El Hieromártir Timoteo, Obispo de Prusa (Bitinia), Recibió del Señor el don de ser milagroso por su pureza y santidad de vida. En Prusa él convirtió muchos paganos a la fe en Cristo. El emperador Juliano el Apostata (361-363), al oír sobre el santo, lo encerró en la cárcel. Hasta ahí continuaba predicando el Evangelio. Juliano no le permitió enseñar sobre Jesucristo, pero el santo continuaba difundiendo la fe Cristiana. Por fin, el emperador dio la orden que le cortaran la cabeza. Sus santa reliquias fueron trasladadas a Constantinopla un tiempo después.

Tono 4
Al volverte sucesor de los apóstoles * y partícipe en sus modos de ser, * encontraste en la práctica * el ascenso a la contemplación, oh inspirado por Dios. * Por eso, seguiste la palabra de la verdad * y combatiste hasta la sangre por la fe. * Timoteo, obispo mártir, intercede ante Cristo Dios * para que salve nuestras almas.

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Santoral Santoral ()

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