El Gran Miércoles Santo

En este día, la Iglesia conmemora el acto de piedad y justicia con que procedió la mujer adúltera, en contraste con la traición de Judas que entregó a Cristo.  Estos dos actos fueron hechos el miércoles, dos días antes de la Pascua Judía, según el relato del Evangelista Mateo.  La adúltera mencionada, ungió la cabeza y pies de Jesús con nardo y los secó con sus cabellos. Este bálsamo precioso estaba valuado en 300 denarios. Cuando los discípulos vieron esto se escandalizaron, especialmente Judas, el amante del dinero, que se enojó por haber gastado tal cantidad de bálsamo. Jesús los reprendió para no apenar a la mujer.

Judas, enojado, se fue a los sumos sacerdotes que se habían reunido, en concilio contra Jesús en la casa de Caifás; y consintió con ellos de entregar al Maestro por 30 monedas de plata. Desde este tiempo, Judas buscó una oportunidad para entregarlo. (San Mateo 26: 2-16). Por esta causa, se instituyó en la Iglesia el ayuno de los miércoles desde los mismos días apostólicos.

+ ¡La mujer, al ungir el cuerpo del Señor con bálsamo, adelantó el embalsamamiento de Nicodemo!

+ Pero Tú, oh Ungido con mirra espiritual, Cristo Dios: líbranos de las abundantes pasiones y apiádate de nosotros, Tú que eres el único Santo y Compasivo. Amén.

Condaquio de Miércoles Santo, tono 8

Aunque he pecado contra Ti más que la adúltera, oh Bondadoso, jamás te he ofrecido lluvia de lágrimas; pero en silencio me prosterno ante Ti y con ansia venero Tus pies inmaculados, implorando me otorgues, oh Salvador, la remisión de los pecados, Tú que eres el Soberano; y te exclamo: «¡Del fango de mis fechorías, rescátame!»

Vírgenes y Mártires Ágape, Irene y Quionia

 

 

Estas tres santas mártires eran hermanas. Vivían cerca de la ciudad de Aquilea al norte de Italia a fines del tercer siglo. Siendo muy jóvenes se quedaron huérfanas y decidieron no casarse. Eran muy devotas.

Cuando el emperador Diocleciano visitó Aquilea, él empezó una feroz persecución contra los cristianos. Y muy pronto todas las cárceles estaban repletas. Entonces fueron encarceladas estas tres jóvenes vírgenes y sufrieron diferentes suplicios, sin que mostraran miedo de los ataques de las fieras, ni cuando les seccionaban partes de sus cuerpos, ni otros suplicios. Durante sus suplicios se produjeron varios milagros, pero los torturadores no los comprendieron. Finalmente, a Ágape y Quionia las quemaron en la hoguera y asaetaron a Irene. Esto pasó en el año 304. Los cuerpos de las santas mártires fueron sepultados por santa Anastasia, llamada Desatanudos, porque ella aliviaba las dificultades de los cristianos encarcelados.

Estas tres hermanas tenían una fe inquebrantable en Dios, no se atemorizaron ante las amenazas de los torturadores, no tuvieron lástima por su juventud y fueran martirizadas por Cristo. Ellas entregaron la vida perecedera para obtener en Cielo la vida eterna. Ahora tienen la felicidad de estar en el Reino Eterno. Que con sus oraciones el Señor nos dé fuerzas en nuestros esfuerzos cristianos diarios.

Tropario, tono 1, del común de Varios Mártires

Oh Señor, por los sufrimientos de las santas * que han padecido por ti, * ten compasión de nosotros * y sana las dolencias de los que te suplicamos, * oh Tú que amas a la humanidad.

About the Author

Santoral Santoral ()

Compartir
Compartir