El Santo Apóstol Santiago, el hijo de Zebedeo, era el hermano de San Juan el Teólogo, y uno de los Doce Apóstoles. Él y su hermano, San Juan, fueron llamados a ser apóstoles de nuestro Señor Jesucristo, Quién los llamó los “Hijos del trueno” (Marcos 3:17). Fue este Jacobo (Santiago), con Juan y Pedro, que fueron testigos de la resurrección de la hija de Jairo, de la Transfiguración del Señor en el monte Tabor y de la agonía en el Huerto de Getsemaní.
Santiago, después de la Venida del Espíritu Santo, predicó en España y en otras tierras, y luego regresó a Jerusalén. Predicó abiertamente y con valentía a Jesucristo como el Salvador del mundo, y denunció a los Fariseos y a los Escribas con las palabras de la Sagrada Escritura, reprochándoles su malicia de corazón y la incredulidad.
Los judíos no pudieron prevalecer contra Santiago, y por eso contrataron al mago Hermógenes para disputar con el apóstol y rebatir sus argumentos de que Cristo era el Mesías prometido que había venido al mundo. El hechicero envió al apóstol su discípulo Felipe, que se convirtió a creer en Cristo. Entonces el mismo Hermógenes fue convencido del poder de Dios, quemó sus libros de magia, aceptó el santo Bautismo y se convirtió en un verdadero seguidor de Cristo.
Los judíos convencieron a Herodes Agripa (40-44) que arrestara el apóstol Santiago y lo condene a la muerte (Hechos 12:1-2). Santiago escuchó con calma la condena a muerte y continuaba dando testimonio de Cristo. Uno de los testigos, que se llamaba Josías, quedó impresionado por el valor de Santiago. Él llegó a creer en Jesucristo como el Mesías. Cuando llevaron el apóstol a la ejecución, Josías se echó a sus pies, arrepintiéndose de sus pecados y pidiendo perdón. El apóstol lo abrazó, le dio un beso y le dijo: “La paz y el perdón estén contigo”. Entonces Josías confesó su fe en Cristo ante todos, y fue decapitado con Santiago en el año 44 en Jerusalén.
Santiago fue el primero de los Apóstoles que murió como un mártir.
Tropario, tono 3 del común de Santos Apóstoles
Santo Apóstol Santiago, ruégale a nuestro Dios misericordioso que conceda a nuestras almas el perdón de nuestros pecados.