano) rebela contra Dios deseando dejarlo fuera de la viña, el Señor mansamente revela la fuerza de su Resurrección.

En nuestra era la imagen sigue la misma. Quizás el cristiano hoy no enfrenta un ateísmo franco, sino un ateísmo moderno disfrazado más peligroso: sí, Dios existe pero en su cielo lejos de mi viña. Entonces, ¿qué es lo ideal del hombre? El espejo. ¡Derechos humanos! El «Realismo» del hombre actual (caído) —corrupción, superficialismo, materialismo— es el criterio de la vida contemporánea. y en medio de esta escena melancólica de los viñaderos que matan al Hijo, el cristiano se aferra a la convicción alegre de que «la piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido».

No tengamos miedo de vigilar esta convicción, predicarla pero sobre todo vivirla. No andemos como si Dios estuviera fuera de nuestra viña: tan está en ella que lo tomamos en gratitud como vino que nos deleita en temor de Dios, fe y amor. Amén. 

Nuestra Fe y Tradición

La Crismación

El Sacramento de la Crismación (Confirmación) se da inmediatamente después del Bautismo; nunca se difiere hasta una edad más tardía. Como el misterio de Cristo fue vivificado por el Espíritu, y la predicación de los Apóstoles fortalecida por el Espíritu, así también la vida de cada cristiano ortodoxo es santificada por el Espíritu Santo. La Crismación, que también se conoce como el Pentecostés personal, es el Sacramento que otorga al Espíritu de una forma especial.

En el Sacramento de la Crismación, el Sacerdote unge varia partes del cuerpo del recién-Bautizado con el Santo Mirron diciendo “El sello del don del Espíritu Santo.” El Santo Mirron, que es bendecido por el Obispo, es una señal de la consagración y la fuerza. Este Sacramento enfatiza las verdades de que no solamente es cada persona un miembro valioso de la Iglesia, sino también que cada uno está bendecido por el Espíritu con ciertos dones y talentos. El Ungimiento también nos hace recordar que nuestros cuerpos tienen valor y participan en el proceso de la salvación.

Los Sacramentos de iniciación siempre concluyen dando la Santa Comunión la recién-bautizado. Idealmente, esto sucede dentro de la celebración de la Divina Liturgia. Esta práctica revela que al Ortodoxia considera que los niños desde su infancia son miembros integrantes de la Iglesia. Nunca jamás hay un tiempo en que los jóvenes no sean una parte del pueblo de Dios.

Vida de Santos

 San Simeón el Estilita

1 de Septiembre

San Simeón nació dentro de los límites de Antioquia de Siria a mediados del siglo cuarto en una familia pobre.

Habiendo decidido ser monje el santo Simeón abandonó la casa paterna y tomó los hábitos en un convento cercano. Allí permaneció cierto tiempo cumpliendo la penitencia, como monje, con el sacrificio de la oración, penitencia y obediencia, para mayor hazaña espiritual se alejó al desierto de Siria. Aquí el santo Simeón inició un nuevo medio de sacrificio el columnismo. Construyendo un poste de unos metros de altura, se ubicó sobre él y con ello se privó de acostarse y descansar. Permanecía parado día y noche, como vela, en posición vertical, casi permanentemente, oraba y pensaba en Dios. Además de una severa abstinencia de alimentos, voluntariamente padecía muchas carencias: lluvias, vientos y fríos. Se alimentaba de trigo mojado y agua que le traía gente bondadosa.

Su hazaña poco común comenzó a conocerse en muchos países, y comenzaron a fluir visitantes desde Arabia, Persia, Armenia, Georgia, Italia, España y Bretaña. Viendo su descomunal fuerza de voluntad, y considerando sus inspiradas prédicas, muchos idólatras se convencían de la verdad de la fe cristiana y eran bautizados.

El emperador Teodosio II, el Menor, (408-450) admiraba a san Simeón y comúnmente seguía sus consejos. Cuando el emperador falleció, su viuda la princesa Eudoquía, fue convertida a una herejía monofisita. Los monofisitas no aceptaban en Cristo dos naturalezas — Divina y humana, sino solo la Divina. El beato Simeón persuadió a la princesa quién volvió a ser cristiana ortodoxa. El nuevo emperador Markián, (450-457) en ropas comunes secretamente visitaba al beato y le pedía consejos. Por consejo del beato Simeón Markián convocó el IV concilio Universal en el 451 donde se condenó la enseñanza herética del monofisismo.

San Simeón vivió más de cien años, falleciendo durante la oración en el año 459. Sus reliquias yacían en Antioquia.

Sentencias de los Padres del Desierto

  • Decía un anciano: «El que admite en su alma deseos perniciosos, es como el que oculta el fuego entre las pajas
  • Uno preguntó a un anciano: «¿Por qué me desanimo continuamente?». Y respondió: «Porque no has visto todavía la meta».
  • Decían los ancianos: «No hay nada peor que juzgar».

Boletín del 26/08/2012

12°  Domingo de Mateo

Cristo ha Resucitado. Nadie puede dudarlo
porque se ha aparecido a María:
después se dejo ver por los que iban a pescar:
y se manifestó a los once discípulos sentados a quienes envió a Bautizar,
y subió al cielo de donde descendió.
Probando sus enseñanzas con muchos milagros.
                                                                                                                                                                               Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 3

Que se alegren los celestiales, y que se regocijen los terrenales;
Porque el Señor desplegó la fuerza de su brazo,
pisoteando la muerte con su muerte.
y Siendo el primogénito de entre los muertos,
nos salvó de las entrañas del Hades y concedió al mundo la gran misericordia.

Condaquio del Nacimiento de la Virgen

 Tono 4

Por tu santo Nacimiento, oh Purísima,
Joaquín y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad,
Adán y Eva, de la corrupción de la muerte,
y tu pueblo lo celebra siendo redimido de la culpa de sus transgresiones al exclamar:
“La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (15: 1-11)

Hermanos: Les recuerdo el Evangelio que les prediqué, que han recibido y en el cual permanecen firmes, por el cual también son salvados si lo guardan tal como se lo he predicado; de otra suerte, en vano habrían abrasado la fe.

Porque les transmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas y luego a los Doce; después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales todavía la mayor parte viven y otros murieron. Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles. Y en último término se me apareció también a mí, como a un abortivo.

Pues yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios. Mas, por la Gracia de Dios, soy lo que soy; y su Gracia no ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la Gracia de Dios que está conmigo.

Pues bien, tanto ellos como yo esto es lo que predicamos, y esto es lo que han creído.

Evangelio según San Mateo (19: 16-26)

En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un joven y le dijo: «Maestro bondadoso, ¿qué bien he de hacer para conseguir vida eterna?» Él le dijo: «¿Por qué me llamas “bondadoso”? Uno solo es el Bondadoso, quien es Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos.» Le dijo él: «¿Cuáles?» Y Jesús respondió: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no levantarás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.» El joven le dijo: «Todo eso lo he guardado desde temprana edad, ¿qué más me falta?» Le respondió Jesús: «Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes y dáselo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego ven, y sígueme.» Al oír estas palabras, el joven se marchó entristecido, porque tenía muchos bienes. Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad les digo, que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja, que el que un rico entre en el Reino de los cielos.» Al oír esto, los discípulos, llenos de asombro, decían: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?» Jesús, mirándolos fijamente, dijo: «Para los hombres eso es imposible, mas para Dios todo es posible.»

Mensaje Pastoral

Dura es la palabra de Dios

 En la lectura evangélica de hoy, un joven vino a donde Jesús buscando «la vida eterna». Cristo le dijo con el corazón en la mano: «Todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sígueme.» Se lo dijo porque supo que la riqueza fue para este joven –como lo es para muchos– un tropiezo en el camino. Luego dice Jesús a sus discípulos: «Es más fácil que un camello entre por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el Reino de Dios.» Ellos se escandalizaron por la dureza de la palabra del Señor y, extrañados –al igual que nosotros–, dijeron: «Entonces, ¿quién se podrá salvar?» Y en otra ocasión, los discípulos le reclamaron: «Dura es esta   doctrina,   ¿quién   puede   escucharla?»     (Jn 6:60).

Cuando el joven le respondió a Jesús: «Todo eso (los diez mandamientos) lo he guardado desde mi juventud», Jesús no lo justificó, como hubiera hecho cualquier maestro dela Ley, ni lo alabó, sino que «lo amó» –nos informa exclusivamente el Evangelista Marcos (Mc 10:21)–, y «al que ama el Señor, disciplina» (Heb 12:7). Cristo amó al Joven rico y, por eso, le ofreció esta vocación, que no era tanto el «vende todo y repártelo a los pobres», sino  el «ven y sígueme». Jesús, en su plena sabiduría, supo que el apego a lo material le impedía seguir la vocación.

Dice el Señor, por la boca del profeta Jeremías: «¿No es así mi palabra, como el fuego, y como un martillo golpea la peña?» (Jr 23:29). También dice: «He venido a arrojar un fuego sobre la tierra […] ¿Creen que estoy aquí para dar paz a la tierra? No, se lo aseguro, sino división.» (Lc 12:49-51). El camino que Cristo ofrece no se identifica con una religiosidad ligera que busca «paz» que acaricia nuestras emociones religiosas; Él no adorna las dificultades para que aparezcan atractivas, sino que llama a las cosas por su propio nombre.

La verdad es que una persona rica en su dinero, a menudo se preocupa por éste a tal grado que llega a considerarlo como el «salvador»; y sin darse cuenta, la abundancia de riquezas lo va empujando hacia la idolatría, de donde caerá. Jesús dispone como salida de esta trampa repartir y compartir la riqueza con los necesitados. Es cierto que uno solo no puede resolver los problemas de la pobreza en el mundo, pero sí todos –estemos donde estemos– nos topamos con pobreza. Entonces compartamos con los que necesitan de nosotros, en cuyo camino Dios nos ha puesto; que nuestra ayuda sea verdadera y efectiva y no simbólica. La virtud de esta acción es doble: quema la adhesión al dinero que está en mi interior, y con la caridad afirma el amor hacia mis hermanos.

Quizás esta práctica turba a uno si las riquezas lo tienen sometido, pero recordemos que la bondad y la salvación cristianas requieren de fatigas, esfuerzo, sacrificio y dominio de sí, porque la palabra de Dios es «como fuego, como un martillo que golpea la peña.»

Nuestra Fe y Tradición

El Altar

El Altar o Santa Mesa es el corazón y el punto central del templo ortodoxo. Aquí se ofrecen los dones eucarísticos de pan y vino al Padre como Cristo nos mandó hacer. El Santo Altar, generalmente de forma poliédrica rectangular, esta separado de los muros y usualmente cubierto de manteles. Al centro se pone un tabernáculo, con la Santa Comunión reservada para los enfermos, y detrás de él, los candelabros. El Libro de los Evangelios se encuentra siempre en la Santa Mesa, aun cuando la Divina Liturgia no se esté celebrando. En el Santuario detrás de la Santa Mesa, hay una Cruz grande, frecuentemente con la figura de Cristo pintada en ella.

Vida de Santos

La Decapitación de San Juan Bautista

29 de Agosto

La ardiente predicación del Bautista y su santidad y milagros, atrajeron la atención de los judíos sobre él y algunos empezaron a considerarle como el Mesías prometido. Pero Juan declaró que él no hacía más que bautizar en el agua a los pecadores para confirmarlos en el arrepentimiento y prepararlos a una nueva vida, pero que había Otro, que pronto se manifestaría entre ellos, que los bautizaría en la virtud del Espíritu Santo y cuya dignidad era tan grande, que él no era digno de desatar las correas de sus sandalias. No obstante eso, el Bautista había causado tal impresión entre los judíos, que los sacerdotes y levitas de Jerusalén fueron a preguntarle si él era el Mesías esperado. Y San Juan confesó y no negó y dijo: “Yo no soy el Cristo”, ni Elías, ni uno de los profetas. Juan proclamó la mesianidad de Cristo en el bautismo y, precisamente al día siguiente de aquél en que los judíos habían ido a interrogarle, llamó a Jesús “el Cordero de Dios.”

Y Cristo declaró que Juan era más grande que todos los santos de la antigua ley y el más grande de los nacidos de mujer. Heredes Antipas, el tetrarca de Galilea, había repudiado a su esposa y vivía con Herodías, quien era juntamente su sobrina y la esposa de su medio hermano Filipo. San Juan Bautista reprendió valientemente al tetrarca y a su cómplice por su conducta escandalosa y dijo a Herodes: “No te es lícito vivir con la mujer de tu hermano.” Herodes temía y respetaba a Juan, pues sabía que era un hombre de Dios, pero se sintió muy ofendido por sus palabras. Aunque le respetaba como santo, le odiaba como censor y fue presa de una violenta lucha entre su respeto por la santidad del profeta y su odio por la libertad con que le había reprendido. Finalmente, la cólera del tetrarca, azuzada por Herodías, triunfó sobre el respeto. Para satisfacer a Herodías y tal vez también por temor de la influencia que Juan ejercía sobre el pueblo, Herodes le encarceló en la fortaleza de Maqueronte, cerca del Mar Muerto. Cuando el Bautista se hallaba en la prisión, Cristo dijo de él: “¿A quién fuisteis a ver? ¿A un profeta? En verdad os digo, a un profeta y más que un profeta. De él es de quien está escrito: He aquí que envío a mi ángel delante de ti para que te prepare el camino. En verdad os digo, no hay entre los nacidos de mujer ninguno más grande que Juan el Bautista.”

Pero Herodías no perdía la ocasión de azuzar a Herodes contra Juan y de buscar la oportunidad de perderle. La ocasión se presentó con motivo de una fiesta que dio Herodes el día de su cumpleaños a los principales señores de Galilea. Salomé la hija de Herodías y de Filipo, danzó ante los comensales con tal arte, que Herodes juró concederle cuanto le pidiera, aunque fuese la mitad de sus dominios. Herodías aconsejó a su hija que pidiese la cabeza del Bautista y, para impedir que el tetrarca tuviese tiempo de arrepentirse, sugirió a Salomé que exigiese que la cabeza del santo fuese inmediatamente traída en una fuente, el tirano dio inmediatamente la orden de que le decapitasen en la prisión y de que trajesen en una fuente su cabeza a Salóme. La joven no tuvo reparo en tomar el plato en sus manos y ofrecérselo a su madre. Así murió el gran precursor del Salvador, el profeta más grande “de cuantos han nacido de mujer.” En cuanto se enteraron de la noticia, los discípulos del Bautista recogieron su cuerpo, le dieron sepultura y fueron a contarlo a Jesús. “Y habiéndolo oído, Jesús se retiró… a un sitio del desierto.”

Sentencias de los Padres del Desierto

  • Dijo también el abad Antonio: «Dios no permite que esta generación sufra el ataque del demonio porque sabe que son débiles y no lo pueden soportar».
  • Decía el abad Macario: «El recordar el mal que nos han hecho los hombres, impide a  nuestra mente el acordarnos de Dios. Pero si recordamos los males que nos causan los demonios, seremos invulnerables».
  • Dijo el abad Pastor: «No vivas en un lugar donde veas que existen algunos que te tienen envidia. No harás allí ningún progreso en la virtud».

Boletín del 19/08/2012

Despedida de la Dormición de la Madre de Dios

Apóstoles, reúnanse de todas las regiones,
acá en el pueblo de Getsemaní,
acuesten mi cuerpo; y Tú,
Dios mío e hijo, recibe mi alma.
                                                                                  Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 2

Cuando descendiste a la muerte, oh Vida Inmortal,
mataste al Hades con el rayo de tu divinidad,
y cuando levantaste a los muertos del fondo de la tierra,
todos los poderes Celestiales clamaron:
¡Oh Dador de vida, Cristo Dios, gloria a Ti!

Tropario de la Dormición

Tono 1

En el parto conservaste la virginidad y
en la Dormición no descuidaste al mundo, oh Madre de Dios;
porque te trasladaste a la vida por ser la madre de la Vida. 
Por tus intercesiones, salva de la muerte nuestras almas.

Condaquio de la Dormición

Tono 2

A la Madre de Dios, que no descuida su intercesión,
la esperanza indesairable de quienes piden su protección,
no pudieron retenerla ni el sepulcro ni la muerte;
porque siendo la Madre de la Vida fue trasladada a la vida
por Quien habitó en su seno conservándola siempre Virgen.

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (9: 2-12)

Hermanos: ¡El sello de mi apostolado son ustedes en el Señor! He aquí mi defensa contra mis acusadores: ¿Por ventura no tenemos derecho a comer y beber? ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una mujer como hermana, al igual que los demás apóstoles y los hermanos del Señor y Cefas? ¿Acaso únicamente Bernabé y yo estamos privados del derecho de no trabajar? ¿Quién ha militado alguna vez a costa propia? ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? ¿Quién apacienta un rebaño y no se alimenta de la leche del rebaño?

¿Hablo acaso al modo humano o no lo dice también la Ley? Porque está escrito en la Ley de Moisés: «No pondrás bozal al buey que trilla.» ¿Es que se preocupa Dios de los bueyes? O bien, ¿no lo dice expresamente por nosotros? Por nosotros ciertamente se escribió, pues el que ara, en esperanza debe arar; y el que trilla, lo hace con la esperanza de recibir su parte. Si en ustedes hemos sembrado lo espiritual, ¿es gran cosa que segaremos de ustedes lo material? Si otros participan de este derecho sobre ustedes, ¿cuánto más nosotros? Sin embargo, nunca hemos hecho uso de este derecho. Al contrario, todo lo soportamos para no crear obstáculo alguno al Evangelio de Cristo.

Evangelio según San Mateo (18: 23-35)

Dijo el Señor a sus discípulos: «El Reino de los cielos es semejante a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. Al empezar a ajustarlas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, ordenó el señor que fuese vendido él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía, y que se le pagase. Entonces el siervo se echó a sus pies, y postrado le decía: “Ten paciencia conmigo, que todo te lo pagaré.” Movido a compasión el señor de aquel siervo, le dejó en libertad y le perdonó la deuda. Al salir de allí, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien denarios; lo agarró y, ahogándolo, le decía: “Paga lo que debes.” Su compañero, cayendo a sus pies le suplicaba: “Ten paciencia conmigo que ya te pagaré.” Pero él no quiso, sino que fue y lo echó en la cárcel hasta que pagase lo que debía. Al ver sus compañeros lo ocurrido, se entristecieron mucho, y fueron a contar a su señor todo lo sucedido. Su señor entonces le mandó llamar y le dijo: “Siervo malvado, yo te perdoné a ti toda aquella deuda porque me lo suplicaste. ¿No debías tú también compadecerte de tu compañero, del mismo modo que yo me compadecí de ti?” Y encolerizado su señor, lo entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que debía. Esto mismo hará con ustedes mi Padre celestial, si no perdonan de corazón cada uno a su hermano.»

Mensaje Pastoral

¡Perdona nuestras deudas!

El rey que aparece en la parábola es el Señor, a Quien pertenece «el poder de la remisión de los pecados». Parece que el Reino de Dios requiere justicia, y que el Señor ajustará cuentas con los siervos. Pero los criterios de su juicio difieren de lo humano: la justicia de Dios es su amor, y eso explica la contradicción aparente en las dos frases del Salmo que leemos en el servicio de Completas: «atiéndeme con tu justicia / y no entres en juicio con tu siervo» (Sal 142:2). Pues «atiéndeme con tu justicia» –a saber, con tu misericordia– remata con «no entres en juicio con tu siervo», ya que nadie tiene el mérito y la dignidad sino por la Gracia de Dios.

En la parábola, el amo juzgó a su siervo de la misma manera; pues si lo hubiera juzgado según nuestra justicia humana, hubiera sido vendido «él, su mujer y sus hijos y todo cuanto tenía». Pero la diferencia entre los juicios del Señor y los nuestros es tan grande como la diferencia entre misericordia y derechos, entre amor e intereses, entre perdón y venganza.

Los números que la parábola menciona son dignos de atención. Pues mientras el siervo debía al Señor diez mil talentos (diez mil era el número más grande de aquel tiempo), el otro siervo le debía solamente cien denarios. ¿Qué es lo que un hombre le puede deber a otro? Algún dinero, servicio o maltrato; pero a Dios le debemos todo. Si contempláramos la grandeza de los divinos dones para con nosotros, comprenderíamos lo inalcanzable que es su amor y que nuestra deuda es imposible de pagar.

La parábola deja en claro porqué el Rey condenó al siervo: no por estar endeudado sino por ser «siervo malvado»; no por la gran deuda que debía sino por la pequeña que no perdonaba.  Nuestro pecado consiste en que no tratamos al prójimo de la manera con la que Dios nos atiende.

«Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.» Nuestra actitud horizontal (con nuestros deudores) condiciona nuestra petición vertical (perdona nuestras deudas). Cada vez que digamos esta frase en el «Padre nuestro», cuidemos que nuestra petición no sea propia condenación sino un gemido que atraiga la ternura de Dios y ablande la dureza de nuestro corazón.

«No será justificado ante Ti ningún viviente» (Sal 142:2) sino el que se apiada del prójimo y olvida sus ofensas. Amén.

Nuestra Fe y Tradición

Lo que creemos sobre la Dormición

La Iglesia ha sostenido siempre que el cuerpo de María se vio libre de la corrupción, que su alma se reunió nuevamente con él y que la Virgen fue transportada al cielo, como símbolo único de la resurrección que espera a los hijos de Dios. La preservación de la corrupción y la Asunción de María son una consecuencia lógica de la pureza absoluta de la Madre de Dios. Su cuerpo no había sido nunca manchado por el pecado, había sido un templo santo e inmaculado, en el que había tomado carne el Verbo Eterno. Las manos de María habían vestido y alimentado en la tierra al Hijo de Dios, quien la había venerado y obedecido como madre. Lo que no sabemos con certeza es si la Virgen murió o no; la opinión más general es que sí murió, ya fuese en Éfeso o en Jerusalén. Aun en el caso de que la fiesta de hoy sólo conmemorase la Asunción del alma de María, su objeto seguiría siendo el mismo; porque, así como honramos la llegada del alma de los santos al cielo, así, y con mayor razón todavía, debemos regocijarnos y alabar a Dios el día en que la Madre de Jesucristo entró en posesión de la gloria que su Hijo le tenía preparada.

Vida de Santos

San Tadeo el Apóstol

21 de Agosto

El Apóstol era judío, de la ciudad de Edesa, de un profundo conocimiento de las Sagradas Escrituras; peregrinó a Jerusalén en tiempo de Juan el Bautista. Al escuchar Tadeo la prediga del Precursor y viendo la vida angelical que llevaba, lo impresiono tanto que fue bautizado por Juan. Sin embargo, al oír la enseñanza y al ver los milagros de nuestro Señor Jesucristo lo siguió a él. Luego de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo regresó a su ciudad natal Edesa, curando a muchos de la lepra, e iluminando con la Palabra de la Verdad, construyo Iglesias en Siria llegando hasta Beirut. Tadeo también en Beirut con la gracia de Dios enseño el Evangelio y bautizó a muchos. Por último, entregó su espíritu a Dios de paz, después de que en su vida aplicara plenamente el mandato otorgado por Nuestro Señor Jesucristo a los Apóstoles: “Id, pues, y enseñad a todos las naciones, bautizándoles en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que observen todo cuanto os he ordenado.” (Mateo 28:19)

 Frases Biblicas

  • Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré en el último día. (Jn 6:54.)
  • Jesús le contestó: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá (Jn 11:25)
  • Yo soy el pan de vida; el que viene a mí, ya no tendrá más hambre, y el que cree en mí, jamás tendrá sed (Jn 6:35)

Boletín de la Dormición

La Dormición de la Madre de Dios

15 de agosto

Apóstoles, reúnanse de todas las regiones,
acá en el pueblo de Getsemaní,
y acuesten mi cuerpo;
y Tú, Dios mío e hijo, recibe mi alma.
                                                                                       Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Dormición

Tono 1

En el parto conservaste la virginidad
y en la Dormición no descuidaste al mundo, oh Madre de Dios;
porque te trasladaste a la vida por ser la madre de la Vida.
 Por tus intercesiones, salva de la muerte nuestras almas.

Condaquio de la Dormición

Tono 2

A la Madre de Dios, que no descuida su intercesión,
la esperanza indesairable de quienes piden su protección,
no pudieron retenerla ni el sepulcro ni la muerte;
porque siendo la Madre de la Vida fue trasladada a la vida
por Quien habitó en su seno conservándola siempre Virgen.

 Lecturas Bíblicas

Carta del Apóstol San Pablo a los Filipenses (2: 5-11)

Hermanos: Haya en ustedes este mismo pensar que en el Cristo Jesús; el cual, teniendo la condición de Dios, no consideró como usurpación el ser igual a Dios, sino que se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y apareciendo en su porte como hombre, se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo que Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre que está sobre todo nombre. Para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y en los abismos, y toda lengua confiese que Cristo Jesús es SEÑOR para gloria de Dios Padre.

Santo Evangelio según San Lucas (10: 38-42, 11: 27-28)

En aquel tiempo, Jesús entró en un pueblo; y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies de Jesús, escuchaba su palabra mientras Marta estaba atareada en muchos quehaceres. Acercándose, pues, dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.» Jesús le respondió y dijo: «Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas, mientras que una sola es la necesaria. María ha elegido la parte buena, que no le será quitada.»

Y sucedió que, cuando Él decía estas cosas, alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

Mensaje Pastoral

La Dormición de la Virgen

Apóstoles reúnanse, de los confines todos, en el pueblo de Getsemaní, y acuesten mi cuerpo; y tu, Dios mío e Hijo, recibe mi espíritu.

Si la muerte de un santo es el día óptima para su conmemoración, entonces la Dormición de la santísima Madre de Dios es la fiesta más resplandeciente de ella. La Iglesia se prepara para la fecha del 15 de agosto con vigilia de 15 días, durante los cuales cantamos según nuestra fuerza el canon de Paráclesis (súplicas a la Madre de Dios) implorando la intercesión de la Venerabilísima: «Aquieta el huracán de mis pasiones y la tempestad de mis pecados.»

La celebración es la invocación de la presencia de la Madre de Dios cuya Dormición no ha sido sino un traslado «de la muerte a la vida». Los cantos de la Fiesta resumen dos acontecimientos: el primero es la muerte de la Virgen y la reunión de la Iglesia —los apóstoles, los obispos y los fieles junto con los ángeles— alrededor de su féretro con una tristeza resplandeciente parecida a la del Viernes Santo. (En la tradición de la Iglesia Griega, el día 15 de agosto se cantan a la Virgen Lamentaciones paralelas a las de la Sepultura del Señor). El segundo evento es el traslado de la Virgen en cuerpo a los Cielos. El Condaquio de la Fiesta dice: «A la Madre de Dios […] no pudieron retenerla ni el sepulcro ni la muerte.» y el Tropario: «[…] porque te trasladaste a la vida por ser la madre de la Vida.» Si bien los cuatro Evangelistas —concentrados totalmente en la prédica del Señor, su Pasión y  su Resurrección— no mencionaron nada sobre la Dormición de la Virgen y su Asunción, la Tradición de la Iglesia, desde los primeros siglos, tomó de los evangelios apócrifos los elementos y los detalles de la Fiesta. Nuestra Iglesia Ortodoxa jamás ha considerado el Traslado de la Virgen al Cielo en el cuerpo como un dogma, pero sí, una devoción eclesiástica indudable. Con otras palabras, la Asunción de la Madre de Dios no fue una necesidad salvífica en la Economía Divina, sino un fruto de su culminación en Pentecostés: el Espíritu Santo descendió sobre la Iglesia y se presentó en ella para elevarla al Cielo, y la Asunción de la Virgen no es sino la primicia y la imagen de esta ascensión humana. Por eso la presente Fiesta viene como sierre del año litúrgico que termina en agosto.

Alzó la voz una mujer de entre la gente y dijo: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!» Pero Él dijo: «Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.»

Algunos de los que leen apresurada y seleccionadamente este pasaje evangélico tienden a criticarnos en nuestra fe poniendo en duda la veneración a la Virgen María, como si Jesús regañara a la mujer que veneraba a su Madre. La Iglesia lee precisamente este texto bíblico en las Fiestas de la Madre de Dios —Nacimiento, Presentación en el Templo y Dormición— para alumbrar la lectura correcta del mismo. ¿Es lógico que el Evangelista Lucas, quien menciona el saludo del Ángel a María «Bendita eres entre las mujeres», y recita la oración de la Virgen «desde ahora todas la generaciones me llamarán bienaventurada», y la reverencia de Elizabeth «de donde a mí que la Madre de mi Señor venga a mí», pregunto, es lógico que Lucas muestre que Jesús rechace la veneración a la Virgen? Desde luego que no: Cristo en su respuesta a la mujer atribuye la bienaventuranza de su Madre, antes que todo, al hecho de que ella es de «los que oyen la Palabra de Dios y la guardan.» La selección de la Virgen por Dios para que fuera el instrumento de la encarnación divina no fue accidental, sino porque ella por la oración y vida consagrada «oyó» la palabra de Dios y por la pureza «la guardó», de una manera que sus entrañas volvieron un lugar amplio para recibir al Autor de la creación, y que sus seños dieron de mamar al Alimentador de mundo entero. Entonces la respuesta de Jesús es, más bien, confirmación de la santidad de su Madre, quien «lo guardaba todo en su corazón».

«Se presentó la Reina a tu diestra, adornada y envuelta en vestido entretejido de oro.» Al contemplar la belleza de su virtud, se enciende en nosotros el celo hacia su pureza de tal modo que le pedimos fervorosamente: «Inunda de alegría mi corazón, oh Virgen, que recibiste la plena alegría». Amén.

Nuestra Fe y Tradición

Sobre el Icono de la Dormición de la Madre de Dios

El icono de la “Asunción de la Santa Madre de Dios” presenta la dormición de la Virgen Maria y su asunción al cielo por parte de Jesucristo. En el icono de la “Asunción de la Madre de Dios” de Pskov, del siglo XIII, la Virgen, que se ha dormido, se encuentra rodeada por los apóstoles dolientes. Más allá de los apóstoles, están también los santos obispos. En las ventanas vemos a las mujeres, que lloran. En el icono prevalecen tonalidades oscuras y sombrías. Pero el manto sobre el que la Virgen se encuentra es luminoso y esto nos comunica que ella acepta con serenidad y alegría su muerte. En la base de la composición está el triángulo. Los personajes principales son la Madre de Dios, cuyo cuerpo está extendido sobre un catafalco, y Jesucristo, que se yergue sobre de ella y tiene en las manos a un niño fajado de vestidos resplandecientes de color blanco como la nieve. Este niño representa el alma inmaculada de la Virgen María.

La figura de Cristo Salvador es muy vertical. Con ello se afirma la contraposición y la superioridad de la vida inmortal en el reino de los cielos, con la muerte y la limitación de la vida sobre la tierra.

Golpea el dolor de los apóstoles: no entienden todavía la grandiosidad de lo que está sucediendo, del triunfo de la inmortalidad sobre la perfección de la vida terrenal de la Madre de Dios. Solía llevarse el icono de la Dormición a la casa de los moribundos. Esta imagen consolaba y daba paz: en el icono se afirma la inmortalidad del alma y la vida eterna.

La representación, en el mismo icono, al mismo tiempo, de más acontecimientos, fue una práctica normal y no suponía ninguna dificultad en la veneración de la imagen. Tal tradición también existió en el arte europeo, pero se extinguió hacia finales del siglo XV.

La Dormición de la Madre de Dios tuvo lugar en la casa de Juan Evangelista, dónde vivía después de la crucifixión de Cristo. Como es habitual, según la tradición y los cánones del lenguaje simbólico de la iconografía, no se representa la parte interior de la casa, sino las columnitas que marcan el edificio en que se está produciendo el hecho.

En el icono de la Dormición se representan dos espacios distintos. Uno es real: a él pertenecen el lecho de la Virgen, los apóstoles, los santos y el fondo arquitectónico; el otro es místico, es el de Cristo. Ambos espacios están vinculados a la acción mística, la asunción del alma de María: el espacio místico permanece invisible para los que están alrededor del lecho de María.

El Hijo de Dios, nacido de la Virgen, ha tomado semblante corporal y humano, ha venido a tierra y ha vivido en el normal espacio terrenal. Después de la crucifixión y la muerte sobre la cruz, ha resucitado y ha entrado en otro espacio “que no es de este mundo”, y que se indica en los iconos con la mandorla, la aureola, llena de fuerzas celestes: los ángeles “invisibles”.

Vida de Santos

La Dormición de la Virgen

15 de Agosto

Según la Tradicion: Aconteció una vez que la Santísima Virgen María se encontraba orando en el Monte de Eleón (cerca de Jerusalén) cuando se le apareció el Arcángel Gabriel con una rama de palma del Paraíso en sus manos y le comunicó que en tres días su vida terrenal iba a llegar a su fin y que el Señor se La llevará consigo. El Señor dispuso que, para ese entonces, los Apóstoles de distintos países se reunieran en Jerusalén. En el momento del deceso, una luz extraordinaria iluminó la habitación en la cual yacía la Virgen María. Apareció el propio Jesucristo, rodeado de Ángeles y tomó Su purísima alma. Los Apóstoles enterraron el purísimo cuerpo de la Madre de Dios, de acuerdo a Su voluntad, al pie de la montaña de Eleón, en el jardín de Getsemaní, en la gruta donde se encontraban los cuerpos de Sus padres y el de San José. Durante el entierro ocurrieron muchos milagros. Con sólo tocar el lecho de la Madre de Dios, los ciegos recobraban la vista, los demonios eran alejados y cualquier enfermedad se curaba.

Tres días después del entierro de la Madre de Dios, llegó a Jerusalén el Apóstol Tomás que no pudo arribar a tiempo. Se entristeció mucho por no haber podido despedirse de la Virgen María y, con toda su alma, expresó su deseo de venerar Su purísimo cuerpo. Cuando se abrió la gruta donde fue sepultada la Virgen María, Su cuerpo no fue encontrado y sólo quedaron las mantas funerarias. Los asombrados Apóstoles retornaron a su vivienda. Al anochecer, mientras rezaban, oyeron un canto angelical y al levantar la vista pudieron ver a la Virgen María suspendida en el aire, rodeada de Ángeles y envuelta en un brillo de gloria celestial. Ella les dijo a los Apóstoles: “¡Alégrense! ¡Estaré con ustedes todos los días!”

Condolencias:

“Donde yo esté, estará también mi servidor” (juan 12:26)

Su Eminencia Metropolita Antonio Chedraoui Arzobispo Mexico, Venezuela, Centro América y el Caribe

Su Excelencia Obispo Ignacio Samaan Obispo de Cesaria

Todo el clero de la arquidiócesis y todos los feligreses de las parroquias de Venezuela

Lamentan profundamente el sensible fallecimiento del

ARCHIMANDRITA  JOSEPH DIB

El párroco de la Catedral de San Antonio Abad en Caracas que falleció el día martes 7 de Agosto de 2012

¡Que su memoria sea eterna!

Archivo de Fotos

Sentencias de los Padres del Desierto

Caminar de la vida Espiritual 
  • El abad Pambo preguntó al abad Antonio: «¿Qué debo hacer?». El anciano contestó: «No confíes en tu justicia; no te lamentes del pasado y domina tu lengua y tu gula.
  •  Dijo San Gregorio: «De todo bautizado Dios exige tres cosas: una fe recta para el alma, dominio de la lengua; castidad para el cuerpo».
  •  El abad Pastor dijo: «La guarda del corazón, el examen de si mismo y el discernimiento, son las  tres virtudes que guían al alma»

خدمة جناز الدائم الذكر الأرشمندريت يوسف

 يوم الجمعة في العاشر من آب بنعمة الله تمت مراسيم تجنيز الدائم ذكره الأرشمندريت يوسف ديب، راعي كنيسة القديس أنطونيوس الكبير في كاراكاس فنزويلا الذي انتقل إلى رحمة الله عن عمر 62 سنة، خادماً لكنيسة الرب في فنزويلا منذ عام 1989.

ترأس صلاة الجناز صاحب السيادة الأسقف إغناطيوس سمعان ممثلاً راعي الأبرشية المتروبوليت أنطونيوس شدراوي، بحضور صاحب السيادة الأسقف لويس تينيو ممثلاً صاحب السيادة الكاردينال جورج أوروسا، وأصحاب السيادة المطران جورج كحالة راعي أبرشية فنزويلا للروم الملكيين والمطران أيسيدور بطيخة، كما وقدس الأب أوغسطين صعب رئيس الرهبة المارونية في فنزويلا ولفيف من آباء الكنيسة في فنزويلا.

بعد إتمام مراسم الجنازة قرأ قدس الأب غبرييل شموط كتاب تعزية مرسل من راعي الأبرشية يشدد فيه أبناء الرعية أمام المصاب الأليم ويقرظ كهنوت الأب الراحل.  كما وقرأ صاحب السيادة الأسقف تينيو كلمة للسيد الكاردينال يشارك فيها أبناء الكنيسة الأورثوذكسية آلامهم وصلواتهم. بدوره كلم صاحب السيادة الأسقف إغناطيوس أبناء الرعية عن المثلث الرحمات على أنه كان مثال الراعي الصالح الذي أولاً يحب الرب وثانياً يعرف خرافه بأسمائها وثالثاً يمحي وينقص ليزيد المسيح فيهم، وعن أن تكريمهم الأقصى له يكون بأن يكونوا متممين لطموحاته في أن يكونوا للكنيسة.

نسأل الله الرحمة والطوبى للأب الجليل والعزاء لأبناء الرعية.

ننشر في ما يلي نص كتاب التعزية الذي أرسله صاحب السيادة راعي الأبرشية

المسيح قام

سيادة الأخ الحبيب السيّد اغناطيوس أسقف قيصريَة الجزيل الإحترام

أبناؤنا الأحباء، إكليرس فنزويلا الجزيلي الورع

أبناؤنا الأحبّاء في كلّ فنزويلا

بقلب مدمّى حزين ومتألم وردنا خبر فقدان أخ وابن عزيز عامل نشيط ومخلص ووفيّ : حركة دائمة ونشاط مستمرّ، أعماله تدّل عليه. كان لنا عونا ومساعدا مخلصا : كنيسة كراكس وفالنسيا وماتورين خير شاهد على كلّ ما فعل.

لم يترك قرية واحدة ولا بيتا إلاّ وزاره وكان همّه الأوّل والوحيد أن يرفع شأن الكنيسة مبشرا بانيا مشجّعا وباعثا الحماس والتقوى في صدور أبنائنا.

نبأ انتقال الأرشمندريت يوسف صعقنا، كنّا نتصل به يوميا للإطمأنان والإستفسار ورغم التحسّن تغلّب الرحيل على البقاء وبقيت لنا الدمعة والألم والحسرة مع الإيمان الوطيد الثابت بأننا سنعمل بكلّ قوانا وجهدنا لمتابعة رسالته في العمل والبنيان والحفاظ على التراث الأصيل.

يا أخي ويا حبيبي، أنا أعزّي بك وليس لي من يعزّيني ، تقبّل منّي قبلة الوداع على أمل اللقاء القريب. وأمّا الأخ الحبيب الأسقف اغناطيوس فنكلّفه بالنيابة عنّا بالصلاة على روحه الطاهرة والقيام بكلّ ما يجب ، وأمّا الآباء الأجلاّء وجميع ذوي القربى الأحبّاء وجميع أبنائنا في فنزويلا، فلهم منّا أحرّ التعازي ، وسنسهر حتّى يكون خليفته من خيرة إكليرسنا، كما كان عليه الأب يوسف في الرعاية والنشاط. لذا تقديرا لخدماته الجلّة، سنمنحه وسام الأبرشيّة المذهّب والذي كنّا نتمنّى أن نمنحه إياه في حياته، ولكن مع الأسف نمنحه إيّاه بعد وفاته ونأمل أن يعلّق هذا الوسام في صالة الكنيسة في كاراكس.

وأنا الواثق كلّ الثقة بأن الرّب سيقبل فقيدنا في الأحضان السماويّة ، قائلا له : “نعمّا أيّها العبد الصالح الأمين ، كنت أمينا على القليل، سأقيمك على الكثير، أدخل إلى فرح ربّك”.

ونحن نصلّي دوما لنجعل ذكرى الأب يوسف خالدا دائما أبدا، آمين.

المكسيك، في الثامن من آب من العام  2012.

الأسيف 

† المتروبوليت أنطونيوس شدراوي

راعي أبرشية المكسيك وفنزويلا ووسط أميركا وجزر الكاريبي.

 

Funerarias del Siempre Recordado Archimandrita Joseph

Con la gracia de Dios fueron precedidas este viernes 10 de agosto las exequias funerarias del de memoria eterna Archimandrita Joseph Dib en la iglesia San Antonia Abad, por Su Excelencia Obispo Ignacio Samaán, auxiliar de nuestra arquidiócesis; en la misma estuvieron los representantes de las distinta Iglesias, Por la Iglesia Católica Romana, Su Excelencia Monseñor Luis Tineo Obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas en representación de su Eminencia el Cardenal Jorge Urosa Savino, Sus Excelencias Monseñor George Kajalek Obispo de la Iglesia Greco Melquita y Obispo Isidor Batija, Padre Agustín Saab  Superior de la orden  Maronita, Padre Ramón Vinke Cordinador de la Iglesias Históricas y otros representantes de las distintas Iglesias de Caracas, junto con toda la feligresía de nuestra comunidad . Al concluir el ritual funerario el Rev. Padre Gabriel Shammout leyó un comunicado enviado por Su Eminencia nuestro Arzobispo Metropolitano Antonio Chedraoui, seguido S. E. Obispo Luis Tineo dirigió unas palabras de parte del  Señor Cardenal en reconocimiento a la labor y hermandad realizadas por el Archimandrita Joseph  Dib y el acto finalizó con unas emotivas palabras de S. E. Obispo Ignacio Samaán.  De allí partimos al sepelio que se realizó en el cementerio de la Guairita ubicado en el Este de la Ciudad de Caracas.

Oremos por el descanso eterno y la memoria beata del siempre recordado Padre Joseph.

Archivo de Fotos

 

Fallecimiento del Archimandrita Joseph Dib

“Donde yo esté, estará también mi servidor” (juan 12:26)

Su Eminencia Metropolita Antonio Chedraoui Arzobispo Mexico, Venezuela, Centro América y el Caribe

Su Excelencia Obispo Ignacio Samaan Obispo de Cesaria

Todo el clero de la arquidiócesis y todos los feligreses de las parroquias de Venezuela

Lamentan profundamente el sensible fallecimiento del

ARCHIMANDRITA  JOSEPH DIB

El párroco de la Catedral de San Antonio Abad en Caracas que falleció el día martes 7 de Agosto de 2012

¡Que su memoria sea eterna!

 

وفاة المثلث الرحمات الأرشمندريت يوسف ديب

“حيث أكون أنا هناك أيضاً يكون خادمي” (يوحنا 26:12)

سيادة المتروبوليت انطونيوس شدراوي راعي أبرشية المكسيك وفنزويلا والكاريبي وأمريكا الوسطى

سيادة الأسقف اغناطيوس سمعان أسقف قيصرية

وعموم اكليروس الأبرشية وجميع رعايا فنزويلا

ينعون بمزيد اللوعة والأسف

قدس الأرشمندريت  يوسف ديب

كاهن كاتدرائية القديس انطونيوس الكبير في كاراكاس

الذي رقد على رجاء القيامة والحياة الأبدية يوم الثلاثاء 7 آب 2012

له الرحمة ولكم طول البقاء

ليكن ذكره مؤبداً

Boletín del 29/07/2012

8vo Domingo de Mateo

Cuando María vio los dos ángeles dentro del sepulcro, se maravillo.
Y cuando desconoció a Cristo, le pregunto, creyendo que fuese el jardinero,
diciendo: Señor mio, ¿Dónde colocaste el cuerpo de Jesús?
Pero cuando la llamo, reconoció que era el Salvador,
escuchando de él: No toques, porque aun no subo a mi Padre,
di esto a mis hermanos.
                                                                                                       Exapostelario

Himnos de la Liturgia

Tropario de la Resurrección

Tono 7

Destruiste la muerte con tu cruz y abriste al ladrón el Paraíso;
a las Mirróforas los lamentos trocaste y
a tus Apóstoles ordenaste predicar que resucitaste,
oh Cristo Dios, otorgando al mundo la gran misericordia.

Condaquio de la Transfiguración

Tono 7

Te transfiguraste en el monte, oh Cristo Dios,
y tus discípulos contemplaron tu Gloria según pudieron soportarla;
para que, cuando te viesen crucificado,
percibieran que tu Pasión fue voluntaria y
proclamaran al mundo que Tú eres verdaderamente el Resplandor del Padre.

Lecturas Bíblicas

Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios (1: 10-17)

Hermanos: Les ruego, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengan todos un mismo hablar, y no haya entre ustedes divisiones; antes bien, estén unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio. Porque, hermanos míos, estoy informado de ustedes, por los de Cloe, que existen discordias entre ustedes. Me refiero a que cada uno de ustedes dice: «Yo soy de Pablo», «Yo de Apolo», «Yo de Cefas», «Yo de Cristo.» ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O han sido bautizados en el nombre de Pablo? ¡Doy gracias a Dios por no haber bautizado a ninguno de ustedes fuera de Crispo y Gayo! Así, nadie puede decir que han sido bautizados en mi nombre. También bauticé a la familia de Estéfanas. Por lo demás, no creo haber bautizado a ningún otro.

Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio; y no con sabiduría de palabras, para no desvirtuar la cruz de Cristo.

Evangelio según San Mateo (14: 14-22)

En aquel tiempo, vio Jesús mucha gente y sintió compasión de ellos y curó asus enfermos. Al atardecer se le acercaron los discípulos diciendo: «Éste es un lugar desierto y se hace tarde. Despide, pues, a la gente, para que vayan a los pueblos y se compren comida.» Mas Jesús les dijo: «No tienen porqué marcharse; denles ustedes de comer.» Ellos le dijeron: «No tenemos aquí más que cinco panes y dos peces.» Él dijo: «Tráiganmelos acá.» Y ordenó a la gente sentarse sobre la hierba; tomó luego los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, bendijo, y partiendo los panes, se los dio a los discípulos y los discípulos a la gente. Comieron todos y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes doce canastos llenos. Y los que habían comido eran unos cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. Inmediatamente obligó a los discípulos a subir a la barca y a ir por delante de Él a la otra orilla, mientras Él despedía a la gente.

Mensaje Pastoral

Eucaristía

Parece que el milagro de la multiplicación de los panes tuvo una importancia excepcional en la conciencia de la Iglesia primitiva, que los cuatro Evangelistas lo mencionan y, más aún, Mateo y Marcos nos cuentan que el acontecimiento sucedió dos veces: en la primera, Jesús dio de comer a cinco mil hombres (Mt 14:13-21, Mc 6:31-44) y en la segunda, a cuatro mil hombres (Mt 15:32-38, Mc 8:1-10). Además, la multiplicación de los panes es una de las siete señales que san Juan expone en su Evangelio y que siempre las tiene vinculadas a cierta enseñanza; en el presente caso, el relato de san Juan (6:1-15) está ligado estrechamente con el Sermón de Jesús acerca del Pan de la vida (Jn 6:22-66): «Yo soy el Pan vivo, bajado del cielo», «el que come mi cuerpo y bebe mi sangre, tiene vida eterna». Entonces el lugar privilegiado que esta señal obtiene en la tradición bíblica se debe a su sentido eucarístico, y lo confirma el hecho de que los cuatro evangelistas describen la acción milagrosa del Señor –«levantando los ojos al cielo, bendijo, y partiendo los panes, se los dio a los discípulos»– de una manera casi igual a lo sucedido en la Última Cena ((Mt 26:26).

La lectura profunda del milagro, a la luz de su referencia eucarística, nos proporciona tres observaciones importantes:

Antes de efectuar el milagro, Jesús pidió a sus discípulos: «Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para descansar un poco» (Mc 6:31). Como si les estuviera preparando antes del evento sublime que seguiría: cierto aislamiento del ruido del mundo; descanso para el alma «con Él», lejos de la agitación de las responsabilidades cotidianas; un «alto» para examinar lo que se ha hecho. Esta actitud preparatoria (serenidad, examen de conciencia profundo y penitencia) es indispensable para todo feligrés que se aproxima al santo Cáliz. La comunión frecuente, como una práctica propicia, no debe conducir a negligencia, ligereza y, en consecuencia, a menosprecio ante el «terrible Misterio». Parte de esta preparación es también el ayuno eucarístico: la multitud siguió a Cristo sin importarle las necesidades del cuerpo; sabían que ya la noche llegaba y que no tenían comida; sin embargo, la palabra de Jesús les hizo dejar de lado el pan de cada día, a semejanza de David: «Me olvidé de comer mi pan» (Sal 102:4). El ayuno antes de la Comunión es este olvido que provoca en el alma sed de la palabra de Dios, hambre del Pan de vida.

Podemos observar también que la muchedumbre ofreció todo lo poco que tenía (cinco panes y dos pescados) y recibió mucho más de lo que esperaba (sobraron doce canastos llenos). Así la Gracia sobreabunda en nuestra vida que la ofrecemos sinceramente en el santo Altar junto con el pan y el vino. ¡Es indigna y miserable! No importa: a partir de la penitencia, confesión y santa Comunión será injertada con la vida de Cristo.

Y el tercer punto digno de reflexión es que Cristo pretendió que los discípulos participaran en el milagro cuando «les mandó que acomodaran a todos por grupos sobre la verde hierba, y se acomodaron por grupos de cien y de cincuenta» (Mc 6:39). «Hágase todo con decoro y orden», dice san Pablo (1Cor 14:40). Y por medio de ellos, repartió el pan a todos los presentes: «los iba dando a los discípulos para que se les fueran sirviendo» (Mc 6:41); sin embargo, Él fue Quien efectuó el milagro. No es el sacerdote quien «da misa» sino que es meramente el «ministro del Misterio» tal como los discípulos lo fueron: Cristo mismo es el Sumo Sacerdote «que ofrece y es ofrecido». La Divina Liturgia, en su totalidad –gestos litúrgicos, vestimenta sacerdotal, cánticos y rúbricas–, procura colocarnos en esta realidad del gran milagro de la Eucaristía.

La preparación, el ayuno, el servicio y la ofrenda personal es lo que nos toca hacer ante la Cena milagrosa, Cristo se encarga de la multiplicación: de su Presencia desborda la Gracia en abundancia que el alma, jubilosa, exclama con lágrimas las palabras de san Isaac el Sirio: «Calma en mi las olas de tu Gracia.»

Nuestra Fe y Tradición

Leyendo el Icono de la Transfiguración

Cristo

En el centro de las representaciones iconográficas de la fiesta, resplandeciente de luz, aparece el Cristo. Los iconógrafos a menudo han sabido reproducir con gran maestría el concepto: cualquier parte del icono que se observe, desde los rostros de los personajes a los vestidos, a las rocas del paisaje, todo está iluminado por la luz procedente del Cristo.

Sus ropas son las blancas, las de la resurrección: la explosión de la divinidad, de la vida, de esa vida que es “la luz de los hombre.”

Sus vestidos blancos quieren expresar que es la fuente de luz: “Dios de Dios Luz de Luz”, como dice la confesión de nuestra fe. Es es blancura esplendorosa de los vestidos que el evangelista Marcos describe con admiración.

Está situado en un círculo de luz que significa la gloria, la divinidad, el infinito. Es Dios. Es como un sol, con títulos bíblicos que se aplican desde la antigüedad a Jesucristo.

Él es el Salvador de los hombres, verdadero hombre, con mirada misericordiosa, que irradia un gran amor salvador hacia todos.

La luz percibida por los discípulos (la luz tabórica) es de tonos apagados -es reproducida, en efecto, con un gris- comparada con aquella tanto más esplendorosa que rodea al Cristo: ésta es sólo una sombra de la luz inaccesible en la que habita el Señor.

 Moisés y Elías

Jesús está acompañado por dos personajes. Uno viejo, que es Elías; otro más joven, que es Moisés, representado a veces con un libro, que significa la ley.

De Jesús dan testimonio la ley (Moisés) y los profetas (Elías). Podeos Los dos son amigos de Dios, hombres de las montañas y de la oración, el hombre del Sinaí (Moisés), el hombre del Carmelo y del Horeb (Elías).

Los dos representan la totalidad de los hombres: Moisés a los muertos; Elías a los vivos, ya que el profeta fue arrebatado al cielo, según la tradición bíblica, y llevado por un carro de fuego, lamerkabah. Jesús es el Señor de vivos y muertos.

Los dos buscaron el rostro de Dios, pero no lo vieron; ahora lo contemplan en el rostro de Cristo, que es imagen del Padre.

Los Apóstoles

Los discípulos aparecen aterrados por la gloria del Señor, echados por tierra, en postura de terror sagrado. Quizá el iconógrafo quiere decir que nadie puede ver a Dios sin quedar totalmente sacudido por la fuerza de la visión. La luz y la voz del trueno los desconciertan. Son testigos que han experimentado la fuerza arrebatadora de una revelación tan fuerte y tan extraña.

Pedro vuelto hacia Jesús, todavía tiene ánimo para decir algo: “hagamos tres tiendas…” Parece que quiere que este instante quede eternizado en un gozo sin fin.

Juan, el mas joven, el testigo del Verbo, parece lanzado por una fuerza vigorosa; parece que quiere huir y tropieza. Se cubre el rostro ante el resplandor de una luz que parece cegar, más que la del mismo sol. Santiago, también por tierra, se cubre el rostro, incapaz de contemplar la gloria de su Maestro cara a cara.

Los tres están llenos de gloria. San testigos de la gloria y de la divinidad de Jesús, como serán testigos lejanos de la agonía de Jesús, de su verdadera humanidad, sujeta a los temores de la muerte.

Vidas de Santos

Los Santos Silas, Siluanos, Epenetos, Kriski y Andronicos los Apóstoles

Todos estos Santos eran parte de los setenta Discípulos de Nuestro Señor Jesucristo, que anunciaban el Evangelio. “He pasado muchos trabajos y fatigas, y muchas veces me he quedado sin dormir; he sufrido hambre y sed, y muchas veces me he quedado en ayunas; he sufrido frío y desnudez”. (2ª Epístola a los Corintios 11:27). De hecho, Silas en Filipos, (ciudad principal del distrito de Macedonia), fue golpeado y encarcelado junto con Pablo (Hecho de los Apóstoles 16:25-39), luego de haber seguido a Pablo por muchos viajes se convirtió en obispo de Corinto. San Kriski como obispo Karjidónos. Siluanos, como obispo de Salónica, donde lucho y sufrió mucho por la enseñanza del evangelio, de la misma forma luchó también Epenetos, como obispo Karthagenis y también el Santo Andronikos luchó para la difundir la fe de Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.

Sentencias de los Padre del Desierto

La Hospitalidad y la Misericordia con Alegría
  • Un hermano vino a ver a un ermitaño, y al marchar le dijo: «Perdóname, Padre, porque te he impedido guardar tu regla». Pero el anciano le respondió: «Mi regla es recibirte con hospitalidad y despedirte con paz».
  • Dos hermanos fueron a visitar a un anciano. Este tenía la costumbre de no comer todos los días. Al verles les recibió con gran alegría, y les dijo: «El ayuno tiene su recompensa, pero el que come por caridad cumple dos mandamientos: deja de hacer su propia voluntad y cumple el precepto de dar de comer a los hermanos».
  • Un anacoreta, muy observante, vivía cerca de una comunidad de hermanos. Unos monjes vinieron al monasterio en el que vivía aquella comunidad y fueron a ver al eremita. Y le hicieron comer fuera de la hora acostumbrada. Luego los hermanos le dijeron: «Padre, ¿no estás contristado?». Y él les respondió: «Yo sólo estoy triste cuando hago mi propia voluntad».
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