8° Domingo de Lucas
Himnos de la Liturgia
Tropario de la Resurrección
Tono 7
Destruiste la muerte con tu Cruzy abriste al ladrón el Paraíso;a las Mirróforas los lamentos trocaste,
y a tus Apóstoles ordenaste predicar que resucitaste, oh Cristo Dios,
otorgando al mundo la gran misericordia
Condaquio de la Presentación de la Madre de Dios en el Templo
Tono 4
Sagrado Templo del Señor y purísimo, preciosa cámara nupcial y santísima, cofre venerable de la Gloria de Dios, en la casa del Señor, la Virgen hoy es presentada y con ella la gracia del Espíritu Divino. Alábenle los ángeles de Dios porque ella es la tienda celestial.Lecturas Bíblicas
Carta del Apóstol San Pablo a los Efesios (4: 1- 7)
Hermanos: Les ruego yo, preso en el Señor, a que vivan de una manera digna de la vocación con que han sido llamados, con toda humildad, mansedumbre y paciencia, soportándose unos a otros en el amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo Cuerpo y un solo Espíritu, como una es la esperanza a que han sido llamados. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos.
A cada uno de nosotros le ha sido concedida la Gracia a la medida del don de Cristo.
Evangelio según San Lucas (10: 25-37)
En aquel tiempo, se levantó un legista y le dijo a Jesús para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿qué he de hacer para heredar vida eterna?» Él le dijo: «¿Qué está escrito en la Ley? ¿Cómo lees?» Respondió aquél: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.» Entonces le dijo: «Bien has respondido. Haz eso y vivirás.» Pero él, queriendo justificarse, dijo a Jesús: «Y ¿quién es mi prójimo?» Jesús le respondió y dijo: «Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores que, después de despojarlo y golpearlo, se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verlo, dio un rodeo. De igual modo un levita que pasaba por aquel sitio lo vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al ver lo tuvo compasión; se acercó y vendó sus heridas echando en ellas aceite y vino; y haciéndolo montar su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.”… ¿Quién de estos tres te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores?» Él dijo: «El que practicó la misericordia con él.» Entonces Jesús le dijo: «Vete y haz tú lo mismo.»
Mensaje Pastoral
¿Quién es mi prójimo?
La personalidad del hombre se define conforme a su reacción a su entorno, es decir, según su relación con el prójimo que Dios le pone en el camino. Estas relaciones sociales no forman meramente una parte de la vida sino que instituyen el sentido real de la misma; es menester enfatizarlo hoy en día, que el individualismo se ha vuelto la dignidad principal de la sociedad.
La pregunta que le preocupaba al legista de la lectura evangélica no es fácil de contestar: «¿Quién es mi prójimo?», al que tengo que amar como a mí mismo y cuya vida ocuparía de mi reinado un espacio significativo tanto cuanto la mía.
Para el judío de aquel entonces, merece este calificativo el hermano, el familiar o el judío, tomando en cuenta que en su concepto la religión equivale a la raza. El hombre contemporáneo también define «el prójimo» conforme a la ideología religiosa, política o nacional y, sobre todo, conforme al interés común.
La parábola de Cristo «el Buen samaritano», en cambio, establece la respuesta concluyente del Cristianismo sobre «el prójimo» en el siguiente término: ¡Amor!
Amor comprometido y expresado en misericordia; amor práctico incapaz de encerrarse insensiblemente lejos del entorno. ¿Qué significa la familia y la hermandad cuando el amor se opaca? ¿Qué figura la patria si el sentido de la responsabilidad se desvanece? Todas las relaciones en ausencia de amor vuelven redes que cautivan lastimosamente la individualidad de hombre a escapar. «Vete (hacia el prójimo) y haz tú lo mismo (que el buen samaritano)», dijo el Señor al legista. El prójimo es aquel hacia quien me dirijo. Cada hombre que se encuentra en mi ruta es mi prójimo: o me dirijo hacia él con misericordia o lo ignoro y así lastimo la proximidad.
Las garantías de la vida no se consiguen ignorando al prójimo sino sirviéndolo, porque la garantía está en Dios y no en el hombre. No hay comunión con Dios sin el amor al prójimo. No hay comunión con Dios en un corazón que no se apiada.
La familia, la raza y la patria son relaciones establecidas que ayudan pero lo que crea a una «prójimo» es el salir hacia él con misericordia.
«Vete (salte) y haz tú lo mismo».
Nuestra Fe y Tradición
Madre de Dios Siempre Virgen
Los Padres de la Iglesia en los siete Concilios Ecuménicos, han confirmado dos dogmas sobre la Virgen:
1- Que ella es “Theotokos”, palabra griega que significa la que dio a Luz a Dios, porque el nacido de ella es “Emmanuel”, es decir, “Dios con nosotros.” Llamamos a la Virgen María “Madre de Dios”, no como si la Divinidad de Dios hubiese tomado su inicio de su vientre, sino porque Dios, el Hijo, tomó su cuerpo de ella, y ya que en Cristo se unieron las dos naturalezas divina y humana inseparablemente, por eso confesamos que el niño nacido es Dios encarnado y nos atrevemos a llamar a María merecidamente “Madre de Dios.”
2- Que ella es “Siempre Virgen”, es decir, que concibió a Cristo por el Espíritu Santo, dio a luz y permaneció virgen toda su vida. La Profecía de Isaías decía: “He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo…”; el artículo “la” confirma que no se trata de “una virgen” en alguna etapa de su vida, sino de la que es “Siempre Virgen.” Por eso la iconografía la ilustra con tres estrellas en la cabeza y los dos hombros que simbolizan que ella es Virgen antes, durante y después del alumbramiento. No es ni razonable ni recto pensar en que las entrañas que Dios ha consagrado con su presencia fueron dispuestos a otra ocupación; ella se quedó siempre al lado de su hijo “guardando todo en su corazón.” Permaneció siempre Virgen, “Betula”, que significa en hebreo “habitación de Dios”, de Dios y nada más de Él.
Que la intercesión de la Siempre Virgen Madre de Dios, sea con nosotros. Amén.
Vida de Santos
La Presentación de la Madre de Dios en el Templo
21 de noviembre
Esta fiesta de la Virgen se atribuye en el Oriente, más o menos, al siglo VII, mientras en el Occidente al siglo XIV. Se caracteriza la fiesta por una historia que tiene un sentido muy profundo.
La pareja virtuosa, Joaquín y Ana, siendo estéril, fue agraciada por Dios con el fruto del vientre: María. Cuando la llevaron al Templo donde iba a residir la niña de tres años, conforme a la promesa que habían dado, Joaquín llamó a unas hebreas vírgenes para que la acompañaran con lámparas. María los adelantó sin ningún temor o vacilación y, al llegar al atrio del Templo, se encontró con Zacarías, el sumo sacerdote, y se aventó a sí misma en sus brazos mientras él decía: “El Señor te glorifica en toda generación, pues he aquí que en ti, Dios revela, en los últimos días, la salvación preparada para su pueblo.”
Luego, a diferencia con los hábitos conocidos, Zacarías introdujo a la niña María en el Santo de los Santos, -parte del Templo inaccesible a ninguno excepto el mismo sumo sacerdote que entraba una vez al año para ofrecer un sacrificio por los pecados del pueblo- Zacarías sentó a María en el tercer escalón del Altar; la Gracia del altísimo descendió sobre ella, así que empezó a bailar de alegría. Todos los presentes glorificaron a Dios por todo lo que hubo de realizarse en esta niña.
Joaquín y Ana regresaron a su casa pero sin la niña. Ella permaneció en el Templo nueve años, asimilando lo celestial, sin preocupación ni pasión; las mismas necesidades de la naturaleza las superó, al igual que todos los deseos materiales, vivió totalmente para Dios, contemplando su hermosura. Con constante oración y vigilia, se transformó en un espejo que refleja la gloria de Dios. Con una mente purificada por el recogimiento y el ayuno, pudo sondear la profundidad de las Santas Escrituras y comprendió que todo el pasado tiempo era necesario para que Dios preparase para sí una madre elegida dentro de esta rebelde humanidad.
María entró en el Templo, y allá contuvo a Dios; el Templo ya es ella; ella es la Tienda, el Tabernáculo de la Nueva Alianza, la Jarra del Maná celestial, la vara de Aarón y la Tabla de la ley de la Gracia.
Proverbios Bíblicos
- La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón. (Prov 3:3)
- El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, y el conocimiento del Santo es inteligencia. (Prov 9:10)
- El crisol es para la plata y el horno para el oro, pero el SEÑOR prueba los corazones.(Prov 17:3