Año Nuevo (Eclesiástico)
Los hijos de Zebedeo, Pedro, Natanael, Tomás y otros dos, se encontraban pescando en el lago de Tiberiades, a la orden de Cristo, arrojaron sus redes al lado derecho pescando en abundancia. Cuando Pedro reconoció a Cristo, se acercó a Él nadando, esta fue la tercera aparición del Señor al enseñarles el pan y el pescado Sobre las brasas. Exapostelario
Himnos de la Liturgia
Tropario de la Resurrección
Tono 1
Cuando la piedra fue sellada por los judíos y tu purísimo cuerpo fue custodiado por los guardias, resucitaste al tercer día, oh Salvador, concediendo al mundo la vida. Por lo tanto, los poderes celestiales clamaron a Ti: Oh Dador de Vida, Gloria a tu Resurrección, oh Cristo, gloria a tu Reino, gloria a tu plan de salvación, oh Único, Amante de la humanidad.Condaquio de la Natividad de la Virgen
Tono 4
Por tu santo Nacimiento, oh Purísima, Joaquín y Ana fueron librados de la pena de la esterilidad, Adán y Eva, de la corrupción de la muerte, y tu pueblo lo celebra siendo redimido de la culpa de sus transgresiones al exclamar: “La estéril da a luz a la Madre de Dios, la alimentadora de nuestra vida.”Lecturas Bíblicas
Primera Carta del Apóstol San Pablo a Timoteo (2: 1-7)
Hijo mío, Timoteo: Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad. Esto es bueno y agradable a Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y también un solo Mediador ante Dios y los hombres: Cristo Jesús hombre, que se entregó a sí mismo como rescate por todos. Éste es el testimonio efectuado a su debido tiempo, del cual yo he sido constituido predicador y apóstol —digo la verdad en Cristo y no miento— y maestro de los gentiles en la fe y en la verdad.
Evangelio según San Lucas (4: 16-22)
En aquel tiempo, vino Jesús a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en la sinagoga el día de sábado, y se levantó para hacer la lectura. Le entregaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la recuperación de la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y proclamar el año favorable del Señor. Enrollando el libro lo devolvió al ministro, y se sentó. En la sinagoga todos los ojos estaban fijos en Él. Comenzó, pues, a decirles: «Esta Escritura, que acaban de oír, se ha cumplido hoy.» Y todos daban testimonio de Él y estaban admirados de las palabras llenas de gracia que salían de su boca.»
Mensaje Pastoral
Si Quieres ser Perfecto…
Jesús es verdadero profeta y la profecía que proclama se cumple en su predicación, en sus gestos, en su persona. Avivado por el Espíritu Santo, Jesús regresa a Nazaret con el fin de anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios. El se encuentra en casa, desde donde era conocido desde pequeño. Jesús se dirige un sábado a la sinagoga.
El texto elegido por Jesús, está en ese momento reflejando la realidad de su pueblo, y con las palabras de Isaías, El anuncia su misión, que es anunciar la Buena Noticia a los desposeídos, a los cautivos, devolver la vista a los ciegos y en otra palabras, proclamar “un año de gracia de parte del Señor”. “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír” Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en El. Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca Jesús, no tarda en dar la interpretación, El asume las palabras de Isaías como suyas, es decir le otorga un gran sentido y de alguna forma se declara Mesías, El viene a cumplir la profecía. Algunos oyentes reaccionan ciertamente boquiabiertos por las cosas que decía y por el modo como las decía, pero otros quedaban resistidamente sobresaltados y, por eso, censores respecto a la persona de Jesús. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en El. Y decían: “No es éste el hijo de José? Pero él les respondió: “Sin duda ustedes me citarán el refrán: “Médico, sánate a ti mismo”. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm”. Después agregó: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra.
Jesús intuye que el ánimo de los presentes está, por lo general, indispuesto respecto a su predicación y quedan escandalizados y no quieren saber nada de él. No aceptan que Jesús sea el Mesías anunciado por Isaías. Es así como Jesús, en medio de la discusión, les dice: “Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón”. El Señor, presenta dos referencias bíblicas de los tiempos de Elías y luego los leprosos del tiempo de Eliseo: También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”. Jesús quiere echar abajo las disposiciones interiores de los presentes que estaban escandalizados. Se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad Jesús habla de acoger a los pobres, a los ciegos y a los oprimidos, sin embargo la gente no acepta su ofrecimiento, y por querer acoger a los excluidos, el es apartado de tal forma, que hasta su propia comunidad de Nazaret pensó matarlo: “Se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.”
El Señor conservó la calma, él no se desvió de su camino. No era extraño, que Jesús fuera objeto de un desconcierto y un rechazo empecinado. El relato de Lucas muestra lo difícil que es superar cierta mentalidad ciega. Tampoco es de extrañar que el mensaje de Jesús hoy sea rechazado. Oh Jesús, hablaste en tu tiempo de peregrino por la tierra y te encontraste con sordos a tu mensaje de salvación. Hoy nos sigues entregando tu mensaje, y del mismo modo que ayer, pocos quieren oírte. En todos los tiempos ha habido gente incomoda con tu mensaje, por tanto hubo gente que se alejo de ti y seguimos viendo como otros intentan alejarse. ¿No entienden que has venido a liberarnos de toda opresión? Nosotros Señor, queremos ser un corazón abierto para tu palabra, tus Buenas Noticias nos sorprenden, tú nos dices la verdad y nos liberas de nuestros temores, por lo que deseamos tener un corazón para conocerte y encontrarnos contigo. Tu Palabra, Señor, tiene el poder de sanarnos y de curarnos, nos transforma por dentro y obra maravillas en nosotros.
Nuestra Fe y Tradición
Comienzo del año litúrgico
El primer día de septiembre se inicia el año eclesiástico. Históricamente en esa fecha el Imperio Romano imponía a sus súbditos un gravamen para el mantenimiento de sus fuerzas armadas. A dicho impuesto se le dio el nombre de Indicción (Definición, Orden, Llamamiento), el cual también fue adoptado por los emperadores en Constantinopla. Posteriormente se usó el término de Distribución para denominarlo. En el año 312, Constantino el Grande introdujo en sus territorios este decreto después de ser proclamado Emperador.
Hay tres tipos de Indicción pero la que celebramos nosotros vino a ser llamada la Constantinopolitana, adoptada por los Patriarcas. Esta Indicción o llamamiento se inicia el 1 de septiembre y es observada con especial atención: en este tiempo, a la vez que se concluye un ciclo de producción con la siega y recolección de las cosechas y su almacenamiento en los graneros, se inicia también la preparación para la siembra y cultivo futuros. Por eso consideramos esta fecha para el inicio del nuevo año.
La Iglesia festeja este día suplicando a Dios por buen tiempo, lluvias generosas y abundancia de los frutos de la tierra. Las Sagradas Escrituras dan testimonio de que el pueblo de Israel celebraba la fiesta del Clamor de las Trompetas en este día ofreciendo himnos de acción de gracias. Además de lo antes dicho, nosotros conmemoramos también, la presencia del Señor en la Sinagoga de Nazareth cuando leyó el pasaje de Isaías: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para anunciar a los pobres la Buena Nueva” (Lc 4:16-30). Feliz año nuevo para toda la Iglesia Ortodoxa.
Vida de Santos
San Simeón el Estilita
1 de Septiembre
San Simeón nació dentro de los límites de Antioquia de Siria a mediados del siglo cuarto en una familia pobre.
Habiendo decidido ser monje el santo Simeón abandonó la casa paterna y tomó los hábitos en un convento cercano. Allí permaneció cierto tiempo cumpliendo la penitencia, como monje, con el sacrificio de la oración, penitencia y obediencia, para mayor hazaña espiritual se alejó al desierto de Siria. Aquí el santo Simeón inició un nuevo medio de sacrificio el columnismo. Construyendo un poste de unos metros de altura, se ubicó sobre él y con ello se privó de acostarse y descansar. Permanecía parado día y noche, como vela, en posición vertical, casi permanentemente, oraba y pensaba en Dios. Además de una severa abstinencia de alimentos, voluntariamente padecía muchas carencias: lluvias, vientos y fríos. Se alimentaba de trigo mojado y agua que le traía gente bondadosa.
Su hazaña poco común comenzó a conocerse en muchos países, y comenzaron a fluir visitantes desde Arabia, Persia, Armenia, Georgia, Italia, España y Bretaña. Viendo su descomunal fuerza de voluntad, y considerando sus inspiradas prédicas, muchos idólatras se convencían de la verdad de la fe cristiana y eran bautizados.
El emperador Teodosio II, el Menor, (408-450) admiraba a san Simeón y comúnmente seguía sus consejos. Cuando el emperador falleció, su viuda la princesa Eudoquía, fue convertida a una herejía monofisita. Los monofisitas no aceptaban en Cristo dos naturalezas — Divina y humana, sino solo la Divina. El beato Simeón persuadió a la princesa quién volvió a ser cristiana ortodoxa. El nuevo emperador Markián, (450-457) en ropas comunes secretamente visitaba al beato y le pedía consejos. Por consejo del beato Simeón Markián convocó el IV concilio Universal en el 451 donde se condenó la enseñanza herética del monofisismo.
San Simeón vivió más de cien años, falleciendo durante la oración en el año 459. Sus reliquias yacían en Antioquia.
Sentencias de los Padres del Desierto
- Decía un anciano: «El que admite en su alma deseos perniciosos, es como el que oculta el fuego entre las pajas
- Uno preguntó a un anciano: «¿Por qué me desanimo continuamente?». Y respondió: «Porque no has visto todavía la meta».
- Decían los ancianos: «No hay nada peor que juzgar».