El santo Apóstol Cuadrato o Codrato de los Setenta, era un hombre modesto y sabio con una gran dialéctica facultativa. Fue ordenado obispo de Atenas, en una ciudad donde existían aún varias facultades filosóficas por eso era necesario tener un obispo de una gran capacidad apologética, y el apóstol contaba con esta capacidad. Trabajó con celo oración y mucha gentileza. Así logró iluminar a muchos en el camino de la verdad. Al no poder hacerle frente al Santo con la razón, fue expulsado con violencia de la ciudad de Atenas, pero esto no menguó la paciencia de Codrato quien se trasladó luego a Magnesia ciudad de Asia Menor donde enseñó el Evangelio.
En el año 126, San Cuadrado escribió una Apología en defensa del cristianismo. Presentada al emperador Adriano (117-138), la Apología se refería a la persecución de los cristianos, ya que el emperador emitió un decreto diciendo que nadie debía ser condenado sin una causa justa.
La respuesta fue la prisión en donde murió de hambre. Su santo cuerpo fue enterrado en Magnesia.
Tropario, tono 3 del común de los santos Apóstoles
Oh santo apóstol Codrato, * intercede ante Dios misericordioso, * para que otorgue el perdón de las transgresiones a nuestras almas.
Santo Profeta Jonás
El profeta Jonás, hijo de Amatí, de la ciudad de Gethéfer (2 Reyes 14:25), era de la tribu de Zabulón; profetizó durante los años 838-810 antes de Cristo. Dios le ordenó que fuera a Nínive, la gran ciudad de los asirios, y proclamara que su destrucción estaba próxima a causa de los pecados de su pueblo. Pero él, como profeta que conocía la gran compasión de Dios, temía que ante su predicación los ninivitas se arrepintieran; que Dios, aceptando su arrepentimiento en Su amor por el hombre, no cumpliera las amenazas de Jonás; y que él fuera tildado de falso profeta. Así que desobedeció la orden divina, se subió a un barco y partió a otro lugar. Sin embargo, la repentina y terrible tormenta marina y la revelación de la desobediencia de Jonás hicieron que los marineros lo arrojaran al mar. Un gran monstruo marino apareció inmediatamente por providencia divina y se lo tragó. Durante tres días y tres noches estuvo en su vientre y oró diciendo: “Clamé en mi angustia al Señor mi Dios y Él me respondió; desde el seno del seol grité, y Tú oíste mi voz…” (Jonás 2:3). El monstruo marino lo vomitó en tierra seca y él volvió a escuchar la orden de Dios. Por lo que fue y predicó, diciendo: “En tres días, Nínive será destruida”. El pueblo se aterrorizó y todos se arrepintieron. Los grandes, los pequeños, los bebés de pecho y hasta las mismas bestias irracionales ayunaron y, de esta manera, habiendo hallado misericordia de Dios, se salvaron de Su ira. El libro de profecía de Jonás está dividido en cuatro capítulos y ocupa el quinto lugar en orden entre los doce profetas menores. Su estadía de tres días en el vientre del monstruo marino es una imagen de la sepultura de tres días de nuestro Salvador y Su Resurrección vivificante. Su nombre significa “paloma”.
Tropario, tono 2 del común de santos Profetas
Celebramos la memoria del profeta Jonás, * por quien te suplicamos, Señor, * que salves nuestras almas.