¡FELIZ Y SANTA FIESTA DE PASCUA A TODOS!
La resurrección de nuestro Señor Jesucristo de entre los muertos es el centro de la fe cristiana. San Pablo dice que si Cristo no resucitó de entre los muertos, entonces nuestra predicación y nuestra fe son en vano (1 Cor. 15:14). De hecho, sin la resurrección no habría predicación ni fe cristiana. Los discípulos de Cristo habrían permanecido como el grupo desolado y sin esperanza que el Evangelio de Juan describe como escondido tras puertas cerradas por miedo a los judíos. No fueron a ninguna parte ni predicaron nada hasta que encontraron a Cristo resucitado, estando las puertas cerradas (Juan 20:19). Entonces tocaron las heridas de los clavos y la lanza; comieron y bebieron con Él. La resurrección se convirtió en la base de todo lo que dijeron e hicieron (Hechos 2-4).
“Hoy es el día elegido y santo, el primero entre los sábados, rey y señor de ellos, es la fiesta de las fiestas y el festejo de los festejos, en el cual bendecimos a Cristo por todos los siglos”.
Tropario de Pascua, tono 5
Cristo resucitó de entre los muertos pisoteando la muerte con su muerte, y otorgando la vida a los que yacían en los sepulcros.
Condaquio Tono 8
Cuando descendiste al sepulcro, oh Inmortal, * destruiste el poder del Hades; * y al resucitar vencedor, oh Cristo Dios, * dijiste a las mujeres mirróforas: «¡Regocíjense!» * y a tus discípulos otorgaste la paz, * ¡oh Tú que concedes a los caídos * la resurrección!
San Teodoro Triquinas:
Nació en Constantinopla, hijo de padres adinerados y piadosos. Desde niño se inclinó por el monacato, por lo que abandonó su hogar, su familia y su vida anterior para ingresar en un monasterio en Tracia. Allí comenzó sus arduas luchas ascéticas. Vestía un cilicio, del que deriva el nombre de “Triquinas” (o “el que lleva el cilicio”). Incluso dormía sobre una piedra para evitar la comodidad corporal y dormir demasiado.
Su vida estuvo llena de milagros y tenía el poder de sanar a los enfermos. Reposó a finales del siglo IV o principios del V. De sus reliquias fluye mirra curativa.
El nombre de san Teodoro Triquinas es uno de los más venerados en la historia del monacato ortodoxo. San José el Himnógrafo (4 de abril) compuso un canon en su honor.
Tono 8, del común de Santos Justos
En ti fue conservada la imagen de Dios fielmente, oh justo Isidoro, * pues tomando la cruz seguiste a Cristo * y, practicando, enseñaste a despreocuparse de la carne, * que es efímera, * y a cuidar, en cambio, el alma inmortal. * Por eso hoy tu espíritu se regocija junto con los ángeles.