La fiesta de la Epifanía del Señor se extiende del 6 hasta el 14 de enero. Varios de los himnos propios de la fiesta se siguen cantando en los servicios de Vísperas y Maitines.
Tropario, tono 1
Al bautizarte, oh Señor, en el Jordán, * se manifestó la adoración a la Trinidad, * pues la voz del Padre dio testimonio de ti * nombrándote su Hijo amado; * y el Espíritu, en forma de paloma, * confirmó la certeza de la palabra. * ¡Tú, que te has revelado e iluminado al mundo, * oh Cristo Dios, gloria a ti!
Condaquio Tono 4
Te has revelado hoy * al universo, * y tu luz, oh Cristo Dios, * ha fulgurado sobre nosotros * que te alabamos con comprensión: * ¡te has manifestado, * oh Luz inaccesible!
Santa Tatiana de Roma, Mártir
Santa Tatiana era la hija de un rico romano y fue educada en la Fe Cristiana. No le interesaban las riquezas y los bienes materiales y cuando llegó a la mayoría de edad no quiso casarse.
Por su virtuosa vida fue asignada al puesto de diaconisa de la Iglesia de Roma. En este puesto ella cuidaba con diligencia a los enfermos, visitaba a los presos, ayudaba a los pobres, tratando con sus oraciones y buenas obras de complacer a Dios.
En los tiempos del emperador Alejandro Severo (años 222-235), santa Tatiana fue martirizada por su Fe en el Señor Jesucristo (cerca del año 225). Según un antiguo relato, después de varias torturas ella fue tirada a la arena del circo (Coliseo), para que un león muy feroz la destrozara para diversión del público. Pero en vez de destrozarla el león comenzó a acariciarla (lamerla). Entonces la santa fue sometidas a nuevas torturas y junto con su padre fue decapitada con una espada. Los siete servidores del gobernador, que la habían torturado, se convirtieron en cristianos, viendo la fuerza de Dios sobre ella y también fueron decapitados con la espada.
Tropario tono 4 del común de Santas Vírgenes Mártires
Tu oveja, oh Jesús, exclama con gran voz: “Te extraño, oh Novio mío, y lucho buscándote; me crucifico y me entierro contigo por el bautismo; sufro por ti para contigo reinar, y muero por ti para que viva en ti”. Acepta como ofrenda inmaculada a quien se sacrificó con anhelo por ti, por cuyas intercesiones, oh Compasivo, salva nuestras almas.