Ciudad de México • En lo alto de la montaña de Bosque Real, desde la autopista, se puede observar la Catedral de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía, una de las más grandes de Latinoamérica, que posee un tesoro pictórico invaluable, conformado por tres mil metros de pintura monumental.
Quien traspasa las puertas de esta iglesia es sujeto del asombro: es impresionante que cada uno de sus muros haya sido utilizado para narrar pictóricamente los momentos más relevantes de la religión cristiana.
La pintura que envuelve a esta nueva Catedral de San Pedro y San Pablo conserva parte de la herencia bizantina, ya que reproduce las representaciones milenarias; pero cuenta con algo más, con un toque especial: un fuerte colorido que llama la atención, si se considera que la iconografía de las iglesias ortodoxas es sobria y de colores oscuros.
Esta joya arquitectónica y artística mandada a edificar por el arzobispo metropolitano de México, Venezuela, Centroamérica y el Caribe de la Iglesia Apostólica Ortodoxa de Antioquía, Antonio Chedraoui, es única en el mundo… VER NOTA COMPLETA