El santísimo Patriarca Kirill dió la bienvenida a la delegación de la Iglesia Ortodoxa Antioquena.

 El día 22 de Julio de 2013 en la residencia del Patriarca en el monasterio de San Daniel se realizó una entrevista entre el Santísimo Patriarca de Moscú y toda Rusia y la delegación de la Iglesia Ortodoxa Antioquena que llegó para participar en los festejos de los 1025 años del Bautizo de Rusia.

La delegación está encabezada por el metropolita de México, Venezuela, Centroamérica y El Caribe  S.E.R. Antonio Chedraoui. Con él arribó también de Líbano el Obispo de Cristopolo Constantín. Los visitantes son acompañados por el representante del Patriarca de la Gran Antioquia y todo Oriente con el Patriarca de Moscú y toda Rusia el Arzobispo de Philippopolis Nifon.

Por parte de la Iglesia Ortodoxa Rusa participaron en la entrevista el presidente del Departamento de las relaciones exteriores de la iglesia del Patriarcado de Moscú el mitropolita de Volokolamsk Ilarión, el presidente del Departamento sinodal de beneficiencia y servicio social el Obispo de Oréjovo-Zúevo Panteleimon y el empleado del Departamento de la relaciones exteriores de la iglesia hieromonje Stefan (Igúmnov).

El Santísimo Patriarca Kirill dió la bienvenida a los visitantes.

«Estamos muy felices de que vengan a la capital rusa y van a celebrar con nosotros el año 1025 del Bautizo de Rusia en Moscú, Kiev, Minsk. Este evento es de mucha importancia para nuestra Iglesia, — dijo el Jefe de la Iglesia Rusa. — Como ustedes saben, el renacimiento de la Ortodoxia rusa se empezó hace 25 años, cuando se estaba celebrando el año 1000 Del Bautizo de Rusia. Muchos cambios se efectuaron durante esos 25 años: decenas de miles de Iglesias y cientos de monasteries fueron restaurados, decenas de seminarios espirituales fueron abiertos, aparecieron universidades y medios de comunicacion ortodoxos. Pero lo más importante es que han cambiado nuestros parroqianos, hay más personas jovenes y de la edad media que ahora llenan nuestros templos. Las costumbres y tradiciones ortodoxas están entrando a la vida de los rusos modernos, ucranianos, belorusos y otros hijos de la Iglesia Ortodoxa Rusa. Por eso la parte central de estos festejos va a ser el acto de agradecimiento al Señor que esperamos realizar junto con todas la Iglesias Ortodoxas pidiendo la bendición del Dios para el futuro viaje histórico de nuestra Iglesia en la Gloria de Su santo nombre y para el bién espiritual de nuestros pueblos».

El jefe de la Iglesia Ortodoxa Rusa mencionó especialmente su comunicación de muchos años con el mitropolita de México, Venezuela, Centroaméria, y el Caribe Antonio: «Usted estuvo aquí muchas veces, conoció a los Patriarcas Alexiy I, Pimen, Alexiy II, a mi padre spiritual el mitropolita Nikodim. Usted es un viejo amigo de la Iglesia Ortodoxa Rusa y es uno de los miembros mas antíguos y estimados del Obispado del Patriarcado Antioqueno. Usted es un portavoz vivo de las tradiciones y la sabiduría de Su Iglesia, y, lo más importante, es usted el representante de la memoria histórica en que se preserva la historia de las buenas relaciones entre nuestras Iglesias».

El metropolita Antonio senaló a su vez que la celebración del año 1025 del Bautizo de Rusia es un evento muy importante no solamente para Rusia, sino que es renacimiento de la Ortodoxia oriental. «Estamos muy obligados a la Iglesia Ortodoxa Rusa y el pueblo de Rusia. En estos años dificiles agradecemos a la Iglesia Ortodoxa Rusa por su actitud y la actitud del estado de Rusia hacia nosotros», — subrayó el jefe de la delegación antioquena.

La situación de los cristianos en Siria, el servicio del Patriarcado Antioqueno a los desdichados, a los desplazados, a la gente afectada por las acciones militares, y la ayuda que les presta la Iglesia Ortodoxa Rusa fueron uno de los temas principales de la plática que siguió en la que también abordaron los asuntos de las relaciones interortodoxas e intercristianas.

Después de terminar la entrevista el Santísimo Patriarca Kirill entregó a los miembros de la delegación del Patriarcado Antioqueno las condecoraciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa como atención a los labores para el bién de la santa Iglesia y a la vista del año 1025 del Bautizo de Rusia.

Su Eminencia Antonio  Chedraoui, el Arzobispo Nifon y el Obispo Constantín fueron honrados con la orden del santo principe isapostolos Vladímir (II categoría).

Además Su Santidad regaló a los representantes del Patriarcado Antioqueno las vestiduras menores y los cetros de arzobispo como recuerdo de su estancia en la Santa Rusia.

 

 

 

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Padre Juan R. Méndez ()

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