Parece que Auxencio fue el hijo de una persona llamada Addas. Pasó la mayor parte de su larga vida como ermitaño en Bitinia. En su juventud, fue uno de los guardias ecuestres de Teodosio el Joven, pero sus deberes militares, que cumplía con entera fidelidad, no le impedían hacer del servicio de Dios su principal interés. Todo su tiempo libre lo pasaba en soledad y oración, y frecuentemente visitaba a los santos reclusos que ocupaban ermitas en los alrededores para pedirles albergue y poder pasar la noche con ellos, haciendo ejercicios penitenciales y cantando alabanzas a Dios.

Finalmente, el deseo de una mayor perfección, o el temor de la vanagloria, lo indujeron a adoptar la vida eremítica. Formó su albergue en la montaña desierta de Oxia, a sólo doce kilómetros de Constantinopla, pero al otro lado del Helesponto, en Bitinia. Allí parece ser que fue muy consultado y que ejerció considerable influencia, debido a su fama de santidad.

Entregado a una vida de gran austeridad, instruyó a los discípulos que acudían a él, hasta su muerte, que probablemente tuvo lugar el 14 de febrero del año 473.

Tropario tono 1, del común de Santos Ascetas

Al morar en desierto cual un ángel en cuerpo, * has rea­lizado milagros, Euxencio, padre teóforo. * Con ayuno, pues, vigilia y oración, * has tomado celestes dádivas, * ya que curas los malestares de las almas * que a ti acuden con fervor: * ¡Gloria al que te ha fortificado! * ¡Gloria, que la co­rona te ha dado! * ¡Gloria, que, por tu medio, * ha brindado curación a todos!

San Marón

 

San Marón nació en el siglo IV cerca de la ciudad de Ciro, en Siria. Pasó casi todo su tiempo al aire libre en oración, vigilia, obras ascéticas y ayuno estricto. Obtuvo de Dios el don de curar a los enfermos y expulsar demonios. Aconsejó a quienes acudían a él en busca de consejo que fueran moderados, se preocuparan por su salvación y se guardaran de la avaricia y la ira.

San Marón, amigo de San Juan Crisóstomo, murió antes del año 423 a una edad avanzada.

Algunos de los discípulos de San Marón fueron Santiago el Ermitaño (26 de noviembre), Limnius (23 de febrero) y Domnina (1 de marzo). San Marón fundó muchos monasterios alrededor de Ciro y convirtió un templo pagano cerca de Antioquía en una iglesia cristiana.

Tropario tono 8, del común de Santos Anacoretas

Con la efusión de tus lágrimas, * regaste el desierto estéril * y, por los suspiros profundos, * tus fatigas dieron frutos cien veces más, * volviéndote un astro del universo, * brillante con los milagros. ¡Oh nuestro justo padre Marón, * intercede ante Cristo Dios * para que salve nuestras almas!

San Cirilo, Iluminador de los Eslavos

 

San Cirilo, igual a los Apóstoles, maestro de los eslavos (en el esquema Constantino) y su hermano mayor Metodio (6 de abril) eran eslavos, nacidos en Macedonia, en la ciudad de Tesalónica.

San Cirilo recibió la mejor educación y desde los catorce años se crió con el hijo del emperador. Más tarde, fue ordenado sacerdote. A su regreso a Constantinopla, trabajó como bibliotecario de la iglesia catedral y como profesor de filosofía. Mantuvo debates con éxito con herejes iconoclastas y con musulmanes.

Anhelando la soledad, fue al monte Olimpo a ver a su hermano mayor Metodio, pero su soledad duró poco tiempo. Ambos hermanos fueron enviados por el emperador Miguel en un viaje misionero para predicar el cristianismo a los jázaros en el año 857. En el camino se detuvieron en Cherson y descubrieron las reliquias del hieromártir Clemente de Roma (25 de noviembre).

Al llegar al territorio de los Jázaros, los santos hermanos les hablaron de la fe cristiana. Convencido por la predicación de san Cirilo, el príncipe Jázaro, junto con todo su pueblo, aceptó el cristianismo. El agradecido príncipe quiso recompensar a los predicadores con ricos presentes, pero ellos se negaron y en su lugar pidieron al príncipe que liberara y enviara a casa a todos los cautivos griegos. San Cirilo regresó a Constantinopla junto con 200 de estos cautivos liberados.

En el año 862 comenzó la principal hazaña de los santos hermanos. A petición del príncipe Rostislav, el emperador los envió a Moravia para predicar el cristianismo en lengua eslava. Los santos Cirilo y Metodio, por revelación de Dios, compilaron un alfabeto eslavo y tradujeron el Evangelio, las Epístolas, el Salterio y muchos libros de oficios al idioma eslavo. Introdujeron los servicios divinos en eslavo.

Los santos hermanos fueron convocados a Roma por invitación del Papa Adriano quien los recibió con gran honor, ya que trajeron consigo las reliquias del Hieromártir Clemente.

San Cirilo, de naturaleza enfermiza y con mala salud, enfermó pronto a causa de sus muchos trabajos y, después de haber recibido el esquema, murió en el año 869 a la edad de cuarenta y dos años. Antes de morir, expresó su deseo de que su hermano continuara la ilustración cristiana de los eslavos. San Cirilo fue enterrado en la iglesia romana de San Clemente, cuyas reliquias también reposan allí, traídas a Italia desde Cherson por los ilustradores de los eslavos.

Tropario, tono 4

La Sabiduría fue tu hermana desde el nacimiento; / la amabas, oh voz de Dios, como a una virgen pura / que adornaba tu alma y tu mente como una joya preciosa, / revelándote así, oh hombre bendito, como otro Cirilo: / ¡Sabio en nombre y en entendimiento!

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Santoral Santoral ()

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